Un tren hacia el progreso?

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Claudia Sheinbaum ha mencionado muy temprano el tendido de v¨ªas f¨¦rreas para poner trenes de pasajeros por M¨¦xico en su sexenio. No es un gesto cualquiera. La movilidad humana en un pa¨ªs es un s¨ªmbolo inequ¨ªvoco de progreso. En esos trenes viajar¨¢n estudiantes, obreros, cient¨ªficos, turistas, lo que indudablemente elevar¨¢ el consumo y la inversi¨®n privada, es decir, el empleo, la cultura y todo aquello que moderniza un territorio y eleva el bienestar de su poblaci¨®n, pero tambi¨¦n env¨ªa un mensaje econ¨®mico de calado internacional. El momento clave que atraviesa M¨¦xico, con previsiones de inversi¨®n extranjera en polos industriales, necesita que el Gobierno implemente las medidas adecuadas para canalizar ese desarrollo y llevarlo por todo el pa¨ªs, no solo en los n¨²cleos tradicionales. La seguridad y la capacitaci¨®n del personal ser¨¢n dos asuntos a tener en cuenta para sacar el m¨¢ximo rendimiento al dinero estadounidense y al propio.

M¨¦xico tuvo tendido ferroviario como cualquier otro pa¨ªs, pero las pol¨ªticas privatizadoras de finales del siglo pasado desposeyeron a los pasajeros de este transporte y lo limitaron a mercanc¨ªas que circulan por unas v¨ªas en manos de pocos y millonarios magnates que se hicieron con la concesi¨®n. Los errores del pasado cuestan en el presente enormes desembolsos dinerarios. La presidenta electa, siguiendo medidas que ya se iniciaron en este sexenio, ha anunciado una inversi¨®n p¨²blica de 475.000 millones de pesos en su mandato, del 1 de octubre pr¨®ximo hasta 2030, para echar a andar esos trenes. Por fortuna, el esfuerzo para construir los nuevos caminos de hierro beneficiar¨¢ al empleo. Solo para el tramo Guadalajara ¨C Irapuato se han calculado 37.000 puestos directos y 18.500 indirectos. Y son muchos m¨¢s los cientos de kil¨®metros previstos.

Los nuevos trenes, ha dicho Sheinbaum, ser¨¢n el¨¦ctricos. La ventaja de llegar tarde al progreso es que no hay nada viejo que adaptar ni mantener, sino recoger lo mejor del momento y aplicarlo. Una buena noticia para la contaminaci¨®n que ahora atraviesa los cielos mexicanos en los aviones y para las congestionadas carreteras. En algunos pa¨ªses, mencion¨® la presidenta electa la semana pasada, los trayectos de menos de 250 kil¨®metros ya tienen prohibido el avi¨®n, todo por tierra. Por no hablar del tiempo que se pierde en los aeropuertos.

La parte m¨¢s d¨¦bil del asunto es la inseguridad. Los trenes de mercanc¨ªas son asaltados en numerosas ocasiones, de ah¨ª que lleven protecci¨®n. El paso de los convoyes es curioso en M¨¦xico, porque entre vagones suelen ir personas fuertemente armadas para impedir que los criminales frenen la locomotora y se hagan con la mercanc¨ªa, ya sean electrodom¨¦sticos, colchones o trigo, que luego va al mercado negro para engrosar las arcas de los criminales. La violencia se paga cara, y no solo en vidas humanas y en lo econ¨®mico. Tambi¨¦n en las obras civiles. La protecci¨®n de los nuevos trenes necesitar¨¢ un gasto extra. En algunos tramos no bastar¨¢ con vallas de alambre, las autoridades ya han anunciado muros de cemento en ciertos kil¨®metros para impedir incidentes y vandalismo.

Ahora se est¨¢n evaluando las cuestiones t¨¦cnicas, d¨®nde se pueden usar las v¨ªas actuales y d¨®nde habr¨¢ que tender otras en paralelo para el transporte humano, que debe alcanzar, atendiendo a lo previsto, los 160 kil¨®metros por hora. Despu¨¦s habr¨¢ que negociar con los concesionarios las oportunas licitaciones. El presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador abri¨® a los actuales operarios de las v¨ªas la posibilidad de que inviertan en los trenes de pasajeros y algunos ya han alzado la mano. De lo contrario, dijo, el Estado se har¨¢ cargo.

La necesidad de los trayectos proyectados cae por su propio peso. ?Qui¨¦n no quiere viajar de Ciudad de M¨¦xico a Guadalajara o a Monterrey un fin de semana en la comodidad del tren? ?O a la playa en Colima? ?O alcanzar la frontera con Estados Unidos sin soportar los abarrotados aeropuertos y los retrasos constantes de los vuelos? La conexi¨®n con la frontera norte es comprensible y crucial, de aquel lado llegar¨¢n las inversiones, el empleo y el turismo. Pero conviene no olvidar el sur, como ocurri¨® en los antiguos tratados de libre comercio con Estados Unidos, que apenas favorecieron el desarrollo de algunas regiones. La presidenta ha prometido revisar con detalle los posibles nodos comerciales e industriales, del mismo como que el Tren Maya se abre camino en un territorio de excepcional valor cultural y tur¨ªstico.

La construcci¨®n de este proyecto ferroviario no ser¨¢ de la noche a la ma?ana, pero el camino al progreso est¨¢ trazado. Si nadie lo descarrila.

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