Tel¨¦fonos contra pizarras
El debate sobre si un adolescente debe o no tener un m¨®vil crece ante el elevado n¨²mero de terminales por cada joven en Espa?a
El hijo de Laura cumplir¨¢ dentro de un mes los 12 a?os. Cursa 6¡ã de primaria en un colegio de Madrid. Desde las ¨²ltimas Navidades tiene su propio tel¨¦fono inteligente. ¡°Por necesidades familiares tiene que coger el autob¨²s para ir y venir del colegio y estoy m¨¢s tranquila si tengo su ubicaci¨®n. Adem¨¢s, as¨ª puede llamarme si necesita hablar conmigo¡±, explica esta madre, que asegura que limita el uso del m¨®vil de su hijo a esa necesidad familiar: ¡°Si hace otro uso tiene que ser con mi supervisi¨®n y autorizaci¨®n¡±.
El hijo de Yolanda comparte aula con el de Laura. Por decisi¨®n de sus padres...
El hijo de Laura cumplir¨¢ dentro de un mes los 12 a?os. Cursa 6¡ã de primaria en un colegio de Madrid. Desde las ¨²ltimas Navidades tiene su propio tel¨¦fono inteligente. ¡°Por necesidades familiares tiene que coger el autob¨²s para ir y venir del colegio y estoy m¨¢s tranquila si tengo su ubicaci¨®n. Adem¨¢s, as¨ª puede llamarme si necesita hablar conmigo¡±, explica esta madre, que asegura que limita el uso del m¨®vil de su hijo a esa necesidad familiar: ¡°Si hace otro uso tiene que ser con mi supervisi¨®n y autorizaci¨®n¡±.
El hijo de Yolanda comparte aula con el de Laura. Por decisi¨®n de sus padres, es de los pocos compa?eros de clase que todav¨ªa no tienen m¨®vil. ¡°Lo lleva mal. Continuamente nos dice que todos lo tienen, que muchos se comunican a trav¨¦s de WhatsApp, que crean grupos y ¨¦l se va a perder parte de eso¡±, afirma la progenitora, que se?ala que cuando su hijo ¡ªque va y regresa solo del colegio¡ª hace uso del argumento de la ¡°seguridad¡± para conseguir el preciado tel¨¦fono, ella le contesta que no le importar¨ªa darle un m¨®vil normal que no sea un smartphone. ¡°Pero, claro, ¨¦l eso no lo quiere porque realmente le da igual llamar por tel¨¦fono. ?l lo que quiere es tener acceso a todas las posibilidades que te ofrece el tel¨¦fono inteligente, y eso a m¨ª, m¨¢s que seguridad, me genera inseguridad y preocupaci¨®n porque creo que todav¨ªa no tiene la madurez para tener un smartphone¡±, sostiene.
Hace no tanto, el debate sobre los tel¨¦fonos inteligentes en el ¨¢mbito educativo estaba focalizado en su uso en el aula, sobre todo en cursos m¨¢s avanzados de la ESO y Bachillerato. Ahora, sin embargo, la discusi¨®n se ha trasladado al debate sobre si es conveniente comprar un m¨®vil o no a los alumnos de los ¨²ltimos cursos de Primaria; y sobre la potencial interferencia que el uso incorrecto de estos dispositivos fuera del aula (en comunidades aut¨®nomas como Madrid su uso est¨¢ prohibido en los colegios) pueda suponer para el rendimiento acad¨¦mico de los alumnos. No es de extra?ar el cambio en el eje del debate: seg¨²n datos del informe El uso de las tecnolog¨ªas por menores en Espa?a, publicado por El Observatorio Nacional de Tecnolog¨ªa y Sociedad (Ontsi), a los 11 a?os, casi uno de cada dos ni?os (44,7%) tiene un tel¨¦fono inteligente propio. La cifra sube hasta el 67,5% a los 12 a?os y supera el 85% a los 13.
