Violaciones impunes en Dinamarca
Amnist¨ªa Internacional afirma que en ese pa¨ªs la violencia sexual est¨¢ muy extendida, se denuncia poco y los juicios rara vez acaban en condena
Una noche de agosto de 2017, Kirstine Holst dorm¨ªa en una habitaci¨®n del piso de un amigo en Copenhague cuando este la despert¨®. Quer¨ªa sexo. Ella dijo que no. ?l se puso encima, la agarr¨® del cuello y la viol¨®. Cuenta al tel¨¦fono que no sabe cu¨¢nto tiempo dur¨®: ¡°Pero hubo mucha violencia, mucho dolor, le ped¨ª que parara muchas veces y, en un momento dado, dej¨¦ de hacer nada¡±. Varias marcas azules sobre el pecho fueron algunas de las huellas de aquella violencia. Dos d¨ªas y medio despu¨¦s, decidi¨® denunciar. Hoy no lo har¨ªa, le cost¨® cuatro intentos poner aquella denuncia: "Fue un obst¨¢culo tras otro". Despu¨¦s, el proceso judicial fue ¡°horrible¡± y el agresor fue absuelto porque la violaci¨®n, para la justicia danesa, no pudo probarse ¡°m¨¢s all¨¢ de toda duda razonable¡±. Nadie la avis¨® de aquella sentencia. "Humillante", "dif¨ªcil" y "vergonzante", repite en su relato.
El caso de esta periodista de 39 a?os no es aislado, seg¨²n el ¨²ltimo informe de Amnist¨ªa Internacional sobre violencia sexual en el pa¨ªs n¨®rdico?¡ª?Queremos respeto y justicia! Superar los obst¨¢culos de la justicia para las supervivientes de violaci¨®n en Dinamarca¡ª. Asegura que la ¡°reputaci¨®n¡± danesa en materia de igualdad es m¨¢s un espejismo que una realidad, a pesar de que encabeza las listas en otros ¨¢mbitos. Por ejemplo, dice el documento, ¡°ocup¨® el segundo lugar despu¨¦s de Suecia en el ¨ªndice de igualdad de g¨¦nero de 2017, que examina ¨¢reas como el trabajo, el dinero y la salud¡±, pero tambi¨¦n "tiene una de las tasas de violaci¨®n m¨¢s altas de Europa". "Los mitos y estereotipos de g¨¦nero arraigados y generalizados provocan una impunidad end¨¦mica de los violadores¡±, destaca. Un estudio de la Agencia de Derechos Fundamentales sobre la violencia contra las mujeres en la UE de 2014 revel¨® que Dinamarca ten¨ªa la prevalencia m¨¢s alta de violaciones entre mujeres y ni?as a partir de 15 a?os (19% de las mujeres y ni?as entrevistadas), y entre las m¨¢s bajas en cuanto a las denuncias presentadas a la polic¨ªa (7%).
En Dinamarca, los mitos y estereotipos de g¨¦nero causan una impunidad end¨¦mica de los violadores
Seg¨²n la investigaci¨®n de Amnist¨ªa, que habla de una ¡°cultura de la violaci¨®n extendida¡±, la situaci¨®n en este pa¨ªs con 5,7 millones de habitantes no ha cambiado y las cifras oficiales no se acercan a lo que realmente ocurre: ¡°Alrededor de 5.100 mujeres al a?o son sometidas a violaci¨®n o intento de violaci¨®n, seg¨²n el Ministerio de Justicia de Dinamarca¡±. Sin embargo, la investigaci¨®n de la Universidad del Sur de Dinamarca estima que esta cifra puede haber llegado a las 24.000 en 2017. ¡°Las estad¨ªsticas oficiales de ese mismo a?o solo recogen 890 violaciones denunciadas y, de estas, 535 acabaron en juicio y solo 94 en condena para el agresor¡±. En Espa?a, con 46,5 millones de habitantes, el pasado a?o hubo 1.702 denuncias por agresi¨®n sexual con penetraci¨®n y 12.109 de otras agresiones y abusos sin penetraci¨®n.
