Ciudades espa?olas que se miran en el espejo de ¡®The New Yorker¡¯
Artistas e ilustradores de una veintena de municipios lanzan iniciativas inspiradas en la m¨ªtica revista neoyorquina y dise?an portadas que celebran y critican sus realidades
A pocas semanas de cumplir su centenario, la revista The New Yorker es hoy uno de los grandes iconos de la prensa escrita. Un mito cuyas p¨¢ginas hablan de la ciudad neoyorquina, donde naci¨®, a trav¨¦s de art¨ªculos con una singularidad: casi siempre van acompa?ados de ilustraciones, rara vez con fotograf¨ªas. Por su rareza y calidad es un objeto de culto admirado especialmente por ilustradores, dise?adores y periodistas. Son justo las profesiones que ha desarrollado en su carrera Pilar Orellana, de 37 a?os, que el pasado verano se uni¨® a Carlos Le¨®n y Terelo P¨¦rez para lanzar un proyecto donde lanzar portadas inspiradas en su admirado magac¨ªn norteamericano pero centradas en su ciudad, M¨¢laga. Se llama de The malague?er y el n¨²mero cero lo protagoniz¨® Chiquito de la Calzada. Los siguientes han paseado por t¨®picos como un plato de gazpachuelo, el espeto o unos churros de Casa Aranda. ¡°Quer¨ªamos celebrar y mostrar M¨¢laga y su talento¡±, se?ala Orellana sobre una iniciativa que ya acumula una veintena de n¨²meros realizados por otros tantos artistas.
La propuesta malacitana ha sido una de las ¨²ltimas en incorporarse a otras similares que se reparten por toda la geograf¨ªa espa?ola. M¨¢s de 20 ciudades cuentan ya con sus portadas inspiradas en The New Yorker. Zaragoza, C¨®rdoba, Valladolid, Mallorca, Badalona, C¨¢diz, Logro?o, Zamora, Alboraya, C¨®rdoba, Huelva o Murcia recorren un camino que a nivel internacional tambi¨¦n transitan Mil¨¢n, Shangh¨¢i o Par¨ªs. Como la original, ofrecen visiones singulares a partir de las personas que residen, han residido o est¨¢n vinculadas con ellas.
¡°Se ha convertido en un fen¨®meno incre¨ªble que ha conseguido llegar a muchos lugares¡±, relata entre sorprendida y admirada Luisa Vera, ilustradora de 62 a?os que fue pionera en Espa?a al arrancar en junio de 2020 The Barcelonian tras vivir dos d¨¦cadas en Nueva York. Fue algo personal, un entretenimiento durante el confinamiento que pronto abri¨® a otros ilustradores. ¡°Pens¨¦ que ser¨ªa m¨¢s divertido si cada semana alguien diferente hac¨ªa la portada¡±, recuerda. Hoy ya han participado m¨¢s de 200 personas. Y hay otras muchas actividades, como varias exposiciones, un libro (el segundo est¨¢ en camino) y una tienda online con l¨¢minas que sirve para remunerar a los autores y financiar las publicaciones. Pronto, adem¨¢s, llegar¨¢ una f¨ªsica.
Todos los proyectos coinciden en que sus portadas no llevan detr¨¢s revista, pero m¨¢s all¨¢ cada cual funciona de manera distinta. En The Barcelonian existe libertad de creaci¨®n y el ¨²nico requisito es que las ilustraciones traten sobre Barcelona, ya sea desde un punto de vista m¨¢s intimista o alg¨²n tema relacionado con la actualidad en la ciudad. ¡°No queremos postales. Pedimos a los artistas que sean intervencionistas, que muestren c¨®mo ven Barcelona, incluso si la detestan¡±, relata Vera, que para asumir el crecimiento del proyecto se acompa?¨® de la gestora cultural In¨¦s Garc¨ªa-Albi y el dise?ador Stefano Puddu. Algunos de los trabajos se han hecho virales, como el de Andreu Zaragoza que mostraba a dos turistas llegando a un piso mientras dos ancianos bajaban sus maletas por las escaleras.
¡°No estamos en contra del turista, pero s¨ª del turismo anticuado de los a?os 80 que seguimos implementando¡±, contaba la ilustradora digital Delioma Herquin sobre la portada que realiz¨® el pasado julio para The Canarian. Impulsada hace dos a?os por el ilustrador siciliano Dar¨ªo Genuardi desde Fuerteventura, donde reside, este proyecto naci¨® como forma de aglutinar a colegas del sector en la isla y el resto de la comunidad.
