Bachar el Asad regresa a la Liga ?rabe entre besos y sonrisas de sus antiguos rivales
Zelenski se desplaza por sorpresa a la cumbre en Arabia Saud¨ª y se re¨²ne con el pr¨ªncipe heredero del pa¨ªs anfitri¨®n, Mohamed Bin Salm¨¢n
El presidente ucranio, Volod¨ªmir Zelenski, y el l¨ªder sirio, Bachar el Asad, han competido este viernes por la foto del d¨ªa en la cumbre anual de la Liga ?rabe. El primero, al aterrizar por sorpresa en la ciudad saud¨ª de Yeda y reunirse con el pr¨ªncipe heredero Mohamed Bin Salm¨¢n, gobernante de facto y mediador en intercambios de presos entre Mosc¨² y Kiev. El segundo, al marcar con su presencia el regreso de Damasco a la organizaci¨®n pan¨¢rabe 12 a?os despu¨¦s de su suspensi¨®n por reprimir las protestas pac¨ªficas ¨Den el marco de la Primavera ?rabe¨D que degeneraron en una guerra inacabada que ha matado a medio mill¨®n de personas y ha convertido a la mitad de la poblaci¨®n en desplazados o refugiados.
La cumbre en Yeda, la m¨¢s simb¨®lica en una d¨¦cada de la anquilosada organizaci¨®n, no solo simboliza el retorno al redil ¨¢rabe del mismo El Asad al que la mayor¨ªa de los pa¨ªses miembros trat¨® de derrocar. Supone tambi¨¦n el esbozo de un nuevo Oriente Pr¨®ximo, menos consumido por las rivalidades, menos influido por Washington y con Arabia Saud¨ª como mediador.
El presidente sirio ocupaba este viernes el asiento que la misma Liga ?rabe dio hace una d¨¦cada a la oposici¨®n siria, algo in¨¦dito desde la creaci¨®n de la organizaci¨®n en 1945. Sus fuerzas han participado en decenas de miles de desapariciones y torturas, empleado armamento qu¨ªmico y lanzado barriles bomba sobre zonas civiles. Por ello, consciente del triunfo simb¨®lico que supon¨ªa su regreso, se mostr¨® sonriente y relajado desde que baj¨® del avi¨®n y fue recibido igual que el resto de mandatarios. Ya en el hotel del c¨®nclave, Bin Salm¨¢n lo salud¨® con un gesto c¨¢lido y dos besos, mientras que el presidente egipcio, Abdelfat¨¢ Al Sisi, mantuvo con ¨¦l un di¨¢logo distendido.
La nota discordante la puso el emir de Qatar, Tamim Bin Hamad al Thani. Destacado apoyo de los rebeldes, llam¨® hace un lustro a El Asad ¡°criminal de guerra¡±, cuando su pa¨ªs albergaba la cumbre. Este viernes, abandon¨® la sala cuando el presidente sirio iba a tomar la palabra y no quiso dar un discurso ni celebrar encuentros bilaterales, informa la agencia Reuters.
En su alocuci¨®n ante el pleno, El Asad ha interpretado su regreso a la Liga ?rabe como ¡°una oportunidad hist¨®rica¡± y ha expresado su deseo de que marque ¡°el inicio de una nueva fase en la acci¨®n ¨¢rabe com¨²n en favor de la solidaridad, la paz en la regi¨®n, el desarrollo y la prosperidad, en vez de la guerra y la destrucci¨®n¡±. Tambi¨¦n ha lanzado una pulla a Turqu¨ªa, que apoya a un sector de los rebeldes y controla parte del norte de Siria, al advertir del ¡°peligro del pensamiento expansionista otomano¡±.
¡°El Asad no quer¨ªa pagar un precio por el reingreso, y no lo ha hecho. Los pa¨ªses ¨¢rabes lo necesitan m¨¢s a ¨¦l que ¨¦l a ellos¡±, asegura por tel¨¦fono Vali Nasr, profesor de Estudios de Oriente Pr¨®ximo y Relaciones Internacionales en la Universidad Johns Hopkins, en Estados Unidos. Nasr se?ala que El Asad tiene ¡°la sart¨¦n por el mango¡± porque ¡°su supervivencia no depende de la aceptaci¨®n entre los pa¨ªses ¨¢rabes, sino que la garantizan Rusia e Ir¨¢n¡±, mientras que los pa¨ªses ¨¢rabes quieren resolver el asunto de los refugiados y del tr¨¢fico de drogas provenientes de Siria.
