Alberto Soler, psic¨®logo: ¡°La carga mental sigue totalmente escorada hacia el lado de las madres¡±
El experto en crianza publica, junto a su pareja, la tambi¨¦n psic¨®loga Concepci¨®n Roger, ¡®La gran gu¨ªa de la crianza¡¯, un libro de algo m¨¢s de 600 p¨¢ginas en el que incluyen todos los temas que m¨¢s preocupan a los padres durante los seis primeros a?os de vida de un hijo, desde el uso de pantallas hasta el sue?o
C¨®mo preparar la llegada de un beb¨¦, fomentar un apego seguro, el colecho, la alimentaci¨®n, las vacunas, las pantallas... Qu¨¦ padre o madre no ha deseado tener las respuestas a todas las incertidumbres que rodean a la crianza. Esa gu¨ªa que todo beb¨¦ deber¨ªa traer bajo el brazo cuando nace y que resolver¨ªa m¨¢s de una duda. Eso es lo que se propusieron los psic¨®logos, especializados en la infancia, y padres de tres hijos, Alberto Soler (Valencia, 41 a?os) y Concepci¨®n Roger (Valencia, 41 a?os) cuando comenzaron a escribir La gran gu¨ªa de la crianza (Paid¨®s, 2023). ¡°Es un libro que ninguna familia deber¨ªa necesitar, pero que todos necesitamos. A falta de comunidad, de apoyo social y de tribu, no est¨¢ mal tener cuatro ideas claras encuadernadas¡±, explica Soler en un hotel del centro de Madrid durante el viaje que ha hecho para presentar el libro, algo m¨¢s de 600 p¨¢ginas que incluyen los temas que m¨¢s preocupan a los padres durante los seis primeros a?os de vida de un hijo, desde el uso de pantallas hasta el sue?o.
Soler asegura que no hay una ¡°f¨®rmula perfecta para criar¡± aunque s¨ª que existen algunas ¡°verdades absolutas¡± a la hora de educar, como que ¡°el estilo autoritario es la peor forma de educar a los hijos o que la lactancia materna es muy buena¡±. Tambi¨¦n afirma que evitando algunos errores no es tan complicado fomentar un apego saludable y hacer las cosas bien, aunque insiste varias veces en que ¡°sin m¨¢s apoyo social e institucional para la crianza¡± es complicado.
PREGUNTA. ?Por qu¨¦ han visto la necesidad de escribir esta gu¨ªa?
RESPUESTA. Ahora mismo hay mucho boom de temas de parenting y de crianza que viene a compensar la falta de apoyo social que tienen las familias y, muy especialmente, las madres. En la ¨¦poca de nuestras abuelas esta tarea la hac¨ªan ellas con sus primas, sus hermanas, con la vecina¡ Se iba transmitiendo el conocimiento de unas a otras. Pero ahora se cr¨ªa m¨¢s desde el aislamiento y faltan referentes y apoyos, y lo compensamos mediante la informaci¨®n, en este caso mediante libros. Pero hay exceso de informaci¨®n y, sobre todo, hay muchas personas que opinan y venden verdades absolutas como si hubiera una ¨²nica forma de criar, cuando, realmente, no es as¨ª. Hay tantas formas v¨¢lidas de criar como familias.
P. ?Es la crianza una de las etapas m¨¢s dif¨ªciles en la vida?
R. Es una ¨¦poca bastante dif¨ªcil por muchos factores: por las expectativas que tenemos, por la presi¨®n a nivel social, por las dificultades y el poco apoyo que hay hacia la maternidad y la crianza, por los mensajes contradictorios que nos llegan, por la presi¨®n hacia las mujeres por hacerlo todo bien sin renunciar a nada. Creo que es una ¨¦poca especialmente dif¨ªcil y en la que hay muy poca empat¨ªa.
P. ?Hay que disfrutar m¨¢s de esta etapa sin agobiarse?
R. S¨ª, pero para disfrutar de la crianza lo que hace falta son unas pol¨ªticas p¨²blicas de apoyo a la educaci¨®n y hacia la crianza. Con trabajos precarios, alquileres caros y sin ayudas a la natalidad es muy dif¨ªcil tener la tranquilidad suficiente para disfrutar de esta etapa. Es un mensaje muy neoliberalista el que dice que al final todo es responsabilidad de la familia y no es as¨ª.
P. En este momento, ?cu¨¢les son los temas que m¨¢s preocupan a las familias?
R. Ahora hay mucha preocupaci¨®n con el tema pantallas. Es un tema del que se lleva hablando mucho tiempo, m¨¢s de 10 a?os, pero ahora mucho m¨¢s y hay una preocupaci¨®n fundada porque vemos las consecuencias negativas que tienen para los ni?os y las ni?as. Hace unos a?os preocupaba el sue?o o la alimentaci¨®n, que son temas que no dejan de preocupar, pero s¨ª que es verdad que cada ¨¦poca tiene sus temas, y, ahora mismo, uno que preocupa mucho es ese.
