Turqu¨ªa hace encaje de bolillos para tratar de reconducir las relaciones con EE UU
Erdogan ofrecer¨¢ a Biden una soluci¨®n para el despliegue de su sistema de misiles ruso, mientras trata de equilibrar las relaciones con Mosc¨² tras irritar a Putin con su apoyo a Ucrania
Cuatro meses tard¨® Joe Biden en cogerle el tel¨¦fono a Recep Tayyip Erdogan desde que se confirm¨® su elecci¨®n como presidente de Estados Unidos, muestra del mal estado de las relaciones entre ambos pa¨ªses, anta?o estrechos aliados. Finalmente, fue el estadounidense quien llam¨® a su hom¨®logo turco, el pasado 23 de abril, para informarle de que al d¨ªa siguiente reconocer¨ªa como ¡°genocidio¡± las matanzas de armenios a manos del Imperio otomano en 1915, algo que ning¨²n mandatario estadounidense hab¨ªa hecho hasta ahora en deferencia a sus socios en Ankara. Para endulzar la mala noticia, Biden prometi¨® a Erdogan que ambos se reunir¨ªan en privado el 14 de junio, durante la cumbre de la OTAN. En Turqu¨ªa, aquejada por la crisis econ¨®mica y cuyo Gobierno acumula esc¨¢ndalo tras esc¨¢ndalo, otorgan gran trascendencia a este encuentro con la esperanza de que sirva para reconducir las relaciones bilaterales y recuperar, as¨ª, cierta credibilidad internacional.
¡°La reuni¨®n de nuestro presidente ser¨¢ de una importancia cr¨ªtica en todos los sentidos. Esperamos que d¨¦ resultados positivos¡±, afirm¨® el ministro de Exteriores turco, Mevl¨¹t ?avusoglu en una entrevista emitida este jueves por la cadena estatal TRT1. Tal es el relieve de la reuni¨®n que incluso el mafioso Sedat Peker -inmerso en una espiral de acusaciones contra el Gobierno mediante v¨ªdeos en YouTube- ha pospuesto las revelaciones que ten¨ªa previsto hacer sobre Erdogan, seg¨²n ¨¦l, a petici¨®n de un cargo del partido gobernante que tem¨ªa que nuevos esc¨¢ndalos debilitasen sus bazas negociadoras frente a Biden.
Sobre la mesa de los dos l¨ªderes pol¨ªticos hay toda una serie de temas que les separan: el apoyo estadounidense a las milicias kurdosirias que Ankara considera terroristas, el encarcelamiento de empleados de las legaciones diplom¨¢ticas de EE UU en Turqu¨ªa, la sentencia pendiente contra un banco turco utilizado para burlar el embargo estadounidense sobre Ir¨¢n, las apuestas de pol¨ªtica exterior... Pero la cuesti¨®n m¨¢s candente es el sistema de misiles antia¨¦reos S-400 de fabricaci¨®n rusa que Ankara adquiri¨® a Mosc¨² en 2019 y que sus socios en la OTAN consideran que puede poner en peligro la estrategia defensiva de la Alianza. Esta adquisici¨®n ha llevado a Washington a expulsar a Turqu¨ªa de la fabricaci¨®n conjunta de los nuevos modelos del caza F-35 -con los que el Ej¨¦rcito turco pretend¨ªa renovar su flota a¨¦rea- y a imponer sanciones a la industria militar turca, que podr¨ªa ampliar si Ankara ¡°no cesa la propiedad¡± del sistema ruso.
La diplomacia turca ha barajado varias soluciones para contentar a EE UU. Anteriormente se hab¨ªa hablado de ceder los S-400 a alg¨²n cercano aliado turco como Azerbaiy¨¢n o Qatar, pero, seg¨²n escriben el exmilitar Metin Gurcan y el analista Sinan Ulgen en sendos art¨ªculos, la propuesta que presentar¨¢ Erdogan a Biden pasa por instalar el sistema de misiles en la base turco-estadounidense de Incirlik, dejarlo bajo supervisi¨®n de EE UU y restringir su uso a ¡°circunstancias excepcionales¡±. De hecho, Turqu¨ªa ya ha anunciado que enviar¨¢ de vuelta a casa a los t¨¦cnicos rusos desplegados junto a los S-400 en Turqu¨ªa.
El jefe de la diplomacia turca tambi¨¦n asegur¨® que espera avanzar en la posibilidad de la compra de un sistema de defensa Patriot, de fabricaci¨®n estadounidense, aunque hasta ahora el tema de la transferencia tecnol¨®gica -clave para Turqu¨ªa, que busca desarrollar su industria aut¨®ctona- no hab¨ªa quedado resuelto. ¡°Si Estados Unidos no nos garantiza los Patriot, podr¨ªamos conseguir un sistema de defensa antia¨¦reo de otros aliados¡±, afirm¨® ?avusoglu, en referencia a las conversaciones con la empresa italo-francesa Eurosam, que hasta ahora hab¨ªan sido bloqueados por el Gobierno de Par¨ªs, enfrentado a Turqu¨ªa en el Mediterr¨¢neo Oriental, pero con el que la tensi¨®n se ha suavizado en los ¨²ltimos meses.
