¡°Los rusos utilizan una narrativa en ?frica que asegura que Occidente es decadente y pervierte a nuestros hijos para que se hagan homosexuales¡±
Justin Arestein, experto en desinformaci¨®n sudafricano, explica c¨®mo actores pol¨ªticos africanos y extranjeros, -sobre todo rusos y chinos- inoculan narrativas a favor de sus intereses geoestrat¨¦gicos gracias a la inteligencia artificial y al abaratamiento de la tecnolog¨ªa y c¨®mo los yihadistas avanzan en el terreno de la propaganda
Hablar con Justin Arestein (Pretoria, 1970) requiere prestar mucha atenci¨®n. Habla r¨¢pido y sobre todo, maneja mucha y muy valiosa informaci¨®n. Conoce bien las cloacas por las que circula la desinformaci¨®n pol¨ªtica y militar en ?frica; la que termina por emerger a la superficie a trav¨¦s de campa?as de desprestigio a opositores, en el campo de batalla en el Sahel o incluso cristalizan en golpes de Estado. Sigue la pista a la desinformaci¨®n que nace en ?frica, pero tambi¨¦n que viene de Mosc¨² o de Pek¨ªn e impacta de lleno en el continente africano con objetivos pol¨ªticos claros. ¡°Los rusos utilizan una narrativa en ?frica que asegura que Occidente es decadente y pervierte a nuestros hijos para que se hagan homosexuales¡±, asegura.
Arestein es el fundador y director de Code for Africa, una plataforma especializada en desinformaci¨®n que cuenta con 140 personas repartidas por 26 pa¨ªses africanos y que desarrolla sofisticadas investigaciones period¨ªsticas con drones e inteligencia artificial (IA). Esta entrevista transcurre en una terraza de Nairobi, donde Arestein invita a mirar alrededor, a los flamantes edificios y a las carreteras de peaje. ¡°China ha sido muy inteligente al invertir en infraestructuras visibles que mejoran la vida de los africanos¡±, sostiene.
Pregunta. ?Cu¨¢nto ha cambiado la ecuaci¨®n de la desinformaci¨®n en ?frica con la inteligencia artificial?
Respuesta. Hemos visto intentos torpes para desinformar utilizando v¨ªdeos generados con inteligencia artificial generativa que crean personas aparentemente reales, que expresan argumentos polarizantes. Utilizan empresas en las que por 40 d¨®lares (apenas 37 euros) puedes comprar un avatar y darle un guion para que parezca que es humano. En la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo por ejemplo, se dirig¨ªa contra las fuerzas de paz de la ONU para movilizar a gente en su contra, y en apoyo al movimiento rebelde M23.
P. ?Cu¨¢l es la mayor amenaza?
R. La gran amenaza actual no son las cosas en las que la gente realmente se centra, como los v¨ªdeos falsos. La verdadera amenaza es la forma en que la IA se est¨¢ utilizando para que sea incre¨ªblemente barato y r¨¢pido producir mensajes de propaganda aparentemente aut¨¦nticos. En texto ¡ªespecialmente en WhatsApp y en Telegram¡ª es pr¨¢cticamente indetectable.
Hay v¨ªdeos verificados de cad¨¢veres rusos esparcidos por campos de batalla africanos
P. ?C¨®mo?
R. Vemos una influencia mayor en el uso a escala industrial de grandes modelos ling¨¹¨ªsticos capaces de crear diferentes versiones de la informaci¨®n existente. Por ejemplo, los rusos utilizan una narrativa muy poderosa en toda ?frica que asegura que Occidente es decadente, que ha perdido su camino a los ojos de Dios y pervierte a nuestros hijos para que se hagan homosexuales. Dicen que ellos, los rusos, son el modelo de moralidad, en lugar de los europeos decadentes. Con la IA se puede volver a contar esa peque?a historia de cien maneras diferentes en segundos. Y pedirle que lo traduzca a diferentes idiomas. Luego puedes pedirle que lo cuente con la voz de una anciana, con la de un joven rapero... puedes tener mil versiones diferentes de ese mensaje en minutos. Hacer eso con humanos costar¨ªa semanas y mucho dinero.
P. ?Qu¨¦ otras campa?as de desinformaci¨®n circulan por ?frica?
R. La IA generativa es capaz de utilizar un tipo de aprendizaje autom¨¢tico para analizar cu¨¢les son los problemas que causan polarizaci¨®n. En Sud¨¢frica, por ejemplo, es la xenofobia, porque la clase trabajadora tiene la creencia arraigada de que otros africanos les roban el trabajo y alteran sus normas culturales. Encuentran temas candentes y desarrollan una propaganda oportunista que exacerba el problema. Hay consultor¨ªas a las que contratan para desprestigiar a un oponente pol¨ªtico o para amplificar una narrativa e influir en las elecciones. Se puede ver c¨®mo han desprestigiado a pol¨ªticos individuales e incluso a la Cruz Roja para que parezca que apoyan a los yihadistas.
