Esteban Moctezuma, un embajador discreto para enfriar la tensi¨®n con EE UU
El exsecretario de Educaci¨®n llega a Washington sin experiencia diplom¨¢tica, pero con una amplia carrera en el PRI como de negociador sereno
Cerrada la era Trump, M¨¦xico tambi¨¦n ha decidido cambiar a su hombre en Washington. Los primeros movimientos de Joe Biden en la relaci¨®n bilateral han sido amables con M¨¦xico, en sinton¨ªa con la te¨®rica agenda progresista de Morena: el fin de la alerta roja en la frontera, la paralizaci¨®n del muro y, en general, una revisi¨®n profunda de la pol¨ªtica migratoria. Aunque a la vez existen tambi¨¦n tensiones subterr¨¢neas de fondo, empezando por el pol¨¦mico retraso en reconocer el triunfo oficial de Biden, serias divergencias en la pol¨ªtica energ¨¦tica o el conflicto diplom¨¢tico abierto por el caso Cienfuegos. Para rebajar esas tensiones, L¨®pez Obrador ha elegido a Esteban Moctezuma, un pol¨ªtico de larga trayectoria en el PRI y repescado por Morena hace dos a?os del mundo de la empresa. Su falta de experiencia diplom¨¢tica ha despertado cr¨ªticas, pero tanto fuentes diplom¨¢ticas como el entorno del nuevo embajador resaltan que precisamente su perfil bajo, de negociador discreto reacio al cuerpo a cuerpo, puede ayudar a amortiguar en primera l¨ªnea la presi¨®n estadounidense.
Despu¨¦s de formar parte del naufragio electoral del PRI en el 2000, Moctezuma ha pasado casi dos d¨¦cadas apartado de la pol¨ªtica. Hasta que, en 2018, L¨®pez Obrador lo fue a buscar a la Fundaci¨®n Azteca, el brazo filantr¨®pico de Ricardo Salinas Pliego, uno de los empresarios m¨¢s poderosos, pol¨¦micos y tambi¨¦n m¨¢s cercanos ¨²ltimamente al presidente. Durante las negociaciones con el entonces director de la fundaci¨®n privada, su primera petici¨®n fue la cartera del Desarrollo Social, cargo que ya hab¨ªa ocupado en la presidencia de Ernesto Zedillo.
Los planes del presidente consist¨ªan, sin embargo, en entregarle las riendas de Educaci¨®n, una plaza caliente donde, entre otras cosas, se deb¨ªa emprender la marcha atr¨¢s de la espinosa reforma implantada por Enrique Pe?a Nieto por la que protestaban los maestros. Sus dos a?os al frente de la secretar¨ªa no fueron pac¨ªficos. Moctezuma tuvo que enfrentar fuertes recortes presupuestarios, asumiendo un equipo directivo impuesto y con su principal interlocutor, el poderoso Sindicato Nacional de Trabajadores de Educaci¨®n (SNTE), negociando directamente con el presidente.
Las interferencias han sido una constante a lo largo de su carrera. Tras dirigir con ¨¦xito la campa?a electoral de Zedillo, en 1994 fue nombrado secretario de Gobernaci¨®n. Su primera y casi ¨²ltima tarea fue la negociaci¨®n con el Ejercito Zapatista de Liberaci¨®n Nacional (EZLN), reci¨¦n levantado en la selva de Chiapas. En paralelo, la fiscal¨ªa fue armando un caso contra sus dirigentes, con la anuencia de presidente, pero a la espalda de Gobernaci¨®n. Moctezuma apenas estuvo siete meses en el cargo. Otros cinco como senador. Y un a?o al frente de Desarrollo Social. Su trayectoria, apunta una fuente de su entorno, podr¨ªa considerarse ¡°una larga carrera de peque?os fracasos¡±. Un recorrido por los pasillos del poder mexicano pero sin terminar de asentarse con firmeza.
