Fiebre en la infancia: hay que tratar el malestar, no la cifra del term¨®metro

¡°No le baja la fiebre¡± es la concatenaci¨®n de cinco palabras que m¨¢s veces escucha cualquier pediatra durante su ejercicio profesional. Considerada en los seres humanos como la temperatura de 38¡ãC o m¨¢s, ha sido siempre el caballo de batalla de la salud infantil. Tambi¨¦n el quebradero de cabeza de cada vez m¨¢s madres y padres. Pese a ser parte fundamental de nuestro sistema de defensa frente a las infecciones, con frecuencia bajar la fiebre se considera el objetivo a batir, incluso por prescripci¨®n facultativa. Pero esa tendencia est¨¢ cambiando. Hoy en d¨ªa, la mayor¨ªa de especialistas en salud infantil insisten en que no hay que bajar a toda costa la fiebre (que est¨¢ ah¨ª para ayudar), sino tratar el malestar que pueda producir en ni?as y ni?os.

¡°Es la causa m¨¢s frecuente por la que vienen a la urgencia¡±, se?ala Paula V¨¢zquez L¨®pez, presidenta de la Sociedad Espa?ola de Urgencias de Pediatr¨ªa (SEUP). ¡°La fiebre no causa da?o del cerebro, ni muerte, ni nada. Es bueno que tengan fiebre porque es la forma que tiene nuestro organismo de defenderse ante los virus y bacterias¡±, a?ade esta especialista en urgencia pedi¨¢trica del Hospital Gregorio Mara?¨®n de Madrid. ¡°Incluso tenerla alta, o que no baje bien, no quiere decir que esa infecci¨®n sea m¨¢s o menos importante¡±, explica a los padres. De hecho, contin¨²a, ¡°les pongo el ejemplo de la gripe: es una infecci¨®n por un virus que da fiebre muy alta, dura varios d¨ªas y cuesta much¨ªsimo bajarla, pero no es grave¡±.

Seg¨²n Juan Carlos Molina, pediatra del servicio de urgencias del Hospital Infantil Ni?o Jes¨²s, tambi¨¦n en Madrid, ¡°nuestros padres y abuelos aceptaban m¨¢s la fiebre como algo natural. Pero ahora hay ¡°fiebrefobia, un miedo no dirigido o sin sentido¡±, relata el especialista. ¡°Los padres muchas veces quieren tratar el term¨®metro, les preocupa mucho m¨¢s que el estado general. Yo les digo que el objetivo es que se encuentre bien, que los antit¨¦rmicos los damos para que el ni?o est¨¦ m¨¢s confortable¡±.

En efecto, la fiebre sirve ¡°para ayudarnos a activar las defensas de nuestro cuerpo¡±, como explica en su web la Asociaci¨®n Espa?ola de Pediatr¨ªa de Atenci¨®n Primaria (AEPap). Por s¨ª sola, recalca esta sociedad cient¨ªfica, ¡°no produce da?o en las neuronas ni de otro tipo y las complicaciones, cuando las hay, son debidas a la causa de la fiebre, no a la fiebre en s¨ª¡±. Su Dec¨¢logo de la fiebre, un documento dirigido a las familias descargable en castellano, catal¨¢n, euskera y gallego, coincide con los pediatras consultados: ¡°Solo hay que usar medicamentos para la fiebre si hay malestar o dolor¡±.

Adem¨¢s, ese dec¨¢logo aclara que ¡°ni el grado de la fiebre ni la respuesta al tratamiento nos orienta sobre la gravedad de la infecci¨®n ni sobre si est¨¢ causada por virus o por bacterias¡±. La AEPap insiste en hidratar bien y no cubrir ni desabrigar demasiado al ni?o, y desaconseja medidas caseras como ¡°el uso de pa?os h¨²medos, friegas de alcohol, duchas o ba?os. El tratamiento de la fiebre no modifica la evoluci¨®n de la infecci¨®n. Lo importante es el tratamiento de la infecci¨®n que la origina, en el caso de que lo tenga¡±, enfatizan estos expertos.

¡°Hay que cambiar el chip de que hay que bajarla en funci¨®n del n¨²mero que ponga el term¨®metro; hay que hacerlo seg¨²n c¨®mo se encuentre el ni?o¡±, subraya V¨¢zquez L¨®pez. Tampoco hay que dar medicamentos para prevenir reacciones a las vacunas, como fiebre o inflamaci¨®n en la zona del pinchazo. ¡°Tengo muchos a?os y antes, cada vez que vacun¨¢bamos, dec¨ªamos: por si tiene fiebre, p¨®ngale para prevenir el Apiretal [paracetamol]. Pero se ha visto que no est¨¢ indicado¡±.