Para Alfredo Oliva, profesor de Psicolog¨ªa del Desarrollo en la Universidad de Sevilla, especializado en la relaci¨®n entre tecnolog¨ªa y adolescencia, el concepto de ¡°seguridad¡± al que muchas madres y padres aluden para ofrecer un m¨®vil a sus hijos podr¨ªa salvarse igualmente con uno sin acceso a internet, ya que los riesgos que pueden aparecer por el uso de estos dispositivos sin supervisi¨®n pueden ser mayores que sus beneficios: ¡°Adem¨¢s del poder adictivo de esos v¨ªdeos de TikTok, hay otros riesgos importantes como el acoso y el abuso sexual por internet. En los ¨²ltimos a?os, y como consecuencia de la pandemia, se ha producido un repunte en las tasas de acoso por internet. Aunque son muchos los factores que contribuyen a explicar el porqu¨¦, es importante destacar el proceso de desinhibici¨®n que se produce en las redes y que el contexto digital favorece la expresi¨®n de conductas agresivas, pues pueden realizarse desde el anonimato y la invisibilidad¡±.
Pese a lo expuesto con anterioridad, y a que considera que la introducci¨®n del m¨®vil despu¨¦s de 6? de Primaria puede ser ¡°una estrategia inteligente y saludable¡± que permita sortear ¡°algunos peligros para un cerebro que a esas edades es muy pl¨¢stico e influenciable¡±, para Oliva este retraso puede generar tambi¨¦n otros problemas, sobre todo de adicci¨®n. ¡°Comenzar a usar una herramienta tan adictiva del golpe y porrazo, sin una preparaci¨®n previa y en un momento de escaso autocontrol, mucha vulnerabilidad y poca supervisi¨®n parental, no garantiza la ausencia de riesgos¡±, sostiene el experto, que considera que una estrategia recomendable podr¨ªa pasar por una introducci¨®n ¡°gradual y controlada por los progenitores¡± para ir educando en un uso responsable.
El sue?o, el primer afectado
Se?ala Alfredo Oliva que algo a lo que no se presta mucha atenci¨®n y que le preocupa especialmente en relaci¨®n con el uso de estos dispositivos a edades m¨¢s tempranas es el hecho de que empujan a una vida m¨¢s sedentaria, ¡°con el consiguiente aumento del sobrepeso y, tambi¨¦n, la alteraci¨®n de los ritmos de sue?o y vigilia debido a la luz azul de las pantallas¡±.
Esto ¨²ltimo lo ha comprobado Marta Moraleda, neurofisi¨®loga cl¨ªnica y miembro del grupo de trabajo de Pediatr¨ªa de la Sociedad Espa?ola de Sue?o (SES). Seg¨²n los datos de un estudio realizado durante el confinamiento basado en encuestas a padres con hijos de entre 10 y 18 a?os y publicado en 2022 en la revista cient¨ªfica Sleep and Breathing, el impacto de los tel¨¦fonos m¨®viles en los h¨¢bitos de sue?o de los ni?os y adolescentes podr¨ªa no deberse ¨²nicamente a su uso por la noche ¡ªlo que se conoce como vamping¡ª, sino tambi¨¦n al hecho de que los j¨®venes dejen de poner en pr¨¢ctica otros h¨¢bitos necesarios para un sue?o saludable, como la exposici¨®n a la luz solar durante el d¨ªa, el ejercicio f¨ªsico o la alimentaci¨®n saludable.
¡°La calidad del sue?o no obedece o responde a un solo factor¡±, sostiene la investigadora, que se?ala que los expertos en medicina del sue?o est¨¢n viendo que el uso de dispositivos m¨®viles se inicia cada vez m¨¢s temprano, lo que conlleva ¡°claros problemas¡± tanto en el funcionamiento diurno como en el nocturno de los alumnos en una etapa del desarrollo, la preadolescencia, ¡°muy sensible y en la que pueden iniciarse muchos malos h¨¢bitos e, incluso, algunos problemas de salud como el insomnio¡±.
