Tres elecciones generales, dos presidentes ¡ªMariano Rajoy y Pedro S¨¢nchez¡ª, una moci¨®n de censura y m¨¢s de 400 d¨ªas de Gobiernos en funciones han dejado en cuatro a?os 106 leyes, el m¨ªnimo hist¨®rico desde la recuperaci¨®n de la democracia. La ausencia de mayor¨ªas claras y la dificultad para alcanzar consensos ha disparado el uso del decreto ley, un mecanismo urgente que permite que el Consejo de Ministros apruebe normas sin pasar por el Parlamento. Desde las generales de diciembre de 2015, ambos presidentes han recurrido a esa f¨®rmula en 66 ocasiones.
Del Congreso han salido 2.628 leyes desde la Legislatura Constituyente, que arranc¨® en julio de 1977. Los siete presidentes que ha tenido Espa?a desde el final del franquismo, de Adolfo Su¨¢rez a Pedro S¨¢nchez, han construido la historia democr¨¢tica del pa¨ªs a trav¨¦s de las leyes que aprobaron sus Gobiernos. Poner los mimbres de una democracia nueva, construir el Estado del bienestar, desarrollar el Estado de las Autonom¨ªas, adaptarse al desarrollo econ¨®mico, ampliar los derechos sociales, gestionar la crisis... Las leyes marcan la vida de los ciudadanos y son parte sustancial del legado de los presidentes.
La situaci¨®n actual de inestabilidad desde las generales de 2015 ha frenado el af¨¢n reformador de una democracia a¨²n joven. Con la actividad parlamentaria reducida al m¨ªnimo por las repeticiones electorales y los periodos de Gobiernos en funciones, la aprobaci¨®n de leyes ha tocado fondo.
Una frase ir¨®nica del expresidente Mariano Rajoy durante una feria del vino en Galicia en agosto resume la situaci¨®n actual. ¡°Si dependiera de m¨ª, seguir¨ªa con mis Presupuestos¡±, dijo al ser preguntado por la pr¨®rroga de las cuentas de 2018, aprobadas en su ¨²ltimo mandato y que a¨²n siguen en vigor ante la incapacidad del Gobierno del PSOE de aprobar otras este a?o. El par¨®n legislativo comenz¨® con Rajoy. Hay dos Rajoy: el de la mayor¨ªa absoluta (2011-2015), con la que aprob¨® 254 leyes ¡ª76 de ellas por decreto ley¡ª y el del Ejecutivo en minor¨ªa (2016- 2018), que aprob¨® 49 leyes ¡ª31 de ellas por decreto¡ª hasta la moci¨®n de censura de junio del a?o pasado.
El Congreso que sali¨® de las generales de diciembre de 2015 dibuj¨® un panorama nuevo. La irrupci¨®n de Podemos, con 69 esca?os, y Ciudadanos, con 40, rompi¨® por primera vez el poder del bipartidismo, acostumbrado a mayor¨ªas absolutas o a llegar a acuerdos con partidos nacionalistas con poco peso en la C¨¢mara y preocupados m¨¢s por las concesiones a sus territorios que por las pol¨ªticas nacionales. ¡°Los partidos tienen que acostumbrarse a la nueva realidad. Les pill¨® con el pie cambiado en 2015 y hasta ahora no parecen haber aprendido nada¡±, dice Isabel Gim¨¦nez S¨¢nchez, doctora en Derecho Constitucional. ¡°Impera la polarizaci¨®n. Los nuevos partidos, hasta que no se clarifique bien qui¨¦n sobrevive y qui¨¦n no, tienen miedo a optar por la moderaci¨®n y el acuerdo, y que esto les pueda restar votos y borrar del mapa¡±, explica Juan Rodr¨ªguez Teruel, profesor de Ciencia Pol¨ªtica.
Esa falta de mayor¨ªas claras, y la incapacidad que han mostrado hasta ahora de ponerse de acuerdo, ha llevado a los presidentes a optar por la v¨ªa r¨¢pida de aprobar leyes por decreto para evitar, en la medida de lo posible, exponerse ante un Parlamento bronco y exaltado, cada vez menos acostumbrado a los consensos. Concebido como un mecanismo excepcional para situaciones de urgencia, el uso del decreto ley se ha multiplicado. Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar recurri¨® a ¨¦l hasta en 85 ocasiones en su primera legislatura (1996-2000), pero su porcentaje sobre el total de leyes aprobadas ¡ª304 normas en esos cuatro a?os¡ª fue de un 28%. En la pasada legislatura, entre los periodos de Rajoy y S¨¢nchez las leyes por decreto sumaron el 61% del total.
