De Kim Kardashian a Isabel Preysler: los personajes del 2022
Olivia Wilde, Kanye West, Will Smith o Amber Heard han sido algunos de los protagonistas del a?o que termina y que han dejado momentos para el recuerdo como el pu?etazo en la gala de los Oscar o uno de los juicios m¨¢s seguidos de la historia
Empez¨® el a?o con el anuncio del divorcio de Kim Kardashian y Kanye West y termin¨® con la noticia de que Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler daban por finiquitados ocho a?os de noviazgo. Esta nueva llegaba apenas unas semanas despu¨¦s de que se hiciera efectivo ese divorcio que Kim y Kanye hab¨ªan convertido en noticia 11 meses atr¨¢s. En 2022 nada ha sido f¨¢cil. Ciertamente, si hay algo que ha definido estas 52 semanas ha sido la forma en que todo se ha hecho extremadamente largo, no sabemos si porque vivimos tiempos de confusi¨®n e indecisi¨®n, o simplemente porque hemos llegado a un punto en que se ha perfeccionado hasta el paroxismo el arte de alargar las noticias m¨¢s o menos jugosas hasta que terminan asemej¨¢ndose a aquel medio lim¨®n seco que cualquier puerta de nevera que se precie debe albergar. Esto ¨²ltimo lo puede confirmar Roc¨ªo Carrasco, campeona ol¨ªmpica en la disciplina de exprimir.
El hecho de que la temporada la inauguraran y clausuraran cuatro habituales de la cr¨®nica rosa de las ¨²ltimas d¨¦cadas a?ade a la ecuaci¨®n un elemento de familiaridad con los protagonistas de este universo de celebridades, algo que ha sido norma en los ¨²ltimos a?os. Los motivos se hallan en la fragmentaci¨®n de la fama, la desconexi¨®n del segmento m¨¢s joven del p¨²blico de lo que viene siendo cualquier cosa adscrita al canon ¡ªdesde Picasso o Mozart hasta Paris Hilton o Paquirr¨ªn¡ª y la falta de voluntad por parte de los medios tradicionales ¡ªincluidas las plataformas de streaming, j¨®venes dinosaurios¡ª de renovar su discurso y su escuadr¨®n de sospechosos habituales. Ana Obreg¨®n y Ram¨®n Garc¨ªa van a dar las uvas (aunque este a?o por separado).
En este contexto, Kim Kardashian ha reinado una vez m¨¢s. Lo ha hecho no solo con su separaci¨®n, sino tambi¨¦n con declaraciones como aquella en que afirmaba (ella) que a la gente ya no le gusta trabajar, perdiendo una fortuna con el colapso de las criptomonedas y, sobre todo, enfund¨¢ndose aquel vestido de Marilyn Monroe en la gala MET, en la dolorosa y desgarradora confirmaci¨®n de que la mitad de su audiencia la considera la Marilyn del siglo XXI y la otra mitad, la odia por creerse justo eso. Competitiva como ella sola, estaba claro que Kim no se iba a casar con alguien que no entendiera las partidas de Scrabble poco menos que como la campa?a rusa de Napole¨®n. As¨ª, Kanye, no se sabe si enfurru?ado por la forma en que ella lo estaba opacando, se pas¨® el oto?o lanzado declaraciones antisemitas y flirteando con una nueva candidatura a la presidencia de EE UU. Fue doloroso y rid¨ªculo.
Otra historia que cop¨® portadas fue el juicio que enfrent¨® a Johnny Depp y Amber Heard, un dantesco espect¨¢culo que dividi¨® al p¨²blico. Bastante mejor en t¨¦rminos de choques generacionales y cosmovisiones fue la pol¨¦mica alrededor del uso de aviones privados que estall¨® cuando se hizo p¨²blica una lista con los famosos que m¨¢s contaminaban desplaz¨¢ndose hasta para comprar el pan a bordo de su jet. Gan¨® Taylor Swift, Drake se enfad¨® y, cuando a Mbapp¨¦ le preguntaron si su equipo, el Paris St Germain, no hab¨ªa considerado utilizar la red de trenes de alta velocidad francesa para desplazarse en sus partidos a domicilio, a este le entr¨® un ataque de risa similar a los que se presencian en algunas tertulias de medios de comunicaci¨®n de derechas cuando se mencionan asuntos como el feminismo o ese gamusino llamado cambio clim¨¢tico.
Como viene siendo habitual desde hace ya cierto tiempo, el a?o trajo su gran historia de personaje de mediana edad que mete la pata en redes sociales. Esta vez le toc¨® a Adam Levine. Se destap¨® que el cantante de Maroon 5 hab¨ªa estado flirteando por Instagram (menudo amateur) con algunas mujeres, diciendo cosas sonrojantes e incluso comunic¨¢ndole a una que le iba a poner a su hija su nombre. Cada vez que usted se sienta mayor cuando le toca actualizar el sistema operativo del m¨®vil, piense que un cantante de ¨¦xito de 43 a?os gestiona todo este asunto con mucha menos ma?a.
Y muri¨® la reina de Inglaterra. Pero, amortizados ya Camila y Carlos y a la espera de qu¨¦ nos puede dar la descendencia de Kate Middleton y Guillermo ¡ªver hoy a Luis en actos oficiales es como ver a Messi en el campo en 2004¡ª, fueron una vez m¨¢s Meghan y Enrique los encargados de surtirnos de historias. Esta vez, eso s¨ª, empaquetadas y con un lazo en forma de documental en Netflix, tal vez el peor ejercicio de lavado de imagen y relaciones p¨²blicas desde lo del elefante en Botsuana. Si vivi¨¦ramos en otra ¨¦poca podr¨ªamos decir que estos dos personajes est¨¢n amortizados, pero de fondo o¨ªmos las risas de Roc¨ªo Carrasco. Mejor ser prudentes.
En lo que vendr¨ªa siendo la segunda divisi¨®n de todo esto, el a?o tambi¨¦n nos dio a James Corden li¨¢ndola por una tortilla francesa mal cocinada en el c¨¦lebre restaurante Balthazar de Nueva York, un esc¨¢ndalo tan de otro siglo como pedir una tortilla francesa en un restaurante de lujo. Tambi¨¦n hubo sangre, sudor y saliva en la promoci¨®n de la pel¨ªcula No te preocupes querida, de Olivia Wilde, con Harry Styles, Florence Pugh, Chris Pine y la propia Wilde convirtiendo el Festival de Venecia en una entrega de premios al mejor parrillero de Arkansas. Algo similar sucedi¨® con la adquisici¨®n de Twitter por parte de Elon Musk, un personaje de las p¨¢ginas de econom¨ªa que quiere estar tambi¨¦n en las de pol¨ªtica, pero que realmente donde encaja es en las de sociedad. Musk es la mayor grieta en el capitalismo desde la crisis de 2008.
Adem¨¢s de con el anuncio de lo de Kim y Kanye, el arranque de a?o tuvo como gran hit el pu?etazo de Will Smith a Chris Rock en los Oscar. Algo que podr¨ªa confirmar que no existe relevo generacional en lo transversalmente rosa ¡ªy que los viejos saraos, como los Oscar, sobreviven a base de pu?etazos¡ª, si no fuera porque el a?o termin¨® con otra agresi¨®n: la que sucedi¨® en una discoteca de Madrid y en la que se vio m¨¢s o menos involucrado Felipe Juan Froil¨¢n de Todos los Santos. Igual s¨ª hay relevo generacional. Y lo tenemos m¨¢s cerca de lo que cre¨ªamos.
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