¡°Es un pol¨ªtico muy moderado, que proyecta una imagen de persona sensata, algo muy importante para al puesto que va a ocupar¡±, se?ala Ra¨²l Ben¨ªtez Manaut, profesor del Centro de Investigaciones sobre Am¨¦rica del Norte de la UNAM. ¡°No es un militante radical de Morena, lo que hubiera sido un error, sino que viene de la clase tecnocr¨¢tica de Zedillo, que inaugur¨® el primer Tratado de Libre Comercio y conoce bien la relaci¨®n con EE UU¡±. Sobre su falta de experiencia diplom¨¢tica, el acad¨¦mico no considera que vaya a ser un lastre: ¡°La embajada de Washington tiene probablemente a los mejores diplom¨¢ticos de carrera, que conocen perfectamente a los lobbies, a los congresistas y a todo el sistema. No ser¨¢, adem¨¢s, el primer embajador sin experiencia¡±
Nueva etapa
Moctezuma abrir¨¢ una nueva etapa en la relaci¨®n, tras los tumultuosos a?os de Trump, con la Casa Blanca. Biden se ha comprometido a recuperar el esp¨ªritu de la diplomacia de Obama. Una apuesta, a¨²n por concretar, por la cooperaci¨®n internacional para combatir la pobreza, la violencia y la corrupci¨®n. La respuesta de Obrador ha sido favorable: ¡°Con usted en la presidencia ser¨¢ posible seguir aplicando los principios b¨¢sicos de pol¨ªtica exterior de nuestra Constituci¨®n, en especial, el de no intervenci¨®n y autodeterminaci¨®n de los pueblos¡±, escribi¨® en el mensaje de felicitaci¨®n oficial.
El presiente mexicano, en todo caso, ha dado tambi¨¦n se?ales de una mayor rigidez en comparaci¨®n con su relaci¨®n con Trump. Pese a los duros ataques iniciales y los pulsos perdidos, L¨®pez Obrador se afan¨® desde la llegada del magnate republicano a la Casa Blanca en envolver su posici¨®n diplom¨¢tica en un clima de sinton¨ªa y alejamiento de las hostilidades. Ante una mayor convergencia ideol¨®gica sobre el papel y sin la amenaza constate de represalias, L¨®pez Obrador podr¨ªa ahora, parad¨®jicamente, no continuar por la senda pragm¨¢tica y volver a la pol¨ªtica de principios.
Migraci¨®n y seguridad son los temas hist¨®ricos de la agenda donde puede escenificarse una mayor tensi¨®n en caso de un viraje mexicano. Por otra parte, la derivada econ¨®mica es uno de los mayores argumentos para continuar con la diplomacia de brazos abiertos hacia Estados Unidos. De la frontera dependen m¨¢s de tres cuartas partes de las exportaciones mexicanas ¡ªque a su vez suponen el 35% del PIB del pa¨ªs¡ª y m¨¢s de la mitad del turismo, que representa casi el 10%. Si a?adimos otro 3% del sector automotriz ¡ªalimentado a su vez por la demanda de EE UU, el resultado es que casi la mitad de las palancas del PIB mexicano dependen del vecino del norte.
Aunque tambi¨¦n en esta ¨¢rea aparecen aristas en la nueva relaci¨®n entre los dos vecinos. Biden, pese a no abrazar por completo la agenda del llamado Green New Deal, bandera del sector m¨¢s progresista del bando dem¨®crata, s¨ª se ha mostrado favorable a incentivar la industria de las energ¨ªas renovables. El nuevo presidente ha prometido una inversi¨®n de dos billones de d¨®lares durante los cuatros a?os de mandato. En M¨¦xico, por su parte, las energ¨ªas renovables est¨¢n en retroceso, ante la clara l¨ªnea pol¨ªtica de rescatar a toda costa el esplendor de Pemex y CFE, las dos viejas empresas p¨²blicas energ¨¦ticas mexicanas.
Las ortodoxas pol¨ªticas de L¨®pez Obrador en materia energ¨¦tica ya han provocado roces diplom¨¢ticos. La antesala de la nueva ley el¨¦ctrica propuesta por Morena despert¨® la ira de los congresistas estadounidenses, que levantaron la voz en octubre para denunciar un supuesto trato regulatorio preferente a las paraestatales hasta el extremo de postergar o incluso cancelar totalmente permisos para empresas energ¨¦ticas estadounidenses. El lobby energ¨¦tico ser¨¢ uno de los primeros huesos para el nuevo embajador, que probablemente no tendr¨¢ m¨¢s remedio que contemporizar a la espera del resultado de las elecciones intermedias de junio en M¨¦xico. Momento crucial para medir las fuerzas del Gobierno Morena de cara al fin del sexenio.
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