Tecnolog¨ªa contra la incertidumbre
El avance de la inteligencia artificial generativa, el aumento de los populismos, la b¨²squeda de la soberan¨ªa industrial y digital europea, y los conflictos geopol¨ªticos ser¨¢n las grandes tendencias que marcar¨¢n el devenir del mundo durante el pr¨®ximo a?o
La nave de la ficci¨®n tiene rutas tan infinitas como indescifrables: nos invita a viajar no solo al pasado, sino tambi¨¦n al futuro. A veces, esa traves¨ªa nos ofrece un reflejo amplificado de lo que estamos viviendo, una imagen tan n¨ªtida que al verla nos horroriza. Imaginemos por un momento que estamos en el a?o 2027 de La par¨¢bola del sembrador, novela de Octavia Estelle Butler escrita en 1993 en la que Lauren Oya Olamina y Taylor Franklin Bankole se conocen, se enamoran y se casan, ella con 18 a?os y ¨¦l con 57. Para el amor no hay edad, tampoco para el fin del mundo. Su historia comienza cuando la calamidad ¡ªuna acumulaci¨®n de desastres interconectados como el cambio clim¨¢tico, la desigualdad extrema, la corrupci¨®n gubernamental y el colapso de las estructuras sociales¡ª gana terreno. Quiz¨¢s el fen¨®meno que m¨¢s los marca es el calentamiento global, que arrasa con sus barrios: el de ¨¦l, en San Diego; el de ella, en Robledo, a las afueras de Los ?ngeles.
Hoy no es dif¨ªcil identificar estos mismos elementos de caos, que al combinarse con el entusiasmo por el crecimiento tecnol¨®gico exponencial dan lugar al mantra del Nuevo Orden. Esta es una de las tendencias del Observatorio Retina de este a?o, que ha elegido varios libros de ficci¨®n como hilo conductor para describir lo que vendr¨¢ (o lo que ya est¨¢ aqu¨ª, pero que aparece con mayor ah¨ªnco). ?Seremos capaces de reaccionar antes de que esa calamidad llegue a ser irreversible? La ficci¨®n a veces llega como una advertencia. Butler en su obra describe el ascenso de un pol¨ªtico con cierta nostalgia del pasado: el texano Andrew Steele Jarret, que es candidato a presidente y gana seguidores con la promesa de ¡°hacer que Am¨¦rica vuelva a ser grande¡±. ?Les suena? Pero hablando del presente (o mejor dicho de lo real), en este Nuevo Orden aparecen personas venidas de las entra?as de Silicon Valley que defienden un futuro ultracapitalista, hipertecnol¨®gico y en el que la democracia es vista como un problema; un futuro donde lo ideal ser¨ªa tener un rey bajo las siglas de CEO.
?Nombres? Peter Thiel (cofundador de PayPal) o Elon Musk (Tesla, X, Starlink), abiertos defensores de algunas de estas ideas. Este ¨²ltimo, por ejemplo, ha hecho en diversas ocasiones un paralelismo tecnol¨®gico actual con el vivido en los a?os 20 del siglo pasado ¡ªel periodo posterior a la Primera Guerra Mundial, marcado por el ascenso del fascismo¡ª. ¡°Vivimos en un mundo en el que coexisten dos realidades en constante lucha¡±, describi¨® Juan Pedro Moreno, presidente de WPP en Espa?a, durante la presentaci¨®n del Observatorio Retina 2025 el pasado jueves en el Ateneo de Madrid, gracias al impulso de Santander, Google como socio anual y Moeve como colaborador.
Durante mucho tiempo, el cine imitaba la realidad, explic¨® el directivo. Sin embargo, entre los a?os 80 y 90, esa din¨¢mica cambi¨®: fue la ficci¨®n la que comenz¨® a dictar el rumbo. ¡°La sociedad empez¨® a intentar replicar los escenarios que las pel¨ªculas mostraban. En estas historias, hay tres elementos comunes: primero, la automatizaci¨®n lo ha reemplazado todo, nadie trabaja; segundo, una gran empresa, bajo la sigla de una X o Z, gestiona y controla el mundo; y tercero, la democracia ha desaparecido¡±, a?adi¨® Moreno. ?Hacia qu¨¦ futuro vamos? A¨²n no se sabe. Lo ¨²nico cierto es que hay tecnolog¨ªas que estar¨¢n en ¨¦l, como la inteligencia artificial (IA), que emerge y cuyo Ciclo de Vida ¡ªotra de las tendencias de este observatorio¡ª sigue avanzando, pero no sin baches en el camino.
