La ruta hacia la integraci¨®n

Una enorme brecha de dimensiones culturales, econ¨®micas y democr¨¢ticas separa las dos orillas del Mediterr¨¢neo. El mundo empobrecido del Sur clava su mirada en el pr¨®spero Norte. Apenas 30 kil¨®metros median entre ?frica y Europa, una distancia convertida en un abismo inalcanzable para miles de personas, de familias enteras, que cada a?o huyen de la miseria, el desempleo, la desigualdad, la persecuci¨®n o la guerra. Son migrantes desesperados que arriesgan su vida en busca de un futuro mejor. La otra ribera es percibida como un oasis de paz y desarrollo pero a menudo genera fracaso y desenga?o.

En lo que va de a?o, m¨¢s de 18.000 inmigrantes han entrado de manera irregular a Espa?a desde ?frica, seg¨²n estimaciones del Gobierno, lo que supone un 78% m¨¢s que en el mismo periodo de 2020, un curso que experiment¨® una fuerte ca¨ªda por el impacto de la pandemia del coronavirus. Ceuta, Melilla y Canarias son los principales puntos de llegada. El salto incontrolado de m¨¢s de 10.000 personas por la frontera ceut¨ª el pasado mayo ha abierto un cap¨ªtulo m¨¢s en una crisis que ning¨²n pa¨ªs ha conseguido resolver. Como puerta de entrada al sur de la Uni¨®n Europea, Espa?a ofrece una conexi¨®n directa con ?frica que la convierte en un punto estrat¨¦gico clave para entender la realidad migratoria.

M¨¢s informaci¨®n

V¨ªdeo | Regateando la exclusi¨®n

Podcast | Vidas tras la frontera

Quienes se adentran a cruzar el Mediterr¨¢neo o el Atl¨¢ntico en condiciones precarias persiguen un mismo objetivo: alcanzar la Pen¨ªnsula y cumplir los sue?os de los que son privados en sus pa¨ªses de origen. La mayor¨ªa son marroqu¨ªes, aunque tambi¨¦n provienen de Mal¨ª, Nigeria o Guinea Ecuatorial. Esta ruta se concibe como un camino al ¨¦xito, una salida vital para miles de africanos pese a que son muchas las ocasiones en las que el mar sepulta sus esperanzas. En lo que va de 2021, m¨¢s de 2.800 inmigrantes han perdido la vida en las rutas migratorias hacia Espa?a, seg¨²n recogen varias ONG.

Pagar a las mafias a cambio de un billete con destino incierto, atravesar kil¨®metros de oc¨¦ano en pateras o dejar todo atr¨¢s para tener una vida mejor es un camino que ha seguido, por ejemplo, Pape Birane, que lleg¨® a Espa?a en una embarcaci¨®n desde Marruecos despu¨¦s de soportar un viaje agotador por el desierto desde Senegal.

Pisar suelo europeo no significa el fin de los problemas. Surgen otros obst¨¢culos, nuevos retos que afrontar en la espinosa ruta hacia la integraci¨®n. Incorporarse al mercado laboral en condiciones dignas y de igualdad, acceder a una vivienda, disfrutar de los servicios sociales y obtener el reagrupamiento familiar son las grandes demandas de quienes llegan de fuera. Ilustran este proceso historias como la de la et¨ªope Negist Asfaw, que vive en Espa?a desde hace 20 a?os, y ha cumplido algunas de las expectativas que le impulsaron a abandonar su tierra: formar una familia, conseguir un trabajo estable y ganarse el cari?o de sus vecinos.

La inmigraci¨®n supone una nueva oportunidad para muchas personas y tambi¨¦n para el futuro de Espa?a. El pa¨ªs necesita recibir al menos siete millones de inmigrantes para salvar la econom¨ªa y superar retos demogr¨¢ficos derivados del envejecimiento de la poblaci¨®n, seg¨²n el investigador Charles Kenny. La Comisaria de Interior de la Uni¨®n Europea, YIva Johansson, alerta: ¡°Europa necesita inmigrantes, pero no queremos que arriesguen sus vidas¡±.