Barcelona se juega la marcha atr¨¢s en la transformaci¨®n verde

Las ¨²ltimas semanas han sido clave en el minuto y resultado preelectoral en Barcelona, basti¨®n hist¨®rico de la izquierda en Espa?a. El anuncio de la candidatura del exalcalde Xavier Trias por Junts completa el friso de alcaldables de los cuatro partidos que suman 33 de 41 concejales. Por ERC, repite Ernest Maragall, que gan¨® las elecciones por 4.700 votos, pero empat¨® con la alcaldesa Ada Colau en 10 concejales. Los comunes prefirieron al PSC como socio en el gobierno y ahora el socialista Jaume Collboni intentar¨¢ hacerse con la alcald¨ªa. Colau optar¨¢ a un tercer mandato para, en palabras suyas, ¡°consolidar la transformaci¨®n de la ciudad¡±. Y es precisamente el modelo de ciudad de los comunes, la Superilla Eixample, su proyecto estrella, con menos asfalto y coches, m¨¢s verde y vida vecinal y transporte p¨²blico para luchar contra la contaminaci¨®n y afrontar la emergencia clim¨¢tica, lo que cuestionan ERC, PSC y Junts.

Colau presume de que su proyecto Superilla (supermanzana) ha despertado el inter¨¦s de 250 ciudades de todo el mundo y lo defendi¨® en oto?o en la cumbre de alcaldes de Buenos Aires (Argentina). Pero en el ¨²ltimo pleno del a?o, el 23 de diciembre de 2022, la oposici¨®n en pleno (y tambi¨¦n sus socios del PSC), instaron a la alcaldesa a revisarlo. Con menor o mayor beligerancia. El PSC ya ha advertido de que si gana las elecciones ¡°frenar¨¢, para digerir, y estudiar¨¢¡± la conversi¨®n de una de cada tres calles del Eixample, el distrito central, en ¡°ejes verdes¡±. Collboni asegura que est¨¢ ¡°a favor de pacificar y reducir la contaminaci¨®n¡±, pero quiere mayor consenso ante las quejas de algunos comerciantes y los transportistas que sufren las obras al repartir y no ven claro el proyecto. En el pleno, la tercer teniente de alcalde del PSC y actual responsable de movilidad, Laia Bonet, denunci¨® que las supermanzanas crean desequilibrios: ¡°Genera calles y barrios de primera y de segunda y rompe la l¨®gica de la equidad¡±. Bonet resumi¨®: ¡°Algunas calles mejoran, se reduce el tr¨¢fico y la contaminaci¨®n, mientras que en otras se incrementa. Todo el tr¨¢fico y contaminaci¨®n que no pasa por unas se acumula en otras¡±.

BCom¨² se qued¨® solo en el pleno defendiendo las supermanzanas. La teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz (BCom¨²) critic¨® el cambio de postura de los partidos de izquierdas, PSC y ERC, y les acus¨® -por no apoyar las supermanzanas- de defender ¡°pol¨ªticas negacionistas y retardistas¡±. Seg¨²n Sanz, tanto socialistas como republicanos se han sumado a la proposici¨®n de Junts creyendo poder obtener r¨¦ditos electorales. ¡°Pueden llevar esta proposici¨®n, al pleno, tantas veces como quieran para detener Supermanzana Barcelona pero no cambiar¨¢n la realidad. La realidad es que es un modelo que funciona, y lo evidencian los datos e informes. Baja la contaminaci¨®n un 30 %, ni se desplaza ni incrementa; y aumentan las ventas del peque?o comercio¡±, defendi¨® Sanz.

