Los ¨²ltimos de Ferraz en el ocaso del ¡°noviembre nacional¡±: del sue?o de asaltar La Moncloa a rezar el rosario bajo la lluvia
Las protestas contra la ley de amnist¨ªa frente a la sede nacional del PSOE pierden fuelle tras un mes de disturbios y momentos esperp¨¦nticos
Despu¨¦s de un noviembre de furia en las inmediaciones de la sede nacional del PSOE en la madrile?a calle de Ferraz, las escaleras de la parroquia del Inmaculado Coraz¨®n han comenzado diciembre con relativa tranquilidad. Todas las tardes, a partir de las 19.20, un peque?o grupo se re¨²ne junto a la iglesia para profesar su fe. El l¨ªder del rezo es un joven llamado Jos¨¦ Andr¨¦s Calder¨®n que est¨¢ convencido de que el abandono del catolicismo ha sumido a la naci¨®n en una crisis ¡°espiritual¡±. ¡°Espa?a ha ganado todas sus batallas con el rosario en la mano. La izquierda est¨¢ adoctrinando a nuestros j¨®venes y edificando la sociedad sobre la muerte de Dios que pronostic¨® Nietzsche¡±, afirma.
Atr¨¢s han quedado las escenas que sacudieron el barrio durante las primeras semanas del mes pasado, cuando cientos de j¨®venes se enfrentaban violentamente a la Polic¨ªa y amenazaban con asaltar el Congreso o La Moncloa para defender Espa?a de un supuesto golpe de Estado. Colocados en la primera l¨ªnea de unas protestas a las que cada d¨ªa asist¨ªan otras miles de personas ¡ªestas concentradas de forma pac¨ªfica para mostrar su rechazo a la ley de amnist¨ªa¡ª, acabaron haci¨¦ndose con todo el protagonismo tanto en la calle como en las redes sociales y dando lugar a un fen¨®meno viral.
El ¨¦xito de la investidura de Pedro S¨¢nchez el 16 de noviembre supuso un punto de inflexi¨®n y, desde entonces, la intensidad y la afluencia a las movilizaciones ha deca¨ªdo mucho. Este mi¨¦rcoles, solo 75 personas acudieron a Ferraz para mantener la ¡°movilizaci¨®n permanente¡± que reclam¨® en los inicios de la protesta el l¨ªder de Vox, Santiago Abascal. Los que resisten, de edad mucho m¨¢s avanzada, han sustituido los petardos, las bengalas y la quema de contenedores por la resignaci¨®n, las tazas de caldo caliente o las oraciones. El ¡°noviembre nacional¡± que gritaban las consignas de los primeros d¨ªas ha terminado, pero Ferraz conserva a sus ¨²ltimos representantes.
Para que no decaigan los ¨¢nimos, esta semana un matrimonio trae una mesa, dos grandes cazos, un cuchar¨®n y un mont¨®n de vasos. El tenderete improvisado cada tarde tiene ofertas tan variadas como po¨¦ticas: ¡°Vodka-lim¨®n, Marlaska maric¨®n¡±, ¡°s¨¢ndwich de jam¨®n, despierta Borb¨®n¡± o ¡°caldo de jam¨®n, prisi¨®n para el fel¨®n¡± son algunas de sus promociones.
¡ªTome, se?ora, un caldito caliente, que hace fr¨ªo.
¡ª?Qu¨¦ cuesta? Vengo en autob¨²s desde Sevilla, solo te puedo dar la voluntad: 50 c¨¦ntimos.
Durante todo el mes de noviembre, estas calles han sido testigo de todo tipo de mensajes contra la prensa, la Constituci¨®n, el Gobierno o la Monarqu¨ªa. Una vez iniciada la legislatura, las cifras de asistencia a las protestas reflejan una tendencia a la baja: 200 asistentes el lunes, 150 el martes y 75 este mi¨¦rcoles, inicio del puente festivo en Madrid.
Los inicios de la movilizaci¨®n
Aunque la organizaci¨®n juvenil ligada a Vox, Revuelta, ha estado al frente de la mayor¨ªa de las protestas, la mecha se prendi¨® coincidiendo con una conferencia del expresidente Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, que tach¨® a Pedro S¨¢nchez de ¡°peligro contra la democracia¡± e inst¨® a movilizarse. ¡°El que pueda aportar, que aporte; el que pueda hacer, que haga¡±, indic¨® durante un acto a principios de noviembre. Un d¨ªa m¨¢s tarde, el acuerdo de investidura entre el PSOE y ERC provoc¨® la primera concentraci¨®n de cientos de ciudadanos ante la sede socialista. Otra dirigente hist¨®rica del PP, Esperanza Aguirre, recogi¨® el guante y particip¨® en la protesta cortando el tr¨¢fico en Ferraz. As¨ª daba comienzo una serie de movilizaciones que durante un mes paralizaron el barrio y provocaron da?os en el mobiliario urbano por valor de 28.000 euros, seg¨²n el Ayuntamiento.
