Audiencia Nacional, el tribunal que devora a sus monstruos
Los juzgados centrales luchan por dejar atr¨¢s una imagen oscura de compadreo entre magistrados y polic¨ªas. Las grabaciones del comisario Villarejo reavivan el debate sobre su vigencia
La grabaci¨®n que el comisario jubilado Jos¨¦ Villarejo, en prisi¨®n por elaborar informes confidenciales para extorsionar a pol¨ªticos y empresarios, realiz¨® en 2009 de una comida que mantuvo con el entonces juez Baltasar Garz¨®n, la fiscal Dolores Delgado ¨Choy ministra de Justicia¨C y otros altos mandos policiales, ha costado una nueva querella por prevaricaci¨®n a Garz¨®n y reabierto dos debates encadenados sobre la Audiencia Nacional. Por un lado, se ha instalado en la opini¨®n p¨²blica una imagen de compadreo entre los magistrados y el sector de las fuerzas de seguridad m¨¢s en contacto con el poder pol¨ªtico.
Al hilo de esta aparente promiscuidad entre comisarios y magistrados ha emergido la discusi¨®n recurrente sobre la propia vigencia de este tribunal. Desde su creaci¨®n en 1977, un sector de juristas lo ha considerado ¡°un cuerpo extra?o en la estructura judicial¡±, en palabras del catedr¨¢tico de Derecho Constitucional Diego L¨®pez Garrido, e incluso lo tachan de "tribunal de excepci¨®n", como los abogados de la izquierda abertzale. Otro sector, representado por el vicepresidente del Supremo y expresidente de la Audiencia, ?ngel Juanes, defiende su eficacia: ¡°No tengo duda de que sigue siendo necesario contar en el Poder Judicial con un tribunal especializado, dotado de medios suficientes para investigar causas complejas¡±, afirma.
Magistrados de la Audiencia admiten que el tribunal ha podido proyectar una imagen de excesiva cercan¨ªa con las fuerzas de seguridad. Los jueces sostienen que los encuentros informales son una costumbre m¨¢s del pasado que actual y la personalizan en el exjuez Baltasar Garz¨®n, inhabilitado por el Supremo en 2012 por ordenar pinchazos en prisi¨®n a los abogados de la trama G¨¹rtel. ¡°Garz¨®n irradia hacia sus compa?eros la relaci¨®n con los polic¨ªas. Estas relaciones extraoficiales no suponen un problema real, aunque se corre el riesgo de que se altere el rol de cada uno y de que los polic¨ªas se tomen unas confianzas excesivas¡±, se?ala un exmagistrado.
El periodista Miguel ?ngel de la Cruz, en su libro Garz¨®n, la ambici¨®n de un juez (2000), relataba las comidas-tertulias que organizaba el fallecido magistrado Joaqu¨ªn Navarro en el restaurante Lhardy y a las que Garz¨®n comenz¨® a acudir en el oto?o de 1989, tras el asesinato a manos de ETA de la fiscal Carmen Tagle. El juez destac¨® pronto por sus chistes y chascarrillos. Y tampoco evitaba hablar de asuntos judiciales. ¡°Seg¨²n algunos tertulianos, pecaba de indiscreto hasta unos l¨ªmites peligrosos¡±, se lee en el libro. Asistentes asiduos a estas reuniones matizan: ¡°Es cierto que se hablaba con bastante facilidad y confidencialidad, pero tampoco se exced¨ªa demasiado¡±. El libro relata almuerzos del magistrado con polic¨ªas. ¡°Entre juez y polic¨ªas se viv¨ªa una aut¨¦ntica luna de miel. Se mimaban mutuamente, se agasajaban, se alimentaban. Cada uno le daba al otro lo que ped¨ªa¡±, recuerda De la Cruz en su obra.
Juez-sacerdote vs Juez del siglo XXI
Otro magistrado ve con ¡°naturalidad¡± estas relaciones personales. ¡°Es una cuesti¨®n de profesionalidad, si me da una medalla la Guardia Civil y luego veo que miembros del cuerpo torturan los voy a condenar igual¡±, afirma. Las reuniones en los despachos de la Audiencia son cotidianas. ¡°No es un trato de familiaridad sino profesional, que evita que se dirijan las investigaciones hacia donde no tiene sentido. La instrucci¨®n moderna exige coordinaci¨®n profesional y vertical. Manda el juez, no es una relaci¨®n entre colegas¡±, a?ade.