P. Ha mencionado a Rusia. ?Es el principal desinformador geopol¨ªtico en ?frica?
R. Rusia es un cliente oportunista de los desinformadores y tiene objetivos geopol¨ªticos, pero no dispone de la maquinaria para hacer el trabajo por s¨ª sola. Vemos c¨®mo subcontratan tropas de combate a organizaciones como Wagner o las fuerzas de seguridad de las compa?¨ªas petroleras paraestatales, que a su vez, subcontratan la propaganda a los llamados guerreros del teclado o mercenarios digitales. A menudo son africanos o israel¨ªes y de otras nacionalidades, que reciben un encargo de un actor ruso afiliado a un Estado africano. Dir¨¢n que hay que hay que poner en tela de juicio a un pol¨ªtico en Mal¨ª o en Burkina Faso y que hay que conseguir que el p¨²blico apoye a la junta militar, porque la junta despu¨¦s contratar¨¢ a Wagner como asesor. Vemos tambi¨¦n muchas campa?as de propaganda por parte de Turqu¨ªa y mensajes religiosos de pa¨ªses como Emiratos ?rabes Unidos y Arabia Saud¨ª.
P. ?Hasta qu¨¦ punto los esfuerzos de desestabilizaci¨®n rusos explican los golpes de Estado del a?o pasado en pa¨ªses africanos?
R. Rusia ha tenido mucho ¨¦xito en la regi¨®n del Sahel a la hora de identificar el miedo de los ciudadanos a los yihadistas. Suelen ser campa?as dirigidas por Wagner sobre c¨®mo los gobiernos y las fuerzas de paz, como las francesas, son ineficaces. A partir de ah¨ª, logran apoyo p¨²blico para una acci¨®n militar m¨¢s abierta contra gobiernos elegidos democr¨¢ticamente que son incompetentes. Eso crea el clima en el que puede producirse un golpe de Estado con un amplio apoyo. Hay campa?as en las que Rusia y Wagner se proyectan como los salvadores de los ciudadanos. Cada peque?a victoria de Wagner se amplifica, y cualquiera que critique a Wagner y sus actividades de miner¨ªa o para extraer riquezas es difamado con mensajes coordinados.
Wagner utiliza cortos muy bien producidos en los que se retratan como ¨¢ngeles vengadores que bajan del cielo para matar a zombis franceses
P. ?Tambi¨¦n desde la muerte del jefe de los mercenarios de Wagner, Yevgeny Prigozhin?
R. Wagner en ?frica nunca ha dejado de funcionar. Hemos visto la retirada de algunos comandantes leales a Prigozhin y la reestructuraci¨®n de las tropas en nuevas unidades. Lo que ha cambiado es que los yihadistas tambi¨¦n han construido comunidades muy grandes en las redes sociales. Lo que vemos en esas plataformas sociales oscuras es que los mercenarios de Wagner est¨¢n sufriendo muchas bajas en el campo de batalla. Es fruto de la desorganizaci¨®n tras la muerte de Prigozhin. Los yihadistas han invadido varias bases militares de Wagner y tambi¨¦n han tendido emboscadas a convoyes. Hay v¨ªdeos que hemos verificado de cad¨¢veres rusos esparcidos por campos de batalla africanos y veh¨ªculos blindados volados.
P. Dice que los extremistas religiosos tambi¨¦n utilizan la desinformaci¨®n.
R. Wagner utiliza cortos animados muy bien producidos en los que se retratan como ¨¢ngeles vengadores que bajan del cielo para matar a zombis franceses. Ahora estamos empezando a ver yihadistas en Telegram y otros canales cifrados que utilizan v¨ªdeos y animaciones del mismo estilo, pero que muestran a africanos, aldeanos con ametralladoras persiguiendo a las tropas de Wagner para que no roben m¨¢s su oro y sus cosechas y a sus mujeres. Estamos empezando a ver c¨®mo los yihadistas se adaptan y utilizan el mismo tipo de narrativa contra Wagner.
P. ?Cu¨¢nto se utiliza la IA para alimentar el sentimiento antioccidental?
R. Otra narrativa es la que presenta a los franceses como colonialistas. Plantean que resistirse a ellos es una necesidad panafricanista, que no se trata de un problema de un solo pa¨ªs.
