EE UU da un ultim¨¢tum a Europa para que rectifique su plan de defensa
Washington exige que sus empresas participen en el desarrollo de armamento de la UE
Estados Unidos ha pasado de la presi¨®n al ultim¨¢tum para que Europa cambie el rumbo de su incipiente pol¨ªtica de defensa y la mantenga estrechamente vinculada a los intereses de Washington, que exige participar en los proyectos de armamento, lo que rechaza Bruselas por temor a quedar atrapada en la normativa estadounidense de exportaci¨®n de material militar. La tensi¨®n ha alcanzado tal nivel que la Administraci¨®n de Donald Trump ha advertido a la UE de que se expone a quedarse sola ante amenazas como Rusia si sigue adelante con su plan, seg¨²n documentaci¨®n a la que ha tenido acceso este peri¨®dico.
El ultim¨¢tum se produjo el pasado 22 de mayo en Washington. ¡°Cuando se produzca una crisis y si vuestras defensas fracasan, vuestros ciudadanos no se van a sentir muy impresionados por el hecho de que el armamento adquirido fuera solo de los pa¨ªses europeos¡±, advirti¨® Michael Murphy, m¨¢ximo responsable para Europa de la Administraci¨®n estadounidense, durante un explosivo encuentro entre las dos partes en Washington, seg¨²n la documentaci¨®n a la que ha tenido acceso este peri¨®dico. El choque transatl¨¢ntico tuvo lugar durante la visita a la capital de EE UU del comit¨¦ de embajadores europeos de pol¨ªtica y seguridad (un ¨®rgano llamado COPS), que se desplaz¨® en pleno para reunirse con altos cargos de la Administraci¨®n de Trump.
La cita pretend¨ªa acercar posiciones tras varios meses de rifirrafe sobre las normas del futuro Fondo Europeo de Defensa (FED) y de los proyectos de armamento de la llamada Cooperaci¨®n Permanente Estructurada (Pesco, en sus siglas en ingl¨¦s). Washington considera que las normas europeas son demasiado restrictivas (en materia de propiedad intelectual, transferencia de tecnolog¨ªa y control de exportaci¨®n) e impedir¨¢n la participaci¨®n de sus empresas en el desarrollo de armamento en Europa. Pero el encuentro se sald¨® con un serio ultim¨¢tum para que la UE enmiende las normas reci¨¦n aprobadas. ¡°Si el lenguaje de la legislaci¨®n sobre el FDE y las directrices de Pesco no se cambian, entonces la UE tendr¨¢ que elegir: o renuncia a utilizar las mejores capacidades tecnol¨®gicas que existen o desarrolla las suyas propias¡±, advirti¨® a los embajadores europeos Michael Murphy, subsecretario del Departamento de Estado para Europa.
El dilema de Murphy pretende obligar a la UE a elegir entre el riesgo de enfrentarse en solitario a un entorno crecientemente inestable o duplicar capacidades que ya estar¨ªan disponibles a trav¨¦s de la OTAN. El subsecretario record¨® que Occidente se enfrenta de nuevo, tras el fin de la postguerra fr¨ªa, a naciones hostiles. Y una de ellas, en alusi¨®n a Rusia, ¡°tiene frontera f¨ªsica con la UE y constituye una amenaza f¨ªsica directa a sus Estados miembros¡±.
Murphy advierte a los diplom¨¢ticos europeos de que ¡°cualquier crisis importante en Europa requerir¨¢ irremisiblemente una respuesta con EE UU, Canad¨¢, Reino Unido y Noruega¡±. Esa ayuda de los aliados podr¨ªa no llegar si, como asegura Washington, los planes militares de la UE hacen que las industrias de armamento de ambas partes ¡°no puedan trabajar juntas¡±. ¡°Y que, quiz¨¢, nuestros ej¨¦rcitos se vuelvan menos interoperativos y no puedan combatir juntos¡±, a?ade. Murphy remata su advertencia invocando la previsible ira de las opiniones p¨²blicas europeas si el Viejo Continente se ve desbordado por un conflicto de gran envergadura. Sus palabras suponen la mayor amenaza lanzada por Washington desde que Bruselas comenz¨® a impulsar la Uni¨®n de la Defensa.
EE UU deja claro que si el proyecto sigue adelante con su dise?o actual, la UE tendr¨¢ que defenderse con su propio armamento, lo que puede dejar a Europa en franca inferioridad. Fuentes de la Comisi¨®n enmarcan el encontronazo en la escalada de presi¨®n de Washington desde que se han acelerado los preparativos del Fondo de Defensa Europeo, con una dotaci¨®n prevista de 13.000 millones de euros entre 2021 y 2027, y la selecci¨®n de los primeros 34 proyectos de la Pesco, desde drones a helic¨®pteros de combate.
