Toda la verdad sobre la dieta antiinflamatoria: ?moda o ciencia?

Basta darse un paseo por redes sociales para saber cu¨¢l es la dieta de moda. Ahora la inflamaci¨®n es el enemigo a batir, como antes lo fue la grasa, despu¨¦s los az¨²cares y a saber qu¨¦ ser¨¢ lo pr¨®ximo.

La ciencia avanza, como es normal, y cada vez sabemos m¨¢s sobre nuestra alimentaci¨®n. La cuesti¨®n es qu¨¦ enfoque le damos, cu¨¢nta es la evidencia, y cu¨¢nto es el negocio y las intenciones de vendernos determinadas dietas, modelos de alimentaci¨®n, o estilos de vida. Estamos en un momento muy dist¨®pico en el que se patologizan procesos normales como la inflamaci¨®n o la subida de la glucemia en sangre despu¨¦s de las comidas. Todo es extraordinariamente patol¨®gico, y lo que dice la ciencia, en realidad, es que todo es totalmente normal.

Ahora se lleva la dieta antiinflamatoria, y se vende como un recurso para acabar con la inflamaci¨®n, ?pero acaso la inflamaci¨®n es un problema?

Realmente, la inflamaci¨®n es necesaria, ya que es un sistema de defensa que tiene el cuerpo: si no hubiera inflamaci¨®n, el cuerpo se quedar¨ªa indefenso ante las m¨²ltiples agresiones, por tanto, es algo deseable que ocurra y que funcione bien. Entre las funciones de la inflamaci¨®n est¨¢n:

Defensa contra infecciones:

• Reconocimiento y eliminaci¨®n: La inflamaci¨®n ayuda a identificar y eliminar pat¨®genos (virus, bacterias, hongos) y otros agentes infecciosos.
• Respuesta inmunitaria: Inicia la respuesta del sistema inmunitario al atraer c¨¦lulas inmunes al sitio de la infecci¨®n.

Reparaci¨®n de tejidos:

• Eliminaci¨®n de c¨¦lulas da?adas: limpia el ¨¢rea de c¨¦lulas muertas y tejidos da?ados para permitir la reparaci¨®n.
• Regeneraci¨®n de tejidos: promueve la curaci¨®n y la regeneraci¨®n del tejido afectado.

Barreras F¨ªsicas:

• Contenci¨®n de la infecci¨®n: forma barreras f¨ªsicas para evitar que los agentes da?inos se diseminen a otras partes del cuerpo.

Otra cosa es que la inflamaci¨®n sea cr¨®nica, en este caso provocar¨¢ efectos negativos como una inflamaci¨®n prolongada que puede da?ar tejidos y ¨®rganos, enfermedades cr¨®nicas (enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo II, artritis, y ciertos tipos de c¨¢ncer) y una desregulaci¨®n del sistema inmune, que puede provocar respuestas inmunitarias inadecuadas o autoinmunidad.

Quiz¨¢s sean mis ojos segados de nutricionista no pesocentrista, pero tambi¨¦n creo que se est¨¢ utilizando como un eufemismo para ¡°gorda¡± o ¡°gordo¡±. Ahora ya no est¨¢s gorda, sino que est¨¢s inflamada. Y no dejan de salir publicaciones de dudoso rigor cient¨ªfico que te ofrecen un protocolo antiinflamatorio, una dieta y unos cuantos suplementos, para bajar dicha inflamaci¨®n.

Qu¨¦ dice la ciencia

En una revisi¨®n sistem¨¢tica se realizaron b¨²squedas en bases de datos como Medline, PubMed, EMCare, Cochrane y CINAHL para identificar ensayos controlados aleatorios (RCTs). Dos investigadores revisaron de forma independiente 1537 RCTs que med¨ªan cambios en los marcadores de inflamaci¨®n despu¨¦s de prescribir una dieta de intervenci¨®n. La revisi¨®n sugiere que las dietas antiinflamatorias, especialmente la dieta mediterr¨¢nea, pueden reducir varios marcadores de inflamaci¨®n y mejorar los resultados de enfermedades cr¨®nicas relacionadas con la inflamaci¨®n.

En realidad, resaltan las propiedades antioxidantes de nuestra dieta mediterr¨¢nea. No hay una dieta antiinflamatoria descrita como tal por la ciencia.

Quiz¨¢s con la vida que llevamos de prisas, poca cocina y comida a domicilio, se nos haya olvidado en qu¨¦ consist¨ªa una alimentaci¨®n saludable, y en concreto la dieta mediterr¨¢nea, que resalta la revisi¨®n sistem¨¢tica. La dieta mediterr¨¢nea se caracteriza por:

• Frutas y verduras: ricas en antioxidantes y fitonutrientes, que ayudan a reducir la inflamaci¨®n.
• Grasas saludables: Aceite de oliva extra virgen, que contiene ¨¢cido oleico y antioxidantes con propiedades antiinflamatorias.
• Pescados y mariscos: ricos en ¨¢cidos grasos omega-3, que tienen efectos antiinflamatorios. Por ello en las dietas nombradas como antiinflamatorias siempre van con suplementos de omega-3
• Frutos secos y semillas: contienen grasas saludables, antioxidantes y fibra.
• Legumbres: buenas fuentes de prote¨ªnas vegetales y fibra, que pueden contribuir a la salud intestinal y reducir la inflamaci¨®n.
• Cereales integrales: fuente de fibra y nutrientes esenciales que ayudan a la salud intestinal y a reducir la inflamaci¨®n.

Los mecanismos antiinflamatorios que se producen aqu¨ª son los siguientes: antioxidantes y polifenoles (presentes en frutas, verduras, y aceite de oliva, ayudan a reducir el estr¨¦s oxidativo y la inflamaci¨®n); ¨¢cidos Grasos Omega-3 (en pescados como el salm¨®n y las sardinas, reducen la producci¨®n de mol¨¦culas inflamatorias); fibra diet¨¦tica (mejora la salud intestinal, lo que puede tener un efecto antiinflamatorio indirecto al mejorar la flora intestinal); reducci¨®n de alimentos procesados de mala calidad y de ultraprocesados (la finalidad es reducir la inflamaci¨®n cr¨®nica).

Quiz¨¢s antes de dejarnos llevar por modas, y pensar qu¨¦ dieta es mejor para dejar de ser mortales y alejarnos de la inflamaci¨®n, el antienvejecimiento o dem¨¢s circunstancias que van con la propia vida, habr¨ªa que revisar como es nuestra alimentaci¨®n de base. Si es necesario hacer cambios, bienvenidos sean, pero hacer por hacer, no siempre es una buena idea.

Es importante poner en jaque qu¨¦ nos ofrecen y qui¨¦n, ver su formaci¨®n, su modo de trabajar, si hay ciencia detr¨¢s o un amifuncionismo de base, sobre todo, para no acabar poniendo en peligro nuestra salud y nuestro bolsillo.

NUTRIR CON CIENCIA es una secci¨®n sobre alimentaci¨®n basada en evidencias cient¨ªficas y en el conocimiento contrastado por especialistas. Comer es mucho m¨¢s que un placer y una necesidad: la dieta y los h¨¢bitos alimenticios son ahora mismo el factor de salud p¨²blica que m¨¢s puede ayudarnos a prevenir numerosas enfermedades, desde muchos tipos de c¨¢ncer hasta la diabetes. Un equipo de dietistas-nutricionistas nos ayudar¨¢ a conocer mejor la importancia de la alimentaci¨®n y a derribar, gracias a la ciencia, los mitos que nos llevan a comer mal.

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