¡°El feminismo me salv¨® la vida¡±: as¨ª han vivido Isa Calder¨®n, Luc¨ªa Lijtmaer, Manuel Jabois y Elizabeth Duval los ¨²ltimos diez a?os
El #MeToo, la llegada del 15-M a las instituciones, el auge de la ultraderecha... Reunimos en una charla a cuatro de los grandes comunicadores de este pa¨ªs para hacer balance de todo lo transcurrido en la primera d¨¦cada de existencia de ICON
El mundo se ha ido al traste. El mundo est¨¢ mejor que nunca. El populismo es una reacci¨®n indeseable a las pol¨ªticas econ¨®micas liberales; las pol¨ªticas econ¨®micas liberales son inevitables. La izquierda se ha pasado de moda pero los pobres son m¨¢s pobres. El planeta est¨¢ condenado pero hay que imaginar un futuro. Ideas como estas vuelan, cada vez m¨¢s, m¨¢s r¨¢pido y en m¨¢s canales; cada vez m¨¢s voces tienen su propio altavoz y su propia visi¨®n de los ¨²ltimos diez a?os. Aqu¨ª es donde entran cuatro de los cronistas m¨¢s dispares de ese decenio.
Manuel Jabois (Sanxenxo, 45 a?os) no solo ha conseguido prosperar como escritor y periodista en una ¨¦poca en la que el poder¨ªo de la prensa se ha desplomado: lo ha hecho como ejemplo de hombre no aferrado al pasado en un presente en el que la imagen del hombre, en general, est¨¢ a la altura de la prensa. Isabel Calder¨®n (Madrid, 40 a?os) y Luc¨ªa Lijtmaer (Buenos Aires, 46) solo podr¨ªan haber triunfado en esta ¨¦poca: brillantes comunicadoras, se han construido su propia casa no en televisi¨®n ni radio sino con el podcast cultural Deforme Semanal, gestionado por ellas mismas y seguido por millones de fans c de hacer que los libros que ellas recomienden se agoten en librer¨ªas. Con ellas habla Elizabeth Duval (Alcal¨¢ de Henares, 23 a?os), precoz poeta, escritora, pensadora, tertuliana y, en fin, cara del futuro conciliador, diverso y reposado que, a fuerza de desearlo, acabaremos teniendo.
Juntos, repasan para ICON su mirada sobre este decenio.
ICON ?Hemos ido a mejor o a peor? Contesten desde lo social o desde lo personal.
Isabel Calder¨®n Ahora tengo 40 a?os. A los 30 era becaria. T¨² no [se?ala a Manuel Jabois] y t¨² [se?ala a Elizabeth Duval] no hab¨ªas nacido. Yo era becaria en la Cadena SER, porque no ten¨ªa curro de lo m¨ªo, de guionista. He vivido la precarizaci¨®n absoluta por la crisis de 2008. Tuve trabajos de mierda. Recuerdo: poca pasta, buscar un mont¨®n de curros, sacarme las casta?as del fuego, etc. Si tengo que pensar algo importante en general, en estos 10 a?os, para m¨ª es el 15-M. Ocurri¨® en 2011, pero fue todo el cambio de paradigma. ?Bipartidismo? Fuera. ?Corporaciones bancarias? Vamos a por ellas. ?Esperanza? El leitmotiv de toda una generaci¨®n, una esperanza, luego, completamente mal entendida por los pol¨ªticos, hombres, que nos impulsaron hacia ella. Y el feminismo, que me salv¨® la vida.