Para qu¨¦ vale el ¡®fuego en el cuerpo¡¯

De forma estricta, consideramos fiebre o pirexia (de pyros, fuego en griego) a la temperatura corporal de 37,5¡ãC o m¨¢s, pero suele denominarse febr¨ªcula o d¨¦cimas a los valores entre 37¡ãC y 38¡ãC. En condiciones normales, el centro termorregulador del hipot¨¢lamo nos mantiene a entre 35¡ãC y 37¡ãC, el rango id¨®neo para desarrollar las funciones fisiol¨®gicas. Sin embargo, ciertas sustancias act¨²an como pir¨®genos: estimulan este termostato de la base del cerebro para que eleve la temperatura, lo que ¡°disminuye la reproducci¨®n de los microbios y aumenta la respuesta inflamatoria¡±, como describe la web del Hospital Cl¨ªnic de Barcelona. ¡°Cuando hay fiebre, mejoran las defensas inmunitarias y la movilidad de los leucocitos, se generan productos que son m¨¢s t¨®xicos para las bacterias¡±, detalla Molina.

Los pir¨®genos pueden ser sustancias ex¨®genas (microbios y sus toxinas) o end¨®genas (mol¨¦culas que usa nuestro sistema inmune para comunicarse, como las citoquinas o las prostaglandinas). Cuando los leucocitos detectan los pir¨®genos de un germen que nos infecta (que en los ni?os suelen ser virus), liberan citoquinas a la sangre que alertan al termostato biol¨®gico para que eleve la temperatura. Esto se logra aumentando el metabolismo, reduciendo el flujo sangu¨ªneo a la piel, lo que origina palidez y sensaci¨®n de fr¨ªo, y produciendo contracciones musculares, la cl¨¢sica tiritona. Una vez el termostato hipotal¨¢mico vuelve al rango normal, se siente calor y se suda para reducir la temperatura, lo que explica los diversos s¨ªntomas del s¨ªndrome febril.

La medici¨®n deber¨ªa hacerse con un term¨®metro de contacto electr¨®nico, aconseja Molina. ¡°Los de o¨ªdo y los de infrarrojos que se ponen en la frente no son muy fiables¡±. Aunque en ni?os mayores basta con la medici¨®n axilar, en menores de un a?o deber¨ªa tomarse en el recto. ¡°La temperatura rectal es entre 0,5¡ãC y 1¡ãC superior a la axilar, pero m¨¢s cercana a la real¡±, observa este experto. Esa precisi¨®n, aclara, es necesaria en lactantes peque?os, sobre todo en menores de tres meses, en los que el riesgo de infecciones graves aumenta y pueden requerirse an¨¢lisis que rara vez se hacen en ni?os mayores con buen estado general.

?Y a partir de cu¨¢nto ser¨ªa un problema? Como explica Molina, temperaturas superiores a 41¡ãC o 42¡ãC s¨ª son m¨¢s peligrosas, en especial si son mantenidas. ¡°Pero en esos casos se habla de hipertermia y en ni?os es excepcional. Se da por elevada exposici¨®n al sol, como los golpes de calor, o por intoxicaci¨®n por determinados medicamentos¡±, zanja el experto.

Temor infundado a las convulsiones febriles

¡°Otra cosa que da miedo a madres y padres son las convulsiones¡±, recuerda V¨¢zquez L¨®pez. En efecto, un grupo peque?o de lactantes y ni?os peque?os (en torno al 4%) tiene una predisposici¨®n gen¨¦tica a convulsionar con la fiebre. Pero bajarla de forma precoz no lo previene, insiste la AEPAp. Aunque siempre se aconseja la valoraci¨®n por pediatr¨ªa tras una convulsi¨®n en contexto de fiebre, ¡°que no se empe?en en baj¨¢rsela para que no ocurra¡±, reitera la presidenta de la SEUP. ¡°En la mayor parte de los casos no hay que hacer nada, duran unos segundos. Desaparecen con la edad porque el cerebro madura y no hace falta poner ning¨²n medicamento para prevenirlas¡±, tranquiliza la especialista.

¡°No todos los ni?os las van a tener, aunque tengan fiebre muy alta¡±, indica Molina. ¡°Hay una predisposici¨®n gen¨¦tica, muchas veces los padres ya lo han tenido. En este caso, lo entienden mejor¡±. Como aclara este pediatra, ¡°algunas terminan siendo epilepsia cuando los ni?os son mayores, pero es muy poco corriente, en torno al 1 o 2%¡±. En cualquier caso, a?ade, ¡°es muy dif¨ªcil evitarlas, que no se molesten en dar antit¨¦rmicos o poner medidas fr¨ªas. No hay que hacer ning¨²n tratamiento diferente al de un ni?o que no tiene convulsiones febriles¡±.