Frente al ¡°juez-sacerdote¡± aparentemente ajeno a las pasiones del mundo, este magistrado defiende ¡°un juez del siglo XXI¡±, que corrige las influencias con profesionalidad. ¡°Y esto vale para las presiones y para las amenazas. S¨¦ que vivo en un mundo de pecado, lo que tengo que hacer es no pecar, no que me a¨ªslen del pecado¡±, afirma. ¡°Vivimos en un mundo contaminado, con criterios y juicios que adem¨¢s cambian, y eso lo tiene tambi¨¦n el juez-sacerdote, que tambi¨¦n tiene sus influencias y vete a saber de d¨®nde se inspira¡±.
En sus 41 a?os, la Audiencia Nacional ha sometido a una sobreexposici¨®n medi¨¢tica a muchos de sus magistrados. ¡°Clemente Auger [presidente de la Audiencia entre 1998 y 2001] dec¨ªa que la escalera de la Audiencia sal¨ªa el doble de tiempo en televisi¨®n que el Congreso¡±, rememora un veterano magistrado del Supremo. Hace un cuarto de siglo, aquella escalinata ve¨ªa bajar a estrellas de la judicatura como Garz¨®n ¨Cinstructor de sumarios como la Operaci¨®n N¨¦cora contra el narcotr¨¢fico, y que tras un breve paso por el ¨²ltimo Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez, desenterr¨® el caso GAL sobre la guerra sucia contra ETA¨C o su examigo Javier G¨®mez de Lia?o, posteriormente inhabilitado por prevaricaci¨®n en el caso Sogecable. Por ella tambi¨¦n pasaban, camino de la antigua cafeter¨ªa Riofr¨ªo, situada enfrente, los llamados fiscales indomables, Ignacio Gordillo, Dolores M¨¢rquez de Prado o Pedro Rubira, una suerte de poder aut¨®nomo enfrentado al entonces fiscal jefe de la Audiencia, Jos¨¦ Aranda.
El poder que maneja cualquier juez se ve, en el caso de la Audiencia Nacional, incrementado por la relevancia pol¨ªtica o econ¨®mica de los asuntos. Las resoluciones se interpretan en clave de si benefician o perjudican a un partido o una empresa determinados. ¡°Los asuntos que se llevan aqu¨ª pueden hacer caer gobiernos, como se ha visto con el caso G¨¹rtel. De vez en cuando la Audiencia Nacional genera monstruos y cada cierto tiempo necesita devorarlos para seguir viva¡±, afirma un juez instructor. El ¨²ltimo juez engullido por la Audiencia ha sido Diego de Egea, que el pasado diciembre renunci¨® a seguir como juez de refuerzo al frente del caso Villarejo.
Las fuentes coinciden en que hoy m¨¢s que jueces-estrella lo que hay son casos estrella. ¡°La Audiencia Nacional tiene algo de Primera Divisi¨®n, pero para muchos ser juez aqu¨ª supone incluso un estigma dentro de la carrera, nos consideran divos. Hay un sentimiento de que nos llevamos la gloria y somos privilegiados¡±, afirma un magistrado veterano. Para muchos, la idea de jueces estrella es ¡°un clich¨¦¡± que identifican especialmente con Garz¨®n. ¡°Al igual que las estrellas de verdad siguen iluminando pese a haberse apagado, la luz que dej¨® Garz¨®n nos sigue llegando y marcando nuestra imagen¡±, describe uno de los consultados.
Numerosos autores consideran a la Audiencia una heredera del Tribunal de Orden P¨²blico franquista. Una naci¨® el mismo d¨ªa que se disolvi¨® el otro: el 5 de enero de 1977. El catedr¨¢tico de Derecho Procesal Jos¨¦ Mar¨ªa Asencio escribi¨® en 2003: ¡°el origen de la actual competencia de la Audiencia Nacional reside en una visi¨®n de la justicia propia del franquismo, ya que no en vano sus funciones fueron las previstas para el nunca nacido Tribunal Central de lo Penal¡±, ideado en 1974. Asencio s¨®lo ve¨ªa justificable la competencia en terrorismo y entend¨ªa que otras materias penales, as¨ª como la jurisdicci¨®n social y contencioso-administrativa van contra el esp¨ªritu de la Constituci¨®n.
?ngel Juanes rebate esta visi¨®n. ¡°El contexto actual no resiste una comparaci¨®n con el TOP. Contamos con un Estado democr¨¢tico. El control social es clave y har¨ªa imposible un funcionamiento anormal. No hay un tribunal en Espa?a con el control social y medi¨¢tico que tiene la Audiencia Nacional¡±, defiende.