Manuel Jabois Yo siempre he tenido la sensaci¨®n, bastante inc¨®moda, de ir en contra del pa¨ªs. Cuanto mejor me iba a m¨ª, peor le iba a Espa?a. Hace diez a?os estaba trabajando en Diario de Pontevedra, con el sueldo que se tiene en un diario de Pontevedra, una ciudad peque?a. Viv¨ªa bien. Ese a?o me vine a Madrid y cambi¨® pr¨¢cticamente todo. A nivel personal me fue guay, no vine a buscarme la vida, a pelearme con nadie. Vine con un buen contrato [en El Mundo], porque me llamaron, b¨¢sicamente. A nivel pol¨ªtico, hemos degenerado bastante. Hace diez a?os era impensable la presencia de fascistas en el congreso, en Europa, gobernando en Italia y a punto de hacerlo en Francia. Entonces se disfrazaban peor, y por lo tanto, la gente los ten¨ªa m¨¢s calados.
I. C. ?No crees que todo fue primero un poco a mejor y la contrarreacci¨®n provoc¨® que fuera a peor?
Elizabeth Duval Dir¨ªa que hay cosas en el curso de la historia, de forma global, en las cuales vamos degenerando y no hay el suficiente ¨ªmpetu a la hora de pararlas como para que no se aceleren. Pienso en la crisis clim¨¢tica, en el deterioro institucional por la presencia del fascismo. Incluso los objetivos que nos ponemos para hablar de c¨®mo atajar, por ejemplo, la crisis clim¨¢tica son muy modestos.
I. C. Eso lo dir¨ªa Hannah Arendt. Eres Hannah Arendt, ?qu¨¦ te parece?
E. D. Intento hacer de m¨¦dium de qui¨¦n pueda. Pero son cosas muy modestas que adem¨¢s se suman a otros tantos asuntos sin resolver en el mundo. Como vemos ahora, con la cuesti¨®n de Gaza, Israel y Palestina, en donde los intentos del pasado por resolverlo se olvidan. Incluso hay gente que dice que no los recontextualicemos. La condena parece ser una especie de conflicto permanente en cuya resoluci¨®n nadie parece tener inter¨¦s. Ni de ese conflicto ni de las otras crisis. No es que hayamos ido a peor, porque muchas de esas cosas ya estaban presentes en distintas maneras y distintos lugares. El curso de la historia tampoco se presta a decir que va siempre a mejor o siempre a peor, a una lectura teleol¨®gica, porque hay avances y regresiones. En el siglo XX, lleg¨® el nazismo, Auschwitz y el Holocausto pero justo antes est¨¢ la Rep¨²blica de Weimar con una crisis galopante pero avances sociales.
I. C. Madre m¨ªa, Lys. ?Al Rojo Vivo!
E. D. Yo ten¨ªa 13 a?os y acababa, dos a?os antes, de mudarme a Madrid, al antiguo pueblo de Barajas Casco Hist¨®rico, porque hab¨ªa pasado la infancia en Plasencia, Extremadura. El 15-M no me lleg¨®, no nos enteramos muy bien. Si t¨² te quieres ir desde Barajas hasta la Puerta del Sol, tardas una hora. Es como si vivieras en Toledo. Me enter¨¦ mucho m¨¢s de las elecciones generales de 2011, la victoria del Partido Popular, las im¨¢genes en el balc¨®n de Rajoy.
Luc¨ªa Lijtmaer: En 2013, yo estaba en la precariedad m¨¢s absoluta. Me vine a Madrid, a buscarme la vida y a pelearme con quien tuviera que pelearme y a descubrir que los medios de comunicaci¨®n, tal y como los entendemos, est¨¢n en crisis y siguen en ella. Lo primero que a m¨ª se me ocurre de los ¨²ltimos diez a?os es la instauraci¨®n de la Ley Mordaza. Medi¨¢tica y socialmente, seguimos con ciertos postulados herederos del castigo al 15-M. Yo veo oleadas y castigos. Hay cierta relaci¨®n entre el movimiento social, el feminismo y la apertura de cosas que ahora nos parec¨ªan impensables y, a la vez, avances y castigos de la ultraderecha.
