¡°La mayor amenaza para la democracia es darla por hecho¡±
Wolfgang Sch?uble conf¨ªa en la fortaleza de las instituciones de Alemania y de la UE para afrontar la inestabilidad y los populismos
Wolfgang Sch?uble lo ha sido casi todo en la pol¨ªtica alemana y tambi¨¦n en la europea, donde ha encarnado el papel de guardi¨¢n de la ortodoxia financiera. Desde hace un a?o, preside el Bundestag alem¨¢n, agitado por el populismo de derechas y por una fragmentaci¨®n pol¨ªtica que ha desatado una crisis que no amaina. Sch?uble es consciente de que Alemania ha dejado de ser un referente de estabilidad pol¨ªtica para toda Europa.
Las luchas internas de la gran coalici¨®n de Gobierno y sobre todo, la irrupci¨®n de la ultraderecha (Alternativa por Alemania, Afd) han desestabilizado un sistema que este pol¨ªtico conservador, conoce como pocos. El presidente del Parlamento recibe a EL PA?S, La Repubblica y Le Figaro en su oficina del Bundestag de Berl¨ªn, cuyos pasillos recorre desde hace 46 a?os.
Mide muy bien sus respuestas, tal vez acostumbrado a sus d¨ªas de arquitecto de la zona euro, en los que una coma suya era capaz de mover mercados. Pero de sus palabras y tambi¨¦n de sus omisiones se intuye que asistimos al fin de una era en Alemania; la que se inaugur¨® con el mandato de Merkel hace 13 a?os.
A sus 76 a?os, Sch?uble irradia una vitalidad envidiable y se mueve en silla de ruedas tras sufrir un atentado en los noventa. Aqu¨ª en Alemania sigue siendo un pol¨ªtico muy valorado, al que en momentos de crisis como el actual muchos alemanes escuchan con atenci¨®n. ¡°La mayor amenaza para la democracia es darla por hecho¡±, advierte.
Pregunta. Durante a?os, Alemania ha sido un ancla de estabilidad para Europa y para el mundo. Ahora, salta de una crisis pol¨ªtica a la siguiente. ?C¨®mo explica usted esta inestabilidad?
Respuesta. Todav¨ªa somos un pa¨ªs relativamente estable para los est¨¢ndares internacionales. Pero tanto en Europa como en Norteam¨¦rica, este modelo de democracia y de Estado de derecho est¨¢ un poco m¨¢s bajo presi¨®n y los partidos tradicionales tambi¨¦n. La raz¨®n probablemente es doble. La mayor amenaza para la democracia es darla por hecho. Los economistas llaman a esto complacencia. Durante 70 a?os hemos tenido en Europa paz, estabilidad y crecimiento econ¨®mico. Sorprendentemente, en una encuesta reciente la gran mayor¨ªa de los preguntados en Europa dec¨ªan que la situaci¨®n en su pa¨ªs era mejor que nunca, pero cuando se les preguntaba si a sus hijos les ir¨¢ mejor, la respuesta, al contrario de otras generaciones dec¨ªan que no lo cre¨ªan.
P. ?Cu¨¢l es la segunda raz¨®n?
R. Estos cambios incre¨ªblemente r¨¢pidos y profundos, consecuencia de las formas de comunicaci¨®n modernas, transforman no solo la econom¨ªa y los mercados financieros, sino tambi¨¦n nuestra sociedad y nuestros sistemas pol¨ªticos. La globalizaci¨®n crece. Adem¨¢s, hay un creciente escepticismo sobre la eficiencia de la Uni¨®n Europea. A eso se le suma que tenemos algo que ya no cre¨ªamos posible: un nuevo partido a la derecha. Todo esto llega en un momento en el que la CDU/CSU [bloque conservador que lidera Angela Merkel] ha gobernado durante un tiempo excepcionalmente largo y exitoso. Pero en los sistemas humanos, todo tiene siempre su tiempo y hay alg¨²n momento en el que se sienten los efectos de una cierta fatiga con el paso del tiempo. El efecto es conjunto, no hay m¨¢s que observar el caso de los socialdem¨®cratas en Europa.
P. Recientemente usted alud¨ªa al final de la era Merkel.
R. Yo no he dicho eso. Yo solo digo que con el tiempo surgen siempre dificultades.
P. Pero la crisis existe en su partido.
R. Las crisis son buenas; nada avanza sin crisis.
P. En Berl¨ªn se habla de la posibilidad de que Merkel ceda el liderazgo del partido en el congreso de diciembre como primer paso hacia una posible sucesi¨®n.
R. Merkel piensa que la sucesi¨®n se decidir¨¢ cuando llegue el momento. Ha sido elegida para este periodo legislativo y ha dicho claramente que ella cree que fue un gran error cuando el canciller Schr?der, que se enfrent¨® a dificultades en su partido, entreg¨® la presidencia del partido. Ella no piensa repetir ese error. Yo comparto esa opini¨®n. Merkel tiene un estilo de liderazgo que se caracteriza ¡ªy ella misma lo ha explicado¡ª por el que le gusta comprometerse lo m¨¢s tarde posible. Mantiene abiertas el mayor n¨²mero de opciones posibles hasta el final. No se va a comprometer antes de tiempo.