El gesto culmina a?os de acercamientos individuales a Damasco. Los pa¨ªses miembros que se alinearon con los rebeldes asumen ahora que El Asad ha ganado virtualmente la guerra, quieren reducir la influencia de Ir¨¢n en el pa¨ªs y ven err¨®nea e ineficaz la v¨ªa occidental de las sanciones. ¡°No es una victoria total, porque no ir¨¢ acompa?ada de inversiones masivas, pero s¨ª una victoria pol¨ªtica simb¨®lica. Una forma de decir ¡®El r¨¦gimen est¨¢ aqu¨ª para quedarse¡¯, lo que influir¨¢ adem¨¢s en el debate en la Uni¨®n Europea¡±, donde podr¨ªa animar a pa¨ªses como Italia, Polonia o Grecia a desmarcarse de la posici¨®n del eje franco-alem¨¢n, explica por tel¨¦fono Joseph Daher, analista suizo-sirio y profesor en el Instituto Universitario Europeo de Florencia.
Coexistencia en Oriente Pr¨®ximo
El abrazo a Damasco se enmarca en una din¨¢mica regional m¨¢s amplia. Los rivales en Oriente Pr¨®ximo vienen enterrando el hacha de guerra en busca de una cierta coexistencia, pese a sus intereses estrat¨¦gicos enfrentados. ¡°Todos los actores comparten ahora mismo un inter¨¦s por centrarse en su propio crecimiento econ¨®mico, para lo que necesitan reducir la inestabilidad¡±, se?ala Daher.
M¨¢s ahora que Estados Unidos tiene la mirada puesta en la guerra de Ucrania y en la rivalidad con China. Los aliados ¨¢rabes de Washington perciben desde hace a?os c¨®mo, pese a las declaraciones p¨²blicas, este tiene cada vez menos inter¨¦s y peso en la zona. En 2021, se retir¨® de Afganist¨¢n y, en 2019, parcialmente del norte de Siria. Tambi¨¦n han acabado viendo a Teher¨¢n como un actor regional clave que va a mantener su peso. Ya en 2019, Estados Unidos dej¨® pasar los ataques (atribuidos a Ir¨¢n) a petroleros en las costas emirat¨ªes y a instalaciones petroleras saud¨ªes, lo que llev¨® a Abu Dabi a reconfigurar su pol¨ªtica de alianzas.
¡°El mundo ¨¢rabe est¨¢ preparado para volver a implicarse con Siria, y ning¨²n pa¨ªs del mundo puede detener este proceso. Ni Ir¨¢n ni Estados Unidos ni Europa. Y sucede en un momento en el que Damasco, que se siente aislado y desea recuperar legitimidad, necesita desesperadamente esa mano tendida¡±, aseguraba el jueves el polit¨®logo emirat¨ª Abdul¨¢ Abduljaleq al diario liban¨¦s L¡¯Orient Le Jour. El Asad, agrega, ve la normalizaci¨®n de relaciones con los pa¨ªses ¨¢rabes ¡°como una primera etapa antes de la europea y, eventualmente, la estadounidense¡±.
El Asad, tratado durante a?os como un paria tambi¨¦n en el mundo ¨¢rabe, ha sido invitado por Emiratos ?rabes Unidos (el pa¨ªs m¨¢s implicado en la rehabilitaci¨®n del l¨ªder sirio) a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Clim¨¢tico, que comienza en noviembre, seg¨²n inform¨® la semana pasada la agencia estatal de noticias siria, Sana. Esta cita supondr¨ªa su primera participaci¨®n en un evento internacional desde el inicio de la guerra, en el que se cruzar¨ªa con los mismos dirigentes occidentales que apoyan su ca¨ªda y mantienen al pa¨ªs sancionado.
