Coeducaci¨®n para un futuro libre de estereotipos de g¨¦nero
Este modelo de aprendizaje busca promover la igualdad real y superar la asignaci¨®n tradicional de roles sociales que comienza en la infancia
La coeducaci¨®n es la herramienta que nos permite detectar d¨®nde se sit¨²an las desigualdades entre los hombres y las mujeres. As¨ª la define Paqui M¨¦ndez, presidenta de la Associaci¨® per la Coeducaci¨®, quien a?ade que, en el ¨¢mbito educativo, ¡°resulta fundamental implementar la coeducaci¨®n en las escuelas si perseguimos un futuro que vaya m¨¢s all¨¢ de los estereotipos de g¨¦nero y del patriarcado¡±.
Y es que la escuela desempe?a un papel fundamental como agente de socializaci¨®n, ya que no solo transmite conocimientos sino tambi¨¦n los valores que configuran la marcha social. A pesar de una mayor concienciaci¨®n en torno a la necesidad de una educaci¨®n en igualdad, centros educativos y familias siguen enfrent¨¢ndose a muchas contradicciones y lagunas en este sentido, especialmente en la persistencia de pr¨¢cticas que refuerzan estereotipos de g¨¦nero. ¡°La coeducaci¨®n es clave para corregir el sexismo que se da en las escuelas y que puede resultar invisible para muchas familias y para el profesorado que no haya sido formado en estos campos¡±, apunta M¨¦ndez. Aunque ni?as y ni?os comparten aulas, el curr¨ªculo oculto, que incluye normas, estructuras, rutinas, t¨¦cnicas de ense?anza impl¨ªcitas o la propia arquitectura escolar, contribuye a aprendizajes no conscientes pero significativos.
M¨¢s all¨¢ del curr¨ªculo
Toya V¨¢zquez Verdera, miembro de la Associaci¨® per la Coeducaci¨® y profesora titular de la Universitat de Val¨¨ncia, considera que poner en marcha la coeducaci¨®n implica repensar con esp¨ªritu cr¨ªtico qu¨¦ se ense?a, c¨®mo se ense?a y por qu¨¦ se ense?a para superar el androcentrismo y el sexismo. ¡°Es necesaria una acci¨®n positiva que permita superar el sistema patriarcal que justifica la desigualdad y normaliza altas dosis de violencia¡±, dice. En este sentido, para Mar¨ªa Elena Sim¨®n, profesora y experta en coeducaci¨®n, autora de libros como La igualdad tambi¨¦n se aprende: cuesti¨®n de coeducaci¨®n (editorial Narcea, 2010), es fundamental considerar la obra humana de mujeres y hombres, incorporar en la formaci¨®n del profesorado el estudio de una nueva cultura basada en sus aportaciones y fomentar el cambio en los lenguajes verbales e ic¨®nicos para una justa representaci¨®n de g¨¦nero. Insiste Sim¨®n en que, adem¨¢s, se debe ir m¨¢s all¨¢ del curr¨ªculo expl¨ªcito: ¡°La implementaci¨®n pr¨¢ctica de un enfoque de g¨¦nero en la educaci¨®n ha de ser integral, en todas las ¨¢reas del conocimiento, incluidos los patios, los espacios de aula, la organizaci¨®n escolar, los lenguajes (curr¨ªculo oculto), y en todas las etapas y niveles¡±.
Uno de los problemas para Paqui M¨¦ndez es que como ¡ªpor regla general¡ª la coeducaci¨®n como tal no se ha generalizado ni legislado espec¨ªficamente, las pr¨¢cticas y aprendizajes siguen siendo sexistas, heredadas de ¨¦pocas anteriores. ¡°La mayor¨ªa del profesorado no ha tenido aprendizajes sobre igualdad y socializaci¨®n no sexista, por lo que no solo permanecen, sino que son reforzados por el sexismo familiar, social, medi¨¢tico, cultural y digital¡±, se?ala M¨¦ndez. Seg¨²n Mar¨ªa Elena Sim¨®n, son m¨²ltiples las resistencias a este cambio en la educaci¨®n y se?ala, entre otros, los prejuicios hacia el feminismo, el negacionismo social de la violencia machista o el rechazo de la innovaci¨®n y el an¨¢lisis de estas cuestiones no estudiadas en la formaci¨®n inicial del profesorado, y poco ofertadas en la formaci¨®n continua. Cree tambi¨¦n que ¡°hay una falta de inter¨¦s por parte de las administraciones educativas en darle a estos aprendizajes un lugar obligatorio, central y transversal¡±.
Participaci¨®n de las familias
Adem¨¢s de la escuela, todas las expertas consultadas ven esencial que las familias tambi¨¦n reciban informaci¨®n en torno a una educaci¨®n igualitaria, de modo que el entorno escolar y el familiar remen en la misma direcci¨®n. ¡°Creo que las familias deber¨ªan escuchar m¨¢s a sus hijas e hijos ya que muchas veces tienen m¨¢s claro o te hacen pensar sobre qu¨¦ es un estereotipo de g¨¦nero o no¡±, explica M¨¦ndez en representaci¨®n de la asociaci¨®n. Pone como ejemplo que muchas veces las familias no ven la importancia en la elecci¨®n de un simple disfraz, y todo lo que conlleva esa elecci¨®n. En este sentido, M¨¦ndez considera que una participaci¨®n m¨¢s activa y capacitadora en el centro escolar de sus hijos contribuir¨ªa de forma positiva a una coeducaci¨®n real. ¡°Las familias son el primer agente socializador en la vida de las personas. Si la escuela trabaja de forma endog¨¢mica se reduce el impacto de la coeducaci¨®n y las familias pueden lanzar mensajes incongruentes a los de la escuela¡±.
Por su parte, Toya V¨¢zquez cree que una educaci¨®n as¨ª requiere nuevos estilos de crianza y una implicaci¨®n directa de los educadores (en las familias, las calles, las escuelas). ¡°Est¨¢ demostrado que los ni?os y las ni?as aprenden m¨¢s por lo que las personas de referencia hacen que por lo que dicen¡±, cuenta, y a?ade que el estilo educativo influye decisivamente en los valores y en las actitudes que se aprenden y en la formaci¨®n de una identidad personal madura y solidaria. ¡°El camino para alcanzar el reto coeducativo puede comenzar por desarrollar la afectividad y la sensibilidad hacia quienes nos rodean¡±, se?ala. Un prop¨®sito sencillo si pensamos, como nos dice Mar¨ªa Elena Sim¨®n, lo que logramos con este cambio: ¡°La coeducaci¨®n nos permite aspirar a tener nuevas generaciones que no construyan sus vidas sobre falsas creencias sobre lo masculino o lo femenino, y que est¨¦n libres de aprendizajes de g¨¦nero¡±, concluye.
Los or¨ªgenes
Aunque la Ley Moyano de 1857 marcó el inicio de la escolarización femenina, la segregación por sexos persistió hasta la Ley de Educación de 1970. La profesora y experta María Elena Simón explica que no fue hasta la década de 1980 cuando empezó a hablarse de coeducación con el sentido que podemos darle ahora: una escuela que reúne en su seno a alumnas y alumnos, con el mismo profesorado y el mismo currículo (escuela mixta), y que, partiendo de las diferencias de sexo y de las desigualdades de género (sexismo), pretende la construcción de un mundo común (no androcéntrico) y no enfrentado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.