Los retos de Claudia Sheinbaum: la operaci¨®n pol¨ªtica

El riesgo es real. Tras una presidencia tan poderosa como la de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, fundador y l¨ªder absoluto de su movimiento, los actores pol¨ªticos contemplan el cambio de sexenio como una oportunidad para ampliar su margen de poder. Pr¨¢cticamente, una ley de la f¨ªsica que Claudia Sheinbaum no ignora. Gobernadores, coordinadores del poder legislativo y del judicial, l¨ªderes sindicales, militares, dirigencias de partidos, empresarios, por no hablar de los n¨²cleos obradoristas duros que intentar¨¢n imponer condiciones, y un largo etc¨¦tera. O como dec¨ªa un viejo conocido: ¡°yo empujo y sigo empujando mientras sienta blandito, me paro cuando se percibe m¨¢s duro¡±. No fue mucho lo que pudieron empujar en este sexenio, hay que decirlo. A partir de octubre todos ellos intentar¨¢n impulsar sus agendas, a veces en la direcci¨®n favorable a la presidenta, otras en la direcci¨®n contraria. Gestionar todo eso requerir¨¢ de una enorme claridad y habilidad pol¨ªtica para no da?ar la capacidad de conducci¨®n de la pr¨®xima mandataria.

Por lo mismo, merecer¨ªa una reflexi¨®n el gabinete anunciado. Deja la sensaci¨®n de que existe un desbalance entre el dream team dise?ado para la parte econ¨®mica y la relativa fragilidad de la parte pol¨ªtica. Por un lado, Ram¨ªrez de la O y Marcelo Ebrard en Hacienda y Econom¨ªa, respectivamente. Adicionalmente, dos alfiles potenciados por la cercan¨ªa con la presidenta, por su capacidad y por las altas expectativas con las que llegan: la ex tesorera de la Ciudad de M¨¦xico, Luz Elena Gonz¨¢lez en Energ¨ªa y Altagracia G¨®mez en la coordinaci¨®n de empresarios.

Del otro lado, la parte pol¨ªtica, encabezada por Rosa Icela Rodr¨ªguez, parecer¨ªa una presencia menos impresionante. No se malinterprete, no es que se trate de un mal cuadro ni mucho menos; una funcionaria leal, laboriosa, conocida por su capacidad para dialogar y resolver. Entre otras cosas, ha tenido el m¨¦rito de haber sido funcionaria de primer nivel en el gobierno de la Ciudad de M¨¦xico con L¨®pez Obrador, Marcelo Ebrard, Miguel ?ngel Mancera y Claudia Sheinbaum y sobrevivir sin vetos pol¨ªticos. Hoy reitera esta capacidad de adaptaci¨®n repitiendo en el gabinete federal.

Pero tambi¨¦n es cierto que ayuda poco el hecho de que las ¨²ltimas tres responsabilidades de la secretaria arrojen un balance ambiguo. Con Claudia Sheinbaum se desempe?¨® como secretaria de Gobierno de la Ciudad de M¨¦xico durante la primera mitad del sexenio pasado, lo m¨¢s parecido a lo que ahora har¨¢ a nivel federal. Pero recordemos que, un a?o despu¨¦s de dejar el puesto y tras la debacle de Morena en las elecciones intermedias de la capital, se atribuy¨® la derrota a la falta de operaci¨®n pol¨ªtica. Su relevo fue Jos¨¦ Alfonso Su¨¢rez, quien solo estuvo 11 meses, y debi¨® entrar para la segunda parte del sexenio Mart¨ª Batres, antiguo rival de Sheinbaum. Rosa Icela pas¨® entonces a dirigir Puertos y Marina Mercante, y aunque solo estuvo algunos meses, a la postre se hizo cargo de esta responsabilidad la secretar¨ªa de la Marina.

Finalmente, en la Secretar¨ªa de Seguridad P¨²blica ha intentado hacer posible lo que para muchos otros habr¨ªa sido imposible: un desempe?o profesional en los estrechos m¨¢rgenes que representa un ministerio con funciones que en buena medida realizan otros: Defensa y Marina. Una funcionaria h¨¢bil, cumplidora; pero en ning¨²n caso ha dejado una impronta memorable o un reconocimiento un¨¢nime. En ¨²ltima instancia, el problema no es su capacidad pol¨ªtica, que est¨¢ a la vista, sino el tama?o del desaf¨ªo que habr¨¢ de enfrentar.

Hab¨ªa otras opciones como Marcelo Ebrard, Ad¨¢n Augusto L¨®pez, Ricardo Monreal. Desde luego, cualquiera de estos habr¨ªa generado otras objeciones. En ellos habr¨ªa tenido Claudia un poderoso cuadro y gestor frente al resto de los actores, pero a costa de instalar en el tablero de mandos a un ex rival, con todo lo que eso conlleva de suspicacias y desconfianzas. Una opci¨®n intermedia habr¨ªa sido Mario Delgado, m¨¢s cercano a Claudia y quien en su calidad de presidente de Morena viene de operar la designaci¨®n de candidaturas en todo el territorio. Asumo que, en el cruce de vetos en este delicado per¨ªodo de transici¨®n, Rosa Icela fue la alternativa ¡°cesarista¡±, la carta con menos negativos por parte de las fuerzas relevantes (l¨¦ase Palacio Nacional y oficina del gobierno virtual).

Por otra parte, sabemos que el peso de un secretario de gobernaci¨®n en la operaci¨®n pol¨ªtica depende menos de la persona y m¨¢s del dise?o de poder que establezca el presidente. Fue muy distinto el papel que jug¨® esta oficina con Olga S¨¢nchez Cordero en la primera mitad del sexenio que con Ad¨¢n Augusto L¨®pez en la segunda, cuando fue mucho m¨¢s protag¨®nica. No obedeci¨® a un asunto de personalidades, porque francamente el perfil de la exministra era m¨¢s prestigioso y conocido que el del hasta entonces gris gobernador tabasque?o. La diferencia residi¨® en las atribuciones que el presidente otorg¨® a su paisano, las tareas que le encomend¨® y las muchas se?ales de confianza que indicaban que hablaba en su nombre.

Por lo pronto, con la designaci¨®n de L¨¢zaro C¨¢rdenas como futuro coordinador del gabinete, en la pr¨¢ctica alivia a Gobernaci¨®n de esta tarea y es indicativa de que la propia presidenta preferir¨¢ operar directamente desde su oficina la conducci¨®n de muchos temas delicados.

En suma. Claudia Sheinbaum est¨¢ haciendo lo mismo que hizo en el gobierno de la ciudad: optando por Rosa Icela Rodr¨ªguez como primera opci¨®n para hacerse cargo de la operaci¨®n pol¨ªtica. No todos pensar¨¢n que el balance de la primera experiencia haya sido del todo exitosa, a juzgar por los resultados. Pero Sheinbaum no es alguien inclinada a repetir un error, si es que lo hab¨ªa. O tiene otra valoraci¨®n de las razones de la derrota de 2021 o piensa encarar el desaf¨ªo pol¨ªtico con la misma pieza central pero con otro dise?o. O quiz¨¢ simplemente se trata de un gabinete de transici¨®n destinado a ser afinado sobre la marcha. Probablemente un poco de las tres.

@jorgezepedap

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