Tom Parker Bowles, el hijo de la reina Camila experto en comida palaciega: ¡°Carlos III es un h¨¦roe gastron¨®mico adelantado a su tiempo¡±
El tambi¨¦n ahijado del monarca brit¨¢nico, cr¨ªtico gastron¨®mico desde hace d¨¦cadas, publica un libro sobre los gustos culinarios de la realeza, de la ¨¦poca victoriana hasta la actualidad. Entre receta y receta, asoman an¨¦cdotas de los actuales reyes, de los que habla en la entrevista a pesar de la advertencia inicial de su publicista
Si la reina Victoria (1819-1901) levantase la cabeza y viera lo que desayunan ahora los reyes de Inglaterra, pensar¨ªa que es una broma. Ella acostumbraba a empezar el d¨ªa con una docena de platos que inclu¨ªan jamones, lenguas, galantinas, urogallo, perdiz, gachas de avena, pescadilla, tortilla, ri?ones asados, mariscos, bollos, mermeladas y frutas, entre otras delicias. Una comida que se serv¨ªa en calderos de plata calentados con oscilantes l¨¢mparas de alcohol y que le gustaba tomar al aire libre, en una carpa sobre el c¨¦sped de Frogmore, en Windsor, o en Balmoral, acompa?ada siempre por el silbido de las gaitas que tocaba su gaitero personal. La tradici¨®n del gaitero real tocando cada ma?ana todav¨ªa se mantiene ¨Del actual se llama Paul Burns¨D, pero el resto de la escena no tiene nada que ver. ¡°El desayuno del rey [Carlos III] consiste simplemente en frutos secos y miel. La reina Camila toma yogur en verano y gachas en invierno. Un comienzo del d¨ªa completamente moderno y saludable. Pero no estoy seguro de que Victoria lo hubiera aprobado¡±, comenta el cr¨ªtico gastron¨®mico Tom Parker Bowles (Londres, 49 a?os) en su nuevo libro de cocina, Cooking and the Crown: Royal Recipes from Queen Victoria to King Charles III (La cocina y la corona: recetas reales desde la reina Victoria hasta el rey Carlos III).
Las costumbres culinarias de la reina Victoria y su hijo, Eduardo VII, han llegado hasta nuestros d¨ªas gracias a que lo documentaron eruditos y chefs de la ¨¦poca, como Harold Nicolson y Gabriel Tschumi. Y qui¨¦n mejor para describir los gustos de los actuales monarcas que el propio hijo de la reina Camila ¨Dy de su primer marido, el oficial brit¨¢nico Andrew Parker Bowles¨D. ¡°Durante 20 a?os he estado obsesionado con la comida de la realeza, pero esper¨¦ a tener suficiente tiempo y material para que estuviera todo bien. No soy solo yo saltando y diciendo: ¡®?Oh, mira, la reina es mi madre, estoy haciendo un libro!¡¯. He invertido mucho tiempo antes de eso para conseguirlo¡±, aclara Parker Bowles por videollamada desde su hogar londinense. Aun as¨ª, no disimula su cercan¨ªa con la realeza. ¡°Para el rey Carlos III y la reina Camila¡±, reza la dedicatoria del libro, escrito ¡°en memoria de la reina Isabel II¡±. Tampoco omite estos datos en el apartado sobre el autor, donde relata su trayectoria profesional (como autor de ocho libros de cocina, cr¨ªtico gastron¨®mico de The Mail on Sunday o jurado de la versi¨®n brit¨¢nica de MasterChef, por ejemplo) y personal. ¡°Tom es ahijado del rey Carlos III, y su madre, Camila, es reina¡±, se presenta, en ese orden.
El libro, publicado por Aster, es un repaso de los desayunos, comidas, horas del t¨¦, cenas y postres favoritos de palacio desde el siglo XIX hasta ahora. ¡°Todo el mundo se imagina a la familia real comiendo caviar, lengua de alondra, cisne asado y todas esas cosas, lo cual, por supuesto, hac¨ªan hasta cierto punto. Pero este es un libro de cocina, ante todo, para usar, estropear y manchar, que repasa la historia, los archivos y la biograf¨ªa, pero presenta las recetas que son ¨²tiles en la actualidad¡±, asegura. Entre las m¨¢s de 100 recetas que se incluyen en sus p¨¢ginas, junto a fotograf¨ªas de John Carey y simp¨¢ticas ilustraciones de Alice Pattulo, est¨¢n algunas de las favoritas de su madre, empezando por esas austeras gachas del desayuno. ¡°En invierno, mi madre, la reina Camila, come gachas todos los d¨ªas, solas, con un poco de su propia miel. Las colmenas se encuentran en la parte trasera de un campo en Raymill, la casa en la que mi hermana [Laura Lopes] y yo pasamos la ¨²ltima parte de nuestra juventud¡±, recuerda en la descripci¨®n de la receta.