¡°Vi el ejemplo de Barcelona y me gust¨®, as¨ª que cre¨ª que podr¨ªa ser algo interesante a nivel local para conectarnos¡±, rememora por tel¨¦fono desde su pa¨ªs. Cree que las 76 portadas ya publicadas han servido para unir artistas aut¨®ctonos con otros que, como ¨¦l, han llegado desde fuera. Tambi¨¦n para aportar visiones incluso de quienes tienen v¨ªnculos aunque no vivan ya all¨ª, como cuando Victoria Morete homenaje¨® a su padre, estrella de la UD Las Palmas en los a?os 70. ¡°Tambi¨¦n hicimos una exposici¨®n en el Meli¨¢ de Fuerteventura y quienes se alojaban ten¨ªan la oportunidad de conocer leyendas, personajes o s¨ªmbolos locales. Es una forma tambi¨¦n de dar a conocer el territorio¡±, destaca Genuardi.
Entre la cr¨ªtica y lo decorativo
Los trabajos se pueden adquirir online y en una peque?a red de tiendas en su isla, pero la idea es ampliarla durante 2025 al resto de Canarias. ¡°Es una labor que hago sin cobrar nada, pero queremos darle un m¨ªnimo de monetizaci¨®n, adem¨¢s de pagar su parte a los artistas¡±, dice el italiano. Esa idea comercializadora fue la f¨®rmula que eligi¨® la venezolana Paola Luzio para empezar The Madrile?er. Paga un adelanto a los participantes a cambio una cesi¨®n de derechos por cinco a?os y vende ediciones limitadas de 250 unidades firmadas por los autores. ¡°Tratamos cada trabajo como una obra de arte. Somos apol¨ªticos y nada determina nuestra l¨ªnea editorial, pero el contenido es m¨¢s controlado: queremos que sean piezas que celebren la ciudad desde el optimismo y sean decorativas. Hay espacio para la cr¨ªtica, pero poco¡±, se?ala Luzio por tel¨¦fono desde Estados Unidos.
La colecci¨®n madrile?a ya cuenta con 25 portadas. M¨¢s de 60 tiene ya The Sevillaner, con Sevilla como g¨¦nero literario e inspiraci¨®n creativa ¡°desde el preciosismo, pero tambi¨¦n desde la cr¨ªtica¡±, como sostiene su fundador, el artista e ilustrador Antonio Copete, de 37 a?os. ?l hab¨ªa conocido The Parisianer en la capital francesa y quiso replicarlo en casa, as¨ª que se apoy¨® en sus compa?eros del colectivo Manifiesto Taller: F¨¢tima Gonz¨¢lez, Paloma M¨¢rquez y Manuel Perujo.
¡°Esta es la ciudad que m¨¢s se mira a s¨ª misma, adem¨¢s de que actualmente hay una ola a la que se han subido muchos artistas que tratan la imagen de Sevilla en su obra, por muy modernos que sean, desde tatuadores hasta dise?adores gr¨¢ficos, m¨²sicos, creadores de todo tipo. Una nueva corriente de artistas andalucistas ¡ªpor decirlo de alg¨²n modo¡ª que est¨¢n tomando nuestros s¨ªmbolos y los est¨¢n resignificando, para poner en valor y darle una vuelta de tuerca a las tradiciones de Andaluc¨ªa y Sevilla desde la modernidad¡±, explica. Inma Serrano, Marina Nosequ¨¦, Mar¨ªa Jos¨¦ Calder¨®n o Ana Langeheldt han mostrado ya su punto de vista sobre la capital andaluza: de la Semana Santa a Curro, La Giralda, los naranjos, la Feria, una ventana de rejas o los turistas.
Es lo que han hecho tambi¨¦n Isa Nieto, Ales Div, Lucya Types, Irene Corbacho o Antonio Al¨¦s sobre M¨¢laga, cuyas portadas se pueden adquirir desde hace unos d¨ªas en Bun and Coffee, en el centro de la ciudad. Pero tambi¨¦n otras decenas de artistas lo hacen ya para sus ciudades en proyectos como The Mallorcan, The Zamoraner, The Gaditaner o dos de los m¨¢s recientes, The Badalonian y The Asturianer. ¡°Al final lo que queremos en todas partes en generar comunidad, representar a los ilustradores de cada zona y que su talento se vea¡±, concluye Luisa Vera desde Barcelona.
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