La venta de productos de comercio justo importados del Sur Global se estanca en Espa?a
Los espa?oles gastan al a?o poco m¨¢s de tres euros en art¨ªculos sostenibles, que prometen una fabricaci¨®n sin explotaci¨®n infantil y deforestaci¨®n, mientras que el resto de europeos invierte una media de 20
El despegue del comercio justo sigue siendo una utop¨ªa en Espa?a. El cacao procedente de Ghana o Costa de Marfil con el que se hacen muchas de las tabletas de chocolate que lucen en los estantes de los supermercados del pa¨ªs no se ha producido de manera sostenible, sino a base de trabajo infantil, seg¨²n cuenta en una entrevista con el EL PA?S ?lvaro Goicoechea, el director de la secci¨®n espa?ola del sello Fairtrade, uno de los cinco reconocidos por la Coordinadora Estatal de Comercio Justo. De hecho, solo ¡°una de cada 10 tabletas que se venden en Espa?a es de comercio justo¡±, asegura Goicoechea. El gasto medio de los espa?oles en productos de comercio justo ha superado por primera vez los tres euros (3,02) al a?o por habitante, seg¨²n el ¨²ltimo informe de Fairtrade, pero la cifra es a¨²n alejada del promedio europeo de 20 euros de gasto por consumidor al a?o.
El comercio justo en Espa?a ha aumentado un 109% en los ¨²ltimos cinco a?os, de acuerdo al informe de Fairtrade que recoge datos de 2023. El cacao y sus derivados contin¨²an siendo los productos con mayor penetraci¨®n, manteniendo una cuota de mercado del 8% en los hogares espa?oles. ¡°Hemos notado que en los ¨²ltimos tres a?os el crecimiento est¨¢ estancado y estamos lejos de las medias de consumo europeas¡±, contin¨²a el director de Fairtrade. ¡°En Alemania, la sostenibilidad y las pol¨ªticas verdes llevan instaladas m¨¢s de 30 a?os. Aldi y Lidl, que son las cadenas m¨¢s grandes de supermercados, tienen productos de comercio justo desde hace 20 a?os. Aqu¨ª las grandes cadenas no han hecho esa apuesta¡±, justifica Goicoechea. En el norte de Italia, la cifra tambi¨¦n supera a la de Espa?a, con 13 euros de gasto medio anual por habitante, pero no as¨ª en el sur del mismo pa¨ªs, donde la media es de 2,5 euros de gasto al a?o.
En t¨¦rminos absolutos, el cacao y el caf¨¦ son los productos del comercio justo que m¨¢s se venden. Por ejemplo, el cacao de Costa de Marfil y de Ghana ¡ªque producen juntos el 54% del cacao mundial¡ª, representa el 64% de las ventas de art¨ªculos fabricados de manera sostenible en ?frica y Oriente Medio, seguidos de las flores y las plantas. En Am¨¦rica Latina, el producto estrella del comercio sostenible es el caf¨¦ de Colombia, Brasil y Costa Rica (60%), seguido de las bananas (25%), el az¨²car de ca?a y las frutas frescas. En total, 120 productos y materias primas llevan la certificaci¨®n de comercio justo.
Una de cada 10 tabletas de chocolate que se venden en Espa?a es de comercio justo?lvaro Goicoechea, director del sello Fairtrade
Los sellos que valoran si un producto se puede catalogar como comercio justo ¡°controlan de principio a fin la cadena de aprovisionamiento¡±, explica Goicoechea. ¡°En los cultivos de cacao en ?frica, luchamos especialmente contra el trabajo infantil. La gente que tenemos trabajando all¨¢ ve, por ejemplo, a un hijo labrando la tierra con su padre. El progenitor cuenta que es la plantaci¨®n familiar y que eso mismo hizo ¨¦l y el abuelo del ni?o. Es una cuesti¨®n cultural dif¨ªcil de cambiar¡±, aclara Goicoechea, matizando que en esas circunstancias no se puede otorgar la calificaci¨®n de comercio justo. En el caso de Am¨¦rica Latina, Fairtrade se centra en empoderar a las mujeres para que los derechos laborales sean los mismos para todos. ¡°Por ejemplo, les ayudamos a que tengan sindicatos que aboguen por sus condiciones en el trabajo¡±, explica.
