La defensa europea necesita a la UE
La invasi¨®n de Ucrania por Rusia podr¨ªa servir de catalizador para transformar la Uni¨®n Europea en una verdadera potencia mundial, como sucedi¨® en su d¨ªa con EE UU
La pol¨ªtica de defensa y seguridad es la frontera final de la integraci¨®n europea. La Uni¨®n Europea actual es tan grande y tiene un impacto tan significativo a escala mundial en los ¨¢mbitos econ¨®mico, normativo, comercial y clim¨¢tico que, por extensi¨®n, no puede evitar ser un actor global cada vez m¨¢s poderoso e importante. Y, sin embargo, existe un desajuste entre la fuerza econ¨®mica global de la UE y el papel que realmente est¨¢ desempe?ando en el mundo. La UE no es tan poderosa o influyente en el escenario mundial como deber¨ªa ser. Esto se debe a que la UE no est¨¢ configurada institucionalmente para avanzar a favor de los intereses de la Uni¨®n Europea. De este modo, la UE ha realizado la parte m¨¢s dif¨ªcil de convertirse en una potencia global ¡ªconstruir una econom¨ªa integrada equivalente a la de Estados Unidos y China¡ª, pero no ha llevado a cabo la parte f¨¢cil: organizarse diplom¨¢tica y militarmente para canalizar su poder.
La UE se parece en muchos aspectos a los Estados Unidos de finales del siglo XIX. Entonces, Estados Unidos hab¨ªa ganado escala continental y se hab¨ªa convertido en uno de los pa¨ªses m¨¢s ricos del mundo. No obstante, eran tratados con desd¨¦n por la mayor¨ªa de las grandes potencias europeas de la ¨¦poca por considerarlos como un actor irrelevante. Estados Unidos ten¨ªa un ej¨¦rcito d¨¦bil, un aparato de pol¨ªtica exterior limitado y una cultura pol¨ªtica introspectiva carente de ambici¨®n geopol¨ªtica. Sin embargo, en el transcurso de los 20 a?os del per¨ªodo comprendido entre 1898 y 1918, Estados Unidos se reorganiz¨®, desarroll¨® una Armada y sus fuerzas militares y se convirti¨® en el pa¨ªs m¨¢s poderoso del planeta. Del mismo modo, la invasi¨®n de Ucrania por parte de Rusia podr¨ªa servir de catalizador para transformar la Uni¨®n Europea en una verdadera potencia mundial.
Desde un punto de vista estrat¨¦gico, Europa deber¨¢ tomar muy en serio su defensa. Con la invasi¨®n de Ucrania, Rusia ha demostrado su voluntad de invadir un vecino en busca de la conquista imperial y anexi¨®n territorial. La invasi¨®n de Ucrania ha sido un desastre militar para Rusia. Sin embargo, Rusia buscar¨¢ reconstruir con urgencia sus fuerzas terrestres. Esto llevar¨¢ tiempo, probablemente al menos cinco a?os, lo que tambi¨¦n le da a Europa tiempo para reforzar sus capacidades de defensa en la disuasi¨®n de agresiones futuras. La capacidad naval de Rusia, en cambio, pr¨¢cticamente no se ha visto afectada por la guerra y podr¨ªa suponer una amenaza real para Europa, especialmente para sus infraestructuras gas¨ªsticas en alta mar.
Mientras tanto, la guerra ha llevado a Estados Unidos a volver a Europa. El regreso a Europa de los norteamericanos ha reducido el impulso de las iniciativas de defensa de la Uni¨®n Europea. Pero es probable que este regreso sea temporal. China sigue siendo la mayor preocupaci¨®n de Washington, ya que en la capital estadounidense se ve a China como ¡°la amenaza en ciernes¡±. Estados Unidos se halla excesivamente estresado militarmente, pues tiene que hacer frente tanto a una China en ascenso como a una Rusia hostil. Ante esta situaci¨®n, Washington desear¨¢ cada vez m¨¢s que Europa sea capaz de disuadir a Rusia y que reduzca su dependencia de Estados Unidos. Adem¨¢s, para Europa, uno de los impactos m¨¢s significativos del hecho de que Estados Unidos vuelva de nuevo su atenci¨®n hacia Asia es que tambi¨¦n se han alejado por completo de Oriente Pr¨®ximo y del norte de ?frica, es decir, del vecindario de Europa. Estados Unidos ha reducido dr¨¢sticamente su enfoque y vigilancia de Oriente Pr¨®ximo. As¨ª, una crisis de seguridad en estas regiones que impacte en la seguridad europea deber¨¢ ser abordada por Europa. Esto significa que los pa¨ªses europeos no pueden dejar de invertir en sus capacidades expedicionarias m¨¢s all¨¢ de sus fronteras en favor de las fuerzas terrestres convencionales para disuadir a Rusia. Tendr¨¢n que hacer ambas cosas. Las elecciones de 2024 deber¨ªan proporcionar nuevos incentivos para reducir su dependencia de Estados Unidos, ya que es posible que Donald Trump, u otro presidente antiatlantista, llegue al poder.
La invasi¨®n rusa ha expuesto las debilidades de los ej¨¦rcitos y la defensa europeos. Un problema importante es que los europeos no se centran en la defensa europea; se centran en la defensa nacional. La OTAN ayuda a tratar de coordinar las fuerzas europeas, pero, en ¨²ltima instancia, el pa¨ªs que paga la defensa europea es Estados Unidos. Es Estados Unidos quien proporciona las capacidades habilitadoras esenciales ¡ªlos aviones cisterna, el transporte a¨¦reo, la inteligencia, la defensa antimisiles¡ª que permiten a los europeos luchar juntos.
