Al Sisi abre las urnas en Egipto en una elecci¨®n presidencial sin rivales de peso
Los comicios de tres d¨ªas se celebran en medio de una grave crisis econ¨®mica y entre tensiones por la guerra en Gaza
Los egipcios comenzaron a acudir a las urnas la ma?ana de este domingo tras el arranque de unas elecciones presidenciales de tres d¨ªas en las que se espera que el actual presidente del pa¨ªs, Abdelfat¨¢ Al Sisi, se imponga a tres rivales sin peso para hacerle sombra en medio de una grave crisis econ¨®mica y la tensi¨®n en torno a la guerra en la vecina Gaza.
Los comicios estaban previstos inicialmente para el pr¨®ximo febrero, pero el Gobierno los ha adelantado para asegurar un tercer y, en principio, ¨²ltimo mandato de seis a?os de Al Sisi en el que se espera que aborde una agenda de reformas econ¨®micas llamadas a afectar a amplias capas de la sociedad.
En una rueda de prensa al inicio de la jornada, la Autoridad Electoral Nacional de Egipto declar¨® que el proceso de votaci¨®n hab¨ªa empezado sin contratiempos, y televisiones y peri¨®dicos locales, fuertemente controlados, informaron de una notable afluencia a los centros electorales en las primeras horas del d¨ªa, aunque la participaci¨®n en estos comicios suele ser baja.
Entre los primeros en depositar su voto han figurado Al Sisi y los otros tres presidenciables, muy poco conocidos entre el p¨²blico general. Numerosos ministros y altos cargos de la administraci¨®n han acudido igualmente a votar durante el primer d¨ªa de la cita electoral, que por primera vez se celebra tambi¨¦n en la nueva capital que Egipto est¨¢ construyendo a las afueras de El Cairo. En total est¨¢n llamados a votar unos 67 millones de egipcios, y est¨¢ previsto que los resultados se anuncien el 18 de diciembre.
¡°La situaci¨®n es muy diferente a la de sus dos elecciones anteriores (en 2014 y en 2018). Egipto atraviesa una crisis econ¨®mica que no ha experimentado en d¨¦cadas, [y] Al Sisi no tiene mucho que ofrecer a la gente¡±, considera Maged Mandour, un analista pol¨ªtico egipcio. ¡°Pero eso no significa que haya ninguna amenaza de que pierda, porque sigue controlando el Estado firmemente, los militares siguen siendo la fuerza m¨¢s dominante y la oposici¨®n sigue muy fragmentada y reprimida¡±, a?ade el autor del libro Egipto bajo Al Sisi.
Egipto se encuentra sumido en una profunda crisis desde que las sacudidas de la pandemia y la invasi¨®n rusa de Ucrania expusieron la fragilidad de su econom¨ªa y la insostenibilidad del modelo de desarrollo perseguido por El Cairo en la ¨²ltima d¨¦cada. Este se bas¨®, sobre todo, en una alta inversi¨®n en macroproyectos llamados a inaugurar una nueva rep¨²blica, pero que han sido financiados con deuda y son de retorno incierto.
En paralelo, los desequilibrios econ¨®micos internos han permanecido en gran medida sin abordar y han dejado al pa¨ªs muy expuesto a vaivenes externos que han provocado una fuga de capitales masiva y han forzado a Egipto a devaluar casi un 50% su divisa. Tambi¨¦n han disparado la factura de sus importaciones y han colocado la inflaci¨®n, que en octubre rond¨® el 36%, en m¨¢ximos hist¨®ricos.
Ahora, todo apunta a que, despu¨¦s de las elecciones, El Cairo adoptar¨¢ nuevas medidas de austeridad, presumiblemente en forma de recortes a algunos subsidios, y permitir¨¢ que su moneda vuelva a devaluarse de acuerdo con el mercado, lo que aumentar¨¢ la inflaci¨®n. ¡°No son las elecciones, sino lo que viene despu¨¦s, lo que m¨¢s preocupa¡±, se?ala Mandour.
Las elecciones tambi¨¦n se han visto marcadas por la ofensiva israel¨ª en Gaza, que plantea un importante desaf¨ªo pol¨ªtico a Al Sisi. En esta l¨ªnea, la crisis le est¨¢ forzando a mantener un balance dif¨ªcil entre sus relaciones con Israel y Occidente, un apoyo social al pueblo palestino muy amplio, y los intentos de erigirse en valedor de una causa muy popular.
