Un ¡®gin tonic¡¯ en la terraza de Sabatini, un ¡®cronut¡¯ en Goya y una cerveza de pan: el Madrid que se come y se bebe
Apartosuites Jardines de Sabatini, la pasteler¨ªa Chok y el Bar Lavoisier son opciones gastron¨®micas de primer orden para un plan perfecto
Madrid es una explosi¨®n constante de locales de restauraci¨®n que hacen aperturas y reestrenos. No obstante, muy pocos logran sobrevivir en un ambiente competitivo en el que, por una parte, innovar y ofrecer experiencias diferentes son la clave para el ¨¦xito pero, por otra, es relativamente sencillo pasarse de frenada y cruzar la delgada l¨ªnea que separa la experiencia interesante de la extravagancia vac¨ªa.
Muchos han encontrado en las redes sociales y, sobre todo, en los creadores de contenido, el mejor escaparate para darse a conocer y volverse tendencia. ¡°En el momento en que un influencer, no importa cu¨¢l, sube una publicaci¨®n del local que se vuelve viral, aparecen las colas y se llenan las mesas¡±, repiten una y otra vez los due?os de los establecimientos de moda en la capital. Sin duda, la cerveza de pan, un cronut (una mezcla de un donut y un croissant) en Goya o las mejores vistas al Palacio no son la excepci¨®n.
Una cerveza hecha de pan
En el distrito de Chamber¨ª aterriz¨® hace pocos meses un nuevo bar, Lavoisier, en la calle de San Andr¨¦s n¨²mero 38. No es una cervecer¨ªa al uso, pues sus cervezas de grifo est¨¢n hechas con pan. Pero no cualquier pan: utilizan el que sobra de las panader¨ªas del barrio para producir una cerveza de sabor aut¨¦ntico. Solo por la idea ya vale la pena acercarse al local, aunque esto no es todo.
Su due?o, el franc¨¦s Christophe Chevallier, de 26 a?os, era chef de un restaurante con estrella Michel¨ªn, pero sali¨® huyendo de ese mundo con la intenci¨®n de nunca volver. Ahora, busca que su negocio tenga las condiciones dignas de trabajo que ¨¦l no tuvo. La idea naci¨® como un proyecto de trabajo de final de m¨¢ster y ahora est¨¢ concret¨¢ndose entre paredes y mesas de madera hechas de materiales reciclados de antiguos barcos. En Lavoisier no se tira casi nada.
En su carta se puede escoger entre m¨¢s de 10 tipos de cerveza de grifo, un c¨®ctel de mojito franc¨¦s y una limonada de grifo que parece Aquarius, aunque es bien distinta. Adem¨¢s, se puede picar una tabla de quesos m¨¢s que aceptable y unas ricas empanadas argentinas. ¡°Nada se pierde, nada se crea, todo se transforma¡±. La frase, pronunciada por Antoine Lavoisier, uno de los padres de la qu¨ªmica moderna, da sentido a todo el local porque es, b¨¢sicamente, a lo que se dedican. ¡°Utilizamos todo y lo transformamos para generar una experiencia de muy buena calidad¡±, resume Chevallier.
Un ¡®gin tonic¡¯ en la terraza de Sabatini
Estar en la terraza de los Apartosuites Jardines de Sabatini en la Cuesta de San Vicente, n¨²mero 16, supone tener una vista no muy distinta de la que podr¨ªa tener un rey desde el Palacio Real. Puede que incluso sea mejor, porque desde este lado se puede apreciar el conjunto que forman los jardines y el propio palacio: ventajas de carecer de sangre azul. El mejor momento para subir claramente es el atardecer, cuando el ¨²ltimo rayo de luz se posa sobre los jardines de Sabatini. Lo saben bien en la Comunidad de Madrid, que se valieron recientemente de esa vista para uno de sus v¨ªdeos promocionales. Lo saben tambi¨¦n los showrunners de algunas de las ¨²ltimas series de moda: el reciente ¨¦xito de Netflix Machos Alfa tambi¨¦n emple¨® este rinc¨®n de Madrid para ofrecer una panor¨¢mica que ya la quisieran muchas producciones internacionales.
La terraza acaba de inaugurar su temporada y ahora ofrece uno de los mejores brunch de la capital. Est¨¢ especialmente pensado para aquellos a los que les gusta levantarse tarde y juntar el desayuno y el almuerzo en una sola comida. Los 24 euros que cuesta incluyen todo tipo de caf¨¦s, t¨¦s, infusiones, zumo, boller¨ªa, yogur y fruta, adem¨¢s de un plato principal a elegir, quesos o fiambres y un postre. La terraza solo est¨¢ abierta los viernes por la tarde y los fines de semana desde las 12.00 hasta la madrugada, concretamente ¡°hasta que el calor lo permita¡±, especifica su directora, Charo Garc¨ªa. Lleva funcionando desde 2015 y tiene una de las mejores vistas del Madrid de los Austrias. Para tomar algo, basta con ascender directamente desde la calle en el ascensor acristalado que recorre un gigantesco mural del artista brasile?o Rogerio Fernandes y acomodarse en la terraza. Su ¨²nica condici¨®n es un consumo m¨ªnimo de 10 euros.
Un cronut en Goya
Esta pasteler¨ªa tiene dos locales, uno Goya y el otro en Chueca, y es el para¨ªso para todos los golosos, sin importar sus restricciones alimenticias. De hecho, tienen productos veganos y una l¨ªnea de dulces sin gluten. Chok se fund¨® en el 2013 en Barcelona como un lugar de culto al chocolate, pero se ha vuelto muy conocido por sus cronuts, un donut relleno con textura de croissant que fue tendencia en Nueva York hace unos a?os. Un pecado mortal por el que merece la pena asumir cualquier condena.
¡°No quer¨ªamos ser una pasteler¨ªa tradicional, quer¨ªamos revolucionar el mercado y dar alegr¨ªa con productos imperfectos gourmet¡±, explica el responsable de Chok, Fernando Madrid. Ahora tienen 20 locales y pr¨®ximamente abrir¨¢n uno en Barajas. Presumen de que ya hay quien los ve como el pr¨®ximo Starbucks del chocolate. Aunque la cosa no ha llegado todav¨ªa tan lejos, en Chok se precian de ser creativos. ¡°Siempre nos hemos caracterizado por innovar¡±, dice Madrid. Ahora apuesta por las tartas de queso horneadas y es consciente de que el p¨²blico madrile?o es muy exigente.
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