Mensajes de odio y redes sociales: c¨®mo evitar que tu hijo adolescente caiga en la trampa
El bombardeo de contenidos t¨®xicos en internet no solo tiene un impacto en la salud mental de los j¨®venes, sino que tambi¨¦n refuerza ideas que normalizan la violencia y los discursos machistas. Seg¨²n los expertos, es importante que los padres se familiaricen con las distintas plataformas y las cuentas que siguen sus hijos
¡°Las chicas dicen que quieren un buen t¨ªo, pero siempre van detr¨¢s del cabr¨®n¡±, ¡°La grasa es la derrota, bro. El m¨²sculo, la victoria¡±, ¡°Estar en pareja no me renta, mejor centrarse en el dinero¡±, ¡°Si no eres millonario antes de los 25, eres un NPC (non-playable character o persona irrelevante)¡±. Frases como estas se repiten una y otra vez en las redes sociales, convirti¨¦ndose en el nuevo lenguaje de una generaci¨®n de adolescentes que consume, comparte y normaliza discursos machistas, mis¨®ginos y ultracapitalistas sin cuestionarlos. La presi¨®n por la riqueza expr¨¦s y el culto obsesivo al cuerpo, impulsados por influencers y youtubers que venden ¨¦xito y est¨¦tica como sin¨®nimos de felicidad, se suman a este universo de mensajes radicales. Est¨¢n en TikTok, en YouTube, en hilos de X, en foros y en canales de Telegram y WhatsApp. Y no es casualidad: el algoritmo los premia, los viraliza y los coloca en la pantalla de los m¨¢s j¨®venes una y otra vez.
El Comit¨¦ de Expertos para el Desarrollo de un Entorno Digital Seguro para la Juventud e Infancia alert¨® el pasado mes de diciembre que muchos adolescentes de 12 a 16 a?os corren el riesgo de desarrollar un uso compulsivo de Internet y redes sociales. En el informe, las plataformas m¨¢s populares eran se?aladas por vender la idea de que tener ¨¦xito significa estar por encima de los dem¨¢s, especialmente por encima de las mujeres. ?Es posible proteger a los adolescentes de estos mensajes sin aislarlos del mundo digital?
Antonio Pi?ero Luna, soci¨®logo y t¨¦cnico en igualdad, se?ala que las plataformas digitales se han convertido en un espacio de falsa divulgaci¨®n: ¡°Cada vez m¨¢s gente cree que lo que ve en redes ha sido investigado, cuando en realidad se trata de informaci¨®n sin contrastar. Es como el clickbait en las noticias: la mayor¨ªa se queda con el titular sin leer el contenido¡±, explica. Para el experto, la proliferaci¨®n de estos discursos no es casualidad, sino el reflejo de una sociedad cada vez m¨¢s polarizada pol¨ªticamente. ¡°Las pol¨ªticas de ultraderecha, que cada vez ganan m¨¢s votos en todo el mundo, est¨¢n impulsando una reafirmaci¨®n de valores tradicionales que perpet¨²an el machismo y la superioridad del hombre masculino sobre el resto de la poblaci¨®n¡±, relata.
Sara Navarrete, directora del Centro de Psicolog¨ªa Cl¨ªnica y de la Salud de Valencia y psic¨®loga experta en dependencia emocional, autoestima y terapia de pareja, considera que los contenidos m¨¢s perjudiciales son los machistas y mis¨®ginos, ya que ¡°refuerzan la desigualdad de g¨¦nero y la violencia, donde los j¨®venes construyen su identidad a partir de un machismo extremo¡±. Adem¨¢s, se?ala que otro contenido preocupante es el que versa sobre el culto al cuerpo: ¡°Es muy perjudicial porque puede generar trastornos de alimentaci¨®n y problemas muy graves¡±.
La psic¨®loga ve a diario adolescentes atrapados en esta din¨¢mica. Recuerda un caso. ¡°Una paciente de 16 a?os lleg¨® obsesionada con los likes y el cuerpo perfecto. Lo que empez¨® como inspiraci¨®n acab¨® en horas de v¨ªdeos con trucos extremos para perder peso¡±. La joven dej¨® de comer carbohidratos, redujo porciones y lleg¨® a pasar un d¨ªa entero sin comer, sinti¨¦ndose orgullosa. ¡°Cada comentario sobre su f¨ªsico le daba un subid¨®n, hasta que un d¨ªa su madre la encontr¨® llorando frente al espejo¡±. Seg¨²n cuenta Navarrete, fue entonces cuando buscaron ayuda. Tras meses de terapia, escribi¨®: ¡°No era inspiraci¨®n, era autodestrucci¨®n¡±. Hoy sigue en recuperaci¨®n, pero avanza en aprender a quererse m¨¢s all¨¢ de los filtros.