¡°La guerra ha distra¨ªdo a mucha gente de las elecciones. Pero no estoy seguro de que su pol¨ªtica haya dado buenos resultados¡±, afirma Mandour. ¡°Es un alivio general que adopte una postura firme de que Egipto no aceptar¨¢ la limpieza ¨¦tnica palestina en su territorio. Pero al mismo tiempo no ha seguido una pol¨ªtica firme de apoyo a los civiles de Gaza, ni ha intentado romper el asedio y abrir el paso fronterizo de Rafah unilateralmente¡±, agrega el analista, que tambi¨¦n considera que se ¡°intent¨® movilizar a la calle como forma de canalizar la ira popular y tratar de conseguir apoyo interno, pero no le sali¨® bien¡±.
Oposici¨®n limitada
En las dos elecciones presidenciales previas, Al Sisi se impuso con el 97% de los sufragios, en un proceso supervisado por las agencias de seguridad y la implicaci¨®n de un aparato estatal activado para movilizar a los votantes, seg¨²n han documentado medios de comunicaci¨®n y grupos de derechos humanos. Aun as¨ª, la participaci¨®n nunca super¨® el 50%. Para la oposici¨®n que todav¨ªa queda en pie, las elecciones han vuelto a plantear el dilema de si aprovechar la cita para mantenerse activos o no participar.
¡°Algunos partidos pol¨ªticos, y la oposici¨®n en general, ya no creen en estas elecciones presidenciales porque todos hemos estado pidiendo garant¨ªas y no ha sido as¨ª¡±, apunta el exdiputado Mohamed Anwar el Sadat, l¨ªder del opositor Partido de la Reforma y el Desarrollo. ¡°Pero yo siempre apuesto por la participaci¨®n positiva, simplemente porque es un momento en el que queremos que los miembros de nuestro partido, sobre todo los j¨®venes, se animen a ejercer sus derechos¡±, a?ade el sobrino del expresidente egipcio Anwar Sadat, ¡°ya no por estas elecciones, sino, quiz¨¢, de cara a las siguientes¡±.
Para poder concurrir en las elecciones, los aspirantes han tenido que asegurarse 20 avales en el Parlamento o navegar una compleja campa?a nacional de recogida de firmas, lo que en ¨²ltima instancia permite evitar sorpresas. En esta ocasi¨®n, adem¨¢s de Al Sisi, figuran en la carrera otros tres pretendientes: el l¨ªder del Partido Popular Republicano (oficialista), Hazem Omar; el dirigente del hist¨®rico partido nacionalista liberal Wafd, sin apenas implantaci¨®n en la actualidad, Abdel Sanad Yamama, y el jefe del minoritario Partido Socialdem¨®crata Egipcio, Farid Zahran.
¡°La vida pol¨ªtica en Egipto no es ideal, est¨¢ claro para cualquiera¡±, afirma Basem Kamel, secretario general del Partido Socialdem¨®crata Egipcio de Zahran, que asegura que ha decidido participar para ganar experiencia, aprovechar el espacio disponible para expresar sus reivindicaciones y mantenerse movilizados. ¡°Como oposici¨®n de izquierdas, sol¨ªamos decir que, como [las elecciones] no eran ideales, no participar¨ªamos. Pero con el tiempo, vimos que no ten¨ªamos implantaci¨®n sobre el terreno, con la gente, en las provincias. Solo est¨¢bamos sentados en nuestra sede en El Cairo y no ten¨ªamos pr¨¢ctica¡±, afirma Kamel.
El aspirante que m¨¢s entusiasmo ha despertado, sin embargo, ha sido el exdiputado de izquierdas Ahmed Tantawi, que intent¨® presentarse a los comicios mediante la recogida de firmas ciudadanas. Aunque su iniciativa dej¨® estampas inusuales, como discursos p¨²blicos y una cierta movilizaci¨®n popular, Tantawi acab¨® retir¨¢ndose en medio de lo que su equipo denunci¨® como una campa?a de intimidaci¨®n, arrestos y espionaje. Ahora, Tantawi y otros miembros de su equipo se enfrentan a un juicio por presuntas irregularidades en la campa?a. Tras la experiencia de esta ¨²ltima candidatura, la mayor¨ªa de partidos de la oposici¨®n tolerada de Egipto denunciaron que las violaciones registradas en el proceso de recogida de firmas ciudadanas hab¨ªan convertido los comicios en ¡°un refer¨¦ndum disfrazado¡±. El Ministerio del Interior y la Autoridad Nacional Electoral han negado estas irregularidades.
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