Rebeld¨ªa frente a la obsolescencia programada
El derecho a reparar, el ecodise?o y una mayor concienciaci¨®n de los consumidores allanan el camino para reducir residuos electr¨®nicos y tecnol¨®gicos
Alrededor de una mesa, en una peque?a sala de la sede de una organizaci¨®n ecologista en Madrid, miembros de un caf¨¦ de reparaciones desmontan, examinan y buscan el motivo por el que un ventilador de techo hace ruido al girar. En otro extremo de la mesa, una mujer pregunta por la soluci¨®n para una batidora cuyo fabricante ya le ha dicho que no le vende un repuesto de la pieza rota. Estos son peque?os gestos de resistencia frente a un fen¨®meno, la obsolescencia programada, cuya cuenta lleva a?os pagando el medio ambiente.
¡°Son pr¨¢cticas empresariales que consisten en acortar la vida ¨²til del producto para vendernos una y otra vez las mismas cosas¡±, cuenta al otro lado del tel¨¦fono Benito Muros, presidente de la Fundaci¨®n Energ¨ªa e Innovaci¨®n Sostenible sin Obsolescencia Programada (Feniss). ¡°Es decir, fabricar con baja durabilidad y productos que son dif¨ªciles o imposibles de reparar¡±, a?ade. Cada a?o se generan en el mundo 50 millones de toneladas de desperdicios tecnol¨®gicos y electr¨®nicos, seg¨²n datos publicados por la ONU en 2019.
Pero el impacto de la obsolescencia programada va m¨¢s all¨¢ de la basura que deja e incluye los efectos de la extracci¨®n de los materiales y el consumo de energ¨ªa que se necesita para fabricar nuevos aparatos. Advierte la ONU, por ejemplo, que hay cien veces m¨¢s oro en una tonelada de estos residuos que en una tonelada de mena. ¡°Estamos mejor que hace tres a?os, pero a¨²n nos queda much¨ªsimo para avanzar¡±, asegura Alicia Garc¨ªa-Franco, directora general de la Federaci¨®n Espa?ola de la Recuperaci¨®n y el Reciclaje, respecto a c¨®mo abordar esta pr¨¢ctica.
El Plan de Acci¨®n europeo para la econom¨ªa circular de 2020 inclu¨ªa medidas para que los productos durasen m¨¢s y fuesen m¨¢s f¨¢ciles de reutilizar, reparar y reciclar. Tambi¨¦n para informar a los consumidores, poniendo el foco sobre sectores como el electr¨®nico y el TIC, entre otros aspectos. ¡°Es la primera vez que se ve una iniciativa y una voluntad de los legisladores de tener en cuenta esta situaci¨®n¡±, comenta Garc¨ªa-Franco sobre la incorporaci¨®n de la obsolescencia programada y el derecho a reparar.
Desde el a?o pasado, la garant¨ªa de los productos en Espa?a es de tres a?os, frente a los dos que recog¨ªa la ley de consumidores antes de la modificaci¨®n de 2021. Adem¨¢s, los fabricantes deben disponer de recambios durante una d¨¦cada, en lugar de un lustro, desde que se deja de fabricar el producto. Pero a la hora de arreglar, dice Muros, a veces sale m¨¢s barato comprar uno nuevo que el servicio de reparaci¨®n. Y no siempre es posible luchar contra el bolsillo.
Aunque el reciclaje es fundamental ¡ªpero solo el 20% de los residuos pasa por este proceso¡ª y se fomenta el empleo de materiales reutilizados, lo ideal ser¨ªa no tener que llegar a ese punto. ¡°Reciclar significa que ya hemos generado un impacto en el medio ambiente¡±, dice Muros. Los productos han de ser dise?ados para facilitar y permitir el arreglo y la actualizaci¨®n de sus softwares cuando haya mejoras disponibles, como en el caso de los televisores o los frigor¨ªficos inteligentes.