Algunos de esos recuerdos familiares se cuelan en las p¨¢ginas del libro. Habla de lo competitivos que son Carlos y Camila con sus respectivos botines cuando recolectan setas silvestres o de c¨®mo los huevos revueltos que preparaba su madre con huevos de su propia granja eran uno de sus platos favoritos de adolescente. ¡°Mi padre todav¨ªa tiene gallinas que alimenta con sobras y que se rascan alegremente todo el d¨ªa. Nunca he comido un huevo m¨¢s fino¡±, cuenta. Da peque?as pinceladas, pero sin ahondar demasiado. ¡°No hay cotilleos¡±, advierte sonriente, ¡°creo que el rey siempre ha estado interesado en la comida de forma muy p¨²blica y me hace mucho m¨¢s f¨¢cil hablar de ¨¦l y sus gustos culinarios sin ser indiscreto ni revelar demasiado¡±.
Antes de la entrevista, la publicista de Tom insiste en que esta se centre en el libro y no en la relaci¨®n del autor con la realeza brit¨¢nica, pero una cosa est¨¢ tan unida a la otra que es dif¨ªcil separarlas y el entrevistado lo sabe. Parker Bowles no tiene problema en hablar del soberano brit¨¢nico, casado con su madre desde 2005, al que describe como ¡°un h¨¦roe gastron¨®mico¡± una y otra vez. ¡°Hace muchos a?os, el rey ya hablaba de agricultura sostenible, de especies locales, de frutas y verduras, y nadie le escuchaba. Como pr¨ªncipe de Gales era defensor de los agricultores y los productos brit¨¢nicos. Ahora todo el mundo habla de agricultura regenerativa y de comer menos carne, pero Carlos es un h¨¦roe gastron¨®mico que estaba muy adelantado a su tiempo¡±, considera.
Cuando empez¨® a idear el libro hace a?os, ni Carlos ni Camila iban a aparecer en ¨¦l porque todav¨ªa no reinaban. ¡°Originalmente, iba a abarcar desde la reina Victoria hasta la reina Isabel, pero, tristemente, falleci¨® [en 2022] y todo se acerc¨® un paso m¨¢s¡±, explica. As¨ª como ha crecido junto a la actual monarca, Parker Bowles solo coincidi¨® dos veces con la que fue suegra de su madre. ¡°La primera vez era muy joven y en vez de inclinarme para saludarla, como se supone que hay que hacer, estaba tan asustado pensando ¡®incl¨ªnate, incl¨ªnate¡¯, que, al final, me sali¨® una reverencia¡±, recuerda entre risas. La segunda y ¨²ltima vez, fue durante la boda de Carlos y Camila, el 9 de abril de 2005. Se casaron en el Ayuntamiento de Windsor, en una ceremonia civil a la que no acudieron Isabel II ni Felipe de Edimburgo, que s¨ª estuvieron presentes en la peque?a ceremonia religiosa que celebraron despu¨¦s en el castillo de Windsor. ¡°Creo que mi hermana y yo nos fumamos alg¨²n cigarrillo en el castillo¡±, rememora. ¡°El caso es que nos perdimos y de repente escuchamos una voz que dec¨ªa: ¡®?Qu¨¦ est¨¢is haciendo?¡¯. Eran la voz y la mujer m¨¢s famosas del mundo, era la reina. La seguimos aterrorizados mientras ella era incre¨ªblemente encantadora y maravillosa con nosotros¡±, relata.
