Los pa¨ªses del Sur se unen contra el plan migratorio de la UE

El debate migratorio europeo profundiza en su din¨¢mica de bloques. Los pa¨ªses de Visegrado ¡ªPolonia, Hungr¨ªa, Rep¨²blica Checa y Eslovaquia¡ª siguen encabezando la postura m¨¢s esc¨¦ptica contra cualquier plan que suponga repartir las cargas derivadas de la inmigraci¨®n. Pero un nuevo frente con intereses comunes gana fortaleza en el Sur. Cinco pa¨ªses de la frontera meridional europea ¡ªEspa?a, Italia, Grecia, Malta y Chipre¡ª han fijado una postura com¨²n contra la reforma impulsada por la presidencia b¨²lgara de la UE. Seg¨²n ese plan, basado en una propuesta de la Comisi¨®n Europea, los pa¨ªses receptores, entre los que se cuentan sobre todo los mencionados Estados sure?os, deber¨¢n hacerse responsables de los demandantes de asilo durante 10 a?os en lugar de los seis meses que marca la actual ley. Un periodo que esos cinco pa¨ªses consideran excesivo y exigen reducir a un m¨¢ximo de dos a?os.

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El documento consensuado por los cinco pa¨ªses del Sur, revelado este viernes por Politico, contiene 13 demandas de car¨¢cter t¨¦cnico con las que pretenden tomar partido en el debate sobre la cuesti¨®n, que tendr¨¢ su momento ¨¢lgido en la pr¨®xima cumbre europea de finales de junio en Bruselas. La petici¨®n de m¨¢s solidaridad a sus aliados comunitarios es el mensaje recurrente desde los grandes destinos de los refugiados. Y tiene precedentes. El pasado enero, durante la cumbre de pa¨ªses del Sur celebrada en Roma, los cinco Estados que han elaborado el escrito ya reclamaron junto a Portugal y Francia que los socios comunitarios compartan la carga de la inmigraci¨®n irregular.

El resultado de las elecciones italianas de marzo, en las que una fuerza xen¨®foba como la Liga Norte experiment¨® un importante aumento de apoyos, eleva presi¨®n a la demanda. Para muchos, el hecho de que Italia haya recibido cientos de miles de desembarcos durante dos a?os sin obtener de Europa el apoyo que Roma habr¨ªa deseado,?pese a sus llamamientos a no mirar hacia otro lado, han sido claves para explicar el despegue populista. El margen tampoco es amplio en la Alemania de Angela Merkel. AfD ha logrado el mejor resultado para la extrema derecha desde la Segunda Guerra Mundial explotando la pol¨ªtica de ayudas a los refugiados de la canciller. Y la cartera de Interior est¨¢ en manos de la CSU, el partido hermano?de la Uni¨®n Cristianodem¨®crata (CDU), y representante del ala m¨¢s dura contra la inmigraci¨®n entre las filas conservadoras.

Mientras tanto, la Comisi¨®n Europea, la gran partidaria de la fracasada pol¨ªtica de cuotas ¡ªtermin¨® en septiembre con 30.000 refugiados repartidos de los 160.000 previstos¡ª, quiere emplear el dinero como incentivo ¡ªo castigo, seg¨²n se mire¡ª, y estudia que el presupuesto de la UE entregue m¨¢s fondos a las regiones que han acogido a un mayor n¨²mero de solicitantes de asilo. Los pa¨ªses de Visegrado, reforzados por la clara victoria de Viktor Orban en Hungr¨ªa, no quieren ni o¨ªr hablar de resucitar ese sistema de reparto, ni siquiera en la versi¨®n menos ambiciosa por la que apuestan varios pa¨ªses de la UE. Por ahora, han preferido rascarse el bolsillo aportando a Italia 35 millones de euros para asistencia a refugiados en Libia o hacer contribuciones al fondo para ?frica. En medio de ese escenario de desencuentro, los l¨ªderes europeos cuentan con dos meses para acercar posturas antes de verse las caras en la reuni¨®n prevista en la capital belga.