El ascenso del patinete el¨¦ctrico en Latinoam¨¦rica derrapa por la primera muerte en M¨¦xico
Tras meses de crecimiento y expansi¨®n por todo el continente, los veh¨ªculos de moda se topan con las quejas de vecinos y autoridades. Y un accidente mortal
El monopat¨ªn de Sergio Paredes va como un cohete en hora punta. Como cada ma?ana, se ha bajado del metro y montado en uno de estos veh¨ªculos para hacer el ¨²ltimo par de kil¨®metros de trayecto hasta su lugar de trabajo en el Paseo de la Reforma, la gran avenida del centro de Ciudad de M¨¦xico. Su pat¨ªn del diablo, como se le conoce en M¨¦xico, alcanza los 14 kil¨®metros por hora, m¨¢s que la velocidad promedio de los autom¨®viles en horas pico en la capital. Al frenar ante un sem¨¢foro rojo, sus zapatos de piel han resbalado. No ha llegado a caerse, pero casi. ¡°Va muy r¨¢pido¡±, dice Paredes, sin casco.
Y r¨¢pido ha sido el ascenso del patinete el¨¦ctrico en Am¨¦rica Latina. Seis meses de luna de miel, gracias a la bendici¨®n de usuarios como Paredes, que han visto en estos veh¨ªculos una alternativa de transporte ideal, pese a ser m¨¢s caros que el transporte p¨²blico ¡ªel trayecto cuesta un m¨ªnimo de 15 pesos, menos de un d¨®lar, comparado con los cinco del metro¡ª. Tasas de crecimiento de v¨¦rtigo, rondas de inversi¨®n millonarias y vac¨ªos legales favorables han marcado la expansi¨®n de las empresas de patinetes el¨¦ctricos?por varios pa¨ªses del continente. Pero el ascenso?del patinete empieza a encontrar resistencia de vecinos y autoridades. A esto se a?ade la muerte de un usuario, atropellado por un taxi la madrugada del domingo en Ciudad de M¨¦xico. Un accidente mortal, el primero en M¨¦xico, que ha puesto en alerta a todo el sector.
A Grin, una compa?¨ªa mexicana de alquiler de monopatines que lanz¨® operaciones en julio, el accidente la ha tomado en la cresta de la ola. En octubre lograron 45 millones de d¨®lares en una ronda de inversi¨®n, una de las mayores cifras jam¨¢s levantadas por una startup nacional para financiar su crecimiento. Acaban de alcanzar el mill¨®n de viajes y de firmar una alianza con la brasile?a Yellow. Juntos re¨²nen una flota de 135.000 veh¨ªculos, entre bicis y monopatines, en seis pa¨ªses latinoamericanos. Es un gigante de la llamada ¡°movilidad sostenible¡±. De viaje de negocios en Sao Paulo, en Brasil, Beriana Mendoza, directora de comunicaci¨®n de Grin, lleva todo el d¨ªa al tel¨¦fono. ¡°No es nuestro patinete¡±, responde sobre el accidente. ¡°Nosotros hacemos un gran esfuerzo para explicar las reglas de seguridad b¨¢sicas¡±. Aunque, matiza, el usuario ¡°puede no seguirlas¡±.
El veh¨ªculo accidentado pertenec¨ªa a Lime, empresa de origen estadounidense que desembarc¨® en octubre en Ciudad de M¨¦xico, paradigma de la gran urbe saturada por el tr¨¢fico?y necesitada de nuevas formas de movilidad ¡ªpor su ¨¢rea metropolitana llegan a circular m¨¢s de 11 millones de coches, ocho m¨¢s que en 2004, seg¨²n datos del Instituto Mexicano para la Competitividad¡ª. Su r¨¢pido desarrollo es similar al de Grin. En la capital mexicana han cosechado tasas de crecimiento superiores al 10% semanal en usuarios. El desabasto de gasolina, que dej¨® sin combustible a decenas de estaciones de servicio de la capital mexicana a principios de enero, reforz¨® la tendencia.
