Permisos de paternidad: ?corresponsabilidad efectiva o m¨¢s tiempo de ocio?
Seg¨²n un nuevo estudio, los padres hacen uso de su permiso de paternidad de una forma distinta a las madres. Adem¨¢s, otras medidas de conciliaci¨®n, como las excedencias y las reducciones de jornada, siguen recayendo sobre todo en las mujeres
Un trabajo de este mes de octubre, titulado Fathers¡¯ Time-Use while on Paternity Leave: Childcare or Leisure? (El uso del tiempo de los padres durante el permiso de paternidad: ?cuidado de ni?os u ocio?, por su traducci¨®n en espa?ol) y publicado en The Working Papers Series de la Barcelona School of Economics (BSE), ha puesto de manifiesto que los padres en Espa?a, Suecia, Alemania, Italia, Francia y Dinamarca hacen uso del permiso de paternidad de forma distinta a las madres. Tambi¨¦n, y seg¨²n los datos de prestaciones de la Seguridad Social, que mientras las mujeres toman su permiso de forma continua despu¨¦s del parto, los hombres lo dividen en varios periodos a lo largo del primer a?o, algunos a tiempo parcial, con un aumento notable en verano. Los economistas que han participado en el documento destacan adem¨¢s que muchos hombres lo cogieron durante el Mundial de F¨²tbol de 2022, lo que para ellos sugiere que podr¨ªan estar usando el permiso para ocio. ¡°Esto no ocurre con las mujeres ni con los hombres aut¨®nomos¡±, seg¨²n advierten.
Libertad Gonz¨¢lez, profesora de Econom¨ªa en la Universidad Pompeu Fabra y doctora por la Universidad de Northwestern (EE UU) que ha participado en este trabajo, explica que en todas las comunidades aut¨®nomas los padres utilizan entre 15 y 16 semanas de permiso. Extremadura y Castilla-La Mancha presentan la duraci¨®n m¨¢s baja, con 15 semanas exactas, mientras que Navarra y Catalu?a alcanzan las 15 semanas y media. Aunque no hay grandes variaciones por sectores de actividad, Gonz¨¢lez observa que s¨ª hay diferencias en el porcentaje de padres que fraccionan los permisos seg¨²n donde viven: el 35% en Canarias, el 41% en Andaluc¨ªa, y el 66% en Arag¨®n y el Pa¨ªs Vasco.
Pese a estos datos, Gonz¨¢lez apunta que, si bien la utilizaci¨®n de los permisos de paternidad es muy alta, y ¡°esto tiene un impacto en la presencia de los padres en el hogar las semanas y meses sucesivos al parto¡±, m¨¢s all¨¢ del primer a?o desde el nacimiento del beb¨¦ se mantienen los patrones que ya exist¨ªan: las madres son quienes usan mayoritariamente las excedencias no remuneradas y las reducciones de jornada. ¡°Pensemos que el permiso de paternidad es algo relativamente reciente. Hist¨®ricamente, ven¨ªamos de una desigualdad grande en las responsabilidades del cuidado infantil y esto sigue coleando¡±, sostiene la economista.
?Qu¨¦ impacto ha tenido la igualaci¨®n de los permisos de maternidad y paternidad en el reparto de cuidados? Responde Gonz¨¢lez que tienen evidencias de que los hombres han aumentado ligeramente su responsabilidad en el cuidado de los hijos y en las tareas del hogar. Sin embargo, no ve que desde la extensi¨®n de los permisos los padres hagan uso de otras medidas de conciliaci¨®n como las excedencias o las reducciones de jornada. ¡°No observamos que esta medida se traduzca en una reducci¨®n de la brecha de g¨¦nero en el mercado de trabajo¡±, apunta.
A vueltas con la corresponsabilidad
La ampliaci¨®n del permiso de paternidad ha sido introducido y ampliado en muchos pa¨ªses con el objetivo de reducir las desigualdades de g¨¦nero en el mercado laboral y en el hogar. Sin embargo, distintas investigaciones sugieren que tienen poco o ning¨²n impacto en los resultados laborales de hombres y mujeres tras el nacimiento de un hijo. El estudio Do Family Policies Reduce Gender Inequality? Evidence from 60 Years of Policy Experimentation (?Las pol¨ªticas familiares reducen la desigualdad de g¨¦nero? Evidencia de 60 a?os de experimentaci¨®n pol¨ªtica, en espa?ol), publicado en mayo de 2024 en el American Economic Journal: Economic Policy, analiz¨® si las pol¨ªticas familiares, como un permiso paternal m¨¢s amplio, reducen la desigualdad de g¨¦nero en el mercado laboral. El trabajo, que utiliza datos administrativos sobre la evoluci¨®n de los ingresos de hombres y mujeres austriacos durante m¨¢s de 60 a?os (desde la implementaci¨®n de pol¨ªticas familiares en la d¨¦cada de 1950), sentenci¨® que estas pol¨ªticas no han logrado cerrar la brecha salarial ni reducir sustancialmente la desigualdad de g¨¦nero en el pa¨ªs.
