Transformismo, ¡®voyeurismo¡¯ y g¨¦nero fluido: la estrecha relaci¨®n del flamenco con lo ¡®queer¡¯

El flamenco no es tan rancio y cerrado como nos lo han intentado vender. Esto es algo que pod¨ªa intuirse a poco que rasc¨¢ramos en su superficie. Sin embargo, en ocasiones es necesario tener certezas. Pruebas. Y eso es lo que nos ofrece Fernando L¨®pez. Este madrile?o, bailaor, core¨®grafo e investigador, adem¨¢s de doctor en Est¨¦tica, Ciencias y Tecnolog¨ªas de las Artes por la Universidad Par¨ªs 8, ha escrito uno de los libros m¨¢s brillantes sobre la periferia del cante y el baile. ¡°Mi inter¨¦s por las cuestiones de g¨¦nero empieza en el mismo momento en que decido bailar, a los 11 a?os, siguiendo los pasos de mi hermana mayor y sintiendo que haci¨¦ndolo romp¨ªa con unos patrones de comportamiento establecidos para los ni?os de mi edad, que no bailaban porque la danza era para ni?as y para mariquitas¡±, cuenta el autor de Historia queer del flamenco: desv¨ªos, transiciones y retornos en el baile flamenco (1808-2018), un recorrido transversal por figuras, momentos y lugares que en origen quedaron al margen del discurso oficial.

¡°La danza fue un refugio pero tambi¨¦n un lugar de coerci¨®n, ya que la manera de moverse estaba muy fijada en funci¨®n de su g¨¦nero, tanto para hombres como para mujeres, lo cual hizo de mis a?os de aprendizaje, y hasta convertirme en bailaor profesional, una experiencia a veces muy insatisfactoria¡±, contin¨²a para justificar su inter¨¦s por llevar a cabo una investigaci¨®n de este calado. ¡°Necesitaba entender de manera precisa qu¨¦ cosas se nos hab¨ªa permitido hacer a los bailarines a lo largo de la historia y qu¨¦ cosas, de manera m¨¢s o menos velada, se nos hab¨ªan prohibido¡±.

El libro no tiene miedo a hablar de prostituci¨®n masculina en el tablao, transformismo femenino, voyeurismo y artistas de genero fluido en el siglo XIX. Temas que han formado parte del adn del g¨¦nero desde su creaci¨®n pero que hab¨ªan sido ocultados, olvidados o borrados. ¡°Mi objetivo para el periodo entre 1808 y 1975 era el de releer, reinterpretar e incluso reescribir algunos aspectos de la historia del flamenco, en relaci¨®n con las cuestiones de g¨¦nero y de sexualidad, que hab¨ªan quedado desatendidos dentro de la bibliograf¨ªa cl¨¢sica¡±, recuerda L¨®pez, que comienza trazando una certera genealog¨ªa de c¨®mo la danza nace ¡°macho¡± en contraposici¨®n al afrancesamiento de ciertos bailes, y lentamente se va feminizando hasta emprender un viaje sin retorno.

Una de las partes m¨¢s acertadas del ensayo, publicado por la editorial Egales, especializada en literatura LGTBIQ+, es aquella que pone de relieve el valor de artistas en principio marginales. Es el caso de Mr. Artur, Paco Espa?a, Carmen de Mairena, Oca?a, Enrique El Travesti Cojo, La Otra Pantoja o Las Folcl¨®ricas Gaditanas, un cuadro flamenco formado enteramente por transexuales que tuvo un enorme ¨¦xito en los setenta y ochenta, llegando a firmar un contrato para actuar en Miami, donde estuvieron dos a?os. ¡°Este grupo de gente rara incluye feministas, travestis, machorras y afeminados, pero tambi¨¦n a gitanos, personas con diversidad funcional e intelectual, guiris y artistas incomprensibles empe?ados en hacer las cosas de otra manera¡±, destaca el autor.

Las historias y an¨¦cdotas que L¨®pez narra se acercan a todo tipo de perfiles y mundos. Del Torremolinos de los sesenta, cuna del movimiento gai y donde el bar Tony¡¯s hizo furor, hasta el Copacabana barcelon¨¦s, emblema del travestismo y hogar del bailaor Margarita. La obra concluye con una mirada al incierto presente, tocado por la crisis de 2008, y en el que se describen valiosas iniciativas como Sue?os reales para cuerpos posibles, espect¨¢culo protagonizado por Lola L¨®pez, bailaora con diversidad funcional, o Flamenco inclusivo, un proyecto de Jos¨¦ Gal¨¢n en el que se investigan algunos de los referentes tullidos de la historia del g¨¦nero. Sobre si ve con optimismo el futuro del flamenco queer, responde: ¡°No tengo ni esperanza ni falta de ella, aunque s¨ª una cierta curiosidad por ver lo que nos depara a m¨ª y a mis compa?eros artistas este nuevo periodo que se abre. En cualquier caso, estoy conforme con haber aportado mi granito de arena, tanto en la universidad como en los escenarios, y el efecto de ello solo el tiempo podr¨¢ determinarlo¡±.