M¨¢s de la mitad de los desplazados encuentra refugio en su propio pa¨ªs, seg¨²n la ONU
El programa de Naciones Unidas para el Desarrollo revela en su ¨²ltimo informe que ya hay m¨¢s de 100 millones de personas que huyen de la violencia o desastres naturales. El 80% contin¨²a viviendo en contextos de extrema fragilidad dentro de sus fronteras
Sud¨¢n contaba con 3,2 millones personas desplazadas internamente a finales de 2021. Muchas han tenido que cambiar de hogar varias veces para huir de los conflictos y los estragos de los desastres naturales. El 56% lleva m¨¢s de 10 a?os fuera de sus comunidades de origen. El pa¨ªs africano no es una excepci¨®n. En 2021, el mundo contaba con 84 millones de refugiados, pero en noviembre de este a?o se cruz¨® la barrera de los 100 millones. De estos, m¨¢s de la mitad (59,1 millones) lo son dentro de sus propios pa¨ªses, lo que tampoco les garantiza una vida m¨¢s estable. De hecho, el 80% de estas personas siguen expuestas a la violencia, la inseguridad alimentaria o la extrema pobreza en contextos extremadamente fr¨¢giles. As¨ª lo destaca el informe Invertir la tendencia del desplazamiento interno: un enfoque de desarrollo para las soluciones, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y publicado este martes, que pide mayor atenci¨®n para ellas.
Los desplazados internos en Somalia sufren esa fragilidad y olvido, en t¨¦rminos del PNUD, pues se encuentran en refugios superpoblados, sin acceso a agua, saneamiento u otros servicios esenciales. El propio proceso de desplazamiento ha generado que miles de ni?os nazcan y crezcan fuera de su lugar de origen. Un campo de refugiados es todo lo que conocen, sin conexi¨®n con el resto de su familia y comunidades. Los adultos, por su parte, pierden sus medios de vida, vinculados a la producci¨®n agr¨ªcola, el comercio o la ganader¨ªa, recoge el informe. Para 2050, explica el informe, el cambio clim¨¢tico podr¨ªa obligar a m¨¢s de 216 millones de personas a evacuar sus hogares para trasladarse a zonas m¨¢s seguras. Seg¨²n sus datos, de los 46 pa¨ªses estudiados, ¨²nicamente 13 tienen una legislaci¨®n y pol¨ªticas nacionales que aborden el desplazamiento interno, y solo 29 cuentan con medidas de prevenci¨®n.
Coste econ¨®mico
El PNUD advierte de los costes econ¨®micos que representa el desplazamiento interno para los pa¨ªses. Por un lado, suponen una carga presupuestaria sobre los recursos humanitarios y las fr¨¢giles econom¨ªas nacionales. Esto implica un esfuerzo a?adido que ralentiza o incluso revierte el progreso en t¨¦rminos de desarrollo sostenible, apunta el organismo.
La crisis econ¨®mica global ha afectado de forma especialmente negativa a los desplazados internos, ya que a menudo carecen de medios para sobrevivir, se?ala el informe del PNUD. En sus hogares hay un 14% menos de probabilidad de que alg¨²n miembro tenga trabajo, frente a aquellos que no est¨¢n en su misma situaci¨®n. Esto representa un doble coste: para ellos, que pierden sus ingresos, y para sus pa¨ªses y la comunidad internacional, que destinan fondos para asistirles.
Solo 13 de 46 pa¨ªses estudiados por el PNUD cuenta con legislaci¨®n y pol¨ªticas nacionales que aborden la situaci¨®n de los desplazados internos
La atenci¨®n que necesitan ¡ªproveerles de vivienda, alimentos, sanidad, educaci¨®n y transferencias monetarias para su supervivencia¡ª m¨¢s la p¨¦rdida de ingresos al cesar sus actividades productivas, supuso 20.615 millones de euros solo en 2021 a nivel global. El importe medio de ayuda por persona durante un a?o fue de unos 345 euros, si bien la cantidad difiere mucho seg¨²n el pa¨ªs: oscil¨® entre 86 en Colombia y 681 en Libia.
En Etiop¨ªa (118 millones de habitantes), el n¨²mero de desplazados internos se ha disparado. Eran m¨¢s de 3,5 millones a finales de 2021, seg¨²n el Banco Mundial. La ONU eleva ese dato a m¨¢s de 5,5 millones en marzo de 2022, lo que, sumado a la baja productividad de los cultivos, el aumento de los precios de los alimentos y las interrupciones de las cadenas de suministro esenciales, ha agravado la inseguridad alimentaria y desnutrici¨®n de estas personas. Seg¨²n los datos recogidos por el PNUD, el 44% de desplazados por la sequ¨ªa sent¨ªan que su salud hab¨ªa empeorado en el tiempo que llevaban fuera de sus hogares, adem¨¢s de quejarse de la falta de comida y agua potable, ente otras necesidades b¨¢sicas, en los asentamientos temporales.
En Somalia, por ejemplo, los socios humanitarios no proporcionaron apoyo en materia de alojamiento permanente, tanto a los nuevos desplazados internos como a los de larga duraci¨®n en 2021, debido al coste de este tipo de ayuda y a las posibles tensiones que podr¨ªan surgir debido a que las personas de las comunidades de acogida viven en alojamientos comparativamente inferiores. Asako Okai, subsecretaria general adjunta de la ONU y directora de la Oficina de Crisis del PNUD, explica en una videollamada con este diario, que el informe de Naciones Unidas evidencia ¡°las dificultades de convivencia entre los anfitriones de una comunidad y los desplazados¡±.
En cuanto a gastos econ¨®micos, los datos del informe muestran que solo en Siria se han destinado 3.000 millones de euros a la atenci¨®n de desplazados en 2021, el equivalente al 15% de su producto interior bruto (PIB). Afganist¨¢n tambi¨¦n tiene un alto n¨²mero de poblaci¨®n desplazada (5,7 millones a finales del a?o pasado) por conflictos y desastres naturales, lo que le cost¨® 1.600 millones de euros, un 9% de su PIB. Mientras que en Libia, la p¨¦rdida de los medios de vida de quienes huyen de su hogar (m¨¢s de 278.000 personas) provoca una disminuci¨®n de ingresos que representa m¨¢s de una cuarta parte del impacto financiero general por la movilidad humana intra-fronteriza, indica el PNUD.
Aumento de la brecha de desigualdad
M¨¢s all¨¢ del impacto sobre la econom¨ªa familiar, la movilidad forzada conlleva otras muchas p¨¦rdidas para esta poblaci¨®n. Seg¨²n el informe, una mujer de 40 a?os con educaci¨®n secundaria o superior, con dos hijos, pero sin dependientes a su cargo, y que no recibe ning¨²n tipo de ayuda, tiene un 21% m¨¢s de probabilidades de experimentar un deterioro en la salud, frente al 10% de una mujer de las mismas caracter¨ªsticas que no haya tenido que migrar.
Adem¨¢s, seg¨²n muestra el documento, las probabilidades de encontrar empleo disminuyen considerablemente si se trata de alguien que ha huido de forma interna. Esa misma mujer desplazada que describen los autores tiene un 58% de probabilidades de encontrar trabajo, frente al 77% de una en igual situaci¨®n, pero que ya viv¨ªa en la misma comunidad de acogida.
Una ni?a desplazada tiene un 55% m¨¢s de probabilidades de experimentar una interrupci¨®n de su educaci¨®n, frente al 26% de otra menor de edad que no ha tenido que migrar
Otro aspecto que analiza el texto del PNUD es el del acceso a la educaci¨®n. Al igual que con el caso tipo de la mujer de 40 a?os, emplearon el est¨¢ndar de una menor de 12 a?os, cuyos padres tienen educaci¨®n secundaria o superior y no reciben ning¨²n tipo de asistencia en casa. Los resultados fueron que ella tiene 55% m¨¢s de probabilidades de experimentar una interrupci¨®n en su formaci¨®n, en comparaci¨®n al 26% que tiene una ni?a de las mismas caracter¨ªsticas que no vive en desplazamiento forzoso.
Una ventana de posibilidades
El PNUD destaca que se pueden tomar medidas efectivas para evitar este problema. Es el caso del registro que cre¨® el programa de Red de Seguridad contra el Hambre de Kenia para responder al impacto de la sequ¨ªa y reducir el riesgo de desplazamiento. Esta herramienta es utilizada ahora por el Gobierno, los socios humanitarios y los de desarrollo para seleccionar a los beneficiarios de las ayudas y entregar dinero a aquellos que lo requieran.
Un caso pr¨¢ctico que resalta el organismo de la ONU es el que recoge el estudio Medici¨®n de los costes del desplazamiento interno para los desplazados internos y los anfitriones: Eswatini, Etiop¨ªa, Kenia y Somalia (2020). En ¨¦l se revelaba que los hijos de los pastores desplazados por la sequ¨ªa en las zonas rurales de Somalia ten¨ªan mejor acceso a la escuela en Mogadiscio, la capital del pa¨ªs, adonde se hab¨ªan asentado. Antes del desplazamiento, solo un 29% de ellos iba a la escuela, frente al 41% despu¨¦s de recalar en la ciudad. El informe del PNUD explica que el desplazamiento puede, aunque no siempre, mejorar la igualdad de g¨¦nero. Sucede cuando ni?as que no ten¨ªan la oportunidad de estudiar en sus comunidades de origen pueden acceder a al colegio en las de destino.
Seg¨²n establece el informe, en ciertas ocasiones y, si se hace correctamente, el desplazamiento interno puede suponer una oportunidad para avanzar en el desarrollo socioecon¨®mico ¡ªaprovechando las capacidades de quienes llegan¡ª y abordar cuestiones como la urbanizaci¨®n o el cambio clim¨¢tico, siempre que se cuenten con planes adecuados de expansi¨®n de las ciudades para acoger a los nuevos vecinos. Aun as¨ª, a¨²n queda mucho por hacer, indican los expertos. Asako Okai, directora de la Oficina de Crisis del PNUD, subraya que su informe no se queda en el an¨¢lisis y la denuncia, sino que ofrece siete claves para abordar esta crisis. ¡°Lo primero que tienen que hacer los diferentes gobiernos es asegurar los derechos de las personas desplazadas. Cuando todos lo hayan hecho, entonces podremos trabajar en la integraci¨®n¡±, resume.
Ese reconocimiento supone: renovar la confianza de los ciudadanos desplazados en el Estado; impulsar la seguridad y dignidad de las personas; reconstruir la equidad y la prosperidad; invertir en soluciones efectivas y a largo plazo; hacer m¨¢s fuertes las instituciones nacionales y locales; fomentar la integraci¨®n socioecon¨®mica de las personas desplazadas y de las comunidades afectadas e incluir a las personas migradas en la participaci¨®n pol¨ªtica y social.
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