Terremoto y acuerdo entre Riad y Teher¨¢n
Dos momentos de este a?o tienen mucho que ver con la presencia de El Asad este viernes en Yeda. El primero, en febrero, fue el terremoto con epicentro en Turqu¨ªa que se llev¨® unas 6.000 vidas en Siria. Confiri¨® a¨²n m¨¢s importancia a su capacidad de que la ayuda humanitaria llegase tambi¨¦n a la parte rebelde, la m¨¢s afectada por el se¨ªsmo. Estados Unidos suspendi¨® temporalmente las sanciones al r¨¦gimen y las muestras de solidaridad ¨¢rabe se sucedieron: los ministros de Exteriores de Egipto y Jordania, Sameh Shoukry y Ayman Safadi, visitaron Damasco por primera vez en una d¨¦cada; el sult¨¢n de Om¨¢n, Haitham Bin Tariq al Said, recibi¨® a El Asad con alfombra; y el rey de Bar¨¦in, Hamad Bin Isa al Jalifa, lo telefone¨®.
El otro, un mes m¨¢s tarde, fue el acuerdo de normalizaci¨®n de relaciones que firmaron ¨Dcon mediaci¨®n de Pek¨ªn¨D Ir¨¢n y Arabia Saud¨ª, las dos grandes potencias enfrentadas por la hegemon¨ªa regional y que apoyaron con intensidad a bandos opuestos en la guerra siria.
La nueva pol¨ªtica exterior del anfitri¨®n, Arabia Saud¨ª, ha sido clave. Bin Salm¨¢n comenz¨® con una muy agresiva ante Ir¨¢n, en Yemen en particular, y su nombre qued¨® manchado por el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en el Consulado saud¨ª de Estambul. Ahora sigue dependiendo militarmente de Estados Unidos, pero ha desarrollado importantes lazos econ¨®micos con China, se ha abstenido de tomar partido en la guerra de Ucrania y busca cada vez m¨¢s ejercer de mediador, como recientemente en Sud¨¢n.
¡°Su actitud ante Occidente es ¡®Nos vamos a sentar con unos y con otros. Vamos a decidir con qui¨¦n hablar y no seguimos ni vuestros intereses, ni vuestro criterio de derechos humanos¡±, explica el profesor Nasr.
Su invitaci¨®n al ucranio Volod¨ªmir Zelenski es, de hecho, otra muestra de su capacidad de forjar alianzas a varias bandas, una vez que ha dejado atr¨¢s su estrecho alineamiento con Washington y que Occidente necesita sus hidrocarburos, como alternativa a los rusos.
No ha sido solo un golpe de efecto. El norte de ?frica y Oriente Pr¨®ximo no son ajenos a la subida del precio de los alimentos que ha provocado la guerra. El caso m¨¢s claro es Egipto ¨Dque importaba su grano de Rusia y Ucrania¨D, con una inflaci¨®n desbocada y fuga de capitales.
Otros pa¨ªses, sobre todo del Golfo, vienen acerc¨¢ndose a Mosc¨², que conserva por lo general buenas relaciones con el mundo ¨¢rabe, como herencia de la Guerra Fr¨ªa. La entrada de Rusia en el conflicto sirio en 2015 fue adem¨¢s clave para que El Asad controle hoy buena parte del pa¨ªs.
Por eso, Zelenski ¨Dque lleg¨® por sorpresa en un avi¨®n del Gobierno franc¨¦s¨D ret¨® con claridad a los pa¨ªses ¨¢rabes a revisar su posici¨®n ante el conflicto: ¡°Desafortunadamente, hay algunos en el mundo, y algunos entre ustedes, que miran hacia otro lado ante esos casos y anexiones ilegales. Estoy aqu¨ª para que todos puedan mirarlos con honestidad, sin importar cu¨¢nto traten de influir los rusos¡±. Zelenski, que se dirigir¨¢ posteriormente a la cumbre del G-7 en la ciudad japonesa de Hiroshima, jug¨® adem¨¢s la carta de la solidaridad musulmana, al viajar con representantes de la comunidad t¨¢rtara de Crimea, la pen¨ªnsula ucrania que Mosc¨² se anexion¨® en 2014.
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