Recalentado electoral (II): el PRI soy yo
Se aconseja no reducir este relato a mera ficci¨®n: Alejandro Moreno estaba sentado en una mesa. En la otra punta estaba un viejo de rostro alargado. Alito lo reconoci¨®, era Jes¨²s Reyes Heroles
Jorge Luis Borges abre El libro de arena con ¡®El otro¡¯, un cuento en el que narra una reuni¨®n fant¨¢stica: el Borges anciano y el Borges joven se encuentran en una banca junto al r¨ªo. El di¨¢logo entre ellos gira en torno al intento del viejo por convencer al novato de la ineludible verdad: son el mismo.
Esa escena, cargada de reflexi¨®n sobre el paso del tiempo, me lleva a imaginar un di¨¢logo similar entre el PRI de la d¨¦cada de los a?os setenta ¡ªrobusto y diestro¡ª y el PRI presente que agoniza. Se aconseja no reducir este relato a mera ficci¨®n.
Alejandro Moreno estaba sentado al extremo de una mesa. En la otra punta, un viejo de rostro alargado, pelo cano, gafas grandes y cejas prominentes tom¨® su lugar. Alito lo reconoci¨® con humillaci¨®n y procedi¨® a presentarse:
¡ªSoy Alito Moreno ¡ªdijo, un desprop¨®sito ante el grand¨ªsimo estampado de su nombre en su camisa roja. Extendi¨® la mano y continu¨®¡ª. ?Yo a usted lo conozco! Es Jes¨²s Reyes Heroles, fue dirigente nacional del PRI. Yo tambi¨¦n lo soy. Es el 7 de julio de 2024 y estamos en lo que usted conoci¨® como Distrito Federal, en la 24 asamblea nacional ordinaria del partido.
Ante la cara de sorpresa de su interlocutor, Alito prosigui¨®:
¡ªPuedo probarle que no miento. Voy a decirle cosas que no puede saber alguien de su tiempo. Tras la torpeza que llevar¨¢ a L¨®pez Portillo a contender como candidato ¨²nico por la presidencia, en 1977 usted promover¨¢ una importante reforma electoral que permitir¨¢ el tr¨¢nsito de un r¨¦gimen de partido de Estado a uno multipartidista. Gracias a ello, en 1989 se fundar¨¢ el PRD, un engendro de la Corriente Democr¨¢tica que busc¨® democratizar el PRI. Y en el a?o 2000, a pesar de nuestra promesa por formar un ¡°nuevo PRI¡±, el PAN, con Vicente Fox a la cabeza, quiz¨¢s el pol¨ªtico m¨¢s ignorante de nuestra historia, nos arrebat¨® la presidencia de la Rep¨²blica. M¨¦xico hab¨ªa transitado hacia la alternancia.
¡ª?Qu¨¦ pas¨® despu¨¦s de eso? ¡ªcuestion¨® Reyes Heroles comenzando a convencerse.
Para tranquilizarlo y tranquilizarse, Alito fingi¨® una mesura que ciertamente no sent¨ªa. Le dijo:
¡ªDoce a?os despu¨¦s regresamos a la presidencia con Enrique Pe?a Nieto. El tipo no fue perverso, pero s¨ª limitado y fr¨ªvolo. Nuestro ¨²ltimo presidente.
¡ª?Querr¨¢s decir nuestro ¨²ltimo gran presidente? ¡ªpregunt¨® Reyes Heroles con ¨¦nfasis en el adjetivo.
Alito neg¨® sin decir palabra. Despu¨¦s prosigui¨®:
¡ªVer¨¢ usted, despu¨¦s de la elecci¨®n de 2018 entendimos que con L¨®pez Obrador ten¨ªamos el agua al cuello. Entonces nuestro candidato apenas acarici¨® el 16% de la votaci¨®n. Un bochornoso tercer lugar. Fue ah¨ª cuando el expresidente Pe?a me apoy¨®, junto con un poco de presi¨®n que consegu¨ª gracias a mi paso por la gubernatura de Campeche, y me hice de la dirigencia del partido. Quesque para ayudar con su reestructura.
¡ª?L¨®pez Obrador? ¡ªHeroles inclin¨® la cabeza, mostrando curiosidad.
Alito suspir¨®. Su interlocutor carec¨ªa de la pieza m¨¢s importante de la historia.