P. Y a qu¨¦ lado se ponen, ?prohibir o no prohibir?
R. Veo motivos m¨¢s que de sobra para que haya una seria reflexi¨®n y una seria regulaci¨®n de los dispositivos digitales en la infancia. Hay dos etapas muy cr¨ªticas: una es por debajo de los dos a?os. Hay evidencias sobradas de que una exposici¨®n temprana a televisi¨®n o dispositivos digitales es perjudicial para el desarrollo y, pr¨¢cticamente, cualquier sociedad m¨¦dica en el mundo desaconseja cualquier exposici¨®n a pantallas por debajo de esta edad. Luego tenemos otra etapa que es muy cr¨ªtica, a partir de los 8 o 9 a?os. Hay bastante consenso en que un tel¨¦fono m¨®vil no le va a fre¨ªr el cerebro a un ni?o, pero le va a generar problemas en la socializaci¨®n, problemas en la imagen corporal, de conducta alimentaria, en el acoso escolar o en un desarrollo negativo de la sexualidad. Hay motivos fundados para regular el acceso de los menores a internet. Si a los adultos nos cuesta controlar nuestra conducta con los m¨®viles y estamos enganchados todo el d¨ªa con ellos, a los peques les cuesta m¨¢s todav¨ªa.
P. Pero en el libro mencionan que la Asociaci¨®n Americana de Pediatr¨ªa (AAP) ha bajado la recomendaci¨®n de los 24 a los 18 meses, ?por qu¨¦?
R. El mensaje sigue siendo que por debajo de los 24 meses exposici¨®n cero, pero la AAP ve¨ªa que ese mensaje era poner el techo muy alto y hac¨ªa que muchas familias tiraran la toalla y les dieran el m¨®vil. Hay una ¨²nica excepci¨®n por debajo de los 24 meses en cuanto a exposici¨®n a pantallas: las videollamadas con familiares. Se ha visto que esa exposici¨®n no tiene las mismas implicaciones negativas que puede tener el estar viendo dibujos animados o estar jugando. Pero si limitamos esa exposici¨®n a los tres o cuatro a?os, todav¨ªa mejor.
P. ?La culpa sigue siendo una gran piedra en la mochila para las familias?
R. Para las familias no, para las madres. La culpa est¨¢ repartida de una manera muy desigual. Los padres nos solemos sentir menos culpables, pero es que la sociedad nos culpabiliza mucho menos que a ellas. Es muy f¨¢cil ser padre y por supuesto ser padrazo. Es m¨¢s habitual hablar de malas madres que de madrazas. Un padre que recoge a sus hijos del cole ya es un padrazo, pero a las mujeres, para que se les considere unas madres fet¨¦n, tienen que hacer piruetas. Tenemos que romper esa tendencia a culpabilizar a las madres y empatizar mucho m¨¢s con lo dif¨ªcil que es el d¨ªa a d¨ªa en nuestra sociedad con ni?os peque?os.
P. ?La corresponsabilidad es complicada?
R. La corresponsabilidad es como un unicornio [risas]. No existe. S¨ª que poco a poco se van compartiendo m¨¢s tareas y la tendencia es positiva, pero falta todav¨ªa much¨ªsimo. Falta mucho apoyo social e institucional y falta mucho cambio de mentalidad. Estamos avanzando a nivel de corresponsabilidad en lo que son tareas tangibles: cada vez m¨¢s padres recogen a sus hijos del cole, preparan la cena o ponen la lavadora. Es un avance, pero donde todav¨ªa hay un gran caballo de batalla es en la carga mental. La carga mental sigue totalmente escorada hacia el lado de las madres. Muy pocos padres est¨¢n asumiendo a estas alturas carga mental y ah¨ª es donde tiene que estar la lucha por la corresponsabilidad.
P. En definitiva, ?qu¨¦ necesitan los ni?os de sus padres?
R. Tiempo, cari?o, respeto, amor, empat¨ªa. Que nos llevemos bien, que les tratemos con respeto y que nos pongamos en su lugar porque se nos olvida a veces cu¨¢les son las necesidades de los ni?os y tendemos a adultizarles. La infancia es una etapa preciosa y no es simplemente un pre¨¢mbulo de la adultez. Tenemos que valorarla como una etapa v¨¢lida en s¨ª misma, no simplemente como una preparaci¨®n de lo que est¨¢ por venir. Una etapa que tenemos que proteger y tenemos que respetar. Partir de la base de satisfacer las necesidades y respetar los derechos de la infancia es un buen punto de partida.
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