Sobre todo genera algunas dudas el tsunami de inversiones que han recibido las IA generativas de las grandes firmas que se han colocado a la cabeza de esta innovaci¨®n (Google, Apple, Meta, Microsoft, Amazon), y que prometen cambiar el mundo tal y como es ahora. Los expertos de Goldman Sachs lanzaron una pregunta el verano pasado: ?Ser¨¢ rentable la inversi¨®n de un bill¨®n de d¨®lares en IA generativa? En medio de esta ola de dinero, la realidad ya supera a la ficci¨®n. Hoy las grandes empresas desarrollan ¡°agentes de inteligencia artificial¡±, como los que recrea Ted Chiang en su novela El ciclo de vida de los objetos de software (Subterranean Press, 2010). En esta obra, una empresa crea una IA vendida como una mascota virtual, que puede ser educada para aprender diversas cosas. Al principio, las criaturas poseen una inteligencia similar a la de un chimpanc¨¦, pero, con el tiempo desarrollan mayores habilidades y deseos.
Aprovechar la oportunidad
El texto examina c¨®mo podr¨ªan transformar el planeta y quienes ser¨ªan los m¨¢s afectados. ¡°La IA no es buena ni mala¡±, asegur¨® Miguel Escassi, director de Pol¨ªticas P¨²blicas y Relaciones Institucionales de Google Espa?a y Portugal. ¡°Hay que aprovechar la oportunidad que nos brinda la IA y usarla para hacer frente a desaf¨ªos como el cambio clim¨¢tico y avanzar en la ciencia¡±, agreg¨® el representante de la firma que ha presentado hace un par de d¨ªas su chip cu¨¢ntico (Willow), el cual resuelve en cuesti¨®n de minutos lo que hoy llevar¨ªa 10.000 trillones de a?os.
Este avance no solo tiene implicaciones en la ciencia, sino tambi¨¦n en la salud y la alimentaci¨®n, como destac¨® Beatriz Jacoste, directora general de KM ZERO Food Innovation Hub, quien subray¨® la importancia de invertir m¨¢s en medicina preventiva a trav¨¦s de la alimentaci¨®n. Para David Villaseca, chief digital officer en Moeve (antes Cepsa), la tecnolog¨ªa no debe ser vista como un fin en s¨ª misma, sino como un medio para ofrecer al ciudadano productos y servicios que mejoren su vida. ¡°No nos enamoremos de las palabras, sino del efecto positivo en la sociedad¡±, afirm¨®.
Este enfoque, sin embargo, abre un debate m¨¢s amplio sobre el impacto de la IA en el mercado laboral. ?Hasta d¨®nde llegar¨¢ esta herramienta? ?Nos desplazar¨¢? ?Terminaremos relegados? Nos fusionaremos en Agentes, Entres y otras Gentes (tercera tendencia del observatorio) como lo hacen los personajes sin nombre de Los empleados (2018), novela Olga Ravn, quienes viajan en la nave seis mil, un artilugio del siglo XXII cuya tripulaci¨®n est¨¢ compuesta por humanos y humanoides, los nacidos y los fabricados. Han encontrado un nuevo planeta y en su traves¨ªa algunos caen presa de una profunda nostalgia por lo que dejaron atr¨¢s en la Tierra, mientras que otros experimentan un deseo por aquello que nunca podr¨¢n ser. El empleado 031 argumenta: ¡°Fui creado para trabajar. Nunca tuve una infancia¡ A veces mi compa?ero humano habla de no querer trabajar, y tambi¨¦n dice algo muy raro, totalmente absurdo: ¡®uno es m¨¢s que su trabajo, uno no es solo su trabajo¡±.
En un mundo donde la competencia es cada vez m¨¢s feroz, Europa necesita m¨¢s Europa (cuarta tendencia) para afrontar los desaf¨ªos globales. Recuperar la soberan¨ªa estrat¨¦gica en temas tecnol¨®gicos no es una tarea sencilla, como se?ala el informe Draghi, que advierte que el Viejo Continente depende en un 80% de terceros respecto a productos, servicios e infraestructuras digitales. ¡°?Qu¨¦ nuevo orden mundial y europeo debemos perseguir para que mis hijos est¨¦n mejor que yo o igual que yo?¡±, se pregunt¨® Xavier Ferr¨¤s, profesor titular de Direcci¨®n de Operaciones, Innovaci¨®n y Data Sciences y decano asociado del Executive MBA de Esade.
¡°Es necesario tomar el liderazgo en Europa¡±, reclam¨® Susana Voces, presidenta de la Asociaci¨®n Espa?ola de la Econom¨ªa Digital (Adigital). Cerrar la brecha quiz¨¢s no sea posible. ¡°La econom¨ªa ya no va por all¨ª, por construir otro Google, esta es una batalla perdida¡±, asegur¨® Luis Mart¨ªn Cabiedes, fundador y socio de la firma de inversi¨®n Cabiedes and Partners. Ponerse al mismo nivel que las grandes potencias (China, EE UU) ser¨ªa un cambio de paradigma, como el que afronta Fran?ois, profesor universitario y personaje principal de Sumisi¨®n (Anagrama, 2015), cuando Francia vive ¡ªen esta novela de Michel Houellebecq¡ª la llegada al poder de Mohammed Ben Abbes, un l¨ªder islamista moderado que gana las elecciones presidenciales con el apoyo de la izquierda y la derecha, mientras los partidos tradicionales caen en las encuestas.
