El dramatismo del vertido en el golfo de M¨¦xico
El petr¨®leo escupido diariamente al oc¨¦ano desde el pozo submarino sin control queda a merced del viento y las corrientes marinas
El vertido de petr¨®leo en el golfo de M¨¦xico que ya ha alcanzado la costa de Estados Unidos trae inevitablemente a la memoria en Espa?a la cat¨¢strofe del Prestige de 2002. Sin embargo, la situaci¨®n del pozo de crudo abierto a 1.500 metros de profundidad tras la explosi¨®n de una plataforma petrol¨ªfera el pasado d¨ªa 20, con la consiguiente marea negra, "es mucho m¨¢s dram¨¢tica" que la que hubo que afrontar tras el hundimiento del Prestige, asegura Federico Vilas Mart¨ªn, catedr¨¢tico de Geolog¨ªa Marina de la Universidad de Vigo.
En el caso del Prestige, tras el masivo y grave vertido del famoso chapapote que afect¨® sobre todo a la costa gallega, hubo de abordarse la segunda parte del problema. Una vez hundido el barco, hab¨ªa que sellar el casco por el que segu¨ªa escap¨¢ndose el fuel. "El buque estaba a m¨¢s de 3.000 metros de profundidad y se logr¨® tapar pr¨¢cticamente toda la grieta con un submarino", recuerda Vilas Mart¨ªn, secretario de la comisi¨®n cient¨ªfica que cre¨® el Gobierno para estudiar los efectos del peor desastre medioambiental de la historia reciente de Espa?a. En el caso de EE UU, no es un barco el que suelta el fuel, sino un pozo de petr¨®leo submarino que escupe el l¨ªquido de forma continua (5.000 barriles diarios, seg¨²n los ¨²ltimos c¨¢lculos) y que, de momento, no es posible cerrar. A ello hay que sumar el mayor problema, a juicio del experto, que es que el escape, sin control, queda a merced "de las corrientes marinas y del sistema de vientos". Adem¨¢s, a?ade, desde un punto de vista geogr¨¢fico, el golfo de M¨¦xico est¨¢ rodeado de costa, lo que hace que el hidrocarburo llegue antes y con m¨¢s facilidad a playas y tierra emergida, con el consiguiente impacto socioecon¨®mico y para la fauna y la vida acu¨¢tica de la zona.
Vilas Mart¨ªn afirma que Estados Unidos "tiene una gran experiencia" en hacer frente a una marea negra, tras la cat¨¢strofe del Exxon Valdez -que choc¨® con un arrecife en Alaska en 1989-, una de las mayores de la historia. No obstante, en el caso del golfo de M¨¦xico, "al estar el pozo tan profundo, a un kil¨®metro y medio, es l¨®gico que se tengan dificultades de manejo para sellar el escape. T¨¦cnicamente, aunque exista la tecnolog¨ªa necesaria, es un asunto dif¨ªcil de solventar", se?ala el experto.
El otro gran problema, una vez cortado el derrame, es eliminar todo el fuel de las ¨¢reas afectadas. "En Alaska, m¨¢s de 20 a?os despu¨¦s, a¨²n quedan restos", lamenta Vilas Mart¨ªn. Y destaca que "estudios en marcha sobre los efectos del vertido del Prestige muestran que a¨²n hay fuel en la arena de las playas gallegas, con el impacto que esto tiene en la escala ecol¨®gica".
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