?Qui¨¦n es Jaime Rogozinski? El hombre an¨®nimo de 39 a?os al que Hollywood quiere convertir en su pr¨®xima gran historia
El pasado mes de enero, Wall Street estuvo al borde del colapso por la acci¨®n coordinada de miles de miembros de un foro fundado por este desconocido. Ahora varios proyectos luchan por ser los primeros en adaptar esta versi¨®n burs¨¢til del mito de David y Goliat
La figura m¨¢s perseguida hoy por los cazatalentos de la meca del cine no es la de un prometedor int¨¦rprete a la espera del proyecto que lo catapulte a la fama. Tampoco es una influencer con capacidad para convertir millones de seguidores en espectadores, ni un streamer de Twitch que demuestre m¨¢s carisma frente a la c¨¢mara de su ordenador que algunos actores con una veintena de pel¨ªculas a sus espaldas. La prueba fehaciente de la profunda transformaci¨®n que asola a la que un d¨ªa fue la industria m¨¢s aspiracional y glamurosa sobre la tierra es que la misma agencia que representa a Harrison Ford ponga ahora sus ojos en un consultor empresarial de 39 a?os cuya foto bien podr¨ªa ilustrar la definici¨®n del adjetivo ¡®corriente¡¯ en el diccionario. De no ser, y ah¨ª est¨¢ el truco, por su faceta como forero en Internet.
La ¨²ltima obsesi¨®n hollywoodiense atiende al nombre de Jaime Rogozinski. Un hombre casado y padre de gemelas, que practica el juda¨ªsmo, reside en Ciudad de M¨¦xico y sin experiencia previa alguna en arte dram¨¢tico. Adem¨¢s de ser reclutado por la agencia UTA, que pretende hacer de ¨¦l un conferenciante de primer nivel, el director y productor Brett Ratner ha comprado los derechos sobre su historia vital por una cantidad ¡°que llega a las seis cifras¡±. El acuerdo ofrece a la productora de Ratner, RatPac Entertainment (art¨ªfice de pel¨ªculas como Wonder Woman o El escuadr¨®n suicida), acceso exclusivo al protagonista para adaptar sus vivencias y recuerdos en forma de pel¨ªcula, podcast y hasta teatro musical. Unas memorias a priori ordinarias que, sin comerlo ni beberlo, llegaron a poner contra las cuerdas al sistema burs¨¢til estadounidense y prometen ahora agitar los cimientos de la industria cinematogr¨¢fica.
A finales del pasado mes de enero, una legi¨®n de usuarios de Reddit, el mayor agregador de contenido de Internet, hicieron temblar los cimientos de Wall Street. Centenares de miles de inversores minoristas, muchos de ellos completos amateurs, decidieron coordinarse para subir el precio de las acciones de compa?¨ªas como Gamestop ¨Ccadena de venta f¨ªsica de videojuegos en horas bajas y s¨ªmbolo de esta rebeli¨®n de ¡®vengadores¡¯¨C, provocando p¨¦rdidas millonarias en los fondos que especulan y apuestan contra estos negocios, los denominados bajistas, que sacan provecho econ¨®mico del hundimiento de las empresas.
¡°Una lucha entre socialismo y capitalismo¡±, como lo defini¨® Ratner, antes de que alg¨²n polit¨®logo madrile?o decidiera convertirlo tambi¨¦n en lema de campa?a electoral. La onda expansiva de su acci¨®n fue tal que la Casa Blanca se vio obligada a intervenir y, aunque el previsible derrumbe de las acciones infladas de las compa?¨ªas acab¨® llegando unos d¨ªas despu¨¦s, sugiere el inicio de una revoluci¨®n m¨¢s profunda. Como corroboraba Francisco de Z¨¢rate en este mismo peri¨®dico, si ¡°las redes sociales ya le dieron la vuelta al mundo de la pol¨ªtica, al de la informaci¨®n y al del entretenimiento, ?por qu¨¦ no iban a transformar tambi¨¦n el de las finanzas?¡±.
Rogozinski asisti¨® al espect¨¢culo como mero espectador externo. ¡°Es como una de esas pel¨ªculas de terror en las que ves al malo subiendo lentamente por la escalera. Eres testigo de un accidente de tren en directo¡±, declar¨® al Wall Street Journal en una de las poqu¨ªsimas entrevistas que ha ofrecido en estos meses. Su nombre cop¨® los titulares de la prensa salm¨®n porque ¨¦l es el padre de WallStreetBets (Apuestas de Wall Street), el foro que sirvi¨® como punto de encuentro y asociaci¨®n para los peque?os inversores que se atrevieron a desafiar a los mercados. Fund¨® la p¨¢gina en 2012, cuando todav¨ªa estaba soltero y trabajaba y resid¨ªa en Washington. Ten¨ªa ahorros y quer¨ªa invertir en bolsa, pero el conservadurismo de las webs de inversi¨®n le frenaba. Por eso decidi¨® dar forma a una comunidad en la que otros inversores compartieran sin verg¨¹enza sus apuestas m¨¢s arriesgadas, creciendo en el transcurso de ocho a?os hasta el mill¨®n de seguidores.