Los medicamentos habituales para ni?os con fiebre y malestar son el paracetamol, que es analg¨¦sico y antit¨¦rmico, y el ibuprofeno, que adem¨¢s es antiinflamatorio. No curan la infecci¨®n, pero ayudan a que el ni?o se sienta mejor. ¡°Cuando el proceso febril es debido a una inflamaci¨®n importante, como en una otitis media aguda o una adenitis [una adenopat¨ªa muy inflamada], prefiero el ibuprofeno¡±, se?ala Molina. ¡°Pero para controlar la temperatura, ambos son iguales¡±. Seg¨²n recuerda este especialista, aunque est¨¢ extendida la pr¨¢ctica de alternarlos o combinarlos, no hay pruebas de que esto sea m¨¢s eficaz, como recoge una revisi¨®n publicada en Evidencias en Pediatr¨ªa.

¡°Muchos m¨¦dicos lo indican [alternar antipir¨¦ticos], pero no se ha demostrado que sea m¨¢s eficaz para revertir la fiebre y da lugar a errores, bien por sobredosificaci¨®n o por infradosificaci¨®n¡±

Juan Carlos Molina, pediatra de urgencias

Adem¨¢s, hacerlo aumenta el riesgo de confusi¨®n en la administraci¨®n de las dosis y el de efectos secundarios. ¡°Muchos m¨¦dicos lo indican, pero no se ha demostrado que sea m¨¢s eficaz para revertir la fiebre y da lugar a errores, bien por sobredosificaci¨®n o por infradosificaci¨®n. Hay que dar uno pautado y se pueden subir un poco las dosis o acortar los intervalos de administraci¨®n, pero no es adecuado combinar uno y otro de forma secuencial¡±. V¨¢zquez L¨®pez se lo cuenta as¨ª a los padres: ¡°a veces les digo que, de forma puntual, pueden dar el otro, pero la pauta de ibuprofeno-paracetamol-ibuprofeno-paracetamol est¨¢ totalmente desaconsejada. Muchas veces somos los propios pediatras los que ponemos esa pauta, pero hay que evitar la alternancia¡±.

Tampoco son buena idea los remedios tradicionales, como meter a los ni?os en agua fr¨ªa o templada. ¡°En vez de promover el bienestar del ni?o, promueven el malestar. Y, si funcionan, es de forma muy transitoria, no los recomendamos¡±, destaca Molina. Menos a¨²n pr¨¢cticas comunes en otras culturas, como las friegas con alcohol. ¡°Son peligrosas porque quema e irrita mucho la piel; y tambi¨¦n se puede absorber el alcohol a trav¨¦s de ella, intoxic¨¢ndose el ni?o¡±. En otras ocasiones, se arropa en exceso. ¡°Con varias camisetas es m¨¢s dif¨ªcil que pierda calor. Decimos que est¨¦ con poca ropa, en un sitio fresco, bien ventilado, que beba l¨ªquidos, pero lo de meterles en la ba?era, ha pasado a la historia¡±.

Cuando s¨ª es importante la fiebre

¡°La mayor¨ªa de los procesos febriles en ni?os duran 3 o 4 d¨ªas, pero hay virus con los que se prolongan hasta una semana, como en la gripe¡±, apunta Molina. Aunque, en general, un ni?o con fiebre puede ser vigilado y tratado en casa, una duraci¨®n superior a cinco d¨ªas justifica una visita al pediatra de cabecera. ¡°La fiebre para una infecci¨®n es buena. Hay que quitarle importancia, pero hay que saber cu¨¢ndo consultar¡±, subraya Paula V¨¢zquez L¨®pez. Esta especialista enumera se?ales de alarma para acudir de urgencia, en las que coinciden las dos sociedades m¨¦dicas de pediatr¨ªa, la AEPap y la SEUP: ¡°Que el ni?o tenga mal color, que est¨¦ p¨¢lido, con la piel moteada, con un color feo; cuando aparecen manchas en la piel que no desaparecen a la presi¨®n; si se le hinchan los p¨¢rpados o los labios; si tiene dificultad para respirar; si est¨¢ mareado, no responde a est¨ªmulos, est¨¢ irritable, tiene somnolencia o hace convulsiones; en estos casos, tienen que acudir inmediatamente a urgencias¡±, advierte la experta.

¡°?Y cu¨¢ndo tienen que acudir, pero no llamando al 112 y de una forma m¨¢s tranquila? Si son lactantes de menos de 3 meses o si la fiebre se asocia con cualquier alteraci¨®n de piel o comportamiento, aunque no est¨¦n muy malos¡±, aconseja V¨¢zquez L¨®pez. Caso aparte son los ni?os sin defensas o los no vacunados, matiza la pediatra. ¡°Los inmunodeprimidos no tienen fiebre, sobre todo los oncol¨®gicos, que no tienen ese mecanismo de defensa. Por eso, siempre debemos tener m¨¢s cuidado con ellos¡±. Tambi¨¦n con ni?as y ni?os sin vacunar, en especial si son menores de 3 meses. ¡°Siempre hay que preguntar si est¨¢n vacunados frente a neumococo, meningococo y haemophilus, que nos van a dar infecciones bacterianas invasivas potencialmente graves. Si no tienen vacunas, el protocolo de actuaci¨®n ante una fiebre sin foco es un poco m¨¢s agresivo¡±.

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