P. ?Gobernar¨¢ hasta el final de la legislatura?
R. Ha sido elegida, y la Constituci¨®n establece, fruto en parte de la experiencia del fracaso de la Rep¨²blica de Weimar, que los cancilleres tienen una posici¨®n muy fuerte. Desde la I Guerra Mundial, siempre hab¨ªa minor¨ªas capaces de derribar al canciller, como en Italia, y siempre dificultades para alcanzar mayor¨ªas para elegir a un canciller. Ahora, la Constituci¨®n de la Rep¨²blica Federal establece la moci¨®n de censura constructiva. Es decir, un canciller elegido solo puede ser derribado eligiendo a un nuevo canciller. No puedo predecir el curso de esta legislatura, pero pase lo que pase, nuestras instituciones son fuertes y las crisis son siempre oportunidades.
P. ?La elecci¨®n de un jefe parlamentario en la CDU distinto del candidato de Merkel es un s¨ªntoma de la debilidad de la canciller?
R. La elecci¨®n de [Ralph] Brinkhaus fue una peque?a sorpresa. Por supuesto que en el partido despu¨¦s de un largo periodo de ¨¦xito hay tambi¨¦n un deseo de cambio. Cuando no se quieren grandes cambios, la elecci¨®n de un nuevo jefe del grupo parlamentario es una oportunidad ideal.
P. Ustedes se sientan junto a Afd en el Parlamento desde hace un a?o. Desde la violencia en Chemnnitz, crece la preocupaci¨®n acerca de los v¨ªnculos de Afd con el movimiento neonazi. ?Le preocupa este ascenso extremista? ?Corre peligro la democracia alemana?
R. El mayor peligro es que demos la democracia por hecho. Ahora ya no es como antes, cuando pens¨¢bamos que despu¨¦s de Hitler nunca tendr¨ªamos un nuevo partido a la derecha en Alemania. Ahora lo tenemos, como en otros pa¨ªses europeos. Pero la democracia no corre peligro, lo podemos manejar. Mi papel como presidente es que todos [los partidos] tengan los mismos derechos y las mismas obligaciones en el Parlamento. Dentro de Afd hay diferencias. Unos dicen que son un partido conservador moderado y otros hacen causa com¨²n con gente que en ocasiones son verdaderos neonazis. Insistimos en que el consenso constitucional debe aplicarse en nuestro pa¨ªs.
P. ?Puede la CDU evitar la discusi¨®n sobre si podr¨ªa coaligarse con Afd cuando se convierta en primera y segunda fuerza por ejemplo en el Este?
R. La negativa es clara y no es algo que est¨¦ en cuesti¨®n. No se lucha contra ellos diciendo que en caso de emergencia formar¨ªas con ellos una coalici¨®n.
P. ?Fue la decisi¨®n de Merkel de abrir las fronteras en 2015 un error?
R. No. Creo que hubo buenas razones y pocas alternativas para la decisi¨®n de 2015. Los refugiados estaban ya en la estaci¨®n de Budapest. El problema es que no se evitaron lo suficientemente r¨¢pido las falsas interpretaciones en la Red de que Alemania estaba abierta para todo el mundo. Pero la crisis de refugiados est¨¢ bajo control, gracias tambi¨¦n a la cooperaci¨®n europea.
P. La crisis del euro, la de los refugiados. ?Ser¨¢ capaz Europa de sobrevivir?
R. Europa ser¨¢ capaz de sobrevivir a estos retos, pero ?frica seguir¨¢ siendo nuestro continente vecino y el Mediterr¨¢neo nuestro mar interior.
P. ?C¨®mo puede Europa superar la crisis?
R. La unidad europea siempre ha salido fortalecida de las crisis. Superamos la Guerra, el Tel¨®n de Acero¡ Cuando vemos que tantas personas en el mundo sue?an con vivir en Europa y cuando tantos gobernantes del mundo temen que su propio pueblo desee vivir con nuestra libertad, nuestro Estado de derecho y la protecci¨®n de la democracia y la dignidad humana, entonces los europeos no debemos ser timoratos.
P. Pero Europa est¨¢ m¨¢s dividida que nunca. ?Es posible llegar a acuerdos con [el primer ministro h¨²ngaro Viktor] Orb¨¢n o con [el vicepresidente italiano Matteo] Salvini?
R. Siempre hay que respetar a los pol¨ªticos que han sido elegidos en sus pa¨ªses. Hay que intentar hablar con ellos sin adoptar sus posiciones.