El cliente no es ajeno a esta problem¨¢tica. ¡°Yo creo que el consumidor est¨¢ cada vez m¨¢s concienciado de que le duren m¨¢s las cosas, pero ya no solo por esa concienciaci¨®n, sino tambi¨¦n porque tenemos unas crisis econ¨®micas importantes¡±, cuenta Garc¨ªa-Franco. ¡°Yo creo que los usuarios estamos atados de pies y manos¡±, comenta Muros. La responsabilidad que cae sobre el consumidor, cuenta, es la del deseo de tener siempre lo ¨²ltimo: ¡°Es un poco la educaci¨®n que recibimos. Que tambi¨¦n deber¨ªamos tener una asignatura de concienciaci¨®n en el colegio y de saber consumir de forma responsable¡±.
Para Javier V¨¢zquez, uno de los organizadores y reparadores de los encuentros mencionados al inicio, todav¨ªa prima el modelo comprar, usar y tirar. Su compa?ero Juan Ram¨®n Mart¨ªn apunta a una cuesti¨®n de mentalidad: ¡°Es un problema que tenemos en este pa¨ªs a un nivel, me atrevo a decir, general¡±, dice. ¡°Que [se tiene la idea de que] es cutre reparar¡±.
Fabricar para la longevidad
El primer objetivo hist¨®rico del dise?o industrial fue la reproducibilidad. Luego, cuenta Rub¨¦n Oya, dise?ador y profesor del Instituto Europeo de Dise?o (IED) en Barcelona, se comenz¨® a tener en cuenta al usuario, mejorando la funci¨®n y est¨¦tica de los dise?os. ¡°Y ahora nos encontramos con una capa adicional que es tener en cuenta la repercusi¨®n de la actividad de este dise?o. Tener en cuenta no solo al fabricante o a la empresa y el usuario final, sino el entorno en el que todo esto ocurre¡±, cuenta el experto, quien se?ala que en ocasiones la obsolescencia programada no tiene por qu¨¦ tener un fin lucrativo. Esta ¨²ltima capa es la que se ha bautizado como ecodise?o.
¡°Es un tema de percepci¨®n¡±, explica Oya respecto a c¨®mo de extendido est¨¢ este modelo. ¡°Te dir¨ªa que a lo mejor hay empresas que no lo est¨¢n teniendo en cuenta para nada y otras donde es una pata clave¡±. En el contexto acad¨¦mico, a?ade, lleva a?os cogiendo fuerza. Sin embargo, no hay una receta o soluci¨®n sencilla para la sostenibilidad. ¡°Ahora mismo, se trata de un esfuerzo [como sociedad o industria] por intentar mejorar, dar pasos, volver a medir [el impacto de los productos]¡¡±, apunta el profesor. ¡°Dentro de esta complejidad intentamos dar algunas pautas a los estudiantes¡±.
Caf¨¦s de reparaci¨®n, peque?as trincheras contra los desperdicios
Los repair café nacieron a finales de la primera década de este siglo en Países Bajos. A España llegaron unos años más tarde y la red aún es pequeña. El Repair Café Madrid, organizado, entre otros, por Javier Vázquez y Juan Ramón Martín, comenzó su andadura a finales de 2015. Al principio era mensual y actualmente se reúnen todos los sábados y un martes al mes. Por sus mesas pasan, sobre todo, electrodomésticos pequeños, como planchas, tostadoras o aspiradoras. “O un ordenador o alguien con algún móvil”, apunta Martín, “lo que pasa es que en cuestión de ordenadores y móviles, y ese tipo de electrónica, no tenemos los medios suficientes”. Los reparadores son voluntarios y usan sus propias herramientas. Casi la mitad de los arreglos son de mantenimiento, según Vázquez, y el mayor escollo que se encuentran, en opinión de Martín, quienes quieren reparar algo en vez de tirarlo es la falta de cobertura o atención de los servicios técnicos.
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