¡°La idea de un tribunal especializado en delitos concretos que exigen especializaci¨®n y medios suficientes sigue teniendo plena actualidad¡±, afirma Juanes. El centro de gravedad de las investigaciones se ha desplazado del terrorismo etarra a los grandes delitos econ¨®micos. Investigaciones con la de iDental, con miles de afectados en toda Espa?a y que instruye Jos¨¦ de la Mata, ser¨ªan pr¨¢cticamente inviables sin un tribunal central. De la Mata ha puesto en marcha un sistema para que los afectados por esta estafa puedan recibir sus tratamientos odontol¨®gicos.
"Un enfoque err¨®neo"
Un magistrado del Supremo admite que la Audiencia tiene actualmente un ¡°enfoque err¨®neo¡± y reclama ¡°multiplicar por tres¡± el n¨²mero de jueces instructores y darles especializaci¨®n en terrorismo; crimen organizado, droga y blanqueo; y criminalidad econ¨®mica y corrupci¨®n. ¡°No tiene sentido que el juez de instrucci¨®n de la Audiencia reciba declaraci¨®n a terroristas yihadistas y al d¨ªa siguiente a un ejecutivo de banca, que requiere una investigaci¨®n distinta¡±, se queja.
Este jurista se?ala que el alto tribunal ¡°ha defendido much¨ªsimo¡± la ¡°funci¨®n jurisdiccional¡± de los jueces de la Audiencia frente a las querellas que entran contra ellos, pero que ser¨ªa necesario acabar con el ¡°sistema inquisitivo¡± que fomenta la ¡°perversi¨®n¡± de la promiscuidad con la polic¨ªa. Seg¨²n ¨¦l ¨Cy en esto coincide la mayor¨ªa de los entrevistados- es indispensable que la instrucci¨®n pase a manos de la Fiscal¨ªa, y que los jueces queden para proteger las garant¨ªas procesales.
¡°Es conveniente que los jueces no se eternicen en la Audiencia. Esas plazas no ten¨ªan que ser vitalicias o en propiedad. Tres de los seis juzgados de instrucci¨®n estan cubiertos por sustitutos que tienen que renovar cada cierto tiempo. Eso va contra la independencia del juez. Tienen que ser plazas de cumplimiento efectivo: si te vas de comisi¨®n de servicio o pasas a la pol¨ªtica dejas la Audiencia¡±, reclama este magistrado. ¡°Los jueces no deber¨ªan estar m¨¢s de diez a?os en instrucci¨®n, la relevancia de los asuntos es tan grande que es negativo para el juez¡±. En la reforma del edificio de la Audiencia, que culmin¨® en noviembre de 2015, la escalera de la fama desapareci¨®, aunque nada garantiza que no sigan surgiendo monstruos.
Carreras truncadas
La lista de magistrados de la Audiencia Nacional que han visto sus carreras truncadas por sanciones es nutrida. En 1988, el magistrado Jaime Rodr¨ªguez Hermida fue expulsado de la carrera por la irregular puesta en libertad del jefe de la Camorra napolitana Antonio Bardellino, en enero de 1984. Su compa?ero Ricardo Var¨®n esquiv¨® la exclusi¨®n de la judicatura, pero tuvo que abandonar la Audiencia. En octubre de 1996, el Consejo General del Poder Judicial expuls¨® durante un a?o al magistrado Miguel Moreiras por una falta muy grave de revelaci¨®n del secreto del sumario Argentia Trust, en el que se investigaba al banquero Mario Conde, lo que le supuso perder el destino.
La misma sanci¨®n recibi¨® en 2004 el magistrado Guillermo Ruiz-Polanco por una desatenci¨®n que supuso la puesta en libertad del supuesto etarra Ibai Ayensa. Dos a?os antes, la huida del narco Carlos Ruiz Santamar¨ªa, El Negro, cost¨® la plaza a los tres magistrados de la Secci¨®n Cuarta de lo Penal, aunque el Supremo anul¨® posteriormente la sanci¨®n y resarci¨® a dos de ellos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
Archivado En
- Baltasar Garz¨®n
- ?ngel Juanes Peces
- El final de ETA
- Caso Villarejo
- Audiencia Nacional
- Cohecho
- Jos¨¦ Villarejo
- Corrupci¨®n policial
- Blanqueo capitales
- Tribunales
- Delitos econ¨®micos
- Poder judicial
- Investigaci¨®n judicial
- Casos judiciales
- Corrupci¨®n
- ETA
- Fuerzas seguridad
- Grupos terroristas
- Delitos
- Terrorismo
- Proceso judicial
- Justicia