R¨¦plica de Bruselas
En el ¨²ltimo trimestre de 2018, EE UU plante¨® las primeras objeciones y logr¨® que los Gobiernos de la UE flexibilizaran el borrador de las normas para facilitar la participaci¨®n de pa¨ªses terceros. Pero a principios de 2019, el texto se volvi¨® a endurecer y se introdujeron las ¡°p¨ªldoras envenenadas¡±, en palabras de Murphy, que han puesto en pie de guerra diplom¨¢tica a EE UU. La protesta subi¨® de tono y por escrito el 1 de mayo, con una carta del Departamento de Defensa a Federica Mogherini, Alta Representante de Pol¨ªtica Exterior. La misiva ya amenazaba con represalias como restringir el acceso de las empresas europeas a su mercado militar y evidenciaba la preocupaci¨®n tras el acuerdo preliminar, en abril, entre el Consejo y el Parlamento Europeo sobre el reglamento del Fondo.
La Comisi¨®n respondi¨® a Washington con un detallado alegato que pretend¨ªa demostrar la compatibilidad de la Uni¨®n de la Defensa con los compromisos de la OTAN. Bruselas defiende que el Fondo y la Pesco son complementarios con las capacidades de la Alianza y niega que las normas europeas vayan a frenar la cooperaci¨®n entre las industrias militares. La r¨¦plica de Bruselas no ha hecho sino enconar los ¨¢nimos. ¡°Algunas de las respuestas que hemos recibido est¨¢n basadas en informaci¨®n inexacta¡±, reproch¨® Murphy. ¡°Quiero ser claro con ustedes. EE UU no podr¨ªa apoyar ni el Fondo ni Pesco si se desarrollan de la manera que parece que lo har¨¢n, seg¨²n indican claramente los textos legislativos y regulatorios actuales¡±. El riesgo de una paz fr¨ªa transatl¨¢ntica nunca ha sido tan alto.
Recelos ante otro posible ¡®efecto Airbus¡¯
El desarrollo de una industria europea de defensa podr¨ªa amenazar a largo plazo el dominio absoluto de Estados Unidos sobre un mercado armament¨ªstico que supone una de las grandes bazas exportadoras de la potencia transatl¨¢ntica. Bruselas atribuye la resistencia de Washington a una pol¨ªtica europea de defensa independiente al deseo de preservar esa important¨ªsima baza comercial. Y la propia Administraci¨®n de Donald Trump parece corroborar esa tesis.
¡°La UE y muchos de sus Gobiernos han presentado las iniciativas europeas de defensa como parte de la pol¨ªtica europea de seguridad, y nosotros lo cre¨ªmos¡±, se?al¨® Michael Murphy, subsecretario de Estado de EE UU para asuntos europeos, durante el encuentro con el Comit¨¦ de pol¨ªtica y seguridad de la UE (COPS) en Washington el pasado 22 de mayo. Pero Murphy a?adi¨® que ten¨ªa sospechas de otros movimientos. ¡°Al menos algunos de vosotros est¨¢is desarrollando una pol¨ªtica industrial bajo la fachada de una pol¨ªtica de seguridad¡±, afirm¨® el alto cargo, seg¨²n la transcripci¨®n de la cita con los embajadores europeos de seguridad en Washington.
EE UU parece temer que se repita el fen¨®meno de Airbus, la compa?¨ªa que un 29 de mayo de 1969 lanz¨® el proyecto del A300 para intentar competir con Boeing, la compa?¨ªa estadounidense que por entonces dominaba por completo el mercado mundial de fabricaci¨®n de aviones comerciales. Medio siglo despu¨¦s, Airbus ha arrebatado a Boeing el 50% del mercado.
El precedente del euro, que en solo 20 a?os aspira ya a rivalizar con el d¨®lar como moneda de referencia mundial, a?ade fuerza a la posible amenaza de una potente industria europea de defensa.
La Administraci¨®n de Donald Trump parece dispuesta a que, en el caso de la defensa, el embri¨®n europeo no empiece siquiera a brotar. Los peque?os proyectos anunciados por la UE y sus normas para garantizar que se reservan a la industria europea ¡°son como una bola de nieve que crece a medida que baja por la ladera¡±, lament¨® Murphy durante su encuentro con el COPS.
La hiperpotencia de su industria militar permite ahora a EE UU copar a?o tras a?o en torno al 80% del mercado mundial de exportaciones de armamento, un negocio que ha movido de media anual unos 150.000 millones de euros entre 2006 y 2016, seg¨²n los datos del informe del a?o pasado del Departamento de Estado estadounidense sobre gasto militar y transferencia de armas. En 2016, el ¨²ltimo ejercicio contabilizado, las exportaciones de Estados Unidos alcanzaron los 135.000 millones de euros. Las europeas apenas llegaron a 16.000 millones de euros en el mismo a?o.
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