El calvario de un continente con sus enfermedades olvidadas: ¡°?C¨®mo va a haber dinero para investigaci¨®n, si la prioridad es tener agua y electricidad?¡±

¡°?frica nunca ser¨¢ referencia en investigaci¨®n¡±. La ghanesa Lydia Mosi (43 a?os) y la nigeriana Gloria Dada (41 a?os), ambas bioqu¨ªmicas, se muestran pesimistas con esta afirmaci¨®n en una entrevista minutos antes de asistir a los Premios de la Fundaci¨®n Anesvad 2024, entregados en Bilbao la pasada semana. Las dos ejercen como investigadoras y profesoras. Mosi, en la Universidad de Ghana, analiza la ¨²lcera de Buruli y Dada, la leishmaniasis, en la Universidad Ahmadu Bello, en Nigeria. Este par de dolencias forman parte de la lista de las 21 enfermedades tropicales desatendidas identificadas por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS). El continente africano es el lugar del mundo donde m¨¢s personas las sufren.

La mayor parte de la financiaci¨®n para investigar estas afecciones en laboratorios locales lo inyecta Occidente. ¡°Dependemos totalmente de colaboraciones y corporaciones del exterior, un 97% del dinero proviene de all¨ª. No tenemos apenas proyectos financiados localmente¡±, dice Mosi. Dada tampoco espera ayuda econ¨®mica por parte del Gobierno de su pa¨ªs. ¡°?C¨®mo va a haber dinero para investigaci¨®n si en ?frica la prioridad es tener agua y electricidad, o arreglar baches en las carreteras para que las aldeas no queden incomunicadas?¡±, lamenta.

Las grandes farmac¨¦uticas financian antes la malaria o la tuberculosis porque son dolencias globales

Gloria Dada, bioqu¨ªmica especializada en leishmaniasis

La investigaci¨®n de las enfermedades tropicales desatendidas (ETD) es uno de los mayores dolores de cabeza del continente. ¡°Las grandes farmac¨¦uticas financian antes la malaria o la tuberculosis porque son dolencias globales. Pero en farmacias de nuestros pa¨ªses no encontrar¨¢s medicaci¨®n para las ETD¡±, alega Dada. Para ella, parte del problema es que Occidente tiene sus propias prioridades. ¡°Financiar¨¢n los proyectos que les beneficien. Muy pocas entidades apoyan investigaciones cruciales para ?frica¡±, reconoce. Si no hay un diagn¨®stico temprano y el tratamiento tarda en aplicarse, estas dolencias pueden derivar en cirug¨ªas o injertos de piel durante un largo periodo e incluso en discapacidad.

Un drama rural

Estas enfermedades, la mitad de las cuales afectan a la piel, son predominantemente end¨¦micas en ¨¢reas rurales empobrecidas del continente. ¡°Hay gente en Ghana que ni siquiera ha o¨ªdo hablar de la ¨²lcera de Buruli y no sabe lo grave que puede llegar a ser¡±, explica Mosi sobre esta dolencia, provocada por una bacteria y que se ha detectado en 33 pa¨ªses del mundo, la mayor¨ªa africanos. Su cura viene de la mano de antibi¨®ticos que se toman por v¨ªa oral como la rifampicina. Pero los m¨¦dicos en ?frica tambi¨¦n aplican otros tratamientos inyectables, como la estreptomicina, que tiene muchos efectos secundarios. Seg¨²n Dada, lo ideal es que el paciente acudiese a que le inyectasen cada d¨ªa el medicamento en el centro de salud o que estuviese ingresado en observaci¨®n en un hospital durante ocho semanas, lo que dura este tratamiento. ¡°Si se desplaza 40 kil¨®metros todos los d¨ªas a que le pinchen o duerme en un hospital, el enfermo tiene que dejar de trabajar, y no puede hacerlo. Nadie piensa en casos as¨ª, por eso decimos que son enfermedades olvidadas. El Gobierno no est¨¢ interesado en invertir para la asistencia a estos sucesos concretos. La palabra es descuido¡±, se?ala.

En una recogida de muestras en peque?as aldeas de pocos recursos de Nigeria, m¨¢s del 70% de las pruebas realizadas fueron positivas en esquistosomiasis, una infecci¨®n gastrointestinal provocada por gusanos, que tambi¨¦n afecta a los ¨®rganos genitales y al sistema urinario. Las investigadoras mantienen que la mentalidad de algunos investigadores con las enfermedades tropicales desatendidas est¨¢ sesgada. ¡°Muchos no quieren seguir trabajando en ellas porque no hay financiaci¨®n. Aunque afectan a los m¨¢s pobres, son igual de importantes y est¨¢n desamparadas¡±, sugiere Dada. Adem¨¢s, estas zonas rurales son de dif¨ªcil acceso. ¡°Nadie va all¨ª, son lugares inseguros en el pa¨ªs¡±, contin¨²a la bioqu¨ªmica.

Me ha costado hacer publicaciones de art¨ªculos sin que un socio occidental firmase conmigo, como si mi experiencia profesional no valiese lo mismo que la de un bi¨®logo europeo

Lydia Mosi, bioqu¨ªmica especializada en la ¨²lcera de Buruli

¡°Podr¨ªamos ser los mejores¡±

Hasta la fecha, cualquier avance sobre el terreno con el diagn¨®stico de las ETD es resultado del apoyo econ¨®mico recibido por Occidente. ¡°Si esto sigue as¨ª, nunca seremos una referencia. Podr¨ªamos ser los mejores porque los casos m¨¢s complicados los tenemos nosotros y conocemos las mejores pr¨¢cticas para tratarlos¡±, comenta Mosi. Seg¨²n ella, la soluci¨®n pasa por empoderar a los cient¨ªficos africanos. ¡°Me ha costado hacer publicaciones de art¨ªculos sin que un socio occidental firmase conmigo, como si mi experiencia profesional no valiese lo mismo que la de un bi¨®logo europeo. Es una batalla dif¨ªcil de librar¡±, recuerda. Dada coincide en que la ciencia moderna est¨¢ fuertemente marcada por la raza y el g¨¦nero y que ¡°la colonizaci¨®n sigue ah¨ª¡±. La meta para ella pasa por descolonizar las metodolog¨ªas de investigaci¨®n, rompiendo las din¨¢micas de poder mediante la aceptaci¨®n de m¨¢s iniciativas lideradas por africanos. Adem¨¢s, apela a una mayor representaci¨®n en el mapa de investigadores nativos y, sobre todo, investigadoras nativas.

Adem¨¢s de la descolonizaci¨®n cient¨ªfica, estas investigadoras llevan tambi¨¦n por bandera la lucha por visibilizar el papel de la mujer africana en la ciencia. Han participado en el documental Think Outside the Box, que presenta Anesvad este mi¨¦rcoles y que es un ¡°homenaje a las mujeres investigadoras africanas¡±.

Lydia Mosi y Gloria Dada sue?an con ser un modelo a seguir tanto para las ni?as como para los ni?os. ¡°Soy consciente de los desaf¨ªos a los que se enfrentan las mujeres, pero nuestros problemas en ?frica no se centran en solo en esto y el camino es dif¨ªcil para todos¡±, apunta Dada. ¡°Dar oportunidades a aquellos que quieran trabajar duro¡±, es su lema.

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