PETRIKA GENEVA
Nacionalidad: Rumano
Edad: 34 años
ELSA FERNÁNDEZ-SANTOS
Petrika Geneva tenía 34 años. Él y su primo Ionut Popa trabajaban en la construcción. Llegaron hace un año a España desde Rumania. No tenían papeles. Eran primos y, aunque se llevaban más de diez años (Ionut tenía 23), eran buenos amigos. En una fotografía tomada en verano en el Retiro se les ve muy sonrientes, con el Palacio de Cristal detrás. En otra fotografía están en un piso, abrazados y a carcajadas. Trabajaban juntos y el jueves murieron juntos. Ponían baldosas, azulejos, yesos... "Unos chapucillas, ya sabe", recuerda Álvaro, su jefe durante este tiempo. Álvaro los llama Pedro y Juanillo. "Así se llaman en español y a ellos les gustaba mucho vivir aquí". Trabajaban en demoliciones, sacando escombros en los viejos pisos de Madrid. Ése es el trabajo más sencillo para un chapuzas y el más difícil de encontrar. Pero lo que más les gustaba eran las ferias ambulantes, montar los chiringuitos. Por el ambiente, la música, la gente. Petrika vivía con Virginia en Coslada. Cada mañana, él y Juan iban juntos en un coche prestado a las obras en las que trabajaban, la mayoría en el centro de Madrid. Hace 20 días el coche se rompió y empezaron a utilizar el tren. Pocos días después de que su coche se rompiera a Petrika le mandaron a una obra en Burgos. No lo soportaba, era un hombre reservado. Después de una semana en Burgos pidió volver a Madrid, echaba de menos a Virginia y a sus amigos. Reunirse con ellos para ver los partidos de fútbol del Real Madrid en un bar de Coslada. Burgos no le gustaba mucho. Finalmente, un compatriota le cambió su puesto de trabajo y el miércoles por la noche Petrika volvió a Madrid. Se acostó feliz. El jueves se levantó temprano, como siempre, para seguir trabajando.