Homenaje fotogr¨¢fico a Catalu?a
Las miradas de Xavier Miserachs y Antoni Campa?¨¤ coinciden en dos salas de la capital
Solter¨®n empedernido, noct¨¢mbulo y bailar¨ªn, el abogado Fernando Guitarte y Garc¨ªa de la Torre ten¨ªa entre sus aficiones la de coleccionar lujosas camas. Sol¨ªa dormir cada noche en una distinta. Pero este millonario muri¨® en la m¨¢s extrema soledad el 23 de agosto de 1978 en su caser¨®n de la Gran V¨ªa madrile?a a los 83 a?os. Ya en 1970 hab¨ªa expresado sus ¨²ltimas voluntades con respecto a su patrimonio al decidir legar su fortuna, valorada en unos 1.200 millones de pesetas, a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. La propia instituci¨®n reconoce en su p¨¢gina web que es una de las mayores donaciones llevadas a cabo en Espa?a en los ¨²ltimos tiempos.
Una pregunta flotaba en el ambiente un a?o despu¨¦s del fallecimiento, cuando EL PA?S inform¨® del generoso gesto. ?Qu¨¦ va a pasar con la herencia de Guitarte? Hoy, 43 a?os despu¨¦s, una peque?a sala de la Real Academia expone hasta el 12 de diciembre diez fotos del reportero catal¨¢n Xavier Miserachs (Barcelona 1937-1998). Es una muestra discreta, en una sala recoleta y que solo supone una ¨ªnfima parte de su trabajo, pero que sirve para que la a?eja instituci¨®n demuestre que la incipiente secci¨®n de fotograf¨ªa va ganando terreno ante otras disciplinas, explica el acad¨¦mico e historiador Publio L¨®pez Mond¨¦jar. Como complemento, completa la sala una vitrina central con libros de Miserachs que pertenecen a la colecci¨®n de Pedro Melero, integrada por unos 5.000 libros de fotograf¨ªa.
?Y qu¨¦ tiene que ver este fot¨®grafo catal¨¢n con aquel abogado, coleccionista y mecenas madrile?o? Pues que buena parte de la obra del barcelon¨¦s que integra los fondos de la Real Academia han llegado gracias a aquel legado de 1978. ¡°Adquirida en 2006 con cargo a la herencia Guitarte¡±, puede leerse en la procedencia de ocho de las diez fotos de la exposici¨®n. La Real Academia a?ade que todo el dinero se destina a adquirir obras de arte. ¡°Muchas de ellas de primer¨ªsima fila¡± pues la herencia se ha transformado en adquisiciones de El Greco, Goya o Picasso.
La lucha de L¨®pez Mond¨¦jar se centra en que, m¨¢s all¨¢ de esos grandes nombres del arte espa?ol, la fotograf¨ªa deje de ser una disciplina olvidada en la instituci¨®n. Antes de convertirse ¨¦l en acad¨¦mico en 2008, los primeros esfuerzos los llev¨® a cabo el tambi¨¦n acad¨¦mico Alberto Schommer (1928-2015). ¡°Miserachs muri¨® joven y no lleg¨® a tiempo del Premio Nacional que se han llevado algunos de su generaci¨®n¡±, lamenta L¨®pez Mond¨¦jar al tel¨¦fono. Su exposici¨®n coincide en la capital con la de otro autor catal¨¢n.
La galer¨ªa de la marca alemana Leica en Madrid muestra hasta el 10 de septiembre parte del trabajo de Antoni Campa?¨¤ (Arb¨²cies 1906-San Cugat del Vall¨¦s 1989) con la exposici¨®n ¡°Mirando a los que miran el siglo XX¡±. En ella, el reportero da media vuelta y orienta el objetivo hacia el p¨²blico, hacia el espectador, hacia el que mira. Campa?¨¤ fue fotoperiodista al tiempo que estuvo vinculado a las vanguardias del siglo pasado. Pero no fue hasta tres d¨¦cadas despu¨¦s de su muerte cuando su familia hall¨® en un garaje varios miles de fotos, casi todas del periodo de la Guerra Civil, en cajas que el autor quiso mantener ocultas y que se conocen hoy como la Caja Roja de Campa?¨¤.
Miserachs, del que fue amigo, es solo uno de las decenas de nombres de fot¨®grafos con los que L¨®pez Mond¨¦jar lidia en la academia. Su intento de llenar el vac¨ªo fotogr¨¢fico de la instituci¨®n acad¨¦mica va dando sus frutos y cita algunos de los nombres de generaciones posteriores que, poco a poco, van engrosando los fondos: Cristina Garc¨ªa Rodero, Eduardo Mome?e, Alberto Garc¨ªa-Alix, Ouka Leele, Chema Madoz o Isabel Mu?oz, que, destaca el acad¨¦mico, ha ¡°regalado¡± cuatro de sus fotos ampliadas ya en platino.
Pero aquel impulso millonario de Guitarte no lo ha disfrutado L¨®pez Mond¨¦jar, llegado tras la crisis de los primeros a?os de este siglo y convertido en ariete de la secci¨®n fotogr¨¢fica de lo que considera una ¡°sociedad mendicante¡±. De hecho, los fondos est¨¢n creciendo pese al casi inexistente presupuesto para adquirir obra gracias a la generosidad de los propios fot¨®grafos, ¡°mucho mayor que la de artistas de otras disciplinas¡±, remarca. Entregan sus fotos sin contraprestaci¨®n econ¨®mica a cambio pero hay hasta dificultades para que se hagan buenas copias en el laboratorio de Juan Manuel Castro Prieto, ¡°el que eligen casi todos¡±, a?ade el acad¨¦mico.
Es ah¨ª donde aparece la figura de Adolfo Autric, como una especie de Fernando Guitarte de la actualidad, pues es tambi¨¦n abogado, coleccionista y mecenas. ?l, adem¨¢s de donar obras a la academia como ya hizo con el Museo Reina Sof¨ªa, se ofreci¨® un d¨ªa a pagar los positivos de las im¨¢genes que los fot¨®grafos iban donando.
De forma paralela, y esta es otra asignatura pendiente, la Real Academia trata de evaluar, inventariar y sacar a la luz los fondos fotogr¨¢ficos de su biblioteca. Ah¨ª, explica L¨®pez Mond¨¦jar, hay ¨¢lbumes y expedientes con im¨¢genes de dos de los grandes fot¨®grafos extranjeros que trajeron el invento a Espa?a en el siglo XIX como son el brit¨¢nico Charles Clifford y el franc¨¦s Jean Laurent.
Miserachs, que fue m¨¦dico antes que fot¨®grafo profesional, ¡°siempre se mantuvo dentro de los ¨¢mbitos de un documentalismo respetuoso con lo real, haciendo verdad aquella afirmaci¨®n suya de que en las fotograf¨ªas no solo debe expresarse el fot¨®grafo, sino tambi¨¦n la propia realidad¡±, se?ala L¨®pez Mond¨¦jar en el texto que acompa?a la exposici¨®n. ¡°Ya hemos logrado una sala permanente¡±, celebra refiri¨¦ndose al peque?o espacio por el que ir¨¢n pasando otras exposiciones de fotos tras la de Miserachs y la anterior de Paco G¨®mez, pero es consciente de que le queda mucho trabajo por delante en la academia porque ¡°los ilustres no le dan mucha importancia a la fotograf¨ªa¡±.
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