Las convocatorias comenzaron a ser azuzadas por Revuelta. Los ultras ten¨ªan ira para todos. La Constituci¨®n se convirti¨® de pronto en ¡°enemiga de la naci¨®n¡±. Los vivas a Franco, las banderas preconstitucionales y el Cara al Sol eran parte del decorado. Incluso la her¨¢ldica de la bandera espa?ola fue sustituida por un nuevo logo encargado de dar nombre a este levantamiento ciudadano: ¡°noviembre nacional¡±. La monarqu¨ªa tampoco se salv¨®: Felipe VI fue tildado de ¡°mas¨®n¡±, ¡°traidor¡± o ¡°c¨®mplice¡± del supuesto golpe cuando propuso a S¨¢nchez como candidato a la investidura.
Dos semanas de disturbios y frases virales
Fue durante la segunda semana de protestas cuando se produjeron las jornadas m¨¢s intensas. El 7 de noviembre ¡ªla noche m¨¢s violenta¡ª, el tuitero y agitador Alvise P¨¦rez y el l¨ªder de Desokupa, Daniel Esteve, lideraron a una columna de manifestantes que abandon¨® Ferraz y cruz¨® la Gran V¨ªa para dirigirse al Congreso, ante la perpleja mirada de los peatones. En el camino, varios ultras recordaban el asalto al Capitolio de los simpatizantes de Donald Trump en 2021. ¡°Los americanos, esos s¨ª que saben hacer las cosas a lo grande¡±, dec¨ªa uno. Finalmente regresaron a Ferraz ¡ªaunque un grupo amag¨® tambi¨¦n con montar una marcha hacia La Moncloa¡ª y la noche estuvo marcada por los disturbios, con 30 agentes heridos.
El 9 de noviembre se registr¨® el r¨¦cord de asistencia (8.000 personas), coincidiendo con la firma del acuerdo entre el PSOE y Junts, aunque la cifra queda muy lejos de los 80.000 manifestantes que acudieron a las convocatorias del PP en Sol el 12 de noviembre o los 170.000 de Cibeles el d¨ªa 18.
La indignaci¨®n de las masas por la actuaci¨®n policial se convirti¨® en rutina. Los asistentes tachaban a los agentes de ser ¡°c¨®mplices del sanchismo¡± o profer¨ªan insultos hom¨®fobos contra el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. Este choque con la Polic¨ªa pronto dio paso al primer m¨¢rtir de Ferraz: un joven manifestante cuya imagen se hizo viral tras difundir en su cuenta de X que los agentes le hab¨ªan atacado con gas lacrim¨®geno por ¡°putodefender Espa?a¡±. Tambi¨¦n corri¨® por las redes la imagen del joven equipado con un yelmo y una bandera carlista que no dejaba de repetir ¡°viva cristo rey¡± ante las c¨¢maras, o la del autoproclamado Capit¨¢n Espa?a, famoso por el escudo con el que pretend¨ªa ¡°proteger a Santiago Abascal¡±. El l¨ªder de Vox acudi¨® a la concentraci¨®n del 13 de noviembre acompa?ado de Tucker Carlson, el presentador estadounidense despedido de la cadena Fox por difundir bulos. Y el machismo no tard¨® en hacerse presente, como qued¨® patente la noche del 15 de noviembre en la que un grupo de manifestantes llev¨® unas mu?ecas hinchables que, seg¨²n ellos, eran ¡°las ministras del PSOE¡±.
Pinchazo ultra en la investidura de S¨¢nchez
La investidura de Pedro S¨¢nchez marc¨® un antes y un despu¨¦s. Aunque se esperaba una gran movilizaci¨®n, las protestas solo lograron reunir a medio millar de personas en los alrededores del Congreso el d¨ªa de la votaci¨®n, el 16 de noviembre. Mientras la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel D¨ªaz Ayuso, expresaba su gusto por la fruta en el interior del hemiciclo, unos pocos replicaban en el exterior acord¨¢ndose de la madre del reci¨¦n electo presidente. La violencia no solo fue verbal, pues el diputado socialista Herminio Sancho fue agredido por un grupo de ultras mientras desayunaba en un bar cercano.
La reelecci¨®n de S¨¢nchez reaviv¨® las protestas en Ferraz, con 4.000 asistentes esa noche, pero, desde entonces, rara vez alcanzan el millar, y esta semana han sido apenas unas decenas.
Las calles que antes vibraban contra el golpe de Estado ahora reclaman que rezar no es delito. El calor de las bengalas se ha transformado en tazas de chocolate y lo que un d¨ªa fue un barrio cercado por las vallas policiales recupera la circulaci¨®n de sus coches, el paseo de sus vecinos y los brindis en sus bares.
Mientras la actualidad cambia el foco a la ruptura entre Podemos y Sumar, los cinco a?os de bloqueo del Consejo General del Poder Judicial o la operaci¨®n salida del puente de diciembre, Jos¨¦ Andr¨¦s Calder¨®n vuelve a subir las escaleras de la parroquia, agarra su meg¨¢fono y agradece el apoyo de sus compa?eros antes de comenzar a rezar el Rosario para proteger la unidad de Espa?a. Son los ¨²ltimos frente a Ferraz.
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