La polic¨ªa federal de fronteras que propone Juncker suscita reticencias en los pa¨ªses del Sur
Espa?a se reserva por ahora el visto bueno a la iniciativa a la espera de todos los detalles
El proyecto de la Comisi¨®n Europea para federalizar el control de las fronteras exteriores de la UE levanta dudas y reticencias en varios pa¨ªses y, muy en particular, en los del sur del continente. La iniciativa, que se har¨¢ oficial este mi¨¦rcoles durante el discurso anual del presidente de la Comisi¨®n sobre el Estado de la Uni¨®n, pretende convertirse en un hist¨®rico salto en la consolidaci¨®n de un espacio europeo de libertad de movimiento sin fronteras interiores. Pero el establecimiento de una polic¨ªa federal de fronteras que plantear¨¢ Jean-Claude Juncker ante el pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo supone perder en parte la autoridad nacional sobre una zona muy sensible del territorio.
Los pa¨ªses meridionales, entre ellos, Espa?a, ya se resistieron en 2015 a un proyecto similar pero de alcance m¨¢s modesto. Bruselas conf¨ªa en que la reciente crisis migratoria haya disipado parte del rechazo. "Ha llegado la hora de convertir Frontex [Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas] en una aut¨¦ntica polic¨ªa de fronteras", se?alan fuentes del organismo comunitario. Y aseguran que las crisis de este verano, con el caso prominente de las personas rescatadas por el barco Aquarius (rechazadas por Italia, desembarcadas en Espa?a y repartidas entre varios pa¨ªses europeos), han marcado un punto de no retorno hacia la europeizaci¨®n de la gesti¨®n migratoria.?
Pero los pa¨ªses del Sur, seg¨²n las fuentes consultadas, mantienen su inquietud, entre otras cosas, porque el nuevo plan de la Comisi¨®n, adelantado por EL PA?S el pasado viernes, resulta mucho m¨¢s ambicioso. La Comisi¨®n no se conforma ya con una Guardia europea basada en la mera aportaci¨®n voluntaria de recursos nacionales y supeditada siempre a la autoridad del pa¨ªs donde opere.
El nuevo proyecto legislativo va mucho m¨¢s lejos y aboga por dotar a la Guardia europea de amplias competencias en ¨¢reas como el control de los flujos migratorios irregulares desde fuera de la UE, la devoluci¨®n de irregulares a sus pa¨ªses de origen, la detecci¨®n de los pasos ilegales entre pa¨ªses del club y la lucha contra los canales de tr¨¢nsito en pa¨ªses terceros.
Fuentes del Gobierno espa?ol se reservan de momento su valoraci¨®n sobre el plan, a la espera de conocer todos los detalles oficiales. El Ejecutivo de Pedro S¨¢nchez calibra su posici¨®n en un debate tan vol¨¢til como pol¨ªticamente explosivo y que puede evolucionar r¨¢pidamente en los pr¨®ximos d¨ªas.
El mi¨¦rcoles, tras el anuncio de Juncker, S¨¢nchez recibir¨¢ en Madrid al primer ministro austriaco y presidente semestral de la UE, el conservador Sebastian Kurz, destacado representante del ala m¨¢s dura del continente en pol¨ªtica migratoria. Y la pr¨®xima semana, a instancias del propio Kurz, se reunir¨¢ en Salzburgo el Consejo Europeo, una cumbre informal en la que se espera alcanzar un consenso que supere la descomunal brecha abierta por las crisis migratorias desde 2015.
El Gobierno de S¨¢nchez se ha alineado claramente en el bando de Alemania y Francia, partidario de avances en la integraci¨®n europea frente al repliegue nacionalista de pa¨ªses como Italia, Holanda o Austria. Pero en materia migratoria y de gesti¨®n de fronteras las l¨ªneas no son tan claras. Todos los pa¨ªses, reconoce una fuente comunitaria, defienden una "respuesta europea", pero los de primera l¨ªnea fronteriza reclaman fondos comunitarios y reparto de emigrantes mientras que los del interior apuestan por centralizar el control de la frontera exterior.
Los pa¨ªses de la periferia temen perder no solo la soberan¨ªa sobre una parte del territorio, sino tambi¨¦n la supervisi¨®n de una pol¨ªtica que implica importantes y estrechas relaciones con pa¨ªses terceros, como es el caso de Espa?a con Marruecos o de Italia con Libia y T¨²nez. La irrupci¨®n de Bruselas en ese delicado tejido de contactos podr¨ªa resultar contraproducente para los intereses de los pa¨ªses m¨¢s expuestos.
Pero la Comisi¨®n de Juncker parece dar por superados esos temores y se decanta claramente por la tendencia centralizadora. El tremendo salto en la comunitarizaci¨®n de la pol¨ªtica migratoria llegar¨ªa acompa?ado de una dotaci¨®n presupuestaria mucho m¨¢s abultada.
La Comisi¨®n ya propuso el pasado mes de junio multipicar casi por tres, hasta los 34.900 millones de euros, el presupuesto para gesti¨®n de migraci¨®n y fronteras exteriores en el pr¨®ximo periodo presupuestario (2021-2027) en relaci¨®n con el periodo actual (2014-2020).
El plan incluye reforzar la agencia Frontex, para la que se reservan 12.000 millones de euros con los que se pretende financiar, entre otras cosas, un cuerpo de 10.000 efectivos a partir de 2020. En la actualidad, apenas cuenta con 1.500.
Por primera vez se a?ade, adem¨¢s, un fondo especializado para la gesti¨®n de fronteras que contar¨¢, seg¨²n la propuesta, con 9.300 millones de euros. Bruselas no oculta que la principal finalidad de esa partida ser¨¢ blindar el per¨ªmetro exterior de la zona Schengen (de libre circulaci¨®n) para evitar una reintroducci¨®n de los controles fronterizos como ocurri¨® durante la crisis migratoria de 2015. Todav¨ªa hoy, con los flujos claramente en descenso, se mantienen controles en seis pa¨ªses de la zona Schengen (Francia, Alemania, Austria, Dinamarca, Suecia y Noruega).
Otros 10.400 millones de euros nutrir¨¢n un Fondo de Asilo y Migraci¨®n, una partida que pretende contribuir, entre otras cosas, a aumentar el n¨²mero de retornos efectivos de personas sin derecho legal de residencia. El ratio de devoluciones ser¨¢ el criterio de m¨¢s peso a la hora de repartir este fondo entre los pa¨ªses de la UE, seg¨²n las normas propuestas por la Comisi¨®n.
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