Animados por el ¨¦xito, las compa?¨ªas se han expandido a otras ciudades del pa¨ªs como Guadalajara y Monterrey, la segunda y tercera m¨¢s poblada, respectivamente, y han dado el salto a Sudam¨¦rica. En noviembre, Lime lanz¨® operaciones en Chile. En Colombia y Brasil est¨¢n por abrir. ¡°Latinoam¨¦rica tiene la combinaci¨®n ideal: clima amigable, ciudades muy densas, y mucha adopci¨®n del smartphone¡±, dec¨ªa Alexander Wieland, director general Lime para la regi¨®n, antes del accidente. ¡°Sab¨ªamos que iba a ser un boom¡±.
El boom ha sido propiciado por un vac¨ªo legal. Por norma, la r¨¢pida irrupci¨®n de los patinetes el¨¦ctricos en las ciudades latinoamericanas ha agarrado desprevenidas a las autoridades locales. ¡°A veces comienzan a operar antes de que haya regulaciones¡±, dice Bernardo Baranda, director para Latinoam¨¦rica del Instituto de Pol¨ªticas para el Transporte y el Desarrollo (IPTD), un centro de pensamiento dedicado a la movilidad. ¡°No hay todav¨ªa una normativa modelo¡±. En este sentido, Baranda se?ala dos extremos: ciudades que no regulan en absoluto y otras que lo hacen de manera demasiado estricta.
Ciudad de M¨¦xico busca un t¨¦rmino medio entre la v¨ªa libre y el muro frontal. Dos d¨ªas antes del accidente de este domingo, el Gobierno capitalino public¨® unas ordenanzas que limitan la velocidad a 20 kil¨®metros por hora, la misma velocidad permitida para las bicicletas h¨ªbridas, y establecen zonas de estacionamiento. Este ¨²ltimo aspecto es clave: el poder aparcar el monopat¨ªn a placer, en el lugar que mejor le convenga al usuario, es uno de los principales atractivos de este medio de transporte. El secretario de Movilidad, Andr¨¦s Lajous, subraya la importancia de limitar la ¡°hiperflexibilidad¡± actual. ¡°Las personas que se quejan, y se quejan con raz¨®n, dicen que bloquean el paso peatonal¡±, explica. El sector tiene 45 d¨ªas de adaptaci¨®n hasta que entren en operaci¨®n las reglas permanentes. Frente a las cr¨ªticas, algunas compa?¨ªas se han adelantado y creado sus propias zonas de estacionamiento.
Las nuevas regulaciones, que han sembrado inquietud en el sector, tambi¨¦n obligan a las empresas a ofrecer un seguro para los usuarios. La mayor¨ªa ya cuenta con p¨®lizas, pero la cobertura var¨ªa. Algunas solo cubren da?os a terceros y otras incluyen tambi¨¦n los gastos hospitalarios del accidentado. ¡°Lo que a todo el mundo le preocupa es la seguridad¡±, reconoce Wieland. Las compa?¨ªas apuestan por ¡°educar¡± sobre c¨®mo utilizar el pat¨ªn. Entre las normas de buen funcionamiento est¨¢ el uso de casco, pero hasta ahora es responsabilidad del usuario llevar el suyo. De hecho, en las calles de la capital es com¨²n ver a usuarios sin el accesorio, andando sobre la banqueta y en sentido contrario, independientemente de la compa?¨ªa que utilicen.
La agenda de Grin y Lime para los pr¨®ximos meses est¨¢ repleta de lanzamientos en nuevas ciudades. En los lugares donde ya est¨¢n operando buscan consolidar el territorio conquistado al coche. Pero el futuro del sector est¨¢ abierto. ¡°Es temprano para decir si va a ser solo una moda¡±, opina Baranda, del IPTD. Est¨¢ por ver si el monopat¨ªn el¨¦ctrico contin¨²a con su ascenso fulgurante o termina en una cuneta.
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