El matrimonio ruso Kokorev vendi¨® 679 millones en armas desde su piso de Madrid
La familia saque¨® 120 millones al Tesoro de Guinea Ecuatorial con la ayuda de familiares de Obiang, seg¨²n Anticorrupci¨®n
Un matrimonio vecino del n¨²mero 82 de la calle Pintor Rosales de Madrid, saque¨® 120 millones de las arcas del Tesoro de Guinea Ecuatorial mediante la venta a la antigua colonia espa?ola de armas, buques y helic¨®pteros, con abultados sobrecostes y la ayuda de familiares y generales del dictador Teodoro Obiang. Vladimir Kokorev, su esposa Julia y sus hijos Igor y Vladimir movieron 679 millones por los hilos de una gigantesca telara?a de sociedades en para¨ªsos fiscales en las que ocultaron durante 15 a?os su actividad delictiva, seg¨²n concluye un informe de 500 p¨¢ginas de la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n.
La investigaci¨®n judicial ha acreditado que Fausto Abeso Fuma, yerno del presidente de Guinea Ecuatorial y exdirector general del Gabinete Militar, cobr¨® 2,7 millones de los Kokorev; Melchor Esono Edjo, sobrino y exsecretario de Estado para la Tesorer¨ªa, recibi¨® 201.000; Agust¨ªn Ndjon Ona Mbuy, primo del dictador y general de las Fuerzas Armadas, se embols¨® 103.000; Hassan Khalil Hashem, asesor presidencial en materia de defensa, 1,2 millones; y Luciano Esono Bitegue Ate, exdirector del Gabinete Militar del presidente, 2,3 millones. Comisiones ilegales pagadas con los fondos p¨²blicos desfalcados. Anticorrupci¨®n pide ocho a?os de c¨¢rcel para Vladimir y seis para Julia e Igor, presuntos testaferros del presidente Obiang, por m¨²ltiples delitos de blanqueo de capitales, adem¨¢s de multas de 550 millones.
Vladimir Kokorev, de 66 a?os, se presentaba como historiador, aunque personas de su entorno afirman que colabor¨® con la KGB, la agencia de inteligencia de la Uni¨®n Sovi¨¦tica; su esposa Julia Maleeva, de 66, lo hac¨ªa como periodista. Igor debut¨® como abogado en un prestigioso despacho madrile?o. Nadie en su inmueble, en una de las zonas m¨¢s exclusivas de la capital, en el que invirtieron casi tres millones, imagin¨® que esta familia vend¨ªa material militar de defensa y doble uso, armas de guerra, cohetes teledirigidos, veh¨ªculos blindados, caza bombarderos, helic¨®pteros de combate y fragatas a Guinea Ecuatorial. En el buz¨®n no figuraban sus nombres, solo el de Blue Profile, la sociedad pantalla utilizada para comprar la vivienda. Un coche de la Polic¨ªa Nacional vigilaba d¨ªa y noche el edificio, en el que se ubica tambi¨¦n la residencia del embajador de Siria.
La paz de la familia termin¨® cuando en 2007 este peri¨®dico public¨® varios reportajes sobre transferencias de 30 millones que el matrimonio hab¨ªa recibido en una cuenta a nombre de su sociedad paname?a Kalunga Company en Las Palmas de Gran Canaria y la Asociaci¨®n Pro Derechos Humanos de Espa?a present¨® una querella contra ellos como presuntos testaferros del presidente de Guinea Ecuatorial. La pareja prest¨® declaraci¨®n ante la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n, pero ???la apat¨ªa judicial y policial congel¨® durante a?os la investigaci¨®n iniciada por un Juzgado de Las Palmas.
En 2012, durante una reuni¨®n de fiscales franceses y espa?oles en Madrid para tratar de Teodor¨ªn Obiang, el hijo del dictador que iba a ser juzgado en Par¨ªs, el nombre de los Kokorev se puso sobre la mesa. Misteriosamente, d¨ªas despu¨¦s la familia abandon¨® su casa y escap¨® de la redada. Los tent¨¢culos de los Kokorev llegaron muy lejos. Un a?o despu¨¦s Igor tuvo acceso de ¡°forma extraoficial¡± al informe que la Unidad de Droga y Crimen Organizado (UDYCO) hab¨ªa elaborado sobre ellos. Seis a?os m¨¢s tarde, en 2018, Vladimir, Julia e Igor fueron detenidos en Panam¨¢ y extraditados a Espa?a. Han permanecido en prisi¨®n preventiva m¨¢s de dos a?os. Otro de sus hijos, Vladimir, est¨¢ en paradero desconocido y sobre ¨¦l planea una orden de b¨²squeda y captura. Se sospecha que reside en EE UU.
El registro en la casa de Pintor Rosales se convirti¨® en una mina para los investigadores. En los ordenadores de Vladimir se encontraron decenas de contratos de compra y venta de armas y material militar. Y los documentos sobre el verdadero valor del material, muchas veces usado, que vend¨ªan a Guinea Ecuatorial. Dos aviones caza bombarderos por los que pagaron 1,8 millones fueron vendidos por 25,5 millones, un sobrecoste de 23 millones ¡°con el que se sufrag¨® las ganancias acordadas con el asesor militar de Obiang Hassan Hashem y Luciano Esono¡±, seg¨²n se?ala el escrito de la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n.
