?C¨®mo est¨¢ cambiando la movilidad en nuestras ciudades?
Mil¨¢n, Par¨ªs, Melbourne, Madrid o Zaragoza han desarrollado diferentes iniciativas para que los desplazamientos de sus residentes sean cada vez m¨¢s sostenibles
La transformaci¨®n de la experiencia de movilidad que ha tenido lugar en los ¨²ltimos a?os ha afectado a m¨²ltiples esferas de la vida cotidiana en la ciudad. Como ya ocurre en otros ¨¢mbitos, como el del entretenimiento, o en el de la moda, la movilidad urbana es, cada vez m¨¢s, a la carta: deseamos movernos m¨¢s r¨¢pido, ahorrar tiempo, llegar de manera directa a los lugares que queremos. La extensi¨®n de los tel¨¦fonos inteligentes y de las tecnolog¨ªas de geolocalizaci¨®n como el GPS han potenciado el uso de aplicaciones que nos ayudan a organizar nuestras idas y venidas teniendo en cuenta a qu¨¦ hora exacta llega nuestro autob¨²s a la parada, a dirigirnos hacia comercios o locales ¡ªque no conocemos hasta que estamos en ellos¡ª con tan solo teclear su nombre. A nuestro mapa mental de la ciudad, adquirido y aprendido con el paso del tiempo, se le va superponiendo tambi¨¦n su imagen digital, esa que nos muestra la circulaci¨®n y la direcci¨®n del flujo en el dispositivo que gu¨ªa nuestro recorrido por la ciudad.
Estos dispositivos nos ayudan no solo a la hora de recorrer la ciudad, sino a que conozcamos c¨®mo nos vemos, cu¨¢les son las horas donde el flujo de circulaci¨®n es mayor en determinados puntos o a que podamos disponer de una red de transporte mejorada, adaptada a la diversidad de usuarios y a la diversidad de variables que pueden influir en la red por donde nos desplazamos. Muchas ciudades, en la senda de convertirse en ciudades inteligentes, han mejorado su infraestructura urbana con la instalaci¨®n de equipos que son capaces de medir y evaluar los cambios de flujos. Contar con esta informaci¨®n resulta esencial a nivel t¨¦cnico para definir Planes de Movilidad Urbana Sostenibles con ciertas garant¨ªas, en coherencia con el objetivo de alcanzar Ciudades y Comunidades Sostenibles, presente en la Agenda 2030.
Es importante, por tanto, poder observar y conocer los flujos de desplazamiento en la ciudad. Si nos centramos en el veh¨ªculo privado, adem¨¢s, esta cuesti¨®n alcanza una importancia creciente, no solo porque la movilidad mediante este medio de transporte ha sido regulada de manera restrictiva limitando el acceso a determinados sectores de la ciudad con el objetivo de disminuir el tr¨¢fico y mejorar la calidad urbana, reduciendo la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica y ac¨²stica (Madrid Central ¡ª2018¡ª es quiz¨¢s el ejemplo reciente a nivel nacional m¨¢s reconocido, si bien la experiencia europea cuenta con nutridos ejemplos, como el actual AreaC de Mil¨¢n ¡ª2012¡ª que desarrolla los criterios de delimitaci¨®n de sectores ya iniciados en el precedente Ecopass de 2008), sino porque estamos viviendo un nuevo ciclo en el que, a consecuencia del estado de alarma, los desplazamientos han sido reducidos de manera fulminante y la pandemia ha provocado la puesta en acci¨®n inmediata de planes para reconfigurar la ocupaci¨®n del espacio urbanizado, fundados en los valores ya reconocidos de proximidad o variabilidad de usos en la ciudad.
