Gaza: ?d¨®nde est¨¢ la ley?
La cruda realidad es que el derecho internacional se?ala las violaciones que se est¨¢n produciendo en la guerra, pero la comunidad internacional no aplica las normas que ha pactado
El ¨²nico hospital que trataba a enfermos de c¨¢ncer en Gaza cerr¨® hace dos d¨ªas por falta de combustible. Lo contaba el responsable de M¨¦dicos sin Fronteras en los territorios palestinos ocupados. Desmoralizado, hac¨ªa un llamamiento a parar el ¡°ba?o de sangre¡±. Porque ni siquiera ellos, profesionales entrenados para servir en zonas de conflicto, pueden trabajar ya en la Franja y han tenido que salir para no morir bajo las bombas. En estos casos es cuando deber¨ªan entrar en acci¨®n las leyes de la guerra y del derecho humanitario. Como dice el fiscal del Tribunal Penal Internacional, Karim Khan, hoy necesitamos m¨¢s ley que nunca. No en t¨¦rminos abstractos o te¨®ricos, sino pr¨¢cticos: un derecho que act¨²e.
Que el derecho no valga como herramienta de contenci¨®n no es un problema jur¨ªdico, sino pol¨ªtico. Hay toda una arquitectura institucional y normativa lista desde hace d¨¦cadas: tratados, convenciones, reglas de la guerra, un derecho internacional y uno humanitario que deja muy claro que los civiles no deben ser objetivo b¨¦lico. Naciones Unidas, que ha sido esencial en el conflicto entre israel¨ªes y palestinos desde 1947, tiene las manos atadas. Su Consejo de Seguridad podr¨ªa sancionar econ¨®micamente a Israel o aplicar otras medidas para detener la agresi¨®n contra Gaza, incluso iniciar acciones militares, pero esto no ocurre porque Estados Unidos, miembro permanente y valedor del Gobierno de Netanyahu, se opone con su veto. Hace un par de semanas, Washington bloque¨® una resoluci¨®n presentada por Brasil que ped¨ªa declarar ¡°pausas humanitarias¡± en Gaza y condenaba los ataques a los civiles de todas las partes. Incluso si el Consejo llegase a aprobar una resoluci¨®n, podr¨ªa no servir de nada. Eso ocurri¨® en 2016, cuando se declararon ilegales los asentamientos jud¨ªos en los territorios palestinos ocupados e Israel no solo no fren¨® la expansi¨®n de los colonos, sino que la aceler¨®.
La cruda realidad es que el derecho se?ala las violaciones, pero la comunidad internacional no aplica las normas que ha pactado. Esto tiene consecuencias demoledoras: estamos presenciando una masacre en directo con la sensaci¨®n de que nadie puede pararla. Pol¨ªticamente, Occidente se ha disparado en el pie. Aunque no todos los pa¨ªses han mantenido la misma actitud y la Uni¨®n Europea rectific¨® su postura inicial, en conjunto puede que este sea el peor mensaje que hemos enviado a Oriente Pr¨®ximo desde la invasi¨®n de Irak en 2003. Teniendo, adem¨¢s, tan fresco el apoyo masivo a Kiev tras la invasi¨®n rusa, el agravio hacia los palestinos es a¨²n m¨¢s obsceno.
El doble rasero occidental lo est¨¢n aprovechando ya China y Rusia, que ganan fuerza en el llamado sur global. Contaba Dominique de Villepin, ex primer ministro franc¨¦s, en una entrevista hace unos d¨ªas, que cuando viaja a ?frica, Oriente Pr¨®ximo o Latinoam¨¦rica siempre le reprochan lo mismo: c¨®mo denuncian ustedes lo que ha pasado en Ucrania y qu¨¦ comedidos son con Gaza. Es el colmo, pero reg¨ªmenes autoritarios como Pek¨ªn y Mosc¨² van a sacar r¨¦dito de la situaci¨®n y se lo habremos puesto en bandeja.
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