En Espa?a, son escasas las medidas que existen en torno a la conciliaci¨®n, m¨¢s all¨¢ de la igualaci¨®n de los permisos de paternidad y maternidad con la intenci¨®n de equiparar el reparto de tareas dom¨¦sticas y de cuidados, promoviendo as¨ª la corresponsabilidad de los hombres y combatiendo la discriminaci¨®n laboral de las mujeres. La asociaci¨®n PETRA Maternidades Feministas, que defiende una maternidad digna que respete los procesos sexuales y reproductivos y los derechos de la infancia, sostiene en sus demandas que el actual sistema de permisos no ha conseguido aumentar la corresponsabilidad ni la igualdad en el mercado laboral, pero s¨ª sigue precarizando a las madres. Esto lo se?ala tambi¨¦n el estudio en el que participa Gonz¨¢lez, que concluye que el permiso de paternidad, por s¨ª solo, no logra una distribuci¨®n equitativa del cuidado infantil, e indica que se necesitan pol¨ªticas adicionales para superar las normas de g¨¦nero tradicionales.
Mar¨ªa Espinosa, abogada de Mam¨¢ Jurista, una asesor¨ªa de conciliaci¨®n laboral, considera que es necesario un cambio social mucho m¨¢s profundo para que exista una verdadera corresponsabilidad. ¡°Que existan permisos de paternidad m¨¢s extensos facilita la crianza compartida en muchos hogares, pero no basta con esto¡±, asegura. Para esta letrada es imprescindible que existan leyes que reconozcan permisos de cuidado suficientes, ¡°porque este reconocimiento legal es un paso previo que puede posibilitar cambios sociales en esta direcci¨®n¡±. Espinosa se?ala que, adem¨¢s, toda la sociedad debe aportar su parte para que la corresponsabilidad sea posible: ¡°Las familias deben hacer un reparto equitativo de las tareas; las administraciones deben tener la conciliaci¨®n como eje prioritario, implantando verdaderos servicios p¨²blicos que faciliten la crianza; y en las empresas debe de existir una cultura de flexibilidad en la jornada laboral propia del tiempo actual¡±.
La doctora en antropolog¨ªa Julia Ca?ero a?ade que uno de los problemas cuando se habla de pol¨ªticas en torno a la crianza es que los estudios e investigaciones que se realizan no suelen consultar a las familias qu¨¦ necesitan. ¡°Todo por las madres, pero sin las madres¡±, lamenta. Las medidas pensadas actualmente en torno a la conciliaci¨®n tampoco tienen en cuenta, seg¨²n la experta, las necesidades de los beb¨¦s: ¡°Apenas hay pol¨ªticas m¨¢s all¨¢ de los permisos de paternidad y maternidad, y cuando se plantean siempre se hace pensando en el mercado laboral ¡ªcomo la externalizaci¨®n temprana¡ª, pero nunca pensando en las personas¡±.
Gonz¨¢lez encuentra que se debe hablar de dos tipos de pol¨ªticas: unas m¨¢s dirigidas a las decisiones que se toman en el hogar sobre el cuidado de los hijos y otras m¨¢s dirigidas al mercado de trabajo. Para el primer ¨¢mbito considera que ser¨ªa interesante pensar en medidas que vayan m¨¢s all¨¢ del primer a?o de vida del ni?o o la ni?a. ¡°Se debe incentivar a los padres a usar las reducciones de jornada y las excedencias, quiz¨¢s pon¨¦rselo m¨¢s f¨¢cil para que las usen, y eso no se logra sin avanzar tambi¨¦n en el mercado de trabajo¡±. Actualmente, a?ade la experta, la l¨®gica del mercado laboral obliga a que uno de los padres, cuando hay dos progenitores, tenga un empleo a tiempo completo y que la otra parte tenga una jornada m¨¢s corta para estar disponible para los hijos. ¡°Debe haber cambios para que haya jornadas m¨¢s flexibles para todo el mundo sin que suponga una penalizaci¨®n en los ingresos¡±, dice. En este sentido, Irene Lapuerta M¨¦ndez, investigadora y profesora del departamento de Sociolog¨ªa de la Universidad de Navarra, ve esencial que existan ayudas universales a la crianza, como ocurre en otros pa¨ªses europeos, pero tambi¨¦n apuesta por la jornada laboral de 32 horas semanales ¡°para una mayor calidad de vida y poder sostener los cuidados y el trabajo remunerado¡±.
La directiva europea de conciliaci¨®n exige que madres y padres tengan m¨¢s permisos retribuidos para cuidar a los hijos, pero Espa?a sigue sin incluir m¨¢s semanas retribuidas de permiso en su legislaci¨®n. Carmen Torres, abogada tambi¨¦n en Mam¨¢ Jurista, considera que, adem¨¢s, los permisos de maternidad deben ser mayores a los actuales para cubrir las necesidades de los beb¨¦s: ¡°La Organizaci¨®n Mundial de la Salud recomienda la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses, pero nuestras leyes laborales est¨¢n lejos de poder cumplir este consejo sanitario para alimentar a nuestros beb¨¦s¡±. Y concluye que quienes tienen mayores necesidades de conciliaci¨®n sin cubrir son las madres aut¨®nomas y las familias monoparentales, as¨ª como entornos vulnerables o migrantes.
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