Los sue?os soterrados de Edgar Allan Poe
La editorial Los libros de Caronte hace p¨²blica una selecci¨®n y traducci¨®n de Alberto Chimal y Raquel Castro de textos poco conocidos del autor de ¡®El cuervo¡¯ y ¡®El pozo y el p¨¦ndulo¡¯
Edgar Allan Poe no estaba tan atormentado despu¨¦s de todo. La expresi¨®n deca¨ªda y melanc¨®lica del escritor estadounidense esconde un lado casi ignoto entre sus lectores. Resulta que Poe re¨ªa, se burlaba y hasta hac¨ªa s¨¢tira de la joven naci¨®n que lo vio nacer y empezaba a formarse. Detr¨¢s de aquella borrasca, pues, hab¨ªa un d¨ªa soleado. Por lo menos esa es la cara que muestra la antolog¨ªa titulada Los sue?os de Edgar Allan Poe; una selecci¨®n y traducci¨®n de textos realizada por los escritores mexicanos Alberto Chimal y Raquel Castro. Es un volumen que busca desmitificar al ¡°poseso¡± ¡ªcomo fuera llamado por Philip Lindsay¡ª para acercarlo a los terrenos de lo humano.
Bajo el sello de la editorial en ciernes Los libros de Caronte, esta curadur¨ªa de ocho cuentos m¨¢s una obra de teatro ¡ªla ¨²nica conocida de Poe¡ª no pretende desbancar a las traducciones que se conocen en espa?ol. Pi¨¦nsese, por ejemplo, en la de Julio Cort¨¢zar, quiz¨¢ la m¨¢s popular y aceptada. ¡°Este libro quiere presentar otra imagen de Poe, sacar brillo a esas facetas que est¨¢n deslucidas de la obra completa, pasadas por alto. Creemos que las traducciones no deben ser eternas, van acompa?ando a la obra a lo largo del tiempo; tienen que hablarle a la gente que est¨¢ viva al momento en que aparecen. Nuestra intenci¨®n fue mostrar a un Poe m¨¢s diverso, m¨¢s divertido, m¨¢s vivo. Y se?alarlo expresamente a las personas que lo est¨¦n leyendo en castellano en este momento¡±, refieren Castro y Chimal en entrevista con EL PA?S.
Con mirada aguda, ambos identificaron un problema recurrente en las colecciones en espa?ol de la obra del autor de El cuervo. ¡°Nos parec¨ªa que muchas de las anteriores antolog¨ªas no estaban bien logradas porque los cuentos est¨¢n revueltos y la selecci¨®n es arbitraria. Peor a¨²n: suelen dejar fuera estos textos [los que se enlistan en Los sue?os de Edgar Allan Poe] porque no saben c¨®mo acomodarlos respecto a la imagen que se tiene del autor, como escritor de horror. Una ventaja enorme fue que pudimos proponer a la editorial los textos que quer¨ªamos traducir. Nosotros ya sab¨ªamos a d¨®nde ¨ªbamos¡±, cuenta la tambi¨¦n periodista Raquel Castro. ¡°Yo dir¨ªa que es una antolog¨ªa con una orientaci¨®n tem¨¢tica; quisimos que no fuera lo obvio, lo com¨²nmente le¨ªdo de Poe¡±, a?ade Chimal.
El ?ngel de lo extra?o es quiz¨¢ uno de los cuentos m¨¢s destacados en el ¨ªndice de Los sue?os de Edgar Allan Poe. Un ente compuesto por objetos que parecen botellas de alcohol martiriza al narrador cuando este expresa que no quiere padecer la credulidad com¨²n de su tiempo. Aunque no propiamente es terror, ese halo ¡ª?surreal?¡ª de enso?aciones, inquieta el ¨¢nimo de quien entra en el texto. En Mellonta tauta, otra narraci¨®n compilada en la selecci¨®n de Castro y Chimal, se deja ver lo que posteriormente se conocer¨ªa como ciencia ficci¨®n. ¡°Mellonta tauta¡± proviene del griego y significa: ¡°Estas cosas son del futuro¡±. Su narradora ¡ªapuntan los traductores en el pr¨®logo del volumen¡ª ¡°describe algunas maravillas que ahora parecer¨ªan poca cosa, pero sugiere que la evoluci¨®n de la moral, la religi¨®n y la pol¨ªtica humanas podr¨ªa no seguir las rutas que continuamos imaginando para ellas desde el siglo XVIII¡±.