P. ?Ser¨¢n las elecciones europeas del a?o que viene un punto de inflexi¨®n?
R. Durante la crisis griega, el entonces presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, me dijo: 'Wolfgang, esta va a ser la peor crisis desde la Gran depresi¨®n. Y yo le dije: Jean-Claude, la Segunda Guerra Mundial tambi¨¦n fue mala. S¨¦ que la situaci¨®n es peligrosa, pero creo que podemos gestionar esta crisis porque hemos superado crisis mayores. Tambi¨¦n s¨¦ que hay mucha preocupaci¨®n acerca de que c¨®mo va a ser la mayor¨ªa en el Parlamento Europeo. Creo que debemos aprovechar el impulso de Macron para trabajar m¨¢s en esa direcci¨®n. En Alemania, hemos necesitado mucho tiempo para formar gobierno y que ahora tenemos nuestras crisis. S¨¦ que algunos socios miran a Alemania con preocupaci¨®n, pero estamos intentando mejorar las cosas.
Matar las reformas
P. ?Ha matado Merkel todos los planes europeos de Macron?
R. No. Ella sabe que Europa necesita una nueva din¨¢mica. La cuesti¨®n es qui¨¦n lo puede lograr. Una parte importante de las reformas sociales y econ¨®micas son, seg¨²n las leyes europeas competencia de los Estados Miembros. Yo siempre he dicho que estoy a favor de la solidaridad, pero eso no debe enviar los incentivos incorrectos. Lo que no puede hacer Europa lo deben hacer los Estados miembros, y ah¨ª, hemos retrocedido un poco. Adem¨¢s, para algunas reformas habr¨ªa que ceder soberan¨ªa y cambiar los tratados.
P. Pero hace un a?o, usted se mostr¨® partidario de un ministro de Finanzas europeo, de un fondo para la eurozona. ?Todo eso ha muerto?
R. Yo estoy a favor de completar la uni¨®n bancaria y para eso no hay que cambiar los tratados. Pero si creas un presupuesto [para la eurozona], tiene que haber tambi¨¦n un Parlamento al que se le transfieran las competencias. Y lo mismo para un ministro, no basta el t¨ªtulo, tiene que tener competencias. O lo haces intergubernamental a trav¨¦s de acuerdos entre los Estados Miembros, o lo haces europeo.
P. En Alemania siguen aferrados al d¨¦ficit cero.
R. Los socialistas se inclinan a pensar que cuando el Estado gasta, se solucionan todos los problemas, pero nunca ha funcionado. Nuestro problema es que la ejecuci¨®n de las inversiones es demasiado lenta por el peso del proceso jur¨ªdico y la burocracia.
P. Pronto se cumplir¨¢n 30 a?os de la ca¨ªda del muro. La extrema derecha es all¨ª ahora muy fuerte. ?Qu¨¦ ha ido mal?
R. La transformaci¨®n de los pa¨ªses del antiguo Pacto de Varsovia es mucho m¨¢s dif¨ªcil de lo que imaginamos en 1990. En Alemania ha ido mejor, pero tenemos un problema demogr¨¢fico significativo ligado a la migraci¨®n interior y al desarrollo desigual en las regiones. Tenemos experiencias muy distintas tras 40 a?os de divisi¨®n y dos dictaduras. Pero cuando dos personas menores de 30 a?os se encuentran, salvo por el dialecto, no reconocer¨ªas si vienen del norte de Alemania, del sur, de Baden-W¨¹rttemberg o de Mecklemburgo. Somos diferentes, pero ya no es el Este contra el Oeste. Se ha hecho bastante bien.
Espa?a, un socio importante
Pregunta. El auge populista es en parte una consecuencia, seg¨²n numerosos observadores de la pol¨ªtica de austeridad de la que usted es el m¨¢ximo representante. ?Se arrepiente de haber impuesto esa doctrina en Europa?
Respuesta. No, el populismo en Europa tiene otras causas. Tiene que ver con evitar enfrentarse a la realidad. Esto se aplica a la migraci¨®n, para los que no entienden que en este mundo crecemos juntos y que para muchos es atractivo venir aqu¨ª. No queremos construir muros como otros. Ya hemos tenido suficientes muros en Alemania. Pero cuando se hacen promesas poco realistas, avivas el populismo y la demagogia. Nosotros solo tratamos de aplicar el pacto de estabilidad. Si le pregunta a mi antiguo colega, [Luis] De Guindos, ¨¦l siempre ha dicho que sanear el pa¨ªs y el presupuesto, es la base para un crecimiento sostenible.
P. Alemania considera a Espa?a el alumno aplicado que ha hecho bien las reformas
R. Espa?a no es nuestro alumno. Nadie es nuestro alumno. Espa?a es un socio importante.
P. Lo cierto es que en Espa?a, el desempleo y la desigualdad son enormes. ?A¨²n piensa que las reformas y los recortes fueron los adecuados?
R. Ustedes han tenido un cambio de Gobierno y yo no soy ministro de Finanzas desde hace un a?o. Pero creo que en los a?os en que fui ministro [2009-2017] y trabaj¨¦ junto con los colegas espa?oles tuvimos posiciones comunes con Espa?a: la convicci¨®n de que una pol¨ªtica fiscal y presupuestaria s¨®lida es un requisito para el crecimiento. En Alemania lo hemos demostrado desde 2009. El pacto de estabilidad deja suficiente margen de maniobra.
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