Exportar metales y minerales s¨ª, pero refinados: la batalla de ?frica por rentabilizar las materias primas
El continente exporta oro, litio o cobalto sin refinar porque carece de infraestructuras o financiaci¨®n. Ahora, algunos gobiernos impulsan planes ambiciosos para convertirse en los principales beneficiados de sus propios recursos
John D. Cooper, director de investigaci¨®n en el Ministerio de Recursos Minerales de Sierra Leona, pospone una entrevista por videoconferencia con este diario debido a una reuni¨®n imprevista. Horas despu¨¦s se disculpa. ¡°Est¨¢bamos hablando sobre c¨®mo dar un paso adelante que nos lleve m¨¢s all¨¢ de la mera extracci¨®n de metales y minerales para venderlos en bruto¡±. Cooper menciona planes todav¨ªa sin concretar para generar m¨¢s progreso a partir de ¡°la bendici¨®n del suelo sierraleon¨¦s¡±. Las entra?as de este pa¨ªs situado en ?frica occidental contienen oro, hierro o bauxita y cerca del 70% de lo que exporta el pa¨ªs proviene de su sector extractivo. Pero casi todos los minerales se trasladan en bruto al extranjero, donde se refinan.
¡°Queda mucho por avanzar, pero ya est¨¢ sobre la mesa la necesidad de un cambio. Hasta hace poco, est¨¢bamos dormidos¡±, a?ade Cooper, refiri¨¦ndose no solo a Sierra Leona, sino al continente entero. El pasado agosto, este experto y otros especialistas abordaron, durante un encuentro del Banco Africano de Desarrollo (BAD) celebrado en Abiy¨¢n, la capital de Costa de Marfil, v¨ªas posibles hacia un mayor rendimiento de los recursos naturales de ?frica. All¨ª se habl¨® de desarrollo sostenible y transici¨®n energ¨¦tica. Son inmensos retos que, seg¨²n los asistentes, solo ser¨¢n factibles si el continente deja atr¨¢s el paradigma de regi¨®n que se limita, por norma, a exportar materias primas baratas que otros rentabilizan al m¨¢ximo gracias a su mayor poder tecnol¨®gico. ¡°Se trata de una opini¨®n compartida por expertos que, poco a poco, va filtr¨¢ndose al ¨¢mbito pol¨ªtico¡±, sostiene Cooper.
Algunos pa¨ªses africanos est¨¢n pasando de las vagas intenciones a las medidas dr¨¢sticas. En diciembre del pasado a?o, Zimbabue prohibi¨® la exportaci¨®n de litio sin procesar. Namibia sigui¨® sus pasos este julio, a?adiendo al preciado mineral (componente b¨¢sico de las bater¨ªas el¨¦ctricas) otros m¨¢s dif¨ªciles de encontrar ¡ªaunque tambi¨¦n fundamentales en la descarbonizaci¨®n del planeta¡ª como el disprosio y el terbio, utilizados en las turbinas e¨®licas o en los coches el¨¦ctricos.
Zimbabue prohibi¨® la exportaci¨®n de litio sin procesar en diciembre del pasado a?o, y Namibia sigui¨® sus pasos este julio
Al sur de ambos pa¨ªses se encuentra Sud¨¢frica, alumno aventajado en el sector extractivo del continente. Dotado con las principales reservas globales de platino, all¨ª se refina, en plantas de multinacionales como Implats o Anglo American, la inmensa mayor¨ªa de todo este metal precioso que se comercializa en el mundo. M¨¢s al norte, en la regi¨®n de los Grandes Lagos, pa¨ªses como Tanzania, Ruanda y Uganda han puesto ¨²ltimamente en marcha ambiciosas refiner¨ªas de oro, mediante colaboraciones p¨²blico-privadas. El objetivo es doble: capitalizar mejor el dorado metal y poner coto a las refiner¨ªas ilegales que abundan en aquella zona.