Poe naci¨® el 19 de enero de 1809. A casi 30 a?os de la declaraci¨®n de independencia de Estados Unidos. El pa¨ªs era entonces muy inmaduro, inexperto y con los vicios de algo que no tiene pasado. El bostoniano prefiere los referentes ingleses, se asume heredero de la tradici¨®n europea para sujetarse de algo. ¡°Escasas y, por dem¨¢s, peyorativas alusiones hac¨ªa en sus escritos al pa¨ªs que se enorgullece de haberlo tenido como ciudadano¡±, cuenta la novelista Mar¨ªa Elvira Berm¨²dez en su famoso pr¨®logo a las Narraciones extraordinarias, de Poe, de la colecci¨®n ¡°Sepan cuantos¡¡±, de editorial Porr¨²a. ¡°Fue un escritor que con grandes esfuerzos trat¨® de renovar, pr¨¢cticamente solo, la literatura de su pa¨ªs. Un pa¨ªs en ese momento extremadamente atrasado. Fue un pensador muy de avanzada en un entorno muy retr¨®grado¡±, enfatizan Castro y Chimal.
De repente el escritor de El coraz¨®n delator o El pozo y el p¨¦ndulo se muestra como un soci¨®logo burl¨®n de ¨¦poca con el don del presagio. Hace sorna de la alta sociedad y se?ala a los supremacistas, aun sin haber empezado la Guerra de Secesi¨®n. Probablemente, el texto m¨¢s emblem¨¢tico y pertinente al respecto sea El sistema del doctor Burea y el profesor Puluma. ¡°Cuenta b¨¢sicamente lo que est¨¢ pasando en Estados Unidos en este momento. El r¨¦gimen democr¨¢tico se est¨¢ colapsando; los locos se han apoderado del manicomio. La gente m¨¢s radical, m¨¢s cerrada, es la que tiene el control de los medios, de la cultura p¨²blica; y son los que est¨¢n ocasionando toda clase de desastres sin que el resto de la gente se d¨¦ cuenta¡±, asegura Chimal.
A Raquel Castro le sorprendi¨® el humor en Poe. ¡°Hay m¨¢s del que uno podr¨ªa imaginar trat¨¢ndose de ¨¦l¡±. En Charla con una momia, en la mayor¨ªa de las versiones al espa?ol, incluida la de Cort¨¢zar, no traduce el nombre del protagonista, Allamistakeo (del juego de palabras en ingl¨¦s All a mistake). ¡°Nosotros lo cambiamos por ¡°Equivocam¨®n¡±. Es un chiste que parece bobo en castellano. Pero fue un intento de aproximarnos a la intenci¨®n del autor hasta donde fuera posible¡±, sostiene Castro.
Para Alberto Chimal, as¨ª como el Poe del g¨¦nero de terror tiene infinidad de ecos, el soterrado tambi¨¦n encuentra a sus sucesores tanto en lengua inglesa como espa?ola. ¡°Si la obra de Edgar Allan Poe hubiera circulado con traducciones de estos otros aspectos, es decir, fuera de su idioma, podr¨ªa ser precursor de escritores muy humor¨ªsticos; pienso en el mexicano Francisco Hinojosa pero tambi¨¦n en H. Bustos Domecq, el autor pseud¨®nimo que crearon Borges y Bioy C¨¢sares con que escribieron cuentos policiacos. Narradores poco recordados como Jorge Mej¨ªa Prieto o muy conocidos como Ibarg¨¹engoitia tendr¨ªan en este Poe un precursor. En su propia lengua, autores como Kurt Vonnegut, Donald Barthelme o incluso el muy temprano Philip Roth. Hacen humor y s¨¢tira a veces muy intrincada de su contexto¡±, apostilla Chimal.
?C¨®mo es ser traductor de Edgar Allan Poe? Para Raquel Castro hubo momentos en que s¨ª pudo ser intimidante porque no solo fue meterse en la mente de un cl¨¢sico, ¡°tambi¨¦n tuve que ponerme a pelear con Cort¨¢zar y con otros traductores. Es extra?o: es como cuando tienes un amigo y de pronto le descubres un blog secreto en donde escribe de otras cosas, o como cuando te enteras de que alguien que conoces desde a?os toca el piano bien bonito¡±.
Salvar la idea de que lo cl¨¢sico es lo que permanece, no lo que huele a viejo, fue uno de los objetivos de esta recopilaci¨®n. Y pese a que hay una advertencia de que este libro no contin¨²a por la l¨ªnea del espanto, es inevitable no esperar un susto, algo que ponga los pelos de punta, que incomode y se quede por mucho tiempo en los pensamientos nocturnos despu¨¦s de apagar la luz. No significa que estos textos no reten al pensamiento, al contrario: aqu¨ª se revelan alegor¨ªas, fantas¨ªas grotescas y, tal vez sin querer, incre¨ªbles predicciones.
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