Mil¨¢n, como muchas otras ciudades, ya plantea en su plan Strade Aperte la reducci¨®n del espacio de circulaci¨®n de veh¨ªculo privado a favor de mayor espacio para la movilidad ciclada y peatonal. Mientras, en Par¨ªs recuperan valores de proximidad a prop¨®sito de la propuesta de ville du 1/4 d¡¯heure, una puesta en pr¨¢ctica del criterio de proximidad con la que ya operan algunas ciudades, como Melbourne y su "ciudad de los 20 minutos", presente en la Estrategia de Planificaci¨®n Metropolitana (2017-2050).
Y no solo las grandes capitales avanzan, sino que las de tama?o medio, como Zaragoza, tambi¨¦n. Tras ser pionera hace unos a?os con medidas como la limitaci¨®n de velocidad a 30 km/h en las v¨ªas de un solo carril, la ciudad se ha propuesto, en plena pandemia, pacificar 80 km de nuevas v¨ªas hasta alcanzar el objetivo de que el 100% de sus calles y avenidas sean ciclables.
La necesidad de contar con herramientas que permitan conocer mejor esta experiencia de movilidad es importante, adem¨¢s, no solo a nivel t¨¦cnico, sino a nivel ciudadano y de usuario. Si es importante que los planificadores urbanos tengan la informaci¨®n adecuada para tomar las grandes decisiones, no lo es menos que quienes vivimos en la ciudad seamos conscientes de las consecuencias de nuestras peque?as decisiones cotidianas, as¨ª como de las ventajas en t¨¦rminos de coste y beneficio de cada modo de transporte.
Este es precisamente uno de los objetivos que pretende MobilityExperience: poner a disposici¨®n de todos una plataforma din¨¢mica e interactiva capaz de visualizar y monitorizar los datos de movilidad en la ciudad. Contar con esta informaci¨®n nos permite, por ejemplo, gracias a la disponibilidad de datos facilitados por el Servicio de Movilidad del Ayuntamiento de Zaragoza, conocer cu¨¢ntos veh¨ªculos circulan por las v¨ªas rodadas y advertir c¨®mo los sectores m¨¢s congestionados pueden reducirse y de qu¨¦ manera si intensificamos los viajes compartidos. Tambi¨¦n se puede examinar el nivel de accesibilidad de los diferentes barrios de la ciudad en funci¨®n del medio de transporte empleado. Incluso, conseguimos examinar de manera comparada, en una primera aproximaci¨®n, cu¨¢les son los costes asociados a cada uno de los medios de transporte: el coste econ¨®mico por parte del usuario del acceso o de la tenencia de un veh¨ªculo; el coste en tiempo y distancia de desplazamiento; el medioambiental en t¨¦rminos de emisiones; o el energ¨¦tico vinculado al consumo energ¨¦tico necesario para desplazarte en la ciudad en los diferentes medios de transporte disponibles. Poder valorar de manera integral estos costes asociados a la movilidad es esencial si queremos adquirir un compromiso real de la sociedad por un sistema de movilidad atractivo e integrado, eficiente y no nocivo en t¨¦rminos energ¨¦ticos y ambientales.
Convertir los datos en conocimiento es solo el primero de los desaf¨ªos. El m¨¢s decisivo, sin duda, es que este conocimiento pueda ser transmitido de manera eficaz al conjunto de la ciudadan¨ªa. Anticipamos un futuro cercano en el que el conocimiento acerca de los flujos, costes y distancias se integrar¨¢ de manera natural en las aplicaciones de c¨¢lculo de rutas y de navegaci¨®n, de manera que cada uno de nosotros pueda decidir qu¨¦ peso le otorga a la rapidez, a la comodidad, a la huella de carbono, o al impacto social en sus viajes diarios. Esto permitir¨¢, no solo que podamos dise?ar nuestra experiencia de movilidad de manera m¨¢s precisa, sino que contribuyamos tambi¨¦n con nuestras informadas decisiones a mejorar la del conjunto de nuestros convecinos.
Ana Ruiz Varona es investigadora USJ y responsable de la C¨¢tedra MobilityExperience.?
Daniel Sarasa Funes es responsable del programa Smart City, Ayuntamiento de Zaragoza.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.