M. J. Hace diez a?os el pico de Rubiales hubiera sido un chascarrillo. ¡®No, se me fue la olla, tal¡¯. O el chico que le toc¨® el culo a la reportera de Cuatro. No estar¨ªa esposado.
I. C. El #MeToo, ?qu¨¦ importante ha sido el #MeToo!
E. D. Y c¨®mo ha sido despu¨¦s la contrarreacci¨®n. Esa especie de criminalizaci¨®n de la conversaci¨®n p¨²blica. Lo cuenta Luc¨ªa en su ensayo Ofendiditos, en Anagrama. Convertir la conversaci¨®n p¨²blica en una imagen de la caza de brujas o el chivo expiatorio, porque lo que molesta, en buena parte, es que se hable.
L. L. En el tema del feminismo tenemos dos etapas. Una primera, en 2017, donde lo importante es nombrar. Y una segunda, que es esta, que es que la instituci¨®n se haga responsable. Son dos cosas distintas. Al principio era que las personas nombr¨¢ramos, las mujeres, si hay acoso, si hay agravio, si hay violencia. Y ahora es: ¡°Bueno, y ?qui¨¦n est¨¢ detr¨¢s de eso? ?Qui¨¦n lo apoya?¡±. Creo que es un segundo movimiento. Y creo que con el tema de los fascismos pasa lo mismo. Tenemos una primera etapa con el trumpismo, donde vemos qui¨¦n llega. Y en esta segunda, qui¨¦n lo sostiene, qui¨¦n lo financia y qui¨¦n lo mantiene en pie. En 2013 hablar de fascismo, de la amenaza de la ultraderecha, nos resultaba, cuando menos, lejano.
I. C. El fascismo ha sido aupado por varios columnistas, por no decir del 80% de los columnistas de este pa¨ªs.
M. J. ?Es un producto de ellos o son esos columnistas productos de esa oleada?
E. D. No necesariamente queriendo, sino por una banalizaci¨®n.
I. C. Muchos columnistas han resignificado el feminismo como puritanismo. Que cancelamos las cosas. Cuando no existe la cancelaci¨®n.
M. J. Los cancelados est¨¢n denunciando eso en las portadas de los peri¨®dicos y en los programas de prime time.
E. D. ¡°?Las voces conservadoras est¨¢n siendo silenciadas!¡±.
ICON: Hablando de puritanismo, hay quien nota una, como m¨ªnimo, est¨¦tica m¨¢s conservadora entre los menores de 25. Mucha gente entre 18 y 25 a?os manifiesta su rechazo al sexo y a ciertos avances sociales.
E. D. Yo me cuidar¨ªa de clasificarlos como reaccionarios simplemente porque no est¨¢n en los discursos que han marcado la generaci¨®n milenial, como el poliamor, etc. S¨ª que hay cosas que contienen un germen de algo muy reaccionario: el discurso de las tradwives [esposas tradicionales, movimiento online de mujeres que celebran no trabajar y servir a sus maridos, ¡°como amas de casa de 1959¡å, seg¨²n uno de sus manifiestos], el cottagecore [idealizaci¨®n de la est¨¦tica rural]¡
I. C. Creen que son punkis, que van a contracorriente.
E. D. Creo que tiene m¨¢s que ver con las circunstancias. Cuando ten¨ªan ocho a?os: crisis de 2008. Que les acompa?a en 2009, 2010, 2011, 2012, una crisis permanente. En el momento en el que acceden a la universidad: crisis de la pandemia. Guerra en Ucrania... Las expectativas de un trabajo, de una vida estable que no sea precaria, son baj¨ªsimas¡ Hay una especie de refugio o fantas¨ªa en las im¨¢genes de lo que la mujer tradicional o el cottagecore pueden representar. Igual para los hombres, hay una cosa de bitcoin, la inversi¨®n, el holdea, holdea, holdea, que se vuelve una fantas¨ªa turboliberal: de una forma f¨¢cil vas a sortear esa precariedad. Para m¨ª es una cosa, m¨¢s que reaccionaria, escapista. Y escapista porque no se les est¨¢ ofreciendo una alternativa.