Esta guerra de guerrillas volvi¨® locos a los ejecutivos de la meca del cine, que emprendieron una fren¨¦tica carrera por ser los primeros en adaptar los hechos a la gran pantalla y actualmente coinciden hasta nueve proyectos en desarrollo de forma simult¨¢nea. Para Ra¨²l Encinar, guionista de series como Vis a Vis, la raz¨®n del enorme inter¨¦s despertado atiende a sus semejanzas con el mito cl¨¢sico de David contra Goliat. ¡°El antagonista de esta historia son los fondos especulativos y eso es clave. El descontento con las instituciones econ¨®micas desde la crisis global financiera es un fil¨®n dram¨¢tico en el que una operaci¨®n con tintes robinhoodescos siempre funciona¡±, defiende, sin minusvalorar tampoco el tentador y amargo final del cuento. ¡°Demuestra que se puede hacer tambalear al sistema, que la gente corriente, asoci¨¢ndose, puede tener el control. Pero, al mismo tiempo, que no estamos abocados al caos a cada rato. En un mundo tan conservador como Hollywood, esta ilusi¨®n, estas muestras de rebeld¨ªa controlada, deben de ser muy atractivas¡±.
Adem¨¢s de los producidos por Brett Ratner, Netflix ha establecido conversaciones con Kathryn Bigelow (directora de La noche m¨¢s oscura) para poner en marcha un largometraje que estar¨ªa protagonizado por Noah Centineo, y la Metro Goldwyn Mayer prepara uno con el escritor Ben Mezrich, autor del libro en el que se bas¨® La red social. Precisamente el Mark Zuckerberg salido de la pluma de Aaron Sorkin, tan genial como desprovisto de empat¨ªa y herramientas sociales, puede ser el mejor referente a la hora de convertir en h¨¦roes cinematogr¨¢ficos figuras tan poco glamurosas como Rogozinski. Estos nuevos yuppies de Wall Street beben m¨¢s de los gur¨²s de Silicon Valley que del magnetismo de tiburones financieros del s¨¦ptimo arte como el Gordon Gekko de grandes tirantes y camisas azules de cuello blanco interpretado por Michael Douglas en Wall Street (1987) o el br¨®ker al que dio vida Matthew McConaughey en El lobo de Wall Street (2007).
¡°En el caso del forero, el factor de identificaci¨®n ser¨¢ fundamental, as¨ª como el aspiracional: personificar ese David como alguien que podr¨ªa ser cualquiera de nosotros. Adem¨¢s, sus acciones se mueven en la atractiva y fina l¨ªnea entre la legalidad y la ilegalidad. Esto favorece el desarrollo de otro punto cl¨¢sico para el drama: ?el fin justifica los medios?¡±, a?ade Encinar. Ni siquiera Rogozinski pudo controlar el destino de su propia creaci¨®n. En solo un mes, WallStreetBets pas¨® de tener dos millones de suscriptores a seis ¨Cactualmente supera los nueve¨C y hasta un magnate como Elon Musk anim¨® a sus 49 millones de seguidores en Twitter a formar parte de la comunidad que estaba arruinando a los fondos bajistas.
La agresividad de buena parte de los foreros, que profirieron insultos y amenazas de muerte contra los trabajadores de estos fondos y compartieron en Internet sus datos personales, no pilla de sorpresa al consultor. ?l mismo fue expulsado como moderador de su propia p¨¢gina web hace un a?o, como represalia por haber intentado llevar a cabo una limpieza de chats y moderadores que presum¨ªan de opiniones obscenas, racistas u hom¨®fobas. ¡°Hab¨ªa un grupo que eran directamente supremacistas blancos¡±, revela. Pero el Frankenstein al que hab¨ªa dado forma ya era mucho m¨¢s grande que ¨¦l y, adem¨¢s de boicotear el lanzamiento de su libro sobre el origen de WallStreetBets, WallStreetBets: How Boomers Made the World¡¯s Biggest Casino for Millennials (C¨®mo los Boomers hicieron del mundo el casino m¨¢s grande para los Millennials), y otras iniciativas empresariales, acabaron expuls¨¢ndolo. Pese a las decenas de llamadas recibidas por los grandes inversores de la bolsa estadounidense para que les ayudara a controlar la rebeli¨®n de los ¡®degenerados¡¯ ¨Ccomo se hacen llamar¨C, su influencia actual es anecd¨®tica y no parece tener demasiado inter¨¦s en recuperarla.
Quiz¨¢ como reclamo publicitario ante su inminente mudanza a las colinas de Los ?ngeles, Rogozinski asegura que todav¨ªa quedan muchos secretos por desvelar en su historia. ¡°Voy a ponerlo todo sobre la mesa. Algunos de los hechos van a ser extremadamente chocantes, cosas que la gente no sabe sobre m¨ª¡±, desvel¨® al WSJ. Pero, ?de verdad este sujeto y este episodio albergan tantos ingredientes dram¨¢ticos como para estimular a los estudios? Teniendo en cuenta que ya han llegado a nuestras pantallas pel¨ªculas y series sobre Harvey Weinstein o Roger Ailes, por nombrar a dos de los exponentes m¨¢s medi¨¢ticos de movimientos recientes como el #MeToo, parece que Hollywood est¨¢ decidido a dramatizar la realidad con la mayor premura posible. Ra¨²l Encinar considera que este hecho no es sino la prueba de la hiperconexi¨®n del mundo en el que vivimos. ¡°El alcance global e inmediato de los sucesos provoca que cualquier historia en la que haya una implicaci¨®n emocional a nivel mundial sea anunciada como proyecto de ficci¨®n aprovechando el tir¨®n. Adem¨¢s del ejemplo de WallStreetBets me vienen a la mente casos como el de los mineros chilenos, o el de los ni?os rescatados en la cueva tailandesa¡±, concluye. En el caso de la legi¨®n de foreros de Rogozinski, y parafraseando a Leonard Cohen, primero tomaron Manhattan¡ ahora toca el resto del mundo.
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