C¨®mo gestionar que los ni?os no abusen de los dulces en Navidad

Turrones de todos los sabores, mazapanes, almendras garrapi?adas, mantecados, polvorones, panettones tradicionales o con pepitas de chocolate, fruta escarchada, caramelos, pistachos, rosc¨®n de reyes cl¨¢sico o relleno de nata, trufa o crema¡­ Durante las fiestas navide?as, las comidas y cenas despliegan en las mesas una gran variedad de dulces que hacen las delicias de los m¨¢s golosos. Adultos, j¨®venes y ni?os disfrutan con unos manjares que, ingeridos de manera desproporcionada, resultan contraproducentes para la salud. Un consumo que debe ser moderado, m¨¢xime cuando los datos del estudio ALADINO 2023, publicados en septiembre de 2024, evidencian que la prevalencia total de exceso de peso en los ni?os y ni?as de 6 a 9 a?os es del 36,1%. ¡°La infancia, ya desde los primeros a?os, y la adolescencia son ventanas de oportunidad para la prevenci¨®n de la obesidad¡±, indica Rosaura Leis, coordinadora del Comit¨¦ de Nutrici¨®n y Lactancia Materna de la Asociaci¨®n Espa?ola de Pediatr¨ªa (AEP).

¡°La obesidad o el sobrepeso en la infancia es, en el 99% de los casos, nutricional o ex¨®gena, es decir, multifactorial. Hay una serie de genes que predisponen al sobrepeso, pero, sobre todo, influyen los factores ambientales¡±, sostiene la doctora Isabel Gonz¨¢lez Casado, jefa de secci¨®n del Servicio de Endocrinolog¨ªa pedi¨¢trica del Hospital Universitario La Paz de Madrid. Entre los elementos que conforman un ambiente obesog¨¦nico se encuentran tanto un aumento de la vida sedentaria y disminuci¨®n de la actividad f¨ªsica como una ingesta excesiva de alimentos, generalmente hipercal¨®ricos, ¡°con alto contenido en grasas, az¨²cares refinados y sal, chuches, boller¨ªa industrial, refrescos y bebidas azucaradas, alimentos prefabricados y comida r¨¢pida (hamburguesas, pizzas, snacks, patatas fritas¡­), y una ingesta de verduras o frutas reducida¡±, apunta Casado. ¡°Cuando existe un desequilibrio entre la energ¨ªa ingerida y la que se gasta se produce un incremento del peso¡±, a?ade.

La obesidad es una enfermedad cr¨®nica con importantes consecuencias para la salud a corto, medio y largo plazo. ¡°No es una cuesti¨®n de voluntad¡±, declara Leis. Esta patolog¨ªa, seg¨²n explica, se caracteriza por un aumento de la grasa corporal, de la adiposidad, que es un ¨®rgano metab¨®licamente activo que produce sustancias que afectan a todos los ¨®rganos y aparatos. Hay enfermedades que se asocian con adiposidad u obesidad, pero, en la mayor¨ªa de las ocasiones, se trata de una obesidad polig¨¦nica, resultado de la interacci¨®n entre genes y ambiente: ¡°Los genes suponen un 20% en el diagn¨®stico de la obesidad, el otro 80% son el ambiente y los mecanismos epigen¨¦ticos¡±, manifiesta Leis. Esta experta se?ala que en la actualidad vivimos en un ambiente en el que determinados comportamientos conducen al exceso de peso: ¡°Se come sin hambre, se bebe sin sed, y socialmente se acepta comer en cualquier lugar, a cualquier hora y de cualquier manera. Hay una escasa supervisi¨®n familiar de la ingesta de los menores¡±.

Esta experta se?ala que en la actualidad vivimos en un ambiente en el que determinados comportamientos conducen al exceso de peso: ¡°se come sin hambre, se bebe sin sed, y socialmente se acepta comer en cualquier lugar, a cualquier hora y de cualquier manera. Hay una escasa supervisi¨®n familiar de la ingesta de los menores¡±

En la adecuada alimentaci¨®n de los hijos, los progenitores son la pieza clave y, concretamente, en cuanto al consumo de dulces. ¡°Los padres y madres deben ser capaces de hacer entender que ese tipo de alimentos son perjudiciales para la salud¡±, incide el doctor Julio ?lvarez Pitti, pediatra y coordinador del grupo de obesidad infantil y de la adolescencia de la Sociedad Espa?ola de Obesidad (SEEDO). ¡°Si los adultos son conscientes de ello, los expondr¨¢n lo m¨ªnimo, sabiendo tambi¨¦n que hay momentos y fechas en los que estos alimentos van a estar presentes. Pero cuanto menos, mejor¡±, afirma. Todo ello teniendo en cuenta que, seg¨²n ?lvarez, ¡°no existen alternativas saludables de alimentos con mucho az¨²car, sino alternativas menos malas¡±.

En ocasiones, los progenitores ofrecen a sus hijos productos en cuya elaboraci¨®n se han utilizado edulcorantes o az¨²cares de origen natural, aquellos que se encuentran de forma natural en los alimentos, como la fructosa, ¡°pensando que son saludables y que su consumo repetido no impacta en su salud. Sin embargo, son alimentos para ocasiones contadas¡±, subraya ?lvarez.

La alimentaci¨®n y la nutrici¨®n saludable no es solo qu¨¦ se come (alimentos), sino cu¨¢ndo se come (hora del d¨ªa) y c¨®mo se come; es decir, la preparaci¨®n culinaria y el disfrute social de la comida. Las Navidades son una ¨¦poca de compartir en familia, con los compa?eros de trabajo, con los amigos, y se considera una actividad positiva para la salud. ¡°La alimentaci¨®n debe ser suficiente en cantidad, sin excesos ni deficiencias; variada, para aportar la calidad de macro y micronutrientes recomendada; equilibrada y adecuada a la edad, el sexo, el estado de salud y enfermedad y el grado de actividad f¨ªsica¡±, indica la doctora Leis.

En la planificaci¨®n adecuada del men¨² durante estas fiestas los expertos aconsejan tener en cuenta las pir¨¢mides alimentarias recomendadas y los patrones tradicionales de ingesta, como la dieta atl¨¢ntica y mediterr¨¢nea. En relaci¨®n al consumo de dulces, ¡°deben consumirse en poca cantidad y excepcionalmente, con menor carga de az¨²cares y grasas saturadas y trans, y que su consumo se integre en un men¨² que siga nuestras tradiciones culinarias, aportando alimentos de buena calidad y densidad nutricional¡±, explica Leis.

Junto con el cuidado de la alimentaci¨®n, durante estos d¨ªas de fiestas es importante no olvidarse de salir al campo, pasear con la familia, montar en bicicleta o patinar. Casado se?ala que en vacaciones tambi¨¦n se puede hacer deporte: ¡°Es mucho m¨¢s beneficioso f¨ªsica y ps¨ªquicamente que estar sentado delante del televisor o de las videoconsolas¡±.