La voluntad de cristalizar una cadena de valor africana no se limita a metales de lujo o a la llamada miner¨ªa verde (por su alto valor en la lucha contra el cambio clim¨¢tico). En la vieja econom¨ªa de energ¨ªas f¨®siles, el hombre m¨¢s rico de ?frica, el nigeriano Aliko Dangote, est¨¢ resuelto a zanjar una anomal¨ªa que aqueja a su pa¨ªs desde hace d¨¦cadas: ser al mismo tiempo un gran productor de petr¨®leo y un gran importador de gasolina. Su gigante empresarial, Dangote Group, inaugur¨® este mayo una gigantesca refiner¨ªa de crudo en las afueras de Lagos, la capital econ¨®mica de Nigeria. El plan pasa por abastecer al mercado dom¨¦stico y exportar el remanente. Se espera tambi¨¦n, seg¨²n un informe de la consultora panafricana Hawilti, que las nuevas instalaciones estimulen indirectamente la puesta a punto de las cuatro refiner¨ªas estatales nigerianas, una especie de mastodontes casi en ruinas.
El desaf¨ªo de la electricidad
Para Silas Olang, asesor para ?frica del Instituto de Gobernanza de los Recursos Naturales (IGRN), la clave de una transformaci¨®n regional a gran escala pasa por adoptar ¡°una mirada estrat¨¦gica¡± en la que los gobiernos africanos colaboren estrechamente con el capital privado. Con una ¡°d¨¦bil gobernanza¡±, advierte, se corre el riesgo de perpetuar la ¡°maldici¨®n de los recursos¡± en ?frica, agravando incluso sus efectos perversos: conflictos armados, corrupci¨®n y desigualdad.
Este marco de acci¨®n, contin¨²a Olang, deber¨ªa sustentarse en ¡°la transparencia y en nuevos mecanismos de financiaci¨®n¡±. El asesor del IGRN distingue entre un ¡°nacionalismo de los recursos que busca beneficiar a los ciudadanos de los pa¨ªses que los poseen¡±, y las nacionalizaciones masivas, que son un grave error, en su opini¨®n. Y admite que, salvo contadas excepciones como el Dangote Group o Implats, las empresas africanas no est¨¢n por ahora en condiciones de propiciar un cambio profundo. Las inversiones, argumenta Olang, deben correr a cargo del capital for¨¢neo, de los propios Estados africanos y de organismos regionales como el Banco Africano de Desarrollo.
Adem¨¢s, para cimentar un ?frica metal¨²rgica es necesario primero edificar sistemas energ¨¦ticos estables. ¡°Refinar requiere much¨ªsima electricidad¡±, apunta Andrew Gulley, investigador del Estudio Geol¨®gico de Estados Unidos y buen conocedor de los derroteros hist¨®ricos del cobalto en la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo (RDC).
Si se va la luz de manera puntual, no es el fin del mundo, ya que contamos con potentes generadores propios. Pero si el corte dura d¨ªas y d¨ªas, comenzamos a ver las consecuenciasBenedikt Sobotka, ERG
Bautizado, junto al colt¨¢n, como el oro del siglo XXI, el cobalto es indispensable para la fabricaci¨®n de m¨®viles o coches el¨¦ctricos. El 70% de su producci¨®n mundial se arranca de minas congole?as, pero el 80% se refina en China. Cuenta Gulley que no siempre fue as¨ª: hasta los a?os setenta, la RDC refinaba casi todo su cobalto. Pero entonces llegaron d¨¦cadas de guerras, destrucci¨®n, nacionalizaciones y mantenimiento deficiente. ¡°El pa¨ªs ha sido incapaz de consolidar una infraestructura que genere y transmita energ¨ªa con la regularidad necesaria¡±, explica Gulley.
En Euroasian Resources Group (ERG), empresa controlada por el Estado de Kazajist¨¢n y los principales oligarcas de este pa¨ªs, conocen bien el desaf¨ªo que supone procesar metales y minerales en ciertas zonas de ?frica. El grupo trabaja el cobalto o el cobre en pa¨ªses como la RDC, Zimbabue o Zambia. ¡°El sistema el¨¦ctrico es altamente inestable¡±, admite Benedikt Sobotka, su consejero delegado. ¡°Si se va la luz de manera puntual, no es el fin del mundo, ya que contamos con potentes generadores propios. Pero si el corte dura d¨ªas y d¨ªas, comenzamos a ver las consecuencias¡±, contin¨²a.
Sobotka a?ade m¨¢s obst¨¢culos que ahuyentan a los flujos financieros imprescindibles para convertir a ?frica en una potencia refinadora: ¡°Hacen falta mejores infraestructuras de transporte, marcos regulatorios estables y estabilidad pol¨ªtica¡±. Aun as¨ª, ERG est¨¢ construyendo una nueva instalaci¨®n en RDC para producir hidr¨®xido de cobalto, ¡°un elemento poco contaminante y anhelado por los fabricantes de bater¨ªas¡±, contin¨²a Sobotka.