Navarrete advierte que la exposici¨®n prolongada a los contenidos t¨®xicos en redes puede afectar significativamente a los adolescentes. ¡°A corto plazo genera ansiedad, baja autoestima y aislamiento social. A largo plazo, dificulta el desarrollo emocional y refuerza patrones de pensamiento que normalizan la violencia y la discriminaci¨®n¡±, asegura. Para la psic¨®loga, el consumo excesivo de estos discursos tambi¨¦n genera falta de empat¨ªa: ¡°No hace falta una agresi¨®n f¨ªsica para que exista violencia; callar, ignorar o difundir mensajes mis¨®ginos y racistas tambi¨¦n es una forma de agresi¨®n¡±, sostiene.
El soci¨®logo se?ala que las principales redes sociales, como las de Meta y X, est¨¢n en manos de hombres blancos de mediana edad con una orientaci¨®n pol¨ªtica de extrema derecha, capaces de deshacer los avances en igualdad. Adem¨¢s, recalca que el anonimato facilita barbaridades contra personas por su g¨¦nero, orientaci¨®n sexual o raza: ¡°En este entorno, donde proliferan noticias falsas y discursos de odio, si los j¨®venes no paran de recibir mensajes de este tipo es dif¨ªcil que no acaben influenciados por estas ideas¡±.
Por otra parte, la falta de modelos igualitarios en redes y en la sociedad tiene un papel clave en la viralizaci¨®n de actitudes machistas entre los adolescentes. Pi?ero recuerda tambi¨¦n que los adolescentes siguen estos modelos de manera ciega, creyendo que son conductas correctas como ocurre con la pornograf¨ªa: ¡°Generan falsas expectativas sobre las relaciones, llevando a frustraciones y presiones en la intimidad¡±. Seg¨²n se?ala, la ausencia de referentes influye en la forma en que los j¨®venes construyen su identidad: ¡°Si no ves a mujeres destacando, por ejemplo, en una disciplina deportiva, dif¨ªcilmente te interesar¨¢. Por eso, la presencia de figuras como Alexia Putellas, Aitana Bonmat¨ª u Olga Carmona han impulsado el f¨²tbol femenino¡±. En este sentido, destaca la importancia de visibilizar en redes modelos de paternidad. ¡°Si desde peque?os no nos dan un mu?eco o una mu?eca, dif¨ªcilmente aprenderemos a cuidar a un beb¨¦ en el futuro. La educaci¨®n es una herramienta muy potente: si incorporamos estos valores desde la infancia, ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil que los adolescentes los normalicen y los reproduzcan en su vida adulta¡±, a?ade.
Navarrete indica que hay cuatro se?ales clave para detectar si un joven est¨¢ expuesto a contenido perjudicial en redes: ¡°Un cambio en el lenguaje, especialmente el uso de t¨¦rminos radicales que no ha aprendido en casa; actitudes agresivas o despectivas hacia ciertos grupos; aislamiento social y cambios en la autoestima; y la percepci¨®n del cuerpo, como una obsesi¨®n con el gimnasio o la restricci¨®n extrema de alimentos¡±.
Para ayudar a los adolescentes a salir de estos discursos, la psic¨®loga recomienda a los padres no ponerse nerviosos y considera fundamental familiarizarse con las redes sociales en lugar de rechazarlas. ¡°Si no tenemos ni idea de c¨®mo funcionan, nuestros hijos nos ver¨¢n como dinosaurios digitales y no nos van a hacer ni caso¡±, avisa. Seg¨²n informa, que los padres conozcan a los influencers y referentes que siguen sus hijos permite ofrecerles alternativas positivas y ayudarles a detectar discursos manipuladores. ¡°No basta con decirles que algo est¨¢ mal, hay que mostrarles otros referentes¡±, se?ala. Adem¨¢s, insiste en crear espacios de confianza donde los j¨®venes puedan expresar dudas sin miedo al juicio: ¡°No hay que alarmarse ni reaccionar con rechazo. Respiremos, escuchemos y, si es necesario, busquemos ayuda profesional para manejar estas conversaciones de forma efectiva¡±.
Tanto Navarrete como Pi?ero coinciden en que combatir estos discursos no puede ser solo responsabilidad individual de cada adolescente o de su familia. ¡°Es un problema estructural que requiere estrategias colectivas¡±, se?ala el soci¨®logo. Para ¨¦l, no basta con alertar sobre el peligro de ciertos contenidos: ¡°No podemos limitarnos a prohibir o restringir, hay que ofrecer nuevos modelos de masculinidad y referentes positivos¡±, resume.
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