Esta ¨¦poca dejar¨¢ una marca indeleble en Fran?ois, definiendo su lugar en un mundo transformado. Sumisi¨®n ha sido considerada una obra de pol¨ªtica ficci¨®n, comparable a 1984 y Un mundo feliz, donde se entrelazan momentos c¨®micos con una melancol¨ªa fatalista. Un c¨®ctel de nuestra misma realidad, en la que Desenredar las Redes (quinta tendencia) o aprender a distinguir entre el mundo real e imaginario se ha convertido en una necesidad cada vez m¨¢s urgente en nuestra sociedad. En este contexto, Los reyes de la casa (Anagrama, 2022), de Delphine de Vigan, es un reflejo de esas din¨¢micas de manipulaci¨®n y control que tambi¨¦n se dan en las plataformas digitales. La novela explora las relaciones familiares en las que los padres amorosos ejercen un poder manipulador sobre sus hijos.
La historia abunda en c¨®mo los lazos se distorsionan por los intereses personales y el control dentro del hogar, como muchas veces se da en el mundo virtual. Para Borja Cabez¨®n, CEO de Enisa, lo que sucede en el mundo web est¨¢ afectando de manera profunda lo que pasa en la calle. ¡°La desinformaci¨®n est¨¢ degradando el espacio de convivencia que hemos trabajado desde la Segunda Guerra Mundial¡±, asever¨®. ¡°La realidad se est¨¢ transformando de una forma tan acelerada que est¨¢ poniendo en peligro la democracia¡±. Pepita Mart¨ªn, CEO y fundadora de We are Knitters, dijo que el reto es salir de las redes sociales y dejar a atr¨¢s la polarizaci¨®n que se ha creado en ellas. ¡°Ya no argumentamos en persona, esto se ha perdido¡±, abund¨®.
Regular una nueva era
La realidad y la ficci¨®n parecen un mismo ser. ¡°Casi todo lo que he le¨ªdo en la literatura mundial describe variedades de fracasos humanos: de comprensi¨®n, de raz¨®n, de sabidur¨ªa, de compasi¨®n adecuada¡±, afirma Adam, un androide creado por Ian McEwan en su novela Machines Like (2019) que refleja las tensiones modernas sobre el avance de la IA. Adam no solo es software, tambi¨¦n es hardware: desprende un ligero aroma a lubricante de saxof¨®n y consigue erecciones gracias a un dep¨®sito de agua destilada en su nalga derecha, como si fuera un dep¨®sito de combustible que no tienen los coches el¨¦ctricos ¡ªcada vez m¨¢s aut¨®nomos¡ª, una tendencia de la que se hablar¨¢ mucho m¨¢s en 2025. Europa tiene mucho que aportar en este sentido, seg¨²n Enrique Arribas, presidente de la Asociaci¨®n de Marketing de Espa?a. La UE es l¨ªder en regulaci¨®n (basada en an¨¢lisis de riesgo), casi obligatoria en un mundo que avanza hacia la movilidad aut¨®noma. ¡°La regulaci¨®n genera ciertas dudas, pero siempre es necesaria. Tenemos que generar un discurso que no vaya en contra a la innovaci¨®n¡±, ahond¨® Fernando Su¨¢rez, presidente del Colegio de Ingenieros Inform¨¢ticos.
La aceleraci¨®n del cambio tecnol¨®gico y el avance de la IA generativa quiz¨¢ nos lleva a enfocarnos m¨¢s en los aspectos negativos. Es como si no pudi¨¦ramos apreciar el potencial positivo que podr¨ªa generar en ciertos sectores. ?Estamos viviendo la Edad de Oro de la Ciencia? Esta es la ¨²ltima tendencia a subrayar, formulada como una cuesti¨®n sobre si estamos siendo testigos de una era de avances sin igual o si, por el contrario, la rapidez con la que se desarrollan estas innovaciones podr¨ªa traer m¨¢s riesgos que beneficios. Una cosa est¨¢ clara: ¡°Para el progreso no hay cura¡±, dice John von Neumann, la mente detr¨¢s de los poderosos ordenadores, pero tambi¨¦n contribuy¨® al dise?o de las armas nucleares. El matem¨¢tico y f¨ªsico que protagoniza la novela Maniac, del chileno Benjam¨ªn Labatut, ilustra un mundo en el que la humanidad dise?a sistemas cada vez m¨¢s poderosos, asumiendo el papel de una especie de dios al que no sabemos si admirar o temer.
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