Las pruebas halladas en este y otros registros sirvieron al fiscal Luis del R¨ªo Montes de Oca y a Ana Isabel de Vega, la jueza de Las Palmas que instruy¨® el caso, para apuntalar su investigaci¨®n iniciada una d¨¦cada antes. La Polic¨ªa judicial logr¨® reconstruir las 59 transferencias efectuadas entre 2005 y 2012 con cargo a los fondos del Tesoro P¨²blico de Guinea Ecuatorial a la oscura de red de sociedades instrumentales en Panam¨¢ e Islas Seychelles creadas por los Kokorev. El dinero, que recal¨® en el Nordea Bank de Dinamarca y en m¨¢s tarde en el Credit Suisse de Suiza, ascendi¨®, a 679 millones. De varios correos se desprende que Vladimir contact¨® con Teodoro Obiang, presidente de Guinea Ecuatorial, para atender sus peticiones de armamento ante un posible golpe de Estado.
La fiscal¨ªa afirma que para blanquear las ganancias de 120 millones, Vladimir Kokorev se vali¨® de testaferros lituanos y rusos a los que coloc¨® al frente de una telara?a societaria tejida por el mismo desde la sombra. En especial, de Vladimir Evdokimov, de 56 a?os, condenado por tr¨¢fico ilegal de misiles crucero a China e Ir¨¢n. Y atribuye un papel trascendental a Juan Arencibia, abogado y exsocio de la consultora Ernst & Young en Las Palmas, y a sus hermanas Margarita y Mar¨ªa Luisa, una de ellas a sueldo de una de las sociedades instrumentales del matrimonio. ¡°Para el ¨¦xito del designio criminal (Arencibia) aport¨® sus cuentas en Suiza y sus sociedades de las Antillas Holandesas¡±, se?ala el escrito de acusaci¨®n que firma el fiscal Javier R¨®denas, sustituto de Del R¨ªo.
La vivienda de la calle Pintor Rosales y los otros ocho pisos y 107 villas (Sands Beach Resort) que los Kokorev abandonaron precipitadamente en Madrid, Las Palmas y Tenerife eran solo cabos sueltos de un largo rosario de propiedades por todo el mundo, valorados en 91 millones. Las pesquisas de la Polic¨ªa Judicial han conducido hasta la joya de la corona de este matrimonio ruso: dos edificios de apartamentos en Nueva York. Por el primero, situado en el 901 de Broadway Street, pagaron 17,6 millones; por el segundo, en el 290 de Mulberry Street, desembolsaron 22.3. En la Gran Manzana, la familia compr¨® tambi¨¦n un apartamento en la Torre Trump Palace, en la calle 69, que cost¨® dos millones, y otro en la calle 85, por 5,8 millones. Este ¨²ltimo lo adquiri¨® Sandra Herrera S¨¢nchez, esposa de Vladimir, el hijo fugado.
El apetito inmobiliario de los Kokorev les condujo, adem¨¢s, en busca de m¨¢s edificios hasta Londres donde se hicieron con uno en el 113 de Jermyn Street por 4,5 millones y otro en el 285 de Oxford Street, ambos en pleno coraz¨®n londinense, por el que desembolsaron 12,3 millones
En Panam¨¢, el pa¨ªs en el que fueron detenidos, disfrutaban de un apartamento en la Mystic Point Towers por el que pagaron 318.000 euros; un piso en la Torre Trump Ocean Club Panam¨¢ valorado en 632.000 y una oficina en la Global Bank Tower de 199.000. En la Rep¨²blica Dominicana adquirieron una villa en la urbanizaci¨®n Casa de Campo, cerca de Santo Domingo, cuyo precio ascendi¨® a 2,7 millones.
La jueza de Las Palmas Ana Isabel Vega dict¨® en mayo un auto de apertura de juicio oral que obligar¨¢ al matrimonio y a su hijo a sentarse en el banquillo por un presunto delito de blanqueo de capitales. Las condiciones impuestas por Panam¨¢ para su extradici¨®n a Espa?a impiden juzgarles por otros delitos. La Asociaci¨®n Pro Derechos Humanos de Espa?a solicita nueve a?os para Vladimir y seis para su mujer y su hijo. La defensa de los Kokorev niega los hechos y reclama su absoluci¨®n.
Informes y espionaje a un letrado y dos periodistas
La investigaci¨®n ha acreditado que Vladimir Kokorev contrat¨® por 140.000 euros a la empresa madrile?a de comunicaci¨®n Consultores Quantumleap (CQL) para borrar de internet las noticias de sus actividades delictivas, publicar informaciones favorables al Gobierno de Teodoro Obiang y publicar un libro, que redact¨® el periodista Alfonso Merlo, en el que se contradijera la versi¨®n period¨ªstica, judicial y policial. El coste de este libro se fij¨® en 40.000 euros. La polic¨ªa encontr¨® varios correos entre Kokorev y Merlo en el que el primero le daba instrucciones sobre la orientaci¨®n de la obra.
Entre la documentaci¨®n incautada al grupo criminal aparecen tres extensos informes elaborados por la consultora que dirig¨ªa Jes¨²s Timoteo ?lvarez, ya fallecido, sobre Manuel Oll¨¦, el letrado que present¨® la querella contra Obiang en representaci¨®n de la Asociaci¨®n de Derechos Humanos de Espa?a; sobre el periodista de El Mundo Antonio Rubio, y sobre un redactor de EL PA?S que desde hace 13 a?os informa sobre esta familia rusa. En el caso de este ¨²ltimo, la denominada ¡°investigaci¨®n cualitativa de ¨¦lite¡± se incluyeron graves y falsas acusaciones que los Kokorev lograron publicar a?os antes en medios rusos como Pradva. De varias notas manuscritas se desprende que se investigaron las cuentas bancarias de los periodistas y del letrado.
El escrito de acusaci¨®n de la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n menciona las gestiones de Vladimir y de su hijo Igor en la contrataci¨®n de los servicios de esta agencia de comunicaci¨®n. La consultora titul¨® este contrato ¡°Kokorev. Plan de Trabajo y tiempos¡± y lo catalog¨® como ¡°altamente confidencial¡±.
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