¡®La amenaza fantasma¡¯ | Re?ir en diferido a los ni?os para no perder los nervios

Haced memoria que el truco funciona aunque no sea Navidad. Hay un hechizo m¨¢gico que paraliza de golpe a nuestros hijos alborotados y suena m¨¢s o menos como: ¡°p¨®rtate bien, que los reyes lo saben todo y te quedar¨¢s sin juguetes¡±. S¨ª, seguro que hay muchos art¨ªculos de prestigiosos psiquiatras y pedagogos desaconsejando esta pr¨¢ctica de hacer sentir culpable a nuestros hijos, usando adem¨¢s a unos seres m¨¢gicos que tienen ojos en todas partes como un Gran Hermano perpetuo, y que por si esto fuera poco pueden entrar en tu casa mientras duermes para castigarte.

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Pero a veces, unos padres reales, en la vida real, sin tanto diploma pedag¨®gico y con varias semanas de ni?os sin cole, necesitan olvidarse de la gran crianza perfecta y obtener resultados r¨¢pidos y fiables. Y la frase funciona, aunque sea hacer chantaje.

De hecho, los progenitores solemos re?ir en diferido cuando no queremos perder los nervios. Nuestra generaci¨®n quiere ser amiga de sus hijos, ganar puntos de popularidad en redes sociales y en los chats de padres. Estar siempre de buen humor y evitar el conflicto a toda costa. Porque as¨ª todos estamos m¨¢s contentos y porque ser el poli malo cansa. Que adem¨¢s los ni?os te lo recriminan cuando menos te lo esperas, y con su portentosa memoria, a¨²n no sobrecargada de rencores de toda una vida, son capaces de precisar con exactitud los momentos en los que les has gritado o castigado.

Por eso, cuando la situaci¨®n se va crispando poco a poco, como cuando ves una manifestaci¨®n por la tele y apuestas contigo mismo cu¨¢ndo empiezan las pedradas y los porrazos, en vez de soltar un grito o entrar en una espiral de discusiones agotadoras, recurrimos al comod¨ªn del p¨²blico.

¡°P¨®rtate bien, que los reyes lo ven todo y te traer¨¢n carb¨®n¡±. ¡°P¨®rtate bien, que pap¨¢ Noel lo sabe todo¡±. ¡°P¨®rtate bien o ese guardia te pondr¨¢ una multa¡±. ¡°P¨®rtate bien, que la camarera se va a enfadar¡±. ¡°Para ya de gritar, que molestas a ese se?or¡±. ¡°Haz los deberes o la profe te pondr¨¢ mala nota¡±¡­

Oye, es un cortafuegos muy efectivo de resultados instant¨¢neos. Mucho m¨¢s que un cotidiano ¡°si no paras de hacer el tonto nos vamos a casa¡±, que s¨ª, implica perder algo de diversi¨®n, pero, como depende exclusivamente de nosotros, saben que nos pueden torear.

Si no has dicho ninguna vez ninguna de estas frases, o tienes mucha suerte o tus hijos son a¨²n demasiado peque?os para agotarte.

En el fondo, evitamos querer tomar el tim¨®n y preferimos que a veces se asusten por otro. Pero esto ya pasaba cuando nuestros padres. ¡°Du¨¦rmete ya, que viene el coco y te comer¨¢¡± no era precisamente usar el m¨¦todo Estivill.

As¨ª que recordemos que los seres m¨¢gicos y los desconocidos con posible mal humor tambi¨¦n pueden ayudarnos gratis sin siquiera saberlo. Pero no abusemos del recurso, o nuestros hijos dentro de unos a?os nos dir¨¢n: ¡°si sigues manipul¨¢ndome, mi terapeuta te criticar¨¢.¡±

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