Leyes desfasadas, prejuicios dentro del sistema judicial, una deficiente respuesta policial y la falta de una aplicaci¨®n homog¨¦nea del protocolo para estos casos generan falta de confianza de las v¨ªctimas tanto en la justicia como en la polic¨ªa, seg¨²n la ONG. Tienen miedo a no ser cre¨ªdas y a ser culpadas de su propia violaci¨®n, por lo que baja el ¨ªndice tanto de denuncias como de condenas. La historia de Holst lo ejemplifica: ¡°Pas¨¦ por muchos obst¨¢culos para poner aquella denuncia. Primero, la polic¨ªa estaba muy ocupada con otros temas, despu¨¦s no hab¨ªa agentes especializados en violencia sexual, cuando consegu¨ª que me escucharan, el oficial que me atendi¨® me avis¨® de que podr¨ªa ir a la c¨¢rcel por mentir y que no esperara que mi caso fuese a juicio porque yo conoc¨ªa al hombre que me viol¨® y si conoces a tu agresor, el caso se pone dif¨ªcil desde el principio¡±. Aquel agente la deriv¨® a otra comisar¨ªa, en un pueblo a 20 kil¨®metros del suyo, Fredericia, en el centro del pa¨ªs. Hasta all¨ª condujo llorando y consigui¨®, por fin, denunciar.
La investigaci¨®n para este informe de Amnist¨ªa se bas¨® en entrevistas a 18 mujeres y ni?as mayores de 15 a?os (entre las que se encuentra Kirstine Holst), 11 ONG, dos abogados, un profesor de derecho, tres representantes del Consejo de Prevenci¨®n del Delito, dos expertos de los Centros para V¨ªctimas de Agresi¨®n Sexual, 11 representantes de las autoridades gubernamentales y un an¨¢lisis de sentencias de los tribunales de distrito daneses (de mayo de 2017 a mayo de 2018) y las decisiones de la Fiscal¨ªa para cerrar las investigaciones sobre denuncias falsas (de diciembre de 2017 a mayo de 2018). Y confirma que ¡°el proceso de denuncia y sus consecuencias suelen resultarles sumamente traum¨¢ticos a las supervivientes¡±.
Cambios educativos y legislativos
La organizaci¨®n internacional insta a las autoridades danesas a que pongan en marcha cambios educativos (en las escuelas e institutos y para todos aquellos que tienen relaci¨®n con la v¨ªctima, desde polic¨ªas hasta magistrados) y legislativos y aceleren aquellos que ya han comenzado, como el grupo de expertos que el Gobierno dan¨¦s cre¨® hace poco para dar apoyo y tratamiento profesional a las v¨ªctimas de violaci¨®n. "La educaci¨®n es esencial y urgente", dice Holst. "Pero tambi¨¦n son necesarios cambios en el sistema y en las leyes, unas que no pongan el foco en cosas como cu¨¢nto te resistes o qu¨¦ ropa llevas y que se base en el consentimiento, en el respeto a nuestro cuerpo".
Seg¨²n el Convenio de Estambul, que el pa¨ªs n¨®rdico fue uno de los primeros en ratificar, en 2014, el mismo a?o que lo hizo Espa?a, cualquier acto de naturaleza sexual no consentido debe ser clasificado como delito. Pero, como en Espa?a, la legislaci¨®n sigue sin ajustarse a las directrices del texto europeo y los delitos sexuales se basan en la intimidaci¨®n, la violencia y en si la v¨ªctima pudo o no resistirse, pero no en el consentimiento (solo ocho pa¨ªses europeos tienen leyes basadas en ¨¦l). Amnist¨ªa alerta de que el criterio de la resistencia f¨ªsica de la v¨ªctima es "profundamente problem¨¢tico". "Los expertos han reconocido que la par¨¢lisis involuntaria o bloqueo es una respuesta fisiol¨®gica y psicol¨®gica a la agresi¨®n sexual muy com¨²n". Estos mismos expertos a?aden que centrarse en este aspecto "afecta no solo a la denuncia de las violaciones, sino tambi¨¦n a la sensibilizaci¨®n en general sobre la violencia sexual, aspectos, ambos, que son clave para prevenir las violaciones y abordar la impunidad". Adem¨¢s, resistirse, en ocasiones puede llevar a la muerte.
Esa modificaci¨®n de las leyes parece estar un poco m¨¢s cerca. El primer ministro dan¨¦s, Lars L?kke, se pronunci¨® al respecto la semana pasada en una entrevista en la televisi¨®n danesa en torno al D¨ªa Internacional de la Mujer: "El sexo sin consentimiento es violaci¨®n", dijo. "Ojal¨¢ se entendiese as¨ª", espeta Holst: "La responsabilidad de la violaci¨®n debe recaer solo en quien la comete".
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