El reto africano de recuperar las clases perdidas
Tras el cierre de escuelas por la covid-19, ?frica debe reformar la educaci¨®n para paliar los atrasos en el aprendizaje que lastrar¨¢n a la pr¨®xima generaci¨®n. Hay soluciones, seg¨²n esta nueva investigaci¨®n
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La pandemia de covid-19 ha provocado una conmoci¨®n hist¨®rica en la educaci¨®n al haber cerrado las escuelas de m¨¢s de 1.600 millones de ni?os en el mundo. Esta sacudida empeorar¨¢ una crisis educativa que ya exist¨ªa de antes y en la que muchos estudiantes aprend¨ªan ya muy poco en la escuela. El Banco Mundial prev¨¦ que el porcentaje de ni?os analfabetos a los 10 a?os podr¨ªa ascender del 53% (n¨²mero anterior a la pandemia) al 63% debido al cierre de centros educativos.
Estos d¨¦ficits en la ense?anza podr¨ªan derivarse de una combinaci¨®n de elementos: el olvido de lo estudiado anteriormente y la falta de lo que se habr¨ªa aprendido si las escuelas no hubiesen cerrado. Tales p¨¦rdidas se pueden acumular en el largo plazo. Los alumnos que se reincorporan a los colegios, muy atrasados con respecto a las previsiones de los planes de estudio, pueden estar demasiado rezagados para aprender de la ense?anza diaria, por lo que se quedar¨ªan a¨²n m¨¢s atr¨¢s.
Este nuevo estudio, que publicamos en International Journal of Educational Development, analiza cu¨¢nto aprendizaje puede perderse en Etiop¨ªa, Kenia, Liberia, Tanzania y Uganda como consecuencia del cierre en la pandemia. Utilizamos datos de las evaluaciones de lectura de los primeros cursos en estos cinco pa¨ªses. Nuestro modelo indica que podr¨ªa haber hasta un a?o de atraso en el aprendizaje a corto plazo. Nuestros c¨¢lculos advierten de que estos d¨¦ficits se distribuir¨¢n de manera desigual y quienes se quedar¨¢n m¨¢s atr¨¢s ser¨¢n los estudiantes que empezaron con niveles de aprendizaje m¨¢s bajos.
Seg¨²n nuestros c¨¢lculos, estos d¨¦ficits en el aprendizaje a corto plazo podr¨ªan acumularse en 2,8 a?os de d¨¦ficit en el largo plazo. As¨ª sucede si el plan de estudios ¨Ca menudo este es demasiado ambicioso y no se corresponde con los niveles de aprendizaje de los estudiantes¨C no se ajusta para permitir que los estudiantes alcancen el nivel que se les exige.
Oportunidad hist¨®rica para la reforma
Pero ese no tiene por qu¨¦ ser el resultado final. Aunque la covid-19 ha frenado el aprendizaje, es posible una reforma audaz y la pandemia brinda una oportunidad hist¨®rica para renovar los sistemas educativos. Podr¨ªa ser el momento de instaurar pr¨¢cticas y pol¨ªticas que ya eran necesarias para abordar la crisis educativa subyacente desde hace d¨¦cadas.
En la revisi¨®n de los trabajos existentes se identifican dos estrategias para mitigar las p¨¦rdidas en el aprendizaje y mejorarlo incluso m¨¢s all¨¢ de los niveles previos a la covid-19. Esta revisi¨®n se fundamenta en una creciente base de intervenciones que han funcionado a escala en pa¨ªses de ingresos bajos y medios para mejorar la alfabetizaci¨®n y las aptitudes b¨¢sicas de aritm¨¦tica.
La primera estrategia consiste en adaptar la ense?anza al nivel de aprendizaje del alumno. Esto se puede conseguir a un bajo coste mediante una prueba de conocimiento del ni?o durante el proceso de formaci¨®n ¨Clo que se conoce como evaluaci¨®n formativa¨C y una variedad de actividades ajustadas al nivel de cada alumno. Esta estrategia tiene m¨¢s potencial que una ense?anza prescriptiva basada en un ¨²nico plan de estudios.