Trias ve una ¡°barbaridad¡± que con el modelo se pierdan los chaflanes que caracterizan las esquinas recortadas que dise?¨® Ildefons Cerd¨¤. Y va m¨¢s all¨¢, dice que si fuera alcalde se plantear¨ªa parar las obras para unir los dos tramos de tranv¨ªa por la Diagonal, otro gran plan de Colau. De los casi cuatro kil¨®metros que separan los dos tramos existentes, el a?o que viene estar¨¢n acabados dos, y faltar¨¢n otros dos; y Trias asegura que en ning¨²n caso culminar¨¢ la uni¨®n. ERC, a su turno, pide que cualquier pacificaci¨®n se haga ¡°con consenso, estrategia global y apostando por el transporte p¨²blico¡± y del tranv¨ªa cuestiona su gesti¨®n.

En el mandato que acaba, Colau apart¨® la idea de implantar un peaje urbano contra la contaminaci¨®n, por falta de apoyo social y pol¨ªtico, aunque entidades vecinales y ecologistas han puesto una propuesta sobre la mesa para presionar; y es el ¨²nico partido que en 2021 rechaz¨® de plano la ampliaci¨®n del aeropuerto de El Prat (ERC inicialmente se puso de perfil y ahora la rechaza tambi¨¦n). Frente a las cr¨ªticas a sus pol¨ªticas de transformaci¨®n, los comunes preguntan cu¨¢l es la alternativa: qu¨¦ har¨ªa el resto de partidos para reducir la contaminaci¨®n o luchar contra la emergencia clim¨¢tica.

La irrupci¨®n de Trias en la carrera electoral tiene aires de revancha (fue Colau quien le gan¨® a ¨¦l en el ¨²nico mandato en el que la antigua CiU ha gobernado la capital catalana) y supone una sacudida del tablero. Porque abre la puerta a nuevas alianzas, como la sociovergencia. Hasta el martes, la disputa electoral apuntaba a un empate entre comunes, PSC y ERC. Los dos primeros han sido socios en el gobierno y el tercero, su aliado en las grandes votaciones, como los presupuestos. Faltaba ver quien romp¨ªa el desempate y ten¨ªa m¨¢s posibilidades de ser alcalde. Con el veterano pol¨ªtico (Trias tiene 76 a?os), el panorama cambia: aunque su partido solo tiene cinco concejales de 41 y, de salida, no compite con los candidatos Maragall y Collboni, se ha erigido en pararrayos de los malestares con la gesti¨®n de Colau y llama expl¨ªcitamente a los votantes socialistas y republicanos. Trias, adem¨¢s, reivindica el legado de Converg¨¨ncia (hay tres consejeros del partido en su lista) y elude referencias a Junts y al independentismo. El logotipo del partido no figur¨® en su presentaci¨®n como alcaldable, ni en el v¨ªdeo de lanzamiento de la candidatura.

Entre los que se oponen a las pol¨ªticas de la alcaldesa figuran patronales del motor y los m¨¢s fervientes defensores del coche particular para desplazarse a cualquier lugar, transportistas (por la afectaci¨®n de sus reformas en el tr¨¢fico); restauradores (un sector muy beligerante pese a que desde la pandemia pr¨¢cticamente les ha perdonado la tasa de terrazas); hoteleros (el plan de hoteles impide hacer nuevos establecimientos si no es en la periferia); o empresarios que comparten la opini¨®n de la patronal Fomento del Trabajo de que los comunes dificultan la actividad econ¨®mica y la movilidad. Y tambi¨¦n tiene opositores por la izquierda, de entidades o vecinos que le reprochan que no haga suficiente ante retos como la vivienda o la contaminaci¨®n.

Como en la mayor¨ªa de instituciones, en el Ayuntamiento de Barcelona han pasado a la historia los gobiernos monocolores y los partidos que rivalizan por el electorado est¨¢n condenados a gobernar en coalici¨®n. O los alcaldes a hacerlo sufriendo en minor¨ªa. Los a?os m¨¢s duros del proc¨¦s independentista desdibujaron el tradicional eje pol¨ªtico izquierda-derecha, y el eje nacional fue el criterio que prim¨® para construir alianzas. En mayo de 2023, en Barcelona, el panorama vuelve a estar abierto y la variedad ha vuelto a entrar en la aritm¨¦tica.

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