Dentro de los ejes econ¨®micos, para que un producto sea de comercio justo se debe garantizar que el coste del art¨ªculo sea el suficiente para que el agricultor que trabaja en el campo no pierda dinero; y que un porcentaje sirva para reinvertir en la propia cooperativa productora. ¡°Nos aseguramos de que los ingresos sigan manteniendo vivo el negocio y que les sea rentable poner a sus productos la etiqueta de comercio justo¡±, detalla Goicoechea.
En los cultivos de cacao en ?frica, luchamos especialmente contra el trabajo infantil. Es una cuesti¨®n cultural dif¨ªcil de cambiar?lvaro Goicoechea, director del sello Fairtrade
El estudio de Fairtrade sugiere que otro handicap en Espa?a es que se consume mucho fuera de casa y lograr que los art¨ªculos de comercio justo se introduzcan de forma org¨¢nica en la hosteler¨ªa ¡°es dif¨ªcil¡±. ¡°Somos muy del cafetito barato a 1,5 euros antes de subir a la oficina¡±, apunta Goicoechea. La falta de informaci¨®n es para el presidente de la Coordinadora Estatal de Comercio Justo, Alberto Abad, el fallo m¨¢s b¨¢sico. ¡°En el mercado deber¨ªa haber puntos que explicasen y formasen a los clientes para que luego elijan qu¨¦ comprar¡±, sugiere Abad en una videollamada con este medio. Los expertos consultados coinciden en que afrontamos un momento en el que ¡°el consumidor es m¨¢s responsable¡± y que llega una generaci¨®n ¡°m¨¢s concienciada y con ganas de formarse¡±. Seg¨²n el informe J¨®venes y medioambiente, publicado este a?o por el Observatorio de la Juventud de la Fundaci¨®n SM, la mayor¨ªa de los j¨®venes, entre 15 y 29 a?os, est¨¢n dispuestos a renunciar a productos elaborados de manera no sostenible y el 82% reclama m¨¢s educaci¨®n ambiental, puesto que la mitad de ellos confiesa desconocer la repercusi¨®n en el medio ambiente que hay dentro de la cesta de su compra.
En opini¨®n de Goicoechea, cuanta m¨¢s gente conozca los valores del comercio justo, m¨¢s demanda habr¨¢. ¡°Y a mayor venta, mejor ubicados estar¨¢n los productos. Todav¨ªa hay tiendas en las que el chocolate de comercio justo est¨¢ separado de las tabletas sin sello sostenible, y deber¨ªa estar toda la gama de productos junta para que el consumidor decida con libertad¡±, sostiene Abad.
Un debate ambiental y social
El principal problema que estos sellos encuentran a la hora de certificar un producto sobre el terreno es que hay m¨¦todos de producci¨®n que promueven la deforestaci¨®n y el cambio clim¨¢tico como el elevado uso de productos qu¨ªmicos que da?an los ecosistemas y la salud humana. ¡°Estamos en un momento crucial porque se aproximan legislaciones europeas, como la Ley de Deforestaci¨®n, que obligan tanto a las marcas como a las empresas de distribuci¨®n a cumplir criterios medioambientales¡±, asegura Goicoechea.
La pobreza de las regiones productoras es otra de las dificultades que paralizan el certificado de comercio justo. Transformar una forma de producci¨®n convencional en una sostenible requiere un periodo que se puede alargar tres a?os. Un campo que produce 100 toneladas de caf¨¦ no conseguir¨¢ una productividad normal de otras 100 toneladas ecol¨®gicas hasta que no pasen de dos a tres a?os porque se necesita cambiar el modelo de producci¨®n. ¡°Durante ese tiempo, el agricultor no es econ¨®micamente rentable. Si les pedimos que cambien su forma de trabajar porque hay una tendencia en Europa que dice que hay que producir de manera ecol¨®gica, te dicen que no tienen tres a?os para esperar¡±. Por eso, muchas veces, dice el director de Fairtrade, se financian proyectos para transformar campos de cultivo con el fin de que sean ecol¨®gicos.
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