El presidente socialista, que lleg¨® al Gobierno con 84 diputados tras la moci¨®n de censura, justific¨® su uso: ¡°Pod¨ªa no hacer nada y resignarme, o aprobar medidas justas y sociales a trav¨¦s de decretos leyes¡±. En los 10 meses que dur¨® su Gobierno (ahora est¨¢ en funciones) aprob¨® 57 leyes, de ellas 35 por decreto. Compromisos electorales del PSOE, como la ley de eutanasia, la derogaci¨®n de la ley mordaza o los cambios en la reforma laboral de 2012 se estrellaron contra la mayor¨ªa que sumaban PP y Cs en la Mesa de Congreso, el ¨®rgano encargado de la tramitaci¨®n parlamentaria y con capacidad de bloquear las iniciativas.
La situaci¨®n tambi¨¦n ha llevado a Espa?a a cumplir a trompicones y con retraso la legislaci¨®n comunitaria que emana de Bruselas. La par¨¢lisis legislativa ha colocado a Espa?a como el pa¨ªs con m¨¢s procedimientos de infracci¨®n abiertos por la Comisi¨®n Europea por retraso en la trasposici¨®n de directivas o por su deficiente adaptaci¨®n. A finales de 2018, encabezaba el ranking, con 52 expedientes abiertos, informa desde Bruselas Bernardo de Miguel.
Sanciones de Bruselas
Los incumplimientos exponen al pa¨ªs a severas sanciones. El Gobierno de S¨¢nchez logr¨® esquivar algunas, como la de 106.000 euros que pend¨ªa por la no trasposici¨®n de la directiva sobre mercados hipotecarios, finalmente aprobada por las Cortes. Pero sigue en pie la amenaza de sanciones de hasta 186.000 euros diarios por no incorporar dos directivas sobre contrataci¨®n p¨²blica. Y, en julio, la Comisi¨®n solicit¨® al Tribunal de Justicia de la UE la imposici¨®n de una multa de al menos cinco millones por el retraso en adoptar la directiva sobre protecci¨®n de datos personales en investigaciones penales.
¡°Afortunadamente, hay muchas materias que competen a la UE, que hace su trabajo, y otras materias que competen a las comunidades aut¨®nomas, que tambi¨¦n siguen legislando. Hay varios poderes que siguen ejerciendo su papel. Por eso el bloqueo no es absoluto¡±, apunta el doctor en Derecho por la Universidad Complutense ?ngel J. S¨¢nchez Navarro.
M¨¢s all¨¢ del laberinto pol¨ªtico que atraviesa Espa?a, algunos expertos ven algo bueno en este par¨®n normativo. ¡°El cese de la furia legisladora es positivo¡±, dice el abogado Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz Soroa. De la misma opini¨®n es el catedr¨¢tico de Econom¨ªa Carlos Sebasti¨¢n, que se lanza contra una clase pol¨ªtica que al acabar su mandato pone encima de la mesa su mont¨®n de leyes para comparar con su antecesor: ¡°Sacar pecho por la ingente labor legislativa, sin rendici¨®n de cuentas, resulta grotesco¡±.
Pero hoy no hay nada que comparar. Los ¨²ltimos Gobiernos apenas avanzan de la casilla de salida al limbo del poder en funciones. Acaba un verano que solo ha servido para ahondar m¨¢s la divisi¨®n y acercar una posible nueva cita electoral en noviembre, la cuarta en cuatro a?os. La semana pasada, S¨¢nchez se comprometi¨® ante colectivos sanitarios a dar el ¡°impulso definitivo¡± a la ley de eutanasia, un mensaje m¨¢s de campa?a electoral que de presidencia. Comienza as¨ª el nuevo curso pol¨ªtico de un tiempo que no arranca desde hace cuatro a?os.
El bloqueo de fondos
La situaci¨®n del Gobierno en funciones ha alterado a algunas comunidades ¡ªprincipalmente Catalu?a y las del PP, pero tambi¨¦n a varias socialistas¡ª, que exigen desbloquear los anticipos a cuenta de la financiaci¨®n auton¨®mica (7.500 millones de euros). La Abogac¨ªa del Estado resolvi¨® que revisar el importe de estas entregas es un ¡°acto de fuerte relevancia financiera¡± que ¡°condicionar¨ªa al nuevo Gobierno¡±, por lo que no es legal hacerlo en funciones. La ley establece que el Ejecutivo en funciones tiene suspendida la acci¨®n legislativa y se limita ¡°al despacho ordinario de asuntos p¨²blicos¡±.