Por lo tanto, el problema de la defensa europea no hace referencia ¨²nicamente a los niveles de gasto. Tambi¨¦n tiene que ver con la forma en que se gastan los recursos de defensa europeos. A medida que m¨¢s y m¨¢s pa¨ªses europeos gasten m¨¢s en defensa y alcancen el objetivo del 2% fijado por la OTAN, la defensa colectiva de Europa sin duda se fortalecer¨¢. Pero simplemente con llegar al 2% no se resolver¨¢n los problemas de defensa europeos, puesto que el gasto se divide entre los 27 pa¨ªses miembros de la UE y los 30 pa¨ªses miembros de la OTAN. De hecho, existe una preocupaci¨®n leg¨ªtima de que, una vez que los 27 Estados miembros de la UE gasten un poco m¨¢s en defensa, no se altere de un modo significativo la perspectiva de defensa de Europa. En lugar de ello, Europa estar¨¢ plagada de los mismos problemas y seguir¨¢ dependiendo de Estados Unidos.
Por consiguiente, es fundamental que Europa tambi¨¦n busque apalancar el poder integrador de la UE y garantizar que el gasto adicional se coordine e integre tanto como el poder. Este es un rol que debe asumir la Uni¨®n Europea y que ser¨ªa enormemente beneficioso para la OTAN.
Si bien la OTAN se ha resistido a que la UE desempe?e un papel en defensa, existe una divisi¨®n clara del trabajo entre ambas. La OTAN tiene un claro papel de coordinaci¨®n de arriba hacia abajo, al convertir las fuerzas europeas en una fuerza de combate cohesionada y fijar objetivos de capacidad para los miembros de la OTAN. La UE, por el contrario, puede desempe?ar un papel decisivo de abajo hacia arriba, por ejemplo coordinando, gestionando e incentivando las adquisiciones conjuntas y posiblemente incluso llenando las lagunas en las capacidades de defensa com¨²n al facilitar el aprovisionamiento de sistemas de defensa que est¨¢n m¨¢s all¨¢ del alcance individual de los pa¨ªses europeos (defensa antimisiles, aviones cisterna). Estos esfuerzos promover¨ªan la autonom¨ªa estrat¨¦gica de la UE, pero tambi¨¦n reforzar¨ªan de un modo importante la alianza de la OTAN. La propuesta de la UE de destinar 500 millones de euros a incentivar las compras conjuntas por parte de los pa¨ªses europeos es crucial.
Tambi¨¦n es fundamental recuperar la base industrial de la defensa de Europa. Se necesita m¨¢s gasto, pero tambi¨¦n reformas. La UE deber¨ªa seguir estando facultada para promover la integraci¨®n industrial de la defensa. Desde 2014, la UE ha desarrollado una importante capacidad institucional a trav¨¦s del Fondo Europeo de Defensa, la Agencia Europea de Defensa y la Cooperaci¨®n Estructurada Permanente en materia de Defensa (PESCO, por sus siglas en ingl¨¦s). Ha llegado el momento de aumentar dr¨¢sticamente la financiaci¨®n de estas iniciativas. La UE deber¨ªa intentar llenar algunos de los vac¨ªos existentes en la defensa europea, por ejemplo, invirtiendo en el desarrollo de sistemas en ¨¢reas cr¨ªticas. La propuesta del canciller alem¨¢n Olaf Scholz de un sistema de defensa antimisiles europeo podr¨ªa ser un ¨¢rea. Finalmente, la integraci¨®n de las industrias de defensa de Europa requerir¨¢ una financiaci¨®n com¨²n de la UE para incentivar la cooperaci¨®n.
Por ¨²ltimo, la UE y sus miembros tienen que presionar a Estados Unidos para que desempe?e un papel productivo. Como ha escrito el ex secretario general de la OTAN y alto representante de la UE, Javier Solana: ¡°Parad¨®jicamente, mientras su Administraci¨®n [la de Trump] exige que los europeos nos hagamos cargo de nuestra seguridad, se esfuerza al mismo tiempo constantemente en socavar todo proyecto de defensa conjunta que acometemos. Tales prejuicios y cortedad de miras con respecto a la cooperaci¨®n de seguridad europea no son nuevos¡±. Estados Unidos ha usado su inmensa influencia en Europa para oponerse a las iniciativas de defensa de la UE. Los l¨ªderes de la Uni¨®n Europea tienen que poner el ¨¦nfasis en este argumento en su relaci¨®n con los altos funcionarios norteamericanos y describir el papel obstruccionista de Estados Unidos. Adem¨¢s, los l¨ªderes de la UE deber¨ªan explicar los beneficios de la defensa de la UE para Estados Unidos y pedir a los l¨ªderes estadounidenses que apoyen p¨²blicamente las ambiciones de defensa de la Uni¨®n Europea.
La invasi¨®n rusa de Ucrania requiere que Europa avance ahora en la ¨²ltima frontera de la integraci¨®n europea: la seguridad y la defensa. En Europa, la seguridad nacional es en ¨²ltima instancia la seguridad europea. Para hacerlo, Europa debe canalizar la fuerza integradora de la Uni¨®n Europea y avanzar en la defensa de la UE.
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