Podr¨ªa ser el momento de instaurar pr¨¢cticas y pol¨ªticas que han sido necesarias para abordar la crisis educativa subyacente desde hace d¨¦cadas en ?frica
La segunda estrategia consiste en introducir programas estructurados de pedagog¨ªa que combinen planes de clases estructuradas, formaci¨®n del profesorado y apoyo escolar. En la situaci¨®n actual, muchos profesores suelen verse obligados a arregl¨¢rselas solos y redactar sus propios planes diarios de clases. Si se proporciona un apoyo estructurado y continuo, pueden conseguirse grandes avances en el aprendizaje.
En estudios anteriores se ha comprobado que ambas propuestas mejoran el aprendizaje en tres a?os de escolarizaci¨®n de alta calidad por un coste de 100 d¨®lares. Estos avances son casi equivalentes a la brecha educativa en el sistema por niveles entre Zambia, uno de los pa¨ªses con menor rendimiento del ?frica subsahariana, y Kenia, uno de los de mayor rendimiento.
El modelo indica que la correcci¨®n a corto plazo mediante estas estrategias puede paliar considerablemente los atrasos en el aprendizaje. Y lo que es m¨¢s sorprendente, las ambiciosas reformas vinculadas a estas estrategias ¨Ccomo la adaptaci¨®n en el largo plazo de la ense?anza a los niveles de los alumnos¨C no solo pueden aplacar todos los d¨¦ficits formativos, sino que tambi¨¦n mejoran los niveles de aprendizaje previos a la covid-19.
Pa¨ªses que ya han empezado
En el estudio exponemos algunos ejemplos de pa¨ªses que est¨¢n empezando a implementar estas reformas, como Botsuana y Madagascar. En la segunda regi¨®n m¨¢s grande de Botsuana, el noreste, el director del Ministerio de Educaci¨®n B¨¢sica solicit¨® a todas las escuelas que realizaran una evaluaci¨®n formativa y aplicaran la ense?anza espec¨ªfica de manera inmediata. Y as¨ª se hizo cuando reabrieron las escuelas en junio de 2020 tras la primera ola de cierres a causa de la covid-19.
La regi¨®n actualiz¨® las funciones y las responsabilidades del personal educativo para regularizar esta reforma. Se celebraron sesiones formativas con el apoyo de la ONG que dirijo, una de las mayores dedicadas a la juventud del pa¨ªs, Young 1ove, en colaboraci¨®n con USAID y Unicef. El Ministerio esperaba que se informara con frecuencia de los progresos realizados y el director regional visit¨® directamente las escuelas para supervisar la implementaci¨®n. Aunque a¨²n no se disponen de pruebas causales, los primeros datos indican que los niveles de aprendizaje est¨¢n mejorando m¨¢s r¨¢pido que en otras regiones.
Hay iniciativas de reforma esperanzadoras en el continente africano, pero muy pocos pa¨ªses han dado pasos hasta la fecha
Madagascar constituye otro ejemplo. El Gobierno ha reforzado el programa nacional para la recuperaci¨®n, llamado CRAN, que antes de la pandemia hab¨ªa estado proporcionando un periodo de aprendizaje intensivo de dos meses a los ni?os en funci¨®n de su nivel. A finales de 2018, CRAN se hab¨ªa implementado con el apoyo de Unicef en siete de las 22 regiones de Madagascar. A finales de 2020 y en respuesta al cierre de escuelas por la covid-19 se aceler¨® esta implementaci¨®n. Aunque el Gobierno y Unicef est¨¢n en las primeras etapas del proyecto, este demuestra c¨®mo los Gobiernos pueden reforzar los programas actuales para cambiar las pr¨¢cticas de docencia y aprendizaje.
Estas iniciativas de reforma son esperanzadoras, pero muy pocos pa¨ªses han dado pasos hasta la fecha. Si no se toman medidas urgentes, los atrasos en el aprendizaje a corto plazo podr¨ªan atrofiar a la pr¨®xima generaci¨®n de estudiantes de por vida, lo que conllevar¨ªa posibles consecuencias intergeneracionales. La covid-19 presenta la necesidad de actuar con urgencia y brinda una oportunidad para concebir soluciones diferentes. Tal vez algunos sistemas educativos se reformen para alcanzar el tan ansiado objetivo de una educaci¨®n para todos.
Noam Angrist es el director de Young 1ove, ONG que apoya al Gobierno de Botsuana para promulgar las reformas educativas mencionadas en este texto.
Este art¨ªculo fue originalmente publicado en ingl¨¦s en The Conversation.
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