Desde la marcha de Donald Trump de la Casa Blanca -con quien Erdogan ten¨ªa contacto directo y amplia influencia- Turqu¨ªa se ha encontrado con una Administraci¨®n m¨¢s exigente e incluso hostil: las televisiones turcas han repetido varias veces una entrevista en la que, antes de ser elegido candidato presidencial, Biden apostaba por ¡°apoyar a la oposici¨®n turca¡± para ¡°derrotar a Erdogan¡±, y varios dirigentes turcos, entre ellos el ministerio de Interior, mantienen p¨²blicamente que la anterior Administraci¨®n dem¨®crata -de la que Biden era vicepresidente- est¨¢ detr¨¢s del intento de golpe de Estado de 2016.
En una entrevista televisada el pasado d¨ªa 1 de junio, Erdogan reconoci¨® que la relaci¨®n con Biden ¡°no ha sido f¨¢cil¡± y que ¡°nunca se hab¨ªa experimentado tanta tensi¨®n¡± con un Gobierno de EE UU, ni siquiera durante el mandato de George W. Bush. Pero, aquejado por las dificultades internas y externas, el Ejecutivo turco ha hecho de tripas coraz¨®n y pretende aprovechar que Biden busca reforzar la unidad de la Alianza Atl¨¢ntica frente a Rusia para enmendar las relaciones. Es consciente, adem¨¢s, de que Washington est¨¢ buscando aliados alternativos en la zona, entre ellos Grecia.
Drones para los adversarios de Rusia
En este sentido, Turqu¨ªa quiere hacerse valer en dos asuntos en particular. Se ha ofrecido para tomar bajo su cargo de la seguridad del aeropuerto de Kabul cuando EE UU abandone Afganist¨¢n en septiembre. Adem¨¢s, en los ¨²ltimos meses, ha firmado acuerdos estrat¨¦gicos con Ucrania, un pa¨ªs al que tambi¨¦n ha vendido sus afamados drones, que han mostrado su eficacia precisamente contra los sistemas defensivos rusos en las guerras de Siria, Libia y Nagorno-Karabaj. Igualmente, Polonia se ha convertido en el primer pa¨ªs de la UE en adquirir estas aeronaves no pilotadas y Letonia ha dado se?ales de que podr¨ªa ser el siguiente Estado comunitario en adquirir los drones Bayraktar TB2, dise?ados por la empresa de uno de los yernos de Erdogan. Turqu¨ªa tambi¨¦n los ha ofrecido a Rumania que, junto a los anteriores dos pa¨ªses, son claves en la estrategia de la OTAN de contenci¨®n frente a Rusia.
Estos avances han irritado al presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, que hasta ahora aceptaba que Turqu¨ªa tomase partido por bandos contrarios en diferentes conflictos siempre y cuando fuesen gestionados bilateralmente entre Mosc¨² y Ankara. Los lazos entre ambos Gobiernos se han incrementado en el ¨²ltimo lustro en todos los campos (desde el militar al energ¨¦tico), e igualmente lo ha hecho la dependencia turca de Rusia y de ah¨ª el malestar del Kremlin. El ministro de Exteriores ruso, Sergu¨¦i Lavrov, advirti¨® a Ankara de que ¡°deje de echar le?a al fuego de los sentimientos militaristas de Kiev¡± y la portavoz de su oficina advirti¨® de que Rusia no querr¨ªa tener que ¡°inmiscuirse en la pol¨ªtica interna¡± de Turqu¨ªa.
Alegando la pandemia de la covid-19, Mosc¨² ha suspendido los vuelos a Turqu¨ªa, un duro golpe para el sector tur¨ªstico turco. ¡°Las relaciones del presidente Erdogan con Putin no son como sol¨ªan ser en los ¨²ltimos a?os. Los vientos han cambiado desde la crisis ucrania. Cuando, el 31 de mayo, Putin extendi¨® las restricciones de vuelos durante un mes m¨¢s, la esperanza turca de reducir su d¨¦ficit por cuenta corriente gracias al turismo ruso (y alem¨¢n) qued¨® da?ada, y las cosas cambiaron a¨²n m¨¢s¡±, escribe en analista Murat Yetkin, quien considera que actualmente, ¡°el objetivo m¨¢s cercano de la pol¨ªtica exterior turca es que la reuni¨®n [con Biden] vaya bien¡±.
Sin embargo, como muestra de ese intento turco de navegar entre dos aguas sin terminar de decantarse por un aliado u otro, los representantes turcos presionaron recientemente para moderar un comunicado de la OTAN que condenaba al r¨¦gimen de Bielorrusia (aliado de Mosc¨²) tras forzar el aterrizaje de un avi¨®n civil para capturar a un disidente y otro contra los ciberataques rusos a instalaciones de EE UU.
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