Parker Bowles es oficialmente hijo de la reina consorte de Inglaterra desde hace menos de dos a?os, despu¨¦s de que fuera coronada junto a Carlos III ante el mundo entero el 6 de mayo de 2023. Su apetito por la gastronom¨ªa se remonta a mucho antes. ¡°Se me daba muy mal el trabajo de oficina. Siempre llegaba tarde o ten¨ªa problemas. Un d¨ªa fui a la revista Tatler [donde su hermana escrib¨ªa sobre automovilismo], cuando ten¨ªa unos 20 o 25 a?os, y me acerqu¨¦ al editor mientras tomaba una copa y le dije: ¡®No tienes un rinc¨®n de gastronom¨ªa¡¯. Y entonces me pidi¨® que escribiera sobre la comida del comedor del internado, que es la m¨¢s repugnante¡±, comenta. Ese trabajo s¨ª se le dio bien y le dieron una columna para que hablase de comida. Ahora, adem¨¢s de su art¨ªculo semanal en The Mail on Sunday, tambi¨¦n colabora como cr¨ªtico gastron¨®mico con Esquire, Country Life o Cond¨¦ Nast Traveller. ¡°Puedes comer para vivir o puedes vivir para comer. Creo que es mucho mejor lo segundo¡±, concede consciente de que su apellido le ha abierto muchas puertas.
Tambi¨¦n es consciente de que ¡°la comida inglesa tiene muy mala reputaci¨®n¡±, pero defiende que se basa en ¡°muy buenos ingredientes¡±. En su casa, cuando era peque?o, se com¨ªan guisos, filetes, chuletas de cordero o de cerdo... ¡°Mi madre era una buena cocinera¡±, reconoce, ¡°sin horneados, sin preparar nada demasiado complicado, pero rico¡±. De su padre destaca que ¡°era un jardinero fant¨¢stico¡± y que siempre ten¨ªan esp¨¢rragos, guisantes o habas de temporada. ¡°Tambi¨¦n cazaba y pescaba, as¨ª que ten¨ªamos fais¨¢n, urogallo, salm¨®n, trucha... Crecimos con una comida realmente inglesa. El mejor ingrediente en la mejor ¨¦poca del a?o, eso es la sencillez¡±, sostiene el amante confeso del jam¨®n ib¨¦rico, las gildas y el gazpacho, entre otros manjares de la gastronom¨ªa espa?ola.
Las 239 p¨¢ginas de su nuevo libro, repletas de sencill¨ªsimas recetas reales como las de sardinas a la parrilla, pur¨¦ de patatas o caldo de pollo con verduritas, parecen querer trasladar esa idea de sencillez de puertas para afuera del palacio. Como si no quedase nada ya de aquellos estrafalarios platos cocinados por 45 chefs en la ¨¦poca victoriana. ¡°En Navidad, siempre hab¨ªa una cabeza de jabal¨ª en gelatina rellena de picadillo, finas tiras de lengua y carrillada, tocino, trufas y pistachos, cuidadosamente cosida y estofada¡±. Este es solo un ejemplo de los que recoge el libro.
El ¨²nico ritual gastron¨®mico que Carlos III mantiene igual que anta?o es la hora del t¨¦, seg¨²n cuenta Parker Bowles, quien ha acompa?ado a los reyes en esta ceremonia alrededor de la mesa redonda del sal¨®n de Birkhall House, en Escocia. ¡°Sigue siendo muy, muy importante¡±, subraya, ¡°el tiempo todav¨ªa se detiene a las cinco¡±. En todo lo dem¨¢s, dice, la comida de palacio se ha vuelto m¨¢s liviana, sin tanta mantequilla, sin foie gras (en 2022, Carlos III lo prohibi¨® en todos sus palacios por el sufrimiento animal que implica su elaboraci¨®n). ¡°El rey y mi madre comen tres platos como cualquier otra persona: entrante, plato principal y postre¡±. A veces, ni eso: ¡±Los almuerzos de la reina Camila son ligeros: consom¨¦ de pollo o salm¨®n ahumado, mientras que el rey no almuerza nada¡±, escribe en el libro.
Sobre c¨®mo continuar¨¢ el legado culinario cuando les toque reinar al pr¨ªncipe Guillermo y Kate Middleton, el hermanastro del heredero al trono tiene ¡°esperanza y fe¡±. ¡°Los pr¨ªncipes de Gales no solo saben de sostenibilidad y agricultura regenerativa, sino que entienden a los agricultores y lo importante que es su trabajo para el pa¨ªs¡±, opina Parker Bowles. Ya de una manera menos institucional, resalta tambi¨¦n como algo favorable que los pr¨ªncipes, igual que ¨¦l, conocen de primera mano lo que es la buena comida. ¡°No s¨¦ qu¨¦ cocinan, pero estoy convencido de que comen bien¡±, dice con una duda inicial que pronto se disipa: ¡°S¨ª, s¨¦ que comen bien¡±.
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