Rendimiento acad¨¦mico
El tema de la falta de sue?o no es balad¨ª. Aunque a edades ya un poco m¨¢s avanzadas (13-16 a?os), una investigaci¨®n centrada en el entorno urbano gallego y liderada por Teresa J. Garc¨ªa Real, docente del Departamento de Did¨¢cticas Espec¨ªficas y M¨¦todos de Investigaci¨®n y Diagn¨®stico en Educaci¨®n de la Universidad de A Coru?a, ha reafirmado la relaci¨®n entre el uso de m¨®viles, d¨¦ficit de sue?o y rendimiento escolar. ¡°Casi la mitad de todos los j¨®venes que formaron parte del estudio presentaban frecuente somnolencia diurna y dolor de cabeza matinal. Estas observaciones nos preocupan¡±, explica la autora, que se?ala que en el estudio pudieron comprobar que el uso tard¨ªo de los dispositivos tecnol¨®gicos se asociaba con menos horas de sue?o y somnolencia diurna; y que, a su vez, esa somnolencia estaba relacionada con un peor bienestar e integraci¨®n en la escuela.
Manuel S¨¢nchez Garc¨ªa es el director del CEIP Santo ?ngel de la Guarda de Chapiner¨ªa (Madrid). Afirma que ha observado ¡°un repunte¡± en los ¨²ltimos a?os en los ni?os que tienen m¨®vil en 5? y, sobre todo, 6? de Primaria. ¡°Ah¨ª ya aparecen incluso sus propios grupos de WhatsApp o seguidores en una u otra aplicaci¨®n¡±, reafirma S¨¢nchez Garc¨ªa, que considera que el m¨®vil no repercute directamente sobre aspectos del desarrollo acad¨¦mico, pero s¨ª lo hace indirectamente: ¡°Se observan diversas conductas relacionadas que inciden sobre nuevas rutinas ¡°impuestas¡± a nivel social por la utilizaci¨®n del propio dispositivo y que descontextualizan aspectos relacionados con la autonom¨ªa en la realizaci¨®n de tareas. Y, por supuesto, tambi¨¦n se identifican tendencias a utilizar el dispositivo para jugar o navegar por internet y otras conductas relacionadas con cansancio por utilizaci¨®n del dispositivo hasta altas horas de la noche¡±.
Y es que, como se?ala Marta Moraleda, la privaci¨®n cr¨®nica de sue?o tiene un ¡°indudable impacto negativo¡± en el rendimiento escolar: ¡°Los alumnos que descansan mal presentan mucha dificultad para levantarse por la ma?ana. Van a clase cansados, con pocas ganas, poca energ¨ªa, en ocasiones tienen cefalea y sue?o, y su capacidad para estar alerta y atender a lo que se les explica, especialmente las primeras horas del d¨ªa, est¨¢ muy disminuida, por lo que el rendimiento escolar disminuye claramente, los resultados acad¨¦micos caen en picado, tambi¨¦n su autoestima, y no es infrecuente que acaben presentando problemas como ansiedad o depresi¨®n a largo t¨¦rmino¡±, concluye.
Consejos para un uso saludable del 'smartphone'
Alfredo Oliva, profesor de Psicología del Desarrollo en la Universidad de Sevilla, apunta estos consejos para un uso saludable de los smartphones:
1 Introducción gradual y supervisada a una edad que no sea demasiado precoz. Es difícil establecer una edad ideal, porque esto depende de la madurez del niño y de la relación que este tenga con sus figuras parentales.
2 Establecimiento de límites razonados al tiempo de uso y a los contenidos a los que se tiene acceso.
3 Tratar de educar en un uso saludable, promoviendo determinados tipos de uso y advirtiendo de los riesgos más probables.
4 Favorecimiento de la implicación del menor en actividades alternativas y más saludables que compitan con el uso de las nuevas tecnologías.
5 Limitación del uso cuando cae la noche.
6 Establecer con el niño o la niña una buena relación caracterizada por el afecto, los límites y la promoción de autonomía. Así será más fácil que los chicos respeten las normas, a la vez que se estará promocionando el desarrollo del autocontrol.