¡ªNo es tan sencillo explicarlo... Un pol¨ªtico de Tepetit¨¢n, Tabasco, surgido de la Corriente Democr¨¢tica del PRI, fund¨® Morena: un nuevo partido que se form¨® en 2014 y, en tan solo cuatro a?os, consigui¨® la presidencia y ser la primera fuerza pol¨ªtica del pa¨ªs.
Heroles luc¨ªa incr¨¦dulo. Permiti¨® que Alito prosiguiera:
¡ªObrador y su partido hicieron evidentes nuestras fisuras ideol¨®gicas. Mostraron que llev¨¢bamos tiempo alejados de nuestro estatuto: un partido popular, democr¨¢tico, progresista e incluyente, comprometido con las causas de la sociedad, los principios de la Revoluci¨®n mexicana y sus contenidos ideol¨®gicos. Evidenci¨® que nos volvimos corruptos, elitistas y soberbios. Ya para 2024, el da?o parec¨ªa irreversible.
¡ª?Y t¨², Alito?, ?c¨®mo enfrentaste tan brutal embestida? ¡ªdemand¨® Reyes Heroles, como quien cuestiona al protector de su legado.
¡ªAli¨¢ndome con nuestros enemigos hist¨®ricos ¡ªreplic¨® Alejandro con vanidad ante la repugnada mirada de su interlocutor¡ª. Se cuid¨® de no hacer menci¨®n a X¨®chitl G¨¢lvez ni a sus escasos m¨¦ritos pol¨ªticos.
¡ªPerm¨ªteme intentar adivinar el futuro, Alejandro. Supongo que perdimos ¡ªcontest¨® el hist¨®rico dirigente anticipando el resultado.
¡ªEstrepitosamente ¡ªse?al¨® Alito¡ª. Morena y sus aliados ganaron con el 60% de los sufragios mientras que nosotros obtuvimos un raqu¨ªtico 9%. No logramos ganar ni una diputaci¨®n federal por nuestra cuenta ni senadur¨ªa alguna mediante voto popular. El peor resultado de nuestra historia. ?Pa¡¯ qu¨¦ le miento?
Para estas alturas, Reyes Heroles luc¨ªa horrorizado, con la ¨²nica esperanza de que aquello fuera un sue?o. Una espantosa pesadilla.
¡ª?Entonces, Alejandro? ?Esta asamblea en la que estoy sentado es en la que se te destituye del cargo? ¡ªresalt¨® Reyes, como quien destaca una obviedad.
¡ªPor contrario, don Jes¨²s. Acabo de modificar el art¨ªculo 178 de los estatutos del partido para poder reelegirme como dirigente hasta 2032. Adem¨¢s, podr¨¦ designar a los coordinadores parlamentarios de ambas C¨¢maras y de cada Estado, y reducir¨¦ a la mitad el consejo pol¨ªtico. Por si fuera poco, antes me desprend¨ª de la CTM (Confederaci¨®n de Trabajadores de M¨¦xico), esa carga hist¨®rica que solo hac¨ªa ruido. El PRI soy yo: tengo m¨¢s poder dentro del partido que cualquiera de sus presidentes hist¨®ricos. Soy todo lo que tu liberalismo social siempre repudi¨®.
Reyes se levant¨® de su silla sin poder contener el alto volumen de su voz.
¡ª?C¨®mo, Alejandro? ?Me est¨¢s diciendo que te aliaste con los panistas, que el partido est¨¢ en picada y que adem¨¢s te apropiaste de ¨¦l?
¡ªAs¨ª es la democracia, don Jes¨²s ¡ªcontest¨® Alito¡ª. Pero d¨¦jeme aclararle algo que est¨¢ entendiendo mal: el gran perdedor de la elecci¨®n del 2 de junio fue el PRI, no Alito Moreno. Yo gan¨¦. ?O acaso hay bot¨ªn m¨¢s f¨¢cil para apropiarme que un partido de nueve puntitos? Con un mejor resultado electoral tendr¨ªa m¨¢s oportunistas rondando mi premio. La debilidad del PRI es mi propia fortaleza.
Hacia el final de El otro, el Borges anciano advierte al joven sobre la inminente p¨¦rdida total de la vista que marcar¨¢ su vida adulta. Le dice que no debe preocuparse, que la ceguera gradual no es una tragedia, sino un lento atardecer de verano.
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