L. L. Est¨¢ bien que hables t¨² [por Duval], que est¨¢s en esa horquilla, porque, al menos yo, veo poco que hablen los miembros de esa generaci¨®n. M¨¢s que a la chavalada hablando, veo a mucha gente que lo hace por ella. Hay gente joven que est¨¢ totalmente hastiada, que est¨¢ en microburbujas vitales que no tienen que ver con los medios.
M. J. Y hasta qu¨¦ punto, al ser esta gente que ya no consume medios tradicionales, los medios tradicionales pasan de ellos. Si no nos van a traer a nadie y nadie va a a entrar a leerlos, tampoco les vamos a dar espacio en columnas ni en televisi¨®n.
I. C. Tengo que decir una cosa muy importante. La salud mental. Hay muchos hombres ahora hablando de salud mental. El propio presidente del Gobierno. Las feministas llevamos hablando de los cuidados, de la salud mental, salud mental gratuita y seguridad social, de valiums y de sertralina... millones de a?os.
E. D. Me parece mal la forma en la que se habla de salud mental, con frivolidad. Fomentando incluso un modelo existencialista, en el cual parece que vas a resolverlo todo con m¨¢s psic¨®logos, m¨¢s psiquiatras. Eso es horroroso porque no est¨¢s atendiendo a cu¨¢les son las condiciones que provocan que la gente est¨¦ mal en la sociedad. Que no tiene nada que ver con eso, tienen que ver con angustia, con la inflaci¨®n, con la seguridad, el precio de la vida.
ICON Hablando con comunicadores, es obligado preguntar qu¨¦ opinan de la atomizaci¨®n de la cultura, del consumo desde microburbujas de productos culturales.
L. L. Puede parecer muy neoliberal, pero acabar con el intermediario es muy positivo para cierta relaci¨®n con el p¨²blico. Si t¨² rompes con el intermediario y vas a las fuentes que te interesan sin pasar por un cortapisas, mantienes una relaci¨®n mucho m¨¢s directa con lo que te interesa.
I. C. Y adem¨¢s, ?qu¨¦ pasa? Acu¨¦rdate cuando naci¨® internet: se va a acabar el papel, se va a acabar el papel. Cada cierto tiempo, los cr¨ªticos de cine siempre dice que se acaba el cine, se acaba el cine. Simplemente hay nuevas plataformas, nuevas maneras de consumir cultura.
M. J. Probablemente se consuman m¨¢s pel¨ªculas que nunca y m¨¢s series que nunca. Queremos historias, queremos ficciones. El s¨¢bado fui y no hab¨ªa entradas para Oppenheimer en los cines, tuvimos que ir a otro. Eso s¨ª, una pastaza importante. Para gente con otro sueldo, pues probablemente tenga problemas.
E. D. Pensando en esto, muchas veces la gente, cuando nos ve, cuando me ve, por ejemplo, en la televisi¨®n, se imagina una cuenta bancaria absolutamente descabellada. Se imagina que no tienes dificultades. Se imaginan un m¨²ltiplo de la cuenta bancaria que tengo. Especialmente si provienes, digamos, de una familia trabajadora y no has tenido cobertura y te dedicas a la divulgaci¨®n cultural.
I. C. Pero ya est¨¢ bien de remakes. La posmodernidad se ha terminado, ?podemos por favor hacer productos originales?
L. L. Tambi¨¦n hay series de mayores de 45, de mujeres mayores de 45 a?os incluso, con personajes interesantes. Han vuelto los actores y las actrices de car¨¢cter. No la idea de que solo Angelina Jolie hace pel¨ªculas.
I. C. Que ya no hace.
L. L. Bueno, ahora va a hacer de Maria Callas.
I. C. Pues f¨ªjate.
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