La desinformaci¨®n no es un problema de educaci¨®n; es un crimen organizado
P. ?Hace Occidente lo suficiente para contrarrestar toda esta informaci¨®n?
R. Occidente ha estado un poco confuso y ha invertido mucho en programas p¨²blicos de alfabetizaci¨®n, pero en realidad, lo que hace es avergonzar a la v¨ªctima. Le est¨¢s diciendo a quien ha sido blanco de la propaganda que es su culpa, que tiene que ser m¨¢s inteligente y leer y saber detectar la propaganda. La desinformaci¨®n no es un problema de educaci¨®n; es un problema de crimen organizado y la raz¨®n por la que triunfa es porque se ha vuelto barata y f¨¢cil. Los europeos y los norteamericanos est¨¢n empezando a entender que la ¨²nica manera de combatirla es desbaratar la econom¨ªa de la desinformaci¨®n y que no se puede permitir que mercenarios digitales, sentados en una choza o en un garaje, sean capaces de subvertir la pol¨ªtica nacional de un Gobierno.
P. ?Cu¨¢nto hay de desinformaci¨®n en las votaciones de las resoluciones de condena a Rusia en la ONU?
R. A los europeos y a los estadounidenses les cuesta entender que los africanos no ven el mundo geopol¨ªtico de la misma manera que ellos. Hay guerras en ?frica de mayor envergadura que la de Ucrania, con m¨¢s v¨ªctimas civiles, que no reciben ni de lejos la misma atenci¨®n. Es esa percepci¨®n de que los europeos y los norteamericanos no valoran las vidas de los negros tanto como las de los blancos. Hay que recordar que Rusia y China liberaron a los africanos de la ocupaci¨®n colonial. Los hombres del saco que Europa ve desde una perspectiva africana, fueron nuestros liberadores. Estamos hablando de los a?os setenta, ochenta. Los que eran ni?os entonces, ahora son adultos a los que se les dice que debemos votar en contra de Rusia en la ONU para apoyar el fin de una guerra que no nos afecta. Muchos africanos creen que lo que ocurre en Ucrania no es nuestro problema y que la comida y el coste de la vida se han convertido en armas contra nosotros para intentar que apoyemos a Europa. No es mi opini¨®n personal, pero se trata de un zeitgeist que los oportunistas explotan.
P. ?Y China?
R. Vemos que los chinos tienen un enfoque ligeramente diferente. Reclutan a expertos africanos para que escriban art¨ªculos de opini¨®n en medios estatales chinos. Los encarga un editor de noticias chino sobre un tema alineado con la pol¨ªtica de Pek¨ªn. Se publican en China, pero luego se distribuyen a trav¨¦s de la sindicaci¨®n en medios africanos sin advertirles de que procede de un medio estatal y despu¨¦s, los medios chinos escriben sobre ello como si fueran noticias de apoyo a las pol¨ªticas chinas por parte de ?frica, sin que supuestamente haya mediado ninguna injerencia. Luego se amplifica ese mensaje hasta que cala la percepci¨®n de que esa la opini¨®n p¨²blica dominante en ?frica. Es una t¨¢ctica muy efectiva a la hora de modelar pol¨ªticas de pa¨ªses africanos. Es una visi¨®n a m¨¢s largo plazo.
P. ?Y fuera de los medios?
P. F¨ªjese aqu¨ª, en Nairobi. Hasta hace muy poco en Nairobi el tr¨¢fico era imposible y se tardaba entre dos a tres horas en llegar a cualquier sitio. Ya no, porque ahora hay autopistas. ?Y qui¨¦n las construy¨®? China. Hay un boom de la construcci¨®n en Nairobi. Muchos de estos edificios que ve aqu¨ª est¨¢n construidos o financiados por China. Podemos discutir sobre las implicaciones de la deuda, pero China es un actor muy activo en nuestras econom¨ªas que la gente puede ver y eso hace que la percepci¨®n p¨²blica de China sea muy diferente a la europea o estadounidense. La opini¨®n no se forma sobre el historial de derechos humanos, sino sobre c¨®mo nos est¨¢n ayudando a salir de la pobreza y a hacer crecer nuestra clase media. Y no vemos lo mismo con Estados Unidos o la UE, porque a menudo, la ayuda al desarrollo de esos pa¨ªses se destina a sistemas educativos y a mejorar la gobernanza. Es una inversi¨®n mayor, pero menos visible para el ciudadano. China ha sido muy inteligente al invertir en infraestructuras visibles que mejoran la vida de los africanos.
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