El consejero delegado de ERG sostiene que Indonesia podr¨ªa ser un buen modelo para ?frica. Cuenta Sobotka que all¨ª pusieron restricciones para exportar material no refinado, al tiempo que fijaban medidas que atrajeron dinero extranjero. Hoy, explica, se refina en territorio indonesio ¡°la mayor¨ªa del n¨ªquel extra¨ªdo, y pronto van a fabricar coches y bater¨ªas el¨¦ctricas¡±.
Colaboraci¨®n regional
Cooper, del Ministerio de Recursos Minerales de Sierra Leona, tambi¨¦n corrobora la urgencia de resolver el problema energ¨¦tico antes de pasar a mayores: ¡°Sierra Leona cubre actualmente el 35% de sus demandas energ¨¦ticas. Necesitamos llegar al 80% para que la industria metal¨²rgica sea viable a largo plazo¡±. Este experto sierraleon¨¦s enumera otros factores que alentar¨ªan el surgimiento de m¨¢s refiner¨ªas en el continente. Por ejemplo, la valent¨ªa pol¨ªtica para exigir al capital extranjero condiciones que favorezcan la retenci¨®n del valor originado en los subsuelos africanos: ¡°A veces tenemos miedo de que, si pedimos demasiado, las empresas for¨¢neas se ir¨¢n a otros pa¨ªses¡±, resume. Y tambi¨¦n la colaboraci¨®n regional: ¡°Apenas nos hablamos, cada pa¨ªs va por libre¡± lamenta.
Cooper insta por ¨²ltimo a impulsar la formaci¨®n STEM (acr¨®nimo ingl¨¦s para referirse a las disciplinas cient¨ªfico-tecnol¨®gicos) con vistas no solo al refinado de metales y minerales, sino a la manufactura de los productos que los precisan.
En 2022, Zambia y la RDC firmaron un acuerdo para fabricar bater¨ªas el¨¦ctricas en una zona econ¨®mica especial compartida por ambos pa¨ªses. Se trata de un proyecto integral, con una cadena de suministro que empieza en la mina y termina con el producto final listo para su venta.
Hasta que no rompamos con la dependencia y empecemos a vivir de lo que generamos, no podremos ser libresJohn D. Cooper, director de investigaci¨®n en el Ministerio de Recursos Minerales de Sierra Leona
A finales de a?o, Estados Unidos se subi¨® al carro de la iniciativa con generosas promesas de financiaci¨®n. El Fondo Carnegie para la Paz Internacional, un influyente laboratorio de ideas estadounidense, diseccion¨® en un art¨ªculo publicado el pasado agosto la relevancia geopol¨ªtica de esta colaboraci¨®n. Su autor, Folashad¨¦ Soul¨¦, sosten¨ªa que el trasfondo del movimiento de EE UU es la rivalidad con China por asegurarse el acceso a los elementos imprescindibles de la transici¨®n energ¨¦tica. Soul¨¦ explicaba que si lleva a cabo el proyecto simbolizar¨ªa un cambio de paradigma: una nueva ?frica que juega h¨¢bilmente en las aguas revueltas de la rivalidad entre superpotencias.
Sobotka se muestra esc¨¦ptico sobre el ¨¦xito del proyecto. ¡°Para ser competitiva, esta planta entre Zambia y la RDC tendr¨ªa que contar con electricidad estable, buena log¨ªstica y plazos de entrega fiables, pero en la frontera entre ambos pa¨ªses, puede haber atascos de 80 kil¨®metros durante un mes¡±, cita. El consejero delegado del ERG contrapone a este caos ¡°el perfecto ecosistema que ya existe en la ciudad de Ningde, la capital mundial en la producci¨®n de bater¨ªas, situada al sur de China¡±. Un engranaje dif¨ªcil de replicar en cualquier otro lugar, no solo en ?frica, advierte Sobotka.
A pesar de las dificultades, Cooper no ceja en su entusiasmo. Sin ignorar los escollos que ?frica encontrar¨¢ en la senda industrial, no ve otra alternativa. Hay que ir paso a paso, insiste: ¡°Hasta que no rompamos con la dependencia y empecemos